Revista Vivienda Popular Nº18

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REVISTA VIVIENDA POPULAR SEGUNDA ÉPOCA JUN 2009 l 18 VIVIENDA , HÁBITAT Y SOSTENIBILIDAD

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Revista semestradl de la Unidad Permanente de Vivienda

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REVISTAVIVIENDA POPULAR SEGUNDA ÉPOCAJUN 2009 l 18

VIVIENDA , HÁBITAT Y

SOSTENIBILIDAD

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LA SOSTENIBILIDAD EN DISCUSIÓNVivienda PopularARQUITECTURA Y SUSTENTABILIDAD: OTRA MIRADAGraciela Martínez DíazDESARROLLO SOSTENIBLE: POSTURAS CONTEMPORÁNEAS Y DESAFÍOS EN LA CONSTRUCCIÓN DEL ESPACIO URBANOEduardo GudynasPENSAR SOSTENIBLEGemma RodríguezEnseñanza / aprendizaje / investigación en Anteproyecto. COLECTIVAAnteproyecto III - Taller SchepsUNA ACLARACIÓN NECESARIADuilio AmándolaReflexiones propositivas y saldos pedagógicos. VIVIENDO AL MARGENRaúl VallésUn estudio de caso en asentamientos irregulares, VIVIENDA PRODUCTIVA URBANA: LIMITACIONES Y POTENCIALIDADESAndrea Francisco PolleroHistorias mínimas 2. “LA CASA ES UNA CAJA, LO BUENO ESTÁ DENTRO”Aníbal Parodi ALTERNATIVAS HABITACIONALES PARA LA EMERGENCIAInés Artecona, Enrique NeirottiUna propuesta para el borde montevideano. HUERTOS URBANOSLourdes Trindade, Ana López ¿Aumentar la producción o limitar la demanda? EL USO EFICIENTE COMO AHORRO DE ENERGÍAAlicia MimbacasPolíticas y programas de vivienda. CÓMO SUPERAR EL SÍNDROME DE PENÉLOPENoemí AlonsoNueva reglamentación del MVOTMA. LOS PRODUCTOS, LOS PRÉSTAMOS, LOS SUBSIDIOS: DOS VISIONESInés Giúdice - Teresa BuroniSUELO URBANIZADO: EL DEBER DE USAR Y EL DERECHO DE PRESCRIBIRMaría Araceli Schettini, Eduardo Gandelman, Benjamín NahoumPremio Nacional del MVOTMA, VIVIENDA DIGNA - SALTO NUEVO SURClaudia Freitas, Jorge Lanza, Lucía PrevePOLÍTICAS HABITACIONALES EN LA COMUNA CANARIARaúl Forné, José Luis MazzeoCRISIS Y VIVIENDAEnrique Ortiz Flores

Vivienda PopularUnidad Permanente de Vivienda

Facultad de ArquitecturaUniversidad de la República

Uruguay

Unidad Permanente de Vivienda

farq | uruguayfacultad de arquitectura/universidad de la república

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Dr. Rodrigo Arocena

Arq. Salvador Schelotto

Arq. Duillo Amándola, Arq. María del Huerto Delgado, Arq. Raúl Fernández Wagner, Arq. Bernardo Martín, Arq. Ricardo Muttoni, Soc. Álvaro Portillo, Arq. Maria Lucía Refi netti Martins

Arq. Raúl Vallés

Ing. Benjamín Nahoum

Unidad Permanente de Vivienda

Arq. Paulo González , Ing. Benjamín NahoumArq. Raúl Vallés

Arq. Paulo GonzálezUPG | Horacio Todeschini

Ing. Benjamín Nahoum

Autores de los artículosSMA | Archivos Facultad de Arquitectura

UPV | Unidad Permanente de Vivienda

TRADINCO S.A.

VIVIENDA POPULAR es una publicación semestral de la Facultad de Arquitectura-UdelaR

Unidad Permanente de ViviendaFacultad de Arquitectura - Universidad de la República

Bulevar Artigas 1031 CP 11200Montevideo, Uruguay

Teléfono: 400 0706email: [email protected]

ISSN - 1510-7442

Está permitida la reproducción total o parcial de los artículos publicados, citando al autor y la fuente

La realización de este número contó con el apoyo de los anunciantes y especialmente de la Dirección Nacional de Vivienda del Ministerio de Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente

Unidad Permanente de ViviendaFacultad de Arquitectura | Universidad de la República

Rector

Decano

Comité Editor

Director

Redactor Responsable

Realización

Comité Ejecutivo

Diseño y diagramación

Edición

Fotografía

Impresión

Imagen de tapaGráfi co realizado en respuesta a ¿cómo imaginarías una plaza en tu barrio?, por niños del CAIF del asentamiento Maracana, de entre 6 y 9 años.

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editorial

tema de tapa

enseñanza

investigación

los estudiantes proponen

tecnologías

gestión

experiencias recientes

país adentro

américa latina

LA SOSTENIBILIDAD EN DISCUSIÓNVivienda Popular

ARQUITECTURA Y SUSTENTABILIDAD: OTRA MIRADAGraciela Martínez DíazDESARROLLO SOSTENIBLE: POSTURAS CONTEMPORÁNEAS Y DESAFÍOS EN LA CONSTRUCCIÓN DEL ESPACIO URBANOEduardo GudynasO caso de Curitiba. A CONSTRUÇÃO DA SUSTENTABILIDADE NAS CIDADESLiana Vallicelli, Priscila Tiboni PENSAR SOSTENIBLEGemma Rodríguez

Enseñanza / aprendizaje / investigación en Anteproyecto. COLECTIVAAnteproyecto III - Taller SchepsUNA ACLARACIÓN NECESARIADuilio AmándolaReflexiones propositivas y saldos pedagógicos. VIVIENDO AL MARGENRaúl Vallés

Un estudio de caso en asentamientos irregulares, VIVIENDA PRODUCTIVA URBANA: LIMITACIONES Y POTENCIALIDADESAndrea Francisco PolleroHistorias mínimas 2. “LA CASA ES UNA CAJA, LO BUENO ESTÁ DENTRO”Aníbal Parodi ALTERNATIVAS HABITACIONALES PARA LA EMERGENCIAInés Artecona, Enrique Neirotti

Una propuesta para el borde montevideano. HUERTOS URBANOSLourdes Trindade, Ana López

¿Aumentar la producción o limitar la demanda? EL USO EFICIENTE COMO AHORRO DE ENERGÍAAlicia Mimbacas

Políticas y programas de vivienda. CÓMO SUPERAR EL SÍNDROME DE PENÉLOPENoemí AlonsoNueva reglamentación del MVOTMA. LOS PRODUCTOS, LOS PRÉSTAMOS, LOS SUBSIDIOS: DOS VISIONESInés Giúdice - Teresa BuroniSUELO URBANIZADO: EL DEBER DE USAR Y EL DERECHO DE PRESCRIBIRMaría Araceli Schettini, Eduardo Gandelman, Benjamín Nahoum

Premio Nacional del MVOTMA, VIVIENDA DIGNA - SALTO NUEVO SURClaudia Freitas, Jorge Lanza, Lucía Preve

POLÍTICAS HABITACIONALES EN LA COMUNA CANARIARaúl Forné, José Luis Mazzeo

CRISIS Y VIVIENDAEnrique Ortiz Flores

RESEÑA BIBLIOGRÁFICA | LA WEB | EVENTOS

VIVIENDA, HÁBITAT Y SOSTENIBILIDADeste número:

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LA SOSTENIBILIDAD EN DISCUSIÓN

EDITORIAL Existen sobradas razones para abordar en esta instancia y a través de este número de la revista VIVIENDA POPULAR, los aspectos vinculados con la “sostenibilidad” 1, y su relación con el or-denamiento territorial, la arquitectura y la vivien-da popular en particular.

Una de ellas surge a partir de la necesidad de llevar a la práctica el discurso generalista conte-nido en las diferentes interpretaciones y contro-vertidas posiciones -también varias- en torno a la sostenibilidad, asunto ya instalado en la dis-cusión a partir de la intervención del Estado, la presión del mercado y la demanda social.

Los enfoques extremos suelen ir desde la indife-rencia más absoluta respecto a las consecuen-cias del irracional manejo de los recursos de la naturaleza por los seres humanos (lo cual puede interpretarse como parte de una manifestación de la cultura individualista contemporánea, o resultado de la simple defensa de intereses eco-nómicos, como aquellos que motivaron el com-portamiento de algunos países frente al Proto-colo de Kioto2 ), a la posición opuesta, donde se encuentran grupos fundamentalistas que han estigmatizado con su accionar a los movimien-tos ambientalistas.

En tanto estas manifestaciones respondan a concepciones ideológicas y posiciones políticas, se dificultará que los investigadores, las institu-ciones y por sobre todo la población, puedan llevar adelante una discusión abierta y profun-da que permita construir cimientos culturales sólidos, más allá de posiciones muchas veces dogmáticas.

Nuestra disciplina y su contexto no son ajenos a esta reflexión. Es notorio que en torno al “pro-blema ambiental” existen posturas desencon-tradas: unas alertan sanamente sobre el riesgo de banalización en el modo de abordaje3 ; otras interpretan que este enfoque constituye un re-curso comercial que sólo incorpora la eficiencia energética como un sello o marca4 , y las más, desinformadas e intrascendentes, van por el ca-mino fácil de la descalificación o ridiculización.

Lo que resulta muchas veces cuestionable,

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son los fundamentos de sostenibilidad de estas propuestas alternativas o convergentes, lo que puede estar implicando que el problema no se considera medianamente importante para la so-ciedad, incluso a riesgo de identificarse en cual-quier situación, como únicas formas de mirar y abordar el ordenamiento territorial y la arqui-tectura, convirtiendo la disciplina en un dogma, aunque en el discurso se sostenga lo contrario.

En el extremo opuesto quizás podría situarse a quienes sientan sus bases en el diseño y en la tecnología vernáculos, los cuales, pretendiendo contribuir a fortalecer las concepciones ambien-tales, por su radicalización argumental, suelen terminar no aportando constructivamente a la discusión.

Creemos que las propuestas y posturas cons-truidas desde los reduccionismos o las simpli-ficaciones de la realidad, no hacen más que radicalizar posiciones, promoviendo que los esfuerzos se concentren en lo secundario, en fundamentar enfoques a través de líneas argu-mentales extremas y estériles, eludiendo el difícil camino de investigar para construir alternativas que contemplen la necesidad de compatibilizar la actividad humana con el cuidado y preserva-ción del medio ambiente, y paralelamente aten-der las necesidades postergadas de una pobla-ción que inaceptablemente y en forma creciente se consolida estructuralmente en un marco de exclusión.

Es así, que en un esfuerzo orientado a contri-buir a la discusión de un tema tan vasto como complejo, que corta transversalmente las políti-cas de la vivienda y el hábitat, la planificación territorial, la arquitectura y todas las fuentes que alimentan nuestro quehacer, buscamos en esta oportunidad acercar diversas opiniones en dis-tintas escalas para aportar a la calificación del hábitat popular y en particular de la vivienda po-pular. Ellas aparecen en el “tema de tapa” pero también en diferentes secciones, en que la sos-tenibilidad es el telón de fondo de los temas que se discuten.

Pretendemos realizar con esta edición un es-fuerzo por aportar a un cambio de actitud, una

inversión del planteo, pasando de discutir titu-lares o resultados, al abordaje de contenidos y objetivos, respondiendo básicamente dos pre-guntas: ¿cuál es el problema que pretendemos resolver? y ¿qué pretendemos investigar incor-porando las nuevas variables?. Así, en lugar de contender sobre los flacos (o no) resultados pri-marios, podremos asumir de un modo más cons-tructivo las incertidumbres del cambio climático, el agotamiento de los combustibles fósiles, la marginalidad, etc.

Todas las preguntas y respuestas que nos po-damos formular en torno a estas problemáticas son de un fuerte contenido ético, porque en de-finitiva lo son todos los aspectos relacionados en general con la “sostenibilidad”, tal como se expresa en la Declaración de Río (1992) en el Principio Nº 3: “satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades de las del futuro para atender sus propias necesidades”.

A nosotros nos corresponderá relacionar este principio con la gestión, el proyecto, el proceso productivo, el uso, el mantenimiento y la elimi-nación, dentro de un concepto de ciclo de vida, para que los aspectos físicos, económicos y sociales generados no afecten a las presentes generaciones y no comprometan a las futuras.

Estos problemas tienen diferentes escalas, que van, desde el uso del territorio (“Ley de Orde-namiento Territorial y Desarrollo Sostenible”-Ley 18.308) hasta la vivienda, y en todo ese espec-tro hay un importante camino para andar.

En particular, la Vivienda Social demanda aten-ción en cuanto a la eficiencia de la envolvente, al uso de energías, sus condiciones ambientales, los diferentes aspectos relacionados al diseño y en especial a su dimensión de hábitat, donde lo “sostenible” es una solución integrada territorial y socialmente, accesible física y económica-mente, adecuada funcionalmente, segura jurídi-camente y estimulante sicológicamente.

En definitiva una “ciudad sostenible” y un “terri-torio habitable” son la condición y el compromi-so que debemos suscribir desde la acción y la

reflexión sobre el concepto de ambiente para el desarrollo de una sociedad.

Desde nuestra perspectiva, los problemas más serios de sostenibilidad que hoy tenemos están relacionados con la precariedad urbana y habi-tacional, consecuencia a su vez de profundos desequilibrios socioeconómicos.

Entonces sí tendrá sentido discutir sobre la solución tal o la alternativa cual, o sobre las globalmente tan mencionadas acciones de “adaptación” y “mitigación” ante los problemas del cambio climático, no como mero maquillaje tranquilizador, sino desde una profunda revisión de nuestra forma de hacer y actuar en territorios concretos, con acciones viables y apropiables por las comunidades locales.

Reiteramos un concepto: esto sería sólo una discusión técnica si ignoramos que este tema tiene una componente ética muy fuerte, la cual nos compromete como ciudadanos y como uni-versitarios, pero por sobre todo como seres hu-manos.

VIVIENDA POPULAR

1 Empleamos el termino sostenibilidad (y no sustentabilidad) en tanto representa el concepto definido en el Informe Brun-dtland (1987), en las normas ISO 26000 y en las definiciones del diccionario de la RAE.

2 Si bien países como Australia y Estados Unidos, el mayor emisor de gases contaminantes del planeta, firmaron el Pro-tocolo de Kioto, luego no lo ratificaron.

3 Opiniones registradas en el articulo “Construcción del futu-ro”, Diario “El País”, 10-05-09.

4 Íd. anterior.

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* Sin perjuicio de la autoría personal de este artículo, el mismo refleja un pensamiento madurado en la Comisión Ambiental Permanente de la Facultad de Arquitectura-UdelaR. En particular, hace alusión a los siguientes antecedentes de este colectivo: el curso “Arquitectura, ambiente y sustentabilidad”, realizado con carácter libre en 2004-05 y opcional en 2007, y las publicaciones Re-learning for sustainability. An experience toward reformulating architectural education (G. Martínez Díaz, A. Picción et al., ponencia presentada en el 40º Congreso Anual de ANZAScA, Adelaide, Australia, noviembre 2006) y Reeducarnos para la sustentabilidad. Enseñanzas de un intento hacia un cambio epistemológico (G. Martínez Díaz, M. J. Gómez y M. Chabalgoity, ponencia presentada en el II Foro de Innovaciones Educativas y 1er Encuentro Regional sobre Tecnologías de la Información y la Comunicación, Comisión Sectorial de Enseñanza / Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación - UdelaR, Montevideo, abril 2007).

ARQUITECTURA Y SUSTENTABILIDAD: OTRA MIRADAGraciela Martínez Díaz*

TEMA DE TAPA

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Introducción

El paradigma de la sustentabilidad -o sostenibi-lidad- apareja un profundo desafío a la civiliza-ción contemporánea: al hacer y al saber institui-do. Es que no se trata simplemente de agregar a éste nuevos contenidos o un nuevo campo de conocimiento, sino de construir un nuevo saber. Ese nuevo saber, que aceptadamente debe ser transversal a las disciplinas, también implica un cambio de cada una.

Un cambio, ¿en qué y hasta dónde? Por un lado, es claro que hay que venir más acá de nociones y principios ambientales generales y “bajarlos” a aplicaciones específicas. Pero, por otro, tam-bién hay que ir más allá; esto es, profundizar en el pensamiento sobre la sociedad humana y su manera de habitar, entender y entenderse en el mundo: cuestiones que trascienden, pero que también constituyen el trasfondo insoslayable de toda ciencia.

En lo que a la arquitectura respecta, es visible el avance de preocupaciones referidas a una sus-tentabilidad físico-económica, como la eficiencia energética, el ahorro de agua o el reciclaje, e incluso a una de orden social, como la partici-pación comunitaria y la valorización de la iden-tidad local. Sin embargo, no es menos notorio

que la industria del top-design internacional y la construcción como actividad lucrativa continúan diseminando modas estéticas y tecnologías que difícilmente podrían reclamar ninguna clase de compromiso ambiental.

La sola invocación de términos tales como eco-arquitectura, arquitectura verde, bioclimática o sustentable denota una peculiaridad que es también excepcionalidad. Pero, además, ¿son éstas y otras “innovaciones ambientalistas” en la práctica y en la enseñanza de la arquitectura, confluyentes o equivalentes? ¿Son los alcan-ces y contenidos concretos en que se traducen coherentes y suficientes? En definitiva, ¿qué entendemos por responsabilidades de la arqui-tectura con el ambiente y la sustentabilidad? Y, más allá, ¿cuál es el concepto subyacente de cómo y qué sustentabilidad queremos alcanzar? Esta discusión fundamental a menudo queda obviada tras sobreentendidos equívocos.

¿Arquitectura sustentable?

Aun cuando todo signo de sensibilidad ambien-tal es, en principio, bienvenido, no podemos pasar por alto las diferencias de términos y de significados atribuidos porque ellas reflejan concepciones muy distintas. Veamos un par de

ejemplos referidos a un solo factor, bien palpa-ble: los materiales de construcción.

Si, como arquitectos, toda nuestra preocupación se circunscribe a nuestro edificio, podemos es-coger materiales cuya producción, transporte y manipulación previa -o cuya degradación pos-terior- implica severos riesgos de salud para los mineros u obreros de factorías involucrados (muchas veces en lugares muy lejanos), requie-re más energía de la que se ahorrará en toda la vida útil del edificio o incorpora recursos natura-les y humanos reales muy por encima de lo que su precio comercial denota en comparación con otras alternativas. Pensemos en el aluminio, o el plástico.

Otros ejemplos: el alerta sobre el cambio climá-tico nos lleva incuestionablemente a evitar ins-talaciones que provoquen la emisión de gases de efecto invernadero, pero ¿nos ocupamos igualmente de prevenir la ocupación de franjas costeras, generalmente altamente cotizadas en el mercado inmobiliario, expuestas a la subida del nivel del mar? Colonizaciones así llamadas “ecológicas” porque incorporan sistemas de re-ciclaje de agua, captación de energía solar, ma-teriales naturales y/o verde en abundancia, sue-len seguir una pauta de implantación territorial dispersa de altos costos ambientales en materia

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DESARROLLO SOSTENIBLE: POSTURAS CONTEMPORÁNEAS Y DESAFÍOS EN LA CONSTRUCCIÓN DEL ESPACIO URBANOEduardo Gudynas*

* CLAES (Centro Latino Americano de Ecología Social), Montevideo, Uruguay ,www.ecologiasocial.com

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El concepto de desarrollo sostenible ha cobrado enorme importancia en América Latina debido a múltiples factores, tales como la pérdida de grandes áreas silvestres o los crecientes proble-mas de contaminación en las grandes ciudades. Por estos y otros motivos, tienen lugar distintos intentos de lograr nuevos balances entre la ca-lidad del ambiente y las actividades humanas, usualmente englobados bajo el concepto de “desarrollo sostenible”. Este cambio ha desper-tado un enorme interés, involucra a importantes movimientos sociales y alimenta una prolífica actividad académica.

En esa amplia temática la cuestión urbana es clave. En efecto, están en marcha diversos aná-lisis y líneas de trabajo que consideran tanto as-pectos conceptuales como instrumentales para la incorporación de una dimensión ambiental en las ciudades. Esos esfuerzos incluyen, por ejem-plo: la construcción de viviendas más eficientes desde el punto de vista energético; las formas de reducir los impactos urbanos por el consumo de materia y energía; generar entornos verdes de mayor calidad, y así sucesivamente.

Un primer paso para adentrarse en este terre-no es precisar las principales características de las diferentes tendencias que se expresan en el campo temático del “desarrollo sostenible”. Éste

es el principal objetivo del presente artículo, que se complementa con algunos ejemplos de las discusiones más recientes en este terreno, bajo un énfasis sobre la cuestión urbana.

Ambiente y ciudades

Los aspectos ambientales en las grandes ciuda-des son uno de los temas fundacionales, no sólo del desarrollo sostenible sino también del movi-miento ambientalista. Si bien es común asumir que la preocupación ambiental cobró fuerza a mediados del siglo XX a partir de la extinción de especies relevantes de fauna y flora, o la trans-formación radical de áreas silvestres, también es cierto que en esa misma época se desataron las primeras reacciones contra la contaminación urbana.

Especialmente en los países industrializados, tuvo lugar una fuerte presión social contra la contaminación atmosférica (por ejemplo por episodios de smog críticos en ciudades como Londres, Nueva York o Los Ángeles), la conta-minación del suelo urbano (especialmente como herencia de rellenos sanitarios inadecuados que tuvieron lugar en décadas anteriores), y el ma-nejo de efluentes cloacales y residuos sólidos.

Asimismo, la ciudad y en especial las áreas me-tropolitanas, fueron tradicionalmente concebi-das como el extremo de “artificialización” de los ambientes naturales: por lo tanto, la ciudad pasó a ser vista como ambientalmente negativa, de-pendiente de la materia y energía que extrae de la Naturaleza, mientras exuda hacia fuera sus desechos y efluentes.

Esta discusión, apenas esbozada en los párra-fos anteriores, estuvo inserta en un debate más amplio sobre la articulación entre ambiente y desarrollo. En ese debate, a fines de la década de 1970, comenzó a ser utilizado el concepto de “cosecha sustentable” o “extracción sustenta-ble”, para referirse a la apropiación de recursos naturales dentro de las tasas bajo las cuales son generados, o regenerados, en la Naturaleza. La idea provino de la biología, y un ejemplo sencillo sirve para ilustrarla: la pesca debería realizarse bajo la misma tasa de reproducción de los pe-ces, sin superar ese límite, lo que permitiría que sus poblaciones pudieran reproducirse.

Se proponía esa idea para la explotación forestal y pesquera, pero enseguida fue ampliada a un marco conceptual donde la apropiación huma-na de los recursos naturales debía mantenerse dentro de las capacidades de los ecosistemas en proveer recursos y amortiguar los impactos

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A CONSTRUÇÃO DA SUSTENTABILIDADE NAS CIDADESLiana Vallicelli, Priscila Tiboni*

O caso de Curitiba

* Arquitectas, integrantes de la Asesoría de Relaciones Externas del IPPUC (Instituto de Investigación y Planeamiento Urbano de Curitiba, Estado de Paraná, Brasil.

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A configuração de um mundo cada vez mais ur-bano tem trazido o desenvolvimento sustentável e a gestão de cidades como centro das princi-pais discussões nas mais diversas esferas de governo, academia e sociedade civil. De fato, o termo sustentabilidade está presente na gran-de maioria das ações e políticas públicas, nas áreas social, ambiental, econômica e de gestão, e está relacionado à existência de uma relação balanceada entre a sociedade e seu ambiente.

Nas cidades, a sustentabilidade ocorre na me-dida em que se evita a degradação do meio ambiente e a desigualdade social, e se busca melhorias para a saúde da população e mais oportunidades. Desta forma, a cidade susten-tável oferece a seus habitantes um ambiente construído saudável e seguro, constrói pactos políticos e ações de cidadania para enfrentar desafios a curto, médio e longo prazo.

A cidade de Curitiba, capital do estado do Para-ná, no sul do Brasil, tem construído uma sólida trajetória de mais de 40 anos adotando práticas hoje mundialmente reconhecidas como funda-mentais nas questões urbanas. Mais que pro-ver serviços públicos e infraestrutura urbana de qualidade, Curitiba aceitou o desafio de fazê-los com ações nas mais diversas áreas, de forma in-tegrada, promovendo o desenvolvimento social, econômico e preservando o meio ambiente.

A sustentabilidade em Curitiba é buscada atra-vés de um processo permanente de planeja-mento, gestão e monitoração do ambiente ur-bano. Neste contexto, o planejamento urbano é um instrumento importante para o poder público, na busca de um ambiente urbano adequado ao desenvolvimento humano e promoção de quali-dade de vida.

No entanto, para que o planejamento urbano re-sulte em ações efetivas, é necessário que esteja apoiado em realidades inerentes aos desejos e padrões da qualidade de vida da cidade e aos recursos socioeconômicos e jurídicos à dispo-sição do administrador municipal.

O Processo de Planejamento: Curitiba

Embora já na metade do século XIX tenham ocorrido algumas ações relativas às condições físicas e de urbanidade em Curitiba, a história formal do planejamento da cidade data de 1943, com o Plano Agache, que estabeleceu diretrizes e normas técnicas para ordenar o crescimento físico, urbano e espacial, disciplinando o tráfego, organizando as funções urbanas, estabelecendo zoneamento específico para as diversas ativida-des, codificando as edificações a fim de estimu-lar e orientar o desenvolvimento da cidade para uma conformação radiocêntrica. Além de deixar

suas marcas no território urbano, o Plano Aga-che contribuiu de forma muito significativa para a construção de uma cultura de planejamento urbano na cidade.

Durante as décadas de 1950 a 1990 as cidades brasileiras sofreram um intenso processo de ur-banização. Mais especificamente, no final dos anos 50 e início dos anos 60, impulsionadas por políticas nacionais de incentivo à industrialização no país, as áreas metropolitanas vivenciaram um grande crescimento populacional, resultante do êxodo rural e migrações internas no Brasil. Este novo cenário desencadeou os primeiros impactos de deteriorização destas áreas e ge-rou novas demandas por infraestrutura urbana e organização do território.

A falta de planejamento urbano, somada à es-cassez de investimentos, resultou em grandes crises na maioria das cidades, que eram senti-das nas questões de habitação ao saneamento, de meio ambiente ao transporte. Neste período, Curitiba apresentou uma das mais altas taxas de crescimento populacional entre as capitais brasileiras (em média 5% ao ano). No entanto, a cidade se estruturou de forma diferente.

Curitiba conta hoje com uma população de pouco mais de 1,8 milhão de habitantes, em uma área de 432 km2, no centro de uma região

Vista aérea

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PENSAR SOSTENIBLEGemma Rodríguez*

* La Dra. Arq. Gemma Rodríguez es Profesora Titular del Instituto de la Construcción de la Facultad de Arquitectura-UdelaR. Colaboró en parte de este trabajo la M.Arq. Alicia Mimbacas, Profesora Adjunta del mismo instituto.

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La industria de la construcción es un intenso consumidor de recursos naturales y generador de residuos. En cada una de las etapas de su ci-clo de vida -extracción de los materiales, proce-samiento, traslado a las obras, puesta en obra, uso de los edificios, demolición y deposición final- se puede identificar una intensa demanda de energía y agua, y emisión de residuos.

Sería parcial analizar los efectos ambienta-les de estos procesos sin considerar el efecto multiplicador de esta industria en la generación de mano de obra e implicancias sociales, por lo cual el abordaje de sus efectos ambientales debe necesariamente incorporar la dimensión social y económica, necesitándose una nueva sensibilidad, para lo cual se debe empezar a atender la idea de pensar sostenible.

1. Introducción

El calentamiento global debido al efecto inverna-dero es un gran problema actualmente. Según el IPCC1 los cambios climáticos traerán conse-cuencias irreversibles si no se toman medidas inmediatamente. La concentración atmosférica de CO2 tiene actualmente un valor que es récord histórico (390ppm), y crecerá exponencialmen-te, por lo que recomienda que las emisiones anuales de CO2 sean reducidas al nivel de 1990 en los próximos 20 años; como resultado, go-biernos y líderes de industrias que producen las mayores cantidades de CO2 deben implementar medidas decisivas para reducir las emisiones globales de CO2 desde 2010 hasta 2030.

En relación a medidas de mitigación de estos gases, se señala que es el sector edilicio quien posee el mayor potencial económico de mitiga-ción al año 2030 en comparación a otros sectores como transporte, agricultura, silvicultura, etc. Se-gún informe del PNUMA y la SBCI (Sustainable Building and Construction Iniciative) la industria de la construcción consume de 25-40% del con-sumo global de energía, genera 30-40% de los

residuos sólidos y 20% de los residuos líquidos y emite 30-40% de los gases efecto invernadero2.

En nuestro país, la Unidad de Cambio Climático (UCC) elaboró un Plan Nacional de Cambio Cli-mático e inventarios nacionales de emisiones de gases de efecto invernadero. En la figura 1 3 se discrimina el origen de las emisiones nacionales de CO2, identificándose la industria manufactu-rera y de la construcción (13%), la producción de cemento Portland y cal (6%), el aporte del sector residencial y de servicios (10 y 3%, respectiva-mente). En la figura 2 4 se comparan emisiones anuales de CO2 de diferentes países, observán-dose que el nuestro está muy por debajo de los restantes.

Según Sakay y Sordyl5 la rápida industriali-zación y el aumento de la población desde la segunda guerra mundial son los causantes de los cambios ambientales a nivel mundial; afor-tunadamente fue reconocida la naturaleza del problema y se desarrolló el concepto de “sustai-nable development”. En inglés sustainability es el sustantivo de sustainable, que presenta una definición prácticamente idéntica a la palabra española “sostenible” (“desarrollo que, cubrien-do las necesidades del presente, preserva las posibilidades de que las generaciones futuras satisfagan las suyas”); con este significado, en este trabajo se usarán los términos sostenibili-dad y sostenible.

Para el coordinador de la UCC, Uruguay no tie-ne una cantidad importante de emisiones que alteren el clima, pero sí está afectado por los cambios, sosteniendo que debemos “adaptar-nos” pues la contaminación atmosférica no res-peta fronteras políticas, por lo que nuestro país deberá reducir emisiones que provocan cambios climáticos. Por ello debemos empezar a atender la idea de pensar sostenible el mundo a través de la construcción de cualquiera de sus piezas, tenga la escala que tenga.

2. Métodos disponibles para la soste-nibilidad

Organizaciones internacionales de normaliza-ción tienen publicaciones pertinentes a sosteni-bilidad y desarrollo sostenible6. También existen sistemas que proveen herramientas para reali-zar un diseño sostenible y mediciones de alcan-ce ambiental para edificaciones7.Todos estos sistemas fueron diseñados para ayudar a profe-sionales y usuarios a minimizar impactos en los ecosistemas locales, lograr eficiencia del uso del agua, energía y recursos de otra naturaleza; y preservar el aire puro.

Dichos sistemas difieren en terminología, es-tructura, métodos para alcanzar las prestacio-nes, importancia relativa a las categorías de prestaciones ambientales, y documentación requerida para certificación. Con ellos se pue-den seleccionar materiales que minimicen efec-tos ambientales, siendo Green Globes el único que proporciona herramientas relativas a ciclo

1 IPCC, 2007, Cambio climático 2007: Informe de síntesis. Contribución de los Grupos I, II y III al Cuarto Informe del Grupo Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático, Pachauri,R.K. y Reisinger, A. eds., IPCC, Ginebra, Suiza.2 http://www.unepsbci.org/SBCINews/latestNews/3 Unidad de Cambio Climático, Programa Nacional de Cambio Climático, DINAMA, MVOTMA, 2007 y CLAES, PNUMA, DINAMA, EcoPlata, PNUD, 2008, Informe GEO, disponible en http://www.universidad.edu.uy/retema/archivos/Acceso abril 2009.4 Id.5 Koji Sakai, Douglas Sordyl, 2009, ACI St. Lous Workshop on Sustainability: Planning for the effects of green building and international standards, Concrete International ,ACI, Farmington Hills, USA, February 2009, vol.31, No.26 International Organization for Standardardization, ISO: la serie ISO 14000, ISO 15686-6 , ISO 219307 www.breeam.org, www.thegbi.org, www.usgbc.org, www.cagbc.org

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ENSEÑANZA

COLECTIVA*enseñanza / aprendizaje / investigación en Anteproyecto

El curso de Anteproyecto 3 del Taller Scheps, en el segundo semestre del 2008 se propuso sobre un formato que permitiera, además de

cumplir con objetivos específicos referidos a la enseñanza/aprendizaje, desarrollar una

acotada pero rigurosa investigación centrada en ciertos temas del habitar. Esta investigación,

diseñada para ser abarcada desde un taller y enfocada desde el proyecto, habría de

realimentar -y se nutriría de- los procesos individuales. Una publicación colectiva reunió

la totalidad de los trabajos generados en el curso. Los textos siguientes prologaron aquella

publicación. La misma -agotado hoy el impreso- puede verse en http://issuu.com/tallerscheps/

docs/colectiva_issuu

*El curso, desarrollado por un grupo de estudiantes de notable entusiasmo, produjo resultados de remarcable calidad, uno de los cuales recibió incluso mención Arquisur.Participaron en él los estudiantes: Mireia Domingo y Nora Arias (españolas); Lucie Hardelay, Tristán Ponsot y Barbara Vidal (franceses); Andrés Médica, Lucía Saldías, Natalia González, Virginia Márquez, María Victoria López, Ana Rodríguez, Pablo Herrera, Mauricio Nin, Lourdes Trindade, Ana López, Santiago Camps, Joaquín Arrospide, Fabrizio Vignone, María Concepción Algorta, María Torres Pardo, Fiorella Santostefano, Florencia Charquero, Florencia Lambert, Javier Minassian, Paula Berhau, Silvana Camponi, Santiago Borgia, Pedro Lamas, Germán Fernández, Juan Idiarte Borda, Andrés Varela, Nelson Checha. Y los docentes: Marcelo Gualano, Mario Báez, Paulo González, Alejandro Acosta, Lorena Díaz, Sergio Aldama, Ignacio Percovich, Matías Pereira.

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Vulnerabilidad relativa y complementariedad creativa de las miradas son dos titulares que resumen bien el sesgo particular que el curso de Anteproyecto 3 imprime al Taller. Eso y el de-sarrollo de la idea que, además de espacios de transmisión de conocimiento, los Talleres pue-den ser, si se encuentran formatos propicios, ámbitos de creación de conocimiento original.

La ideología implicada en un proyecto resulta tan parte de él como sus rasgos más tectóni-cos. Además de instaurar una plataforma para la lectura crítica de la Arquitectura y su deba-te, el sistema de ideas es clave en el feed back del proceso de ideación. Aunque por lo general volátil y relativo, establece una zona particular-mente estimulante, al expandir las dimensiones del juicio más allá de las fronteras estrictamente arquitectónicas, tomando distancia de los as-pectos inherentes a las -acaso- ensimismadas lógicas propias del proyecto.

Desplazar con amplitud y sin esquematismos el pensamiento proyectivo hacia esta zona requie-re madurez, apertura mental -y cierta audacia-, en tanto las cosas empiezan a eludir definicio-nes absolutas y supuestamente objetivables, para someterse a la variabilidad de la mirada que se arroja sobre ellas. Resulta esencial re-conocer la(s) ideología(s) implícita(s) en cada

acción de naturaleza arquitectónica. Pero a la vez debe asumirse que las lecturas cambiarán según la luz con que se mire.

Admitir estas diferencias es admitir la plural construcción del mundo. Parece esta actitud un excelente punto desde donde hacer palanca para avanzar. Hay que hablar; es imprescindible zafar de la soledad ensimismada que se justifica a sí misma en cualquier término: ya sea en nom-bre de la autoconsistencia, algún esteticismo, la pertinencia, un verborrágico discurso o dogmas del tipo que sean.

Toda idea es vulnerable, admitámoslo sin enojo, y con alegría. Sin confundir la visión relativa con falta de convicciones, reconozcamos que el cre-cimiento -y el placer de la invención- en última instancia tienen como una de sus fuentes la falta de una verdad esencial, absoluta, a cambio de la cual se instalan y conviven acuerdos más o me-nos difundidos, más o menos duraderos; pero siempre cuestionables, posiblemente fugaces. La inteligencia es un recurso adaptativo, y como tal, debe reconocer, reacomodarse y reaccionar ante las dinámicas del cambio.

Del encuentro de aquellas verdades posibles nace la complementariedad. No sólo se trata de comparar cuál solución al problema es la me-

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jor (¿cuál es el problema? ¿qué es lo “mejor”?) sino de admitir que la vulnerabilidad relativa y la complementariedad creativa conducen al creci-miento del saber.

Escuchemos con atención lo que se nos habla desde otros lugares, desde sitios intelectual-mente distintos del nuestro ¿Qué es lo que se nos está diciendo acerca de lo que hacemos? ¡Miremos con curiosidad! ¿Qué han hecho otros al respecto de lo que nosotros estamos hacien-do? Para hacerlo mejor y para colaborar en que otros lo hagan mejor.

Un Taller, quedó dicho, puede ser más que un lugar donde se va a enseñar o a aprender; pue-de y es conveniente que además se convierta en un espacio donde asumir -docentes y es-tudiantes- compromisos más o menos breves pero intensos y firmes. Es una buena manera de mejorar la calidad de la enseñanza/aprendi-zaje. Pero además, y esto es lo que nos hemos impuesto, es un mecanismo que habilita a dar un paso más, tendiente a forzar en algo los bor-des del saber: queremos investigar. Pero inves-tigar desde el proyecto, y mediante un diseño que permita avanzar con seriedad y razonable ambición; en un marco de realismo y exigencia verosímil; que no pretenda pasar gato por liebre ni aspire a lo que no resulte alcanzable en el contexto de producción de un taller de antepro-yecto.

Tres micro-talleres dentro del curso abordaron tres temas; cada estudiante optó por dos que desarrolló secuencialmente: Emergencia; Den-sidad; 1 en 1. Son tres temas que, lejos de que-rer agotar los asuntos de la Arquitectura, buscan indicarlos, aludirlos. No es necesario verlo todo para entender y, es más: llenar los espacios entre los enfoques parciales para completar la visión personal, favorece un esfuerzo creativo adicional -y, de paso, muy arquitectónico-

Desde estas visiones múltiples, el trabajo elu-de la comparativa y la repetición y facilita que

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las ideas crezcan al pasar de mano en mano. El producto de cada estudiante se desdobla y, además de ser una vía para avanzar en su mar-cha personal, aporta a la investigación colectiva. Otra vez, aquí, la complementariedad creativa.

En tanto el conocimiento es tal cuando se compar-te, para proponer una opinión más -provisoria, vul-nerable y complementaria-, nace esta publicación que, llenos de orgullo y con la alegría de saberla un avance más en el camino que gozosamente vamos recorriendo, ponemos en sus manos.

Gustavo Scheps

Emergencia

El Contexto

Aborda el proyecto desde un estado de situación inusual, donde lo conocido se torna inoperante y se hace imprescindible reprogramar los usos y las estructuras de la vivienda de manera rápida y eficaz. Se parte de la definición colectiva de emergencia, en su sentido más amplio, no como catástrofes climáticas sino desde una dimensión más tangible: emergencias sociales, culturales, económicas, ambientales y espaciales.

Se entiende que la emergencia es intrínsicamen-te colectiva, afecta necesariamente un grupo humano, adquiere cierto grado de homogenei-dad en torno al contexto particular que compar-te. Tiene un fuerte carácter temporal, donde la permanencia y el cambio se dan en un espacio-tiempo particular a cada situación.

Esto demanda una cierta inmediatez en las res-puestas, requiere alternativas más que solucio-nes, que contemplen la economía de recursos en todos los sentidos (tiempo, presupuesto, sis-temas, gestión, etc.).

Cada estudiante detecta y mapea una emergen-cia determinada, define el contexto y programa la acción. Esto da como resultado una gran di-

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versidad en los planteos y las respuestas. Se podrían ensayar algunas agrupaciones provi-sorias, líneas de acción que fueron transitadas durante el proceso de diseño:

Oportunidad /// planteos que detectan en la emergencia ciertas áreas de oportunidad, y en-cuentran huecos donde desplegar sus estrate-gias, vacíos que pueden ser legales o espacia-les, proyectos que parasitan ciertas estructuras tanto en desuso (refunconsolidándolas), como en intenso grado de actividad (alimentándose de su energía, y a la vez complementándolas).

Lo Tecnológico /// propuestas que luego de definir su estrategia colectiva hacen énfasis en el desarrollo de un módulo repetible a escala menor o un sistema constructivo consistente con la idea que en algunos casos surge de la necesidad de incorporar un grado de autosus-tentabilidad del objeto; se trabajan así los kits, la prefabricación y la posibilidad de producción en serie, distintos sistemas de montaje- desmonta-je y autoconstrucción.

Lo Productivo /// como estrategia de sostenibili-dad de las propuestas, incorporan tanto al ámbi-to colectivo como al íntimo y más privado, áreas más o menos definidas donde poder desarrollar actividades productivas del tipo: cultivos, in-vernaderos, graneros, zonas de clasificación y reciclaje de residuos, talleres de usos múltiples, etc., interfiriendo y reconfigurando modos más ambiguos de habitar.

La Gestión /// entendida como base de lo colecti-vo, es abordada de diversas maneras, tanto por la legalidad particular de cada enclave, como desde ámbitos de gestión pública o mixta, que comprende desde la conformación de los grupos humanos y sus posibles potenciales, hasta los espacios, usos y actividades compartidas, que en muchos casos determinan la viabilidad de los planteos.

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UNA ACLARACIÓN NECESARIAUn Modelo de Enseñanza de la Construcción

Por respeto a los códigos éticos que nos guían, me interesa realizar la siguiente precisión sobre el artículo publicado en la revista VIVIENDA POPULAR N°17, páginas 50/57: “Un Modelo de Enseñan-za de la Construcción”.

En el mismo se hacen reiteradas referencias genéricas al equipo docente en el entendido de que la construcción de un pensamiento que compromete a un grupo, es inevitablemente un producto colectivo.

No obstante es justo destacar que en su génesis existieron dos docentes que tuvieron un protago-nismo indiscutible en la formulación de esta propuesta en el año 1996: ellos fueron los Arqs. Roberto Villarmarzo y Walter Kruk, respectivamente profesores titulares de las materias Construcción 1 y 2 (plan 52).

En particular, y relacionado con el modelo expuesto en el artículo de marras, el profesor Walter Kruk ha dejado una huella indeleble en la esencia del proyecto que se manifiesta en el propio texto y en los materiales de apoyo al curso.

15 de mayo 2009

Arq. Duillo Amándola

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VIVIENDO AL MARGEN*Raúl Vallés

REFLEXIONES PROPOSITIVAS Y SALDOS PEDAGÓGICOS

* “Viviendo al Margen” fue el título con que se presentó el Seminario Interáreas 08-2. El equipo docente que elaboró y desarrolló la propuesta estuvo integrado por: Jesús Arguiñarena, Alina del Castillo, Paulo González, Edgardo Martínez, Salvador Schelotto, Álvaro Trillo y Raúl Vallés.Estudiantes: Santiago Hermida, Juan Pablo Martínez, Cecilia Xavier, Analía Milano, Estefanía Bello, Luciana Dutra, Gimena Epifanio, Leonardo Papa, Mónica Fadigati, Juan Andrés Cuinat, Marcelo Aragón, José María Rodríguez, Carolina Fernández, Lucía Huges, Luis Pedro García, Marcelo Nápoli, Paola Petrelle, Adriana Roverano, Natalia Jorcín, Adriana Urrutia, Valentina Reyes, Marcia Cabrera, Liliana Suárez, Daniel Alonso, Karen Reilly, Verónica Silveira, José Luis Otero, Germán Cueto, Mauro Keuerk, Magela Vilaboa, Germán García da Rosa, Florencia Balbi, Jaqueline Uleri, Silvana Gordano, Enzo Vallejos, María Ortiz. La imagenes que ilustran este artículo fueron producidas por los alumnos en el curso que se describe.

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En formato Seminario

Ejercer la docencia en la temática de Hábitat y Vivienda supone un desafío particular, en la medida que su abordaje requiere bases multidi-mensionales que habitualmente no integran los marcos conceptuales tradicionales de la discipli-na. Los Seminarios Interáreas (SIA), tal como lo indica el nuevo Plan de Estudios y como lo expusiéramos en el número anterior de Vivienda Popular, constituyen una oportunidad para un enfoque diferente en la formación de los estu-diantes y la práctica docente.

El SIA es un espacio generado para la actua-ción conjunta de distintas áreas académicas de la Facultad de Arquitectura, y en sus bases de formulación se propone: “-Poner en valor el carácter multidisciplinario de la arquitectura y la integralidad de las soluciones a las que se arriba en el proceso de creación con las consecuentes opciones y compromisos.-Poner en valor los conocimientos desarrollados en cursos anteriores desde el punto de vista de la integralidad del hecho arquitectónico.-Contribuir a través de su temática a la compren-sión de las necesidades y demandas del medio. -Promover en el estudiante una actitud indagado-ra, exploradora y cuestionadora de la realidad.”

El formato SIA es una instancia de abordaje in-tegral, para lo cual es necesario desplegar una estrategia de enseñanza-aprendizaje en base al equilibrio entre insumos teóricos y aproximación a realidades concretas. El concepto de “Re-flexión propositiva” conlleva las dos dimensiones de conceptualización y propuesta (generación y comunicación de ideas) y se entiende pertinente para este tipo de formato curricular.

“Viviendo al Margen”

“Viviendo al margen” alude a una forma de habi-tar el territorio cuyos modos de conformación y reproducción obedecen a lógicas muy diferentes a las formales o regulares. En términos de ense-ñanza-aprendizaje, es un slogan que en forma directa refiere al universo de la informalidad y propone al estudiante reconocer un ámbito no “oficial” y no ”formal” de la arquitectura.

El fenómeno de la informalidad y precariedad ha-bitacional no es abarcable solo desde el ámbito de la arquitectura, en la medida que sus compo-nentes y emergentes trascienden largamente las organizaciones espaciales y los aspectos tecno-lógicos para situarse en la dimensión compleja de la producción y reproducción de la pobreza y los factores económicos y socio-culturales que

están presentes en el ámbito de la informalidad socio-urbana. La imposibilidad de abarcar total-mente la problemática desde la Arquitectura es justamente la clave para el “cómo” desde ella podemos abordar una reflexión propositiva.

En la presentación del SIA 08-2, el equipo do-cente proponía: “(…) reflexionar sobre el pro-ceso de generación y organización del hábitat precario para enmarcar el fenómeno en clave de conceptos y dimensiones, modalidades, cau-sas y efectos. Tomar contacto con los contextos de referencia, ubicar los principales problemas habitacionales, urbanos y ambientales que es-tán presentes en el sistema, considerando los aspectos sociales, económicos, tecnológicos, culturales y estéticos involucrados. Se coloca en el centro de la propuesta docente el concepto de ´proceso´, que implica comprender la tempo-ralidad inherente a la gestación y desarrollo de la unidad habitacional y del barrio y detectar las distintas etapas de interacción posibles”.

La necesidad de miradas integrales e interdisci-plinarias sobre el fenómeno desafía la actuación del Arquitecto como técnico-actor en estos con-textos donde, desde su responsabilidad como profesional, puede interactuar en las distintas escalas con las diversas dimensiones y aportes disciplinares que necesariamente deben concu-

“Abordar la vida al margen supone entender lógicas diferentes de producción y

reproducción del hábitat en los contextos de precariedad, implica comprender las causas

que la provocan y el marco de complejidad que es necesario entender para elaborar reflexiones

y propuestas desde el ámbito académico” 1

1 Enunciado de la presentación del Seminario Interáreas 08-2 “Viviendo al Margen”.

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rrir a la generación de conocimiento y modalida-des de actuación.

Para el estudiante, este nivel de trabajo supone una oportunidad de conjuntar y resumir ideas y dimensiones dispersas y muchas veces lejanas sobre estos contextos, que le llegan a lo largo de su formación académica. Para el cuerpo docen-te, representa una oportunidad de aportar conte-nidos y conceptos sobre la forma de producción de la ciudad espontánea y marginal y desafiar al estudiante a dar respuestas posibles.

El universo de la informalidad, sus lógicas de

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vivienda precaria.

Un reconocimiento del mapa de actores que intervienen en la gestión-producción en cada caso, se tomará como escenario de partida y elementos componentes de las propuestas. La idea es aportar reflexión a una Arquitectura y una Ciudad sin arquitectos ni urbanistas, sin préstamos o subsidios, pero con muchos recur-sos y activos de las familias.

Reconocer las lógicas de generación de la pre-cariedad urbana y habitacional implica identificar los modos de producción y gestión que están

presentes, su estructura de vínculos, actores y recursos así como las relaciones de poder, las claves sociales y económicas del asentamiento sobre el territorio que recorre y despliega una familia. Se le propone al estudiante identificar y caracterizar roles y relaciones entre los agentes que intervienen y los mecanismos de acceso a recursos básicos en los contextos de precarie-dad como una modalidad mas de la producción social habitacional (PSH).

Para el SIA 08-2, el contexto fue tomado a partir de cuatro asentamientos con diverso grado de pre-cariedad y complejidad en su conformación: Mara-

“sostenibilidad” económica y social deberán ser reconocidos como puntos de partida para una aproximación sobre el fenómeno.

En un formato de seminario que tiene una dura-ción de siete semanas, se introducen los princi-pales componentes conceptuales y se generan propuestas, como respuesta posible en ese lap-so y como saldo pedagógico de una experiencia de contacto. La respuesta-propuesta deviene en reflexión integral y en la búsqueda de nichos o huecos donde “colar” una mirada, un abordaje posible, un espacio de transferencia hacia y desde el “hacedor” de la ciudad, el hábitat y la

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caná Norte (típico asentamiento de la expansión metropolitana); Las Malvinas, asentamiento “regu-larizado” por el Programa de Integración de Asen-tamientos Irregulares (PIAI); el realojo del Desborde de la “Quinta de Batlle” o “Nuevo Colman” y el asen-tamiento “Las Cavas” en Flor de Maroñas (enclave informal e irregular en la ciudad consolidada).

Una primera etapa de aproximación al fenómeno se basó en el desarrollo de presentaciones de los docentes relativas al marco conceptual y de-finiciones teóricas generales sobre la precariedad habitacional y urbana, la ciudad de la expansión, la segregación y fragmentación socio territorial y en particular sobre este sub-sistema de Producción

sibilidades de consolidación, incorporando la idea “de mejora progresiva del hábitat precario”.

A partir de allí se despliegan una serie de “reflexio-nes propositivas” que toman algunos temas o áreas-problema, identificados por los grupos de trabajo y se desarrollan propuestas de gestión, producción y diseño, donde el punto de partida es el mapa de actores-productores y la oportu-nidad de actuación en un contexto sin determi-naciones previas y de enorme potencialidad de propuesta.

Se trató de abordar unidades operables del fe-nómeno y no todas las dimensiones que definen

Social del Hábitat.

Este material de apoyo y un reconocimiento de campo fueron las bases para una “lectura interpre-tativa” de las cuatro áreas de trabajo. El esfuerzo por generar un mapa síntesis obliga a poner en evidencia los factores determinantes y los compo-nentes principales valorados por los equipos.

Mejora Progresiva del Hábitat Precario

El concepto de “proceso” de generación del es-pacio habitable informal fue asumido tanto en la conceptualización de su génesis como en las po-

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su complejidad, centrando la mirada y el aporte sobre alguna temática específica que obviamen-te la contiene, potenciando las herramientas ex-presivas y de análisis propias de la disciplina, incorporando nuevos parámetros.

Propuestas como “Gestión Participativa del Es-pacio Público de Maracaná” (Hermida/Santia-go); “Programa de Transferencia Tecnológica Multidimensional” (Bello, Dutra, Epifanio, Mila-no, Xavier); “Laboratorio de Producción Asisti-da en Asentamientos” (Cuinat, Fadigati, Papa); “Reciclando Asentamientos” (Cabrera, Suárez); “Reconquista” (Alonso, Otero, Reilly, Silveira, Suárez); “Las Cavas” (García, Huges, Nápoli, Petrelle) o “Células Productivas” (Jorcín, Reyes, Roverano, Urrutia), dan cuenta de la variedad de abordajes y caminos explorados en tan corto tiempo por el grupo. En ellos, las propuestas re-conocen en primer término el mapa de actores y los posibles modelos de gestión participativa en la producción de las propuestas.

El espacio de la vivienda, tanto interior como ex-terior, sus posibilidades de expansión y mejora, de sostenibilidad social y económica en tanto uni-dades habitables como espacios de la economía familiar, fueron abordados desde la mejora pro-gresiva. Elementos para la eficiencia energética, para la producción de alimentos o el comercio o

el estudio de series compositivas, dan cuenta en forma prospectiva de la evolución posible.

El espacio público, recipiente y contenedor de infraestructuras, servicios y equipamientos así como las historias y dimensiones simbólicas fue explorado en sus potencialidades en tanto mo-dalidades de uso y apropiación.

Instrumentos de gestión participativa, herramien-tas para el fortalecimiento de capacidades en la producción y reproducción de su hábitat, meto-dologías para la transferencia tecnológica, y la prefiguración de posibles “programas“ de actua-ción, fueron planteados en los distintos trabajos.

Las presentaciones y defensas contaron con la participación de técnicos y gestores-actores que están en contacto con estos contextos ya sea desde la reflexión académica o la gestión institu-cional y desde distintas disciplinas.

Saldo Pedagógico

El logro del objetivo de la experiencia (el acer-camiento al fenómeno y la reflexión sobre el rol del arquitecto y las posibilidades de actuación e intervención) pudo ser evaluado a partir de este despliegue de “Líneas” de trabajo que, en

la escala temporal del SIA, son un producto de enorme interés para futuras exploraciones e in-vestigaciones y fundamentalmente suponen la convicción del saldo de enseñanza-aprendizaje que deja en el estudiante.

En tanto instancia transversal e integral, sus re-sultados tienen a nuestro juicio posibilidades de continuidad y exploración tanto en el campo de la extensión universitaria como de la investiga-ción, abriendo además un temario interesante para las tesinas del nuevo plan de estudios.

Es necesario evaluar estos resultados como lo que son: tormentas de ideas, miradas proposi-tivas en un corto período de debate y reflexión. Ésa es su potencialidad y fortaleza y en esa di-mensión se enmarca el objetivo del seminario.

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VIVIENDA PRODUCTIVA URBANA: LIMITACIONES Y POTENCIALIDADES*Andrea Francisco Pollero

Un estudio de caso en asentamientos irregulares

INVESTIGACION

*Resumen de la investigación realizada por la autora en la Unidad Permanente de Vivienda, financiada por CSIC, dentro del llamado a Proyectos de Iniciación a la Investigación, 2004; el período de ejecución de la investigación fue marzo 2005 – agosto 2007. Tutor: Arq. Jorge Di Paula.

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Introducción

La propuesta Vivienda Productiva Urbana res-ponde al interés de identificar qué actividades productivas desempeñan los sectores de bajos ingresos en la vivienda urbana y de reconocer las condicionantes espaciales que impiden o fa-cilitan el desarrollo de las mismas.

Esta investigación se centra en el estudio de la vivienda productiva, buscando poner en valor los activos vinculados a la vivienda en el barrio, haciendo hincapié en las actividades que tradi-cionalmente no están asociadas a la vivienda: el trabajo y la producción de bienes y servicios, tanto para la subsistencia material como para la integración social.

Hipótesis y búsquedas

La investigación intentó identificar, en el esce-nario de la periferia urbana empobrecida, cuáles son los mecanismos que ponen en práctica las poblaciones excluidas para afrontar la disminu-ción o la ausencia de ingresos.

En ese sentido se planteó como hipótesis la heterogeneidad funcional de la vivienda como una herramienta que posibilita contrarrestar los

efectos de la exclusión social y, como objetivos particulares:

-definir, en el marco de este trabajo, el concepto de vivienda productiva urbana desde la premisa del desarrollo de actividades económico-produc-tivas familiares en el ámbito de la vivienda;

-identificar las formas domésticas de produc-ción de bienes y servicios que puedan generar y/o aumentar el ingreso o disminuir el egreso familiar;

-determinar las limitaciones y potencialidades

físico-espaciales de las viviendas para el desa-rrollo de actividades económico-productivas;

-formular recomendaciones y pautas de diseño de vivienda productiva urbana que privilegien áreas para el desarrollo de actividades econó-mico-productivas.

Método y teoría de abordaje

Delimitar el análisis a realizar al área corres-pondiente al Centro Comunal Zonal 9 (CCZ 9), supuso enfocar el tema de estudio en una de

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HISTORIAS MÍNIMAS*2. “LA CASA ES UNA CAJA, LO BUENO ESTÁ DENTRO” 1

Aníbal Parodi

* “Historias mínimas” es un artículo unitario presentado en dos entregas, “En unos pocos metros cabe nuestro universo”, que se presentó en el número anterior de VIVIENDA POPULAR y “La casa es una caja, lo bueno está dentro”, que va en éste.

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1 Le Corbusier, aforismo que acompaña un croquis del maestro que ilustra la cubierta de la edición española del libro de Alfred Roth: Dos Casas de Le Corbusier y Pierre Jeanneret., 1927.

Saúl Steinberg, 1951Cápsulas (la caja)

La población urbana crece y la necesidad de espacio hace que éste sea cada vez más pre-ciado, escaso y costoso. En los corazones urba-nos de muchas ciudades, las personas viven en ambientes cada vez más reducidos. El espacio, como bien de consumo, así lo determina. Pero aún así todos buscan “enchufarse” a la metró-polis. Virtual o literalmente. Así lo demuestra el ingenio y la inventiva infinita de las propuestas mega-estructurales (¿utópicas?) que desde la década del ‘60 nutren la historia del pensamien-to urbano. Increíblemente, el espíritu presente en esta forma de proyectarse al futuro, parece por momentos intacto.

Si bien pocas propuestas pudieron concretarse, y las que lo lograron lo hicieron casi siempre de forma testimonial, parcial, experimentamos hoy día extraños deja vu cuando los blogs nos devuelven imágenes actuales de helicópteros trasladando cápsulas domésticas (sí, como en la década del 70). Eso sí, esta vez, por encargo, a pedido y con costos elevados, acordes al ca-rácter cool de la idea.

De este modo uno puede recibir en su solar la “m-ch” (Micro Compact Home, diseñada en ám-bitos universitarios de Munich bajo la dirección de

Richard Horden), una unidad de vivienda cúbica de 2,66 metros de lado (recuerdos del Modulor) que incluye el espacio y equipamiento domés-tico necesario para dos personas, por módicos 34.000 euros, con entrega dentro de territorio europeo pero sin incluir naturalmente los costos de transporte e instalación, tasas e impuestos. Las unidades, agrupables tanto horizontal como verticalmente, orientan su uso como residencia de estudiantes, alojamiento temporal o refugio de descanso.

Paralelamente, todo hace pensar que dentro de muy poco el primer experimento materializado de cápsulas de habitación, la Torre Nakagin de Kisho Kurokawa (Tokio, 1972) será demo-lido por los mismos motivos económicos que le dieron origen. Sus 140 cápsulas encajan como en un guante en la categoría que el libro Vida Interior (B. Martín, 2002) define como estuche: “envoltura protectora que se adecua exacta-mente a las formas del objeto contenido“, aún cuando en este caso no se preanuncie desde el exterior.

Cada célula unipersonal, de 4 x 2,5 metros, que como un cíclope, observa el exterior con su úni-co ojo circular, posee una cama, cuarto de baño, instalación de TV, radio y reloj-alarma empotra-dos y pre-ensamblados previamente en fábrica.

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ALTERNATIVAS HABITACIONALES PARA LA EMERGENCIAInés Artecona, Enrique Neirotti*

Atender los deseos sin olvidar las necesidades es un desafío disciplinar que nos interesa abordar.

Indagar en diseños y habitares innovadores que trasciendan la emergencia y nos permitan

responder a demandas esenciales. Aspectos de la experiencia realizada y algunos incipientes procesos de materialización de las

mismas, es lo que queremos compartir.

* Los autores son arquitectos y docentes de la Facultad de Arquitectura - UdelaR; Inés Artecona es Profesora Adjunta del Taller Danza, integrante del estudio ADAA+F y consultora en la Unidad de Infraestructura del Consejo de Educación Secundaria; ha desarrollado proyectos en el área de la salud, gastronómica y de vivienda; Enrique Neirotti es Profesor Adjunto del Taller Schelotto, consultor del Programa de Integración de Asentamientos Irregulares y trabaja en temas socio-urbanos, hábitat y desarrollo comunitario de sectores populares urbanos.

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“…falta investigación de la demanda…no sabe-mos exactamente lo que la gente necesita en

términos arquitectónicos. Tenemos una convic-ción anacrónica y conservadora del producto

estereotipado como producto de la Arquitectura,…el arquitecto no sabe nada de logística, no sabe

nada de ensamble, no sabe nada de servicios; sigue siendo un profesional duro, de productos terminados, no sabe nada de “just in time”,…al

haber desembocado en modelos de apariencia, la Arquitectura se hizo socia del deseo y no de la

necesidad. 1

Desde los años ochenta, a partir de diversos tra-bajos específicos sobre el hábitat urbano de los sectores sociales más desfavorecidos, hemos constatado las continuas y dinámicas trans-formaciones que experimentan los ambientes/espacios/situaciones que lo conforman y que plantean una complejidad creciente, exigiendo una permanente revisión y replanteo de las res-puestas que aporta la arquitectura.

La extensión y profundidad de la demanda la-tente requiere soluciones múltiples, que con-tribuyan a abatir el actual déficit habitacional. Asumimos que son posibles mejores respuestas ante la necesidad insatisfecha de la población que no cuenta con recursos mínimos para ac-

ceder a una vivienda confortable. El planteo de viviendas de emergencia se enfrenta a enormes desafíos, pues ha resultado sucesivamente cuestionado en la mayoría de las concreciones de al menos los últimos cincuenta años.

En el caso de asentamientos irregulares, ubica-dos en general en terrenos poco aptos para la vivienda, los planes de mejoramiento del hábitat afrontan severas dificultades para la dotación de las infraestructuras de vialidad, saneamiento y agua potable, la ecuación costo-beneficio requie-re el mantenimiento del mayor número de vivien-das posible, las cuales tienen ingentes carencias.

Los procesos de vaciamiento de áreas centrales, que generan deterioro edilicio, desvalorización y degradación urbana, son una oportunidad para fa-milias y población indigente que encuentra al menos un refugio en las proximidades de áreas con mayor dinamismo urbano, que les ofrecen algunas opor-tunidades de empleo informal y/o recursos para su subsistencia, como ser: ambulantismo, mendicidad, changas, servicios personales, prostitución.

Los planes de vivienda social responden parcial-mente a estas situaciones de las áreas centrales, sin poder retener a la población afincada por ge-neraciones en estas áreas. La vivienda de “bajo

costo” no aborda mayormente las exigencias de la construcción en altura, con densidades me-dias o altas: responde en horizontal reduciendo tanto los lotes como el espacio construido. Desde la investigación proyectual en diseño y tecnología, nos atrevemos a indagar y arriesgar propuestas alternativas de vivienda para situa-ciones de emergencia habitacional.

Apostamos a la innovación sin eludir ninguno de los desafíos que presentan los contextos urba-nos críticos: periferias marginales, precariedad, exclusión y segregación socio-urbana, carencia de servicios, déficit ambiental, tugurización.

“…las innovaciones tecnológicas para la vivienda de interés social a ser utilizadas en la recuperación

de áreas degradadas en las ciudades latinoa-mericanas…pueden ser desarrolladas siguiendo

criterios de apropiación, a partir de conocimien-tos técnicos avanzados, utilizando procesos

constructivos y materiales clasificados actual-mente como de elevado desempeño o altas

prestaciones… productos y procesos productivos desarrollados específicamente para estos tipos de intervención, donde pueden ser identificados, in-cluso, varios componentes del repertorio conocido

mundialmente como el “high tech”.2

1 Fernández, Roberto. Foros de Arquitectura, Montevideo 2006. Facultad de Arquitectura, UdelaR. 2008

2 Fonseca, P. Tecnología, ¿para qué y para quién?, en El Hábitat Iberoamericano en la mira. Editorial Artenuevo, Asunción, Paraguay. Febrero 2000

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LOS ESTUDIANTES PROPONEN

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6565 * Mención ARQUISUR 2008, cat. B

Ubicación: Periferia de Montevideo (Rango 1 habitacional según ITU).

Superfi cies: Terreno 100 x 100 m / Vivienda 94.5 m2

Proyecto: Conjunto de 30 viviendas de interés social, agrupadas en una hectárea productiva, repetible.

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La Propuesta

El proyecto nace detectando una emergencia latente, puntualmente en algunas zonas perifé-ricas de Montevideo, en las cuales la falta de vivienda de características dignas y el mal apro-vechamiento del suelo urbano, hacen necesario un planteo pertinente a nivel arquitectónico y urbanístico.

Vemos la vivienda de interés social como uno de los problemas más comprometedores de la sociedad actual, sobre todo en los países en vías de desarrollo. Y sin duda también, como disparador del mejoramiento de la calidad de vida para la sociedad en general.

Se pretende construir una nueva morfología de amanzanado, que nos permita explorar una nueva condición hibrida y dinámica del territorio; de esta manera se trata de estudiar un nuevo manejo del “borde” montevideano.

A través de los datos obtenidos del trabajo del ITU “Montevideo, Correlación entre densidad y morfología”, se pretende el estudio de la vivien-da social, siendo en esta clasifi cación los rangos 1 y 2 los más adecuados para ello, debido a que la mayor diversidad a relevar se presenta en el rango 1: entre 5 y 35 viv./Há, 46% de la mancha

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urbana total, y 60% si consideramos el área pre-dominantemente habitacional, o sea por sobre 5 viv./Há. El rango 2 ocupa el 20% del área aman-zanada, y al Este del territorio departamental, ocupa intersticios dentro del rango 1.

De estos casos, algunos son representativos de situaciones extremas, en cuanto a nivel socio-económico y ubicación geográfi ca (ejemplo de la segunda periferia Oeste y las zonas costeras Este). Hay coexistencias de usos habitaciones, industriales y/o agrícolas, típicas de áreas de “borde”.

Creamos entonces, como viviendas sociales, “huertos urbanos”, que sirven de transición urba-no-rural, como espacios productivos mantenidos por los propios usuarios, que proporcionan una fuente de trabajo dentro de un sistema ecológico y sustentable. Destinados para el autoconsumo, dan lugar a espacios públicos y paisajes diferen-ciados que fomentan de alguna manera la inte-racción social y la coexistencia urbana.

Los Cultivos

Los cultivos se disponen en dos estratos, el sue-lo es liberado, lo cual nos permite ganar área en cultivo tradicional. Por otro lado, en el segundo estrato, los cultivos hidropónicos, al no requerir de suelo fértil permiten generar un tejido a gran escala, dando lugar a un paisaje diferenciado y particular, tanto por arriba como por abajo. De esta forma conseguimos maximizar el espacio productivo, casi duplicando su tamaño real.

Zonas de cultivo convencional

Zonas de árboles frutales: manzaneros, limone-ros, naranjos, perales, olivos, ciruelos, nogales, eucaliptos, durazneros.

Zona de cultivos hidropónicos: se usan para plantar frutas y vegetales en materiales distintos a la tierra, usando agua, arena blanca o de río

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limpia, cáscara de arroz, piedra pómez y otros minerales, y regándolos con una solución de nu-trientes. Se riega todos los días a las 7 AM, 6 días de la semana con una solución de agua y nutrientes, y el séptimo con agua pura.

Como requisito, es necesario que los cultivos se encuentren bajo la luz del sol al menos 6 horas al día, y estar cerca de una fuente de agua na-tural. Como recipientes pueden usarse caños de PVC de 15 cm de radio, haciendo agujeros hacia arriba, de donde saldrán los brotes de las plan-tas, y hacia abajo que servirán de drenaje.

Plantas hidropónicas: en las zonas resguarda-das: tomate, pepino, zanahoria; en las interme-dias: frutilla, lechuga, puerro, nabos, remolacha; en las zonas abiertas: acelga, repollo, cebolla, brócoli, espinaca, perejil.

La Unidad

La intención fue generar una vivienda en la cual el usuario tuviera la libertad de ordenarse según su necesidad y el contexto particular en el que se encuentre. Estas familias de bajos recursos suelen ser numerosas en tamaño, por lo que

es necesaria la posibilidad de ampliación para aquellas que lo necesiten.

La fl exibilidad de la vivienda está dada por la disposición del núcleo de servicios, que nos per-mite liberar los espacios. Ello implica que por medio de la incorporación de un tabique divisor, el comedor pueda transformarse en un tercer dormitorio, conjugando las funciones estar-co-medor dentro de una misma área.

Conformación: dos “U” prefabricadas de hormi-gón, de 9.0 x 3.5 x 2.52 m, que se ensamblan formando un espacio total de vivienda de 9.0 x

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3.5 x 5.04 m en dos pisos, mediante la incorpo-ración de un entrepiso de madera.

Aberturas: colocadas en ambos bordes longitu-dinales de la vivienda, para proveer una doble orientación y una correcta ventilación, así como para garantizar una mayor fl exibilidad en la dis-posición de la vivienda, y en la propia orientación de los espacios interiores. En los muros linderos se colocan dos aberturas apaisadas como com-plemento de luz y ventilación hacia los espacios de servicio.

Núcleo de servicios: un núcleo húmedo, en el centro, compone la cocina y el baño, a los cua-les se adosa la escalera.

Invernadero: hacia arriba, se incorpora un módu-lo prefabricado de policarbonato alveolar, como posible extensión de la vivienda o para uso de invernadero.

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* Taller de Construcción, Cátedra de Construcción III y IV, Posgrado en Construcción de Obras de Arquitectura, Facultad de Arquitectura UdelaR

EL USO EFICIENTE COMO AHORRO DE ENERGÍAAlicia Mimbacas*

¿Aumentar la producción o limitar la demanda?

TECNOLOGÍAS

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1. Introducción

Uruguay carece de reservas de petróleo y ha lo-grado el aprovechamiento prácticamente total del recurso hidroeléctrico. Esta situación ha llevado a que se planteen alternativas al suministro de energía, como puede ser la compra a países ve-cinos o bien la utilización de fuentes de energías renovables (LOPEZ Y CATALDO, 1993; CATAL-DO Y NUNES, 1996). En estas condiciones se debe considerar el ahorro y uso eficiente de la energía como un recurso energético más. Varios países han implantado con éxito medidas de uso eficiente de la energía, como por ejemplo los Es-

2. Antecedentes

Investigadores nacionales, pioneros en el estu-dio de la adecuación del diseño arquitectónico a las variables climáticas (RIVERO, 1986; AROZ-TEGUI, 1993) abrieron el camino para compren-der el potencial de ahorro energético que po-seen las decisiones de diseño en los proyectos arquitectónicos.

En el año 1996, a instancias del Arq. Miguel Aroz-tegui, se fomentó en el ámbito del Ministerio de Industria, Energía y Minería, la necesidad de la búsqueda de definición de criterios de eficiencia

tados Unidos y México. En la región, Brasil discu-te la certificación energética de las viviendas.

Este trabajo se propone evaluar el potencial de ahorro energético que se obtendría en el Conjunto Demostrativo de Tecnologías V Cen-tenario (CDTVC), implementándose mejoras en la calidad térmica de los cerramientos opacos, estudiándose la relación costo-beneficio de las soluciones constructivas propuestas. Este en-foque se enmarca dentro de los objetivos de la Cátedra de Construcción III en cuanto al estudio de la aplicación de sistemas constructivos no tradicionales para viviendas de interés social.

Planta del Conjunto Demostrativo de Tecnologías V Centenario (CDTVC)

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* Arquitecta; Directora del Sector Reciclaje y Rehabilitación Urbana de la Intendencia Municipal de Montevideo, Uruguay;Profesora Adjunta del Instituto de la Construcción de la Facultad de Arquitectura-Universidad de la República; responsable del Equipo de Evaluación de Sistemas y Tecnologías para Vivienda de Interés Social; coautora de libros y autora de artículos sobre la temática.

Políticas y programas de vivienda: cómo superar el síndrome de PenélopeNoemí Alonso*

GESTIÓN

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El síndrome de Penélope

La solución a los problemas de vivienda, espe-cialmente de las familias de escasos recursos, es uno de los mayores desafíos en la región, que compromete al Estado y a la sociedad civil, a las autoridades políticas y a los propios inte-resados.

Respecto de las soluciones de precariedad ur-bana, que generalmente son las soluciones, Fernandes (2004) sostiene que “(…) Los asen-tamientos informales y la falta de seguridad de la tenencia de la tierra son resultado de un pa-trón excluyente de desarrollo, planeamiento y gestión urbana, en el cual mercados de tierras, sistemas políticos y sistemas jurídicos no ofre-cen condiciones propias y razonables de acceso al suelo y vivienda para la población pobre. En este contexto, los que formulan y ejecutan polí-ticas y los administradores públicos deberían re-cordar que los procesos de regularización tienen un carácter especialmente ´correctivo´ y deben ser combinados con políticas públicas preventi-vas para romper este ciclo vicioso de exclusión. Para ello se requiere la intervención directa del Estado e inversión pública sistemática para producir opciones de vivienda, así como promo-ver, especialmente, una amplia reforma urbana de manera de aumentar la oferta de áreas ur-

banizadas para vivienda social en cantidades adecuadas, localizaciones correctas y precios accesibles.” Por ello lo que pase en el Estado, y con el Estado, es fundamental y condiciona que haya o no soluciones.

Es que la vivienda para el mercado constituye una mercancía de alto valor, mayor aún cuando se asienta en tierra urbanizada, con infraestruc-tura y servicios para satisfacer las necesidades de los usuarios. Por ello es impensable que la necesidad de vivienda pueda resolverse por esta vía, que opera con otras lógicas: las del capital, el lucro y los negocios.

Para solucionar el problema se han probado di-ferentes alternativas: programas de promoción pública dura, del tipo “construyo y adjudico lla-ve en mano”; programas de promoción pública con participación de los usuarios bajo distintas formas: autogestión, ayuda mutua, autocons-trucción; otros sin participación del Estado, apo-yados por diversas instituciones, entre ellas las benéficas y de cooperación; programas con ma-yor involucramiento de los técnicos y con mayor apoyo multidisciplinario, y aquellos sin técnicos; programas utilizando una enorme diversidad de sistemas constructivos, combinados con los an-teriormente descritos, etc.

También se ha reflexionado mucho sobre el tema: desde la academia, los actores, las insti-tuciones técnicas, los organismos internaciona-les, Pero el problema se mantiene o aumenta. En esta disparidad entre el esfuerzo realizado y los resultados alcanzados, se observa, casi siempre, la incidencia de tres aspectos: aplica-ción de recursos insuficientes, ausencia de eva-luación de lo actuado y falta de continuidad en las políticas

Cada uno de ellos daría lugar a un amplio deba-te, pero nuestro propósito es referirnos al último, que posiblemente sea el menos transitado, quizá porque el entusiasmo con que llega cada nuevo responsable político a asumir su función, le hace pensar que ahora sí tiene la llave de las solucio-nes y que la mejor forma de construir algo nuevo es demoler hasta los cimientos lo anterior. Sin embargo, tal como sucede en un palimpsesto, donde el uso del mismo soporte para producir distintas obras hace que lo burdo se implante sobre lo sublime, en este caso también puede ser que lo nuevo no sea mejor que lo existente y que solamente haga perder más tiempo.

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LOS PRODUCTOS, LOS PRÉSTAMOS, LOS SUBSIDIOS: DOS VISIONES

Nueva reglamentación del MVOTMA

A fines del año pasado, el Ministerio de Vivienda aprobó una nueva reglamentación para el finan-ciamiento y ejecución de programas de vivienda, que ahora comienza a ponerse en práctica. La

misma tiene gran importancia, porque implica en muchos aspectos cambios sustanciales respecto de las disposiciones actuales.

Recogemos aquí dos visiones sobre dicha reglamentación: la de la Prof. Inés Giúdice, de la Direc-ción Nacional de Vivienda-MVOTMA, que tuvo parte activa en su elaboración, y la de la Arq. Teresa Buroni, del Sector Vivienda del Centro Cooperativista Uruguayo, quien participó como integrante del

Grupo Asesor de DINAVI en la discusión de estas disposiciones.

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Inés Giúdice Algunas consideraciones preliminares

La vivienda digna y adecuada constituye un dere-cho inalienable y una necesidad impostergable de las personas. El reconocimiento de este derecho tiene en nuestro país rango constitucional y un conjunto normativo que lo sustenta. Actualmente es considerado en forma más amplia, consideran-do el derecho a la ciudad y sus servicios: es por tanto un derecho ciudadano y no sólo un techo.

Paradojalmente, en nuestra sociedad (lo que no es excepción), la vivienda, entendida como objeto material (suelo+casa+servicios +localiza-ción) y objeto estético-cultural (aspectos iden-titarios individuales y colectivos diversos), es “una mercancía”. Una mercancía expuesta a las reglas de oferta y demanda, definidas dentro del marco jurídico del mercado inmobiliario formal y también, a las reglas poco conocidas o es-tudiadas del “mercado informal”. Es entonces, además de un derecho, una mercancía y un bien de inversión, ya que se la puede conservar sin uso esperando condiciones favorables para enajenar y especular con su valor.

Las políticas públicas de vivienda han navegado en una dualidad conflictiva: por un lado, el reco-nocimiento del derecho de ciudadanos y ciuda-danas a una “vivienda digna” y por otro, la re-gulación o desregulación de las condiciones de elaboración de un “producto” para la industria de la construcción (sector clave de la economía) y de un “producto financiero”, los créditos hipo-tecarios, para las instituciones financieras.

El informe de la relatora especial de Naciones Unidas, Raquel Rolnik, contextualiza claramente esta situación y su agravamiento en las últimas décadas para sectores sociales de medios y ba-jos ingresos: “En un contexto de globalización de los mercados de vivienda y finanzas inmo-biliarias y de políticas de ajuste económico, las

ciudades se han vuelto incosteables para sus habitantes de más bajos ingresos y, cada vez más, para los grupos de medianos ingresos. En la mayoría de los países, el mercado se ha con-vertido en la institución reguladora, que fija los parámetros de precios, ubicación y disponibili-dad de viviendas y parcelas, así como los pre-cios de alquiler de las viviendas, mientras que el Estado ha ido abandonando la gestión de la vivienda de protección oficial. Esto ha contribui-do a que se arraigue la idea de que la vivienda es una simple mercancía y un activo financie-ro, y a que se descuiden los demás aspectos del derecho a una vivienda adecuada, algo que repercute negativamente en el goce de los dere-chos humanos por todos.”

La pregunta en este contexto

La pregunta de fondo de los diversos actores públicos y privados que constituyen la trama de esta política pública y social es -a nuestro enten-der- la siguiente: ¿Cómo garantizar el derecho a la vivienda y al hábitat en condiciones de susten-tabilidad, a los hogares/familias de uruguayas y uruguayos, que -en las condiciones actuales de mercado inmobiliario- no pueden ejercerlo por sus propios y/o exclusivos medios?

La respuesta no es sencilla, implica la utilización de recursos e instrumentos de política pública alineados con el cumplimiento de ese objetivo. El Plan Quinquenal de Vivienda y Hábitat del MVOTMA 2005-2009 responde a este interro-gante a través del desarrollo de tres instrumen-tos básicos: el préstamo, el esfuerzo propio y el subsidio total o parcial. Trilogía que ha man-tenido vigencia desde la aprobación de la Ley Nacional de Vivienda en 1968. La combinación de estos instrumentos busca garantizar que el acceso de la familia a un servicio habitacional, no comprometa otras necesidades y derechos elementales. Se establece la posibilidad de otorgar un subsidio total sin contrapartida, para afirmar el acceso a la vivienda a los sectores en condiciones de mayor vulnerabilidad social.

Préstamo. Esta herramienta busca poner a dis-posición de la población con necesidades ha-bitacionales insatisfechas, recursos financieros para su resolución. En función de ello interviene el Estado, a través de los recursos administra-dos por el MVOTMA y por entidades financie-ras que tengan convenio con éste, de modo de poder ampliar la oferta. Se otorgarán préstamos a las personas, familias o cooperativas u otras personas jurídicas, que lo soliciten y cumplan con las características establecidas en cada Plan Quinquenal de Vivienda.

El préstamo podrá ser solicitado para la vivienda única de residencia permanente de la familia y de-berá destinarse a construcción, compra, amplia-ción, mejora o refacción, reciclaje de vivienda o para adquisición de tierra para la construcción de vivienda. Su monto variará en función del valor de cada solución habitacional de acuerdo con la re-glamentación del programa específico y, también, en razón del tope de afectación del ingreso que el crédito otorgado representa. La posibilidad de complementación con un subsidio es uno de los mecanismos para facilitar el acceso al préstamo.

Esfuerzo propio. El ahorro como expresión del esfuerzo de las familias, bajo la forma de tra-bajo, gestión o capital, constituye una parte im-portante del sistema, en la medida que implica un mayor compromiso de quien lo aporta con el bien que recibe y, al mismo tiempo, permite re-ducir el costo financiero del acceso a la vivienda. El Ministerio definirá el papel y características que tendrá el esfuerzo propio en cada uno de los programas y, atendiendo a la heterogenei-dad de la población meta del Plan Quinquenal, definirá excepciones.

Subsidio. Un instrumento central de la nueva po-lítica lo constituye el subsidio destinado a familias de la población meta del Plan Quinquenal de Vi-vienda. Consiste en una ayuda estatal directa con destino a una solución habitacional, que se otorga sin cargo de restitución para el/la destinataria/o; y, de acuerdo a los objetivos expuestos, puede

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* El presente artículo es un resumen de la ponencia del mismo título que los autores presentaran en el 3er. Seminario Iberoamericano de Ciencia y Tecnología para el Hábitat Popular, Córdoba, R.A., noviembre 2008. Los autores, Dra. María Araceli Schettini, Esc. Dr. Eduardo Gandelman e Ing. Benjamín Nahoum, integraron el equipo consultor contratado por concurso por el Ministerio de Vivienda para la implementación de la Cartera de Inmuebles para Vivienda de Interés Social, junto a los Arq. Raúl Vallés y Paulo González, el Sociólogo Andrés Pampillón y los Ing. Agrim. Francisco Iriondo y Patricia Méndez, quienes participaron también de la elaboración de la propuesta que aquí se describe.

SUELO URBANIZADO: EL DEBER DE USAR Y EL DERECHO DE PRESCRIBIR*María Araceli Schettini, Eduardo Gandelman, Benjamín Nahoum

1. El problema del suelo urbanizado ociosoDisponer de la tierra es el primer requisito para llegar a la vivienda, pero esa disponibilidad es-casea o directamente no existe en las cantida-des necesarias, o su precio o condiciones de financiamiento están muy lejos de las posibilida-des de la población pobre. La gente, entonces, debe resolver irregularmente lo que no consigue por la formalidad: proliferan así las ocupaciones de tierras y edificios abandonados, la construc-ción precaria, los asentamientos en predios sin servicios. Incorporar luego esos asentamientos irregulares a la ciudad consolidada es no sólo muy dificultoso sino también muy caro1.

Se necesita, por ello, un fuerte involucramiento del Estado para producir asentamientos regula-res, lo que requiere su presencia en el mercado de suelo, generando medidas preventivas, con el consiguiente ahorro de energías para el pro-pio Estado y la sociedad.

Se precisa asimismo una reconceptualización del rol del suelo urbanizado, que debe considerarse como un bien social cuyo disfrute debe estar al alcance de todos y no como una mercancía obje-to de especulación. Ello implica que este tema no quede sujeto a la voluntad o al interés del Mer-cado2, sino que el Estado intervenga norman-do, regulando y aún actuando él mismo, como

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Se establece además la obligación de dejar reser-vas para espacios libres, equipamientos y carteras de tierras; de observar los límites de densidad y edificabilidad; de realizar las obras de infraestructura correspondientes, y, en las zonas consolidadas, de edificar los terrenos baldíos o consolidar las cons-trucciones ruinosas, en determinados plazos. Las municipalidades tendrán derecho a participar en el mayor valor inmobiliario que derive de las actuacio-nes de ordenamiento territorial y será obligatorio que en cierto tipo de urbanizaciones un porcentaje de las viviendas que se construya sea de interés social.

Finalmente, se declara de utilidad pública la ex-propiación por el Estado de “los inmuebles en estado de abandono que teniendo potenciali-dades productivas o de utilidad social no hayan sido explotados por más de diez años, a efec-tos de integrar las carteras de tierras”. Como se verá, esto tiene una gran similitud con nuestra propuesta, con la diferencia que aquí se opta por expropiar, lo que implica premiar al propietario incumplidor de sus deberes sociales y sustraer recursos que podrían utilizarse en beneficio de la comunidad.

Establecido el deber de usar, ¿cómo hacer para que se cumpla? Una herramienta importante son los llamados impuestos prediales, sobre la propiedad inmueble, en general con tasas mayo-res y crecientes con el tiempo, para los terrenos baldíos, edificios desocupados, o aún edificación inapropiada. Esto disuade el abandono, pero no siempre es suficiente, por la terquedad o desidia del propietario; sus dificultades económicas para dar uso al bien o problemas legales como la exis-tencia de sucesiones indivisas o litigios judiciales.

Por ello hacen falta otras herramientas, que re-suelvan lo que la suma de estímulos y presiones fiscales no consiga encauzar. Una de ellas es la expropiación, que permite al Estado, median-te una compensación, adquirir bienes privados (abandonados o no) necesarios para satisfacer demandas sociales. Este mecanismo, muy usa-do para realizar obra pública, no es tan útil en programas de vivienda porque requisitos como la compensación justa y previa, y la posibilidad

de discutir judicialmente su monto, lo hacen lar-go y engorroso.

Otro recurso es la prescripción adquisitiva o usu-capión, que existe desde hace siglos y regulariza la situación legal de la propiedad, otorgándola a quien posee y hace uso del bien, en desmedro del que teniendo originalmente esa condición, lo abandonó. En Uruguay el plazo requerido para dicha prescripción fue durante muchas décadas de 30 años, lo cual quitaba fuerza al instrumen-to en situaciones de extrema urgencia. La Ley 18.308 lo redujo a 5 (como en Brasil) para el caso que el accionante sea persona pobre, ac-túe de buena fe y utilice el bien para satisfacer su necesidad de vivienda en la única finca que posee. La prescripción adquisitiva, si bien des-estimula fuertemente el abandono, requiere la ocupación para que opere y por ello no actúa en muchos casos.

Este rápido análisis nos muestra que existen muchos casos de abandono que la aplicación de los actuales instrumentos jurídicos no resuel-ve adecuadamente y que hace falta otro, que se pueda aplicar cuando los demás no operan.

1 Los programas de “integración de asentamientos irregula-res” realizados en Montevideo con financiamiento del BID cuestan unos U$S 7.000 por lote regularizado, aun cuando sólo comprenden parcialmente actuaciones en vivienda, que son las más caras. Ese costo es mayor que el de la tierra urbanizada en zonas consolidadas de la ciudad. 2 Por estos días, Raquel Rolnik, Relatora Especial de Nacio-nes Unidas para la vivienda declara, según las agencias de noticias, que “La actual crisis financiera demuestra que es errónea la idea de que los mercados pueden darle una vi-vienda adecuada a toda la población y deja ver la necesidad de participación del sector público”.

productor de suelo urbanizado o asignando su uso y propiedad. Para ello se debe potenciar y optimizar los recursos y herramientas existentes, como las que surgen del nuevo marco jurídico e institucional, e incorporar aquellas necesarias para el logro de esa reconceptualización.

Esto choca con la existencia de suelo ocioso o, peor aún, abandonado: mientras miles de fami-lias deben asentarse en lugares sin servicios y alejados de los centros cívicos y laborales, exis-ten cientos de hectáreas de tierra urbanizada que no se usan, porque no se han configurado las características adecuadas para “el negocio”.

Así, en Montevideo, sólo los espacios indus-triales abandonados sobrepasan las 140 Hás. (ACUÑA, 2004), Teniendo en cuenta las den-sidades de ocupación posibles, allí se podrían construir unas 10.000 viviendas, un tercio del déficit absoluto de la ciudad. Racionalizar éstos y otros recursos inactivos se traduciría en una disminución del gasto e inversión necesarios, y en un impacto positivo en los servicios, las infra-estructuras, la salud y la integración.

2. Las alternativas para movilizar el suelo urbanizado ociosoExisten distintos procedimientos, administrativos o jurisdiccionales, para lograr este objetivo. La recientemente aprobada Ley Nº 18.308, de Or-denamiento y Desarrollo Territorial Sostenible, enumera los deberes y derechos territoriales y establece que el cumplimiento de los primeros es condición para el ejercicio de los derechos de aprovechamiento urbanístico del inmueble.

Entre los deberes figura no destinar el inmueble a fines contrarios a los previstos en el ordena-miento territorial; mantenerlo en condiciones de seguridad y salubridad, realizando obras de con-servación; que su utilización no atente contra el ambiente y la diversidad, y no darle destino ha-bitacional si está en zona de riesgo; cumplir las normas de protección del patrimonio; vigilarlo y protegerlo, incluso contra intrusiones de terce-ros, y rehabilitarlo o restituirlo si es necesario.

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“Vivienda Digna - Salto Nuevo Sur”Claudia Freitas, Jorge Lanza, Lucía Preve

Premio Nacional del MVOTMA

EXPERIENCIAS RECIENTES

La Intendencia de Salto, a través del Área de Vivienda Social, implementa desde 2006 un proyecto de construcción de viviendas de interés social llamado “Vivienda Digna”. Del mismo forma parte el Proyecto “Salto Nuevo Sur”, cuya Primera Etapa fue premiada recien-temente por el MVOTMA con el “Premio Nacio-nal de experiencias inéditas e innovadoras en materia de hábitat”.

Dicha primera etapa se inició el 1º de noviembre de 2006, y finalizó el 19 de Diciembre de 2007, bajo la responsabilidad de un Equipo Técnico Multidisciplinario formado por el Director del Área de Vivienda Social, Constructor Felipe Mutti, la Licenciada en Trabajo Social Claudia Freitas, el Ingeniero Agrimensor Jorge Lanza y la Arquitecta Lucía Preve.

El proyecto propone la construcción de viviendas de interés social mediante el sistema de Ayuda Mutua y Autoconstrucción, a través de conve-nios entre la Intendencia de Salto y diferentes instituciones y entidades públicas.

La experiencia que describiremos consistió en la construcción de 40 viviendas (fase inicial del proyecto) de un total de 125 que conforman el proyecto global. Éstas fueron construidas para realojar a 40 familias que vivían en asentamien-

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Así, se realizaron los proyectos de saneamiento y agua potable en convenio con OSE, con un ca-pataz y mano de obra especializada que aportó dicho organismo, además del proyecto, y mano de obra del Ministerio de Defensa; la red de UTE fue realizada por una empresa privada, según implementa la propia UTE, con proyecto de dicho ente, y las calles fueron construidas con maquinaria y personal municipal.

Las principales fuentes de financiamiento fueron el MVOTMA, a través del PIAI, y la IMS. El PIAI aportó asimismo técnicos a través de un Conve-nio de Fortalecimiento Institucional a los Gobier-

nos Departamentales y colaboraron estudiantes de UTU, que por otro convenio realizaron en la obra pasantías y clases guiadas.

Finalidad y Objetivos del Proyecto

-Contribuir al mejoramiento de la calidad de vida (material y social) de familias que presentan pro-blemas habitacionales, considerando la vivien-da de interés social como elemento clave para su desarrollo como ciudadanos, erradicando la modalidad constructiva históricamente llamada “corte de rancho”.

tos irregulares o que no tenían acceso a una vivienda digna por sus propios medios.

El sistema de Autoconstrucción y Ayuda Mutua permite una participación activa de las familias en la construcción de sus viviendas, aportando un determinado número de horas semanales de tra-bajo. Esto produce como impacto significativo el interactuar con otros y realizar un esfuerzo colec-tivo para la resolución de problemas comunes.

Se resalta del proyecto: el fuerte énfasis en el aspecto social de la vivienda, la mejora en la ca-lidad de vida, la integración al entorno, el bajo costo que implica su construcción, la prevención de asentamientos irregulares, la solidaridad y ayuda mutua que genera el trabajo grupal con una meta en común y la experiencia que podrá transferirse a la resolución de otras necesidades sociales de este grupo habitacional.

La realización de esta experiencia implicó una coordinación interinstitucional: fue ejecutada por la Intendencia Municipal de Salto (IMS), y se firmaron convenios para su implementación con el Ministerio de Vivienda (PIAI), UTE, OSE, el Ministerio de Defensa y UTU, lo que impli-có una permanente coordinación entre estos organismos, para lograr la optimización de los recursos disponibles.

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-Contribuir al desarrollo de las potencialidades de los actores involucrados.

-Participación de las familias en la construcción de sus propias viviendas en terrenos legalizados y con los servicios necesarios para la satisfac-ción de las necesidades básicas, procurando evitar la ilegalidad en la ocupación del suelo y el consumo de los servicios públicos.

-Elevar el potencial educativo y cultural de las familias.

-Integración de la familias al entorno (organiza-ciones e instituciones de la zona), procurando difundir y multiplicar esta experiencia como una

(*) Gastos de apoyo munici-pal: horas de máquina (re-troexcavadora, motonivelado-ra, aplanadora, regador, pala, camiones, fletes, martillo con compresor, barrenos, etc.)

(**) El costo por vivienda en estos rubros fue considerado según la cantidad de poten-ciales viviendas a las cuales abastecerá el servicio.

les permitía acceder como destinatarios a otros planes de vivienda.

Luego de la elección de las familias y de un mes de talleres previos a la obra, éstas comenzaron con la fabricación de los bloques de terracemen-to que se utilizaron como parte del sistema cons-tructivo de las viviendas. El terracemento es un material económico, sin requerimiento de mano de obra especializada y que aprovecha materia-les de la zona. Se compone de tierra, cemento y agua, dosificados y compactados en la propor-ción correspondiente.

En la construcción de las viviendas los principa-les actores de la obra fueron las familias, apor-tando 20 horas semanales cada núcleo familiar, en horarios flexibles y acorde a sus posibilidades, que se distribuyeron en su mayoría en trabajos en obra, talleres formativos, sociales, educativos, asambleas, comisiones y reuniones. Es de des-tacar el rol que cumplió la mujer dentro del pro-yecto, asumiendo tareas en la construcción que “tradicionalmente” son ejecutadas por hombres. A su vez se contó con la contratación de mano de obra especializada en la construcción (diez oficia-les albañiles) y capataces de obra municipales.

La experiencia se inserta en un proyecto ur-banístico y social general para la zona, el cual incluye terrenos destinados a cooperativas de vivienda, centro comercial, espacios verdes re-creativos, mejoramiento de calles, construcción de veredas, iluminación, equipamiento urbano, costanera, mejoramiento de servicios de trans-porte urbano y recolección de residuos, Centro Comunal Zonal y la segunda etapa del Proyecto Vivienda Digna Salto Nuevo Sur, el cual se en-cuentra en plena ejecución.

El terreno fue elegido entre aquellos predios municipales que tuvieran fácil acceso a los ser-vicios de infraestructura (red de saneamiento, agua potable, luz eléctrica), y que contaran con servicios sociales, culturales, deportivos, educa-tivos, de salud, etc.

herramienta más para la resolución de los pro-blemas habitacionales de las familias de Salto.

Descripción

Las familias participantes fueron cuidadosa-mente elegidas a través de un estudio socio-económico de un total de 1.700 familias solici-tantes de vivienda en la Intendencia de Salto. Para esta experiencia se tuvo en cuenta familias con trámite de desalojo judicial, provenientes de asentamientos irregulares, con precariedad ha-bitacional y cuya condición socio-económica no

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Se proyectó una solución habitacional de único ambiente, donde cada destinatario podrá mane-jar con flexibilidad el espacio interior, optando por los usos que entienda más convenientes. Las posibles sub-divisiones interiores estarán condicionadas por factores como el número de ocupantes, edades y sexo, orientación, relación visual-espacial con la calle, y uso del terreno, los que determinarán prioridades para la definición del área y la ubicación de dormitorios y áreas so-ciales o de relación. Todo esto permite que con la participación de los destinatarios se otorguen características particulares a cada vivienda, y se satisfaga el mayor número de necesidades.

Los costos se detallan en los cuadros adjuntos, e incluyen los de la vivienda de 39 m.c., la platea para el crecimiento de 18 m.c. y las obras de infraestructura.

Las familias destinatarias del proyecto, por ser de muy bajos ingresos, una vez entregadas las viviendas, no deben pagar ninguna cuota como contrapartida económica. El aporte se lleva a cabo, exclusivamente, con las horas de trabajo en el proceso de la obra. Asimismo, el convenio con OSE permitió que dicho organismo les apli-que una tarifa de consumo fija de bajo costo.

Aspectos sociales

Para la etapa de obra se elaboró un “Acuerdo de trabajo y participación”, consensuado por todos los integrantes del proyecto, donde se acordó la cantidad de horas a realizar por cada familia. Se pactó un máximo de 100 horas de atraso acumulables por cada familia, teniendo la obligación de completarlas antes de finalizar la obra. Se acordaron allí también las condiciones adecuadas de trabajo.

Se creó una Comisión de Obra como elemento fundamental para el desarrollo de la experien-cia, la que fue conformada por algunas familias voluntarias, otras elegidas en asamblea, capata-

ces y equipo técnico. El cometido de la comisión es establecer un nexo de comunicación con las familias, representar al total de las familias fren-te a organizaciones e instituciones de la zona, etc., reuniéndose con una frecuencia semanal.

Se realizaron asimismo asambleas quincenales con asistencia obligatoria, donde se discutían y resolvían las temáticas referidas al desarrollo de la obra y del proyecto. Se efectuaron igualmente talleres educativos y formativos, con diferentes temáticas, y se realizó un acompañamiento y se-guimiento social de las familias (visitas y entre-vistas), ante demandas de las mismas o cuando

se creía oportuno para el mejoramiento de su calidad de vida.

Se trabajó en coordinación con instituciones como INAU, Centros CAIF, Centro de Salud, es-cuelas y liceo (ANEP), fuerzas vivas de la zona, Ministerio del Interior, Poder Judicial y otras de-pendencias de la IMS.

En la etapa final de obra, se elaboró en conjun-to con las familias un “Acuerdo de convivencia” para el barrio, donde también se establece que la vivienda deberá ser habitada por las familias participantes del proyecto, quedando prohibida

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su venta, alquiler o cualquier otro traspaso de usufructo. Estos aspectos además están detalla-dos y establecidos en el comodato firmado entre las familias y la IMS.

Una vez entregadas las viviendas, se continúa con el seguimiento del Proyecto, sobre todo por medio del Área Social, realizándose reuniones mensuales con los vecinos, coordinaciones, sustento técnico y apoyo a familias específicas, tareas fundamentales para el logro de los fines de la experiencia.

Impactos del proyecto y de los resul-tados alcanzados

El acceso a una vivienda digna, tuvo efectos sico-sociales de relevancia para las personas, pues no sólo satisfizo la necesidad de protec-ción y subsistencia, sino que además tuvo re-percusiones muy significativas en su comporta-miento personal, en el relacionamiento con sus pares y con su familia, en las condiciones de integración, y en los códigos de interacción que han incorporado y aprendido en su entorno.

El trabajo coordinado con las instituciones que actúan en la zona, atendiendo las problemáticas de las familias en sus múltiples dimensiones y la

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promoción de la capacidad de autogestión e ini-ciativa, mediante el trabajo en comisiones, son aspectos que se trabajaron durante el proyecto y se siguen insistiendo. Se ha logrado elevar el estado de salud de las familias, mediante la ampliación de la cobertura y la incorporación de los nuevos residentes al centro de asistencia de la zona. Se ha integrado también a las nuevas familias a la red de servicios educativos y de-portivos.

La experiencia llevó a una parte de los partici-pantes a jerarquizar su rol dentro de la estructura familiar, creando hábitos de trabajo, autoestima, asunción de responsabilidades, dignidad, acti-tud de iniciativa, superación personal, sentirse útil, formar “parte de” o “sí, se puede...”. Dentro de este grupo, se destacó el rol protagónico de las mujeres.

Considerando a cada habitante como sujeto de derechos, resulta relevante la inclusión de los destinatarios en proyectos participativos, contra-rrestando procesos de segregación y exclusión social, incorporando sus potencialidades, adqui-riendo herramientas para enfrentar sus proble-mas y mejorar su calidad de vida, integrándose al entramado social.

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POLÍTICAS HABITACIONALES EN LA COMUNA CANARIARaúl Forné, José Luis Mazzeo*

PAIS ADENTRO

* Coordinación de la Unidad de Gestión del Hábitat, Intendencia Municipal de Canelones

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La Intendencia Municipal de Canelones (IMC) ha asumido un compromiso con la población al inicio de la actual administración, que se ha ex-presado en actividades y obras concretas. Se ha priorizado la emergencia social en la que se encuentra un alto porcentaje de población, producto de décadas de falta de planificación territorial y ausencia de políticas sociales.

Se ha creado para ello la Unidad de Gestión del Hábitat (UGH), que no tiene precedentes en Canelones, con la finalidad de definir los lineamientos de las políticas habitacionales, priorizando a los sectores de población en Emergencia Social y creando un ámbito técni-co de trabajo integral, en el que los temas ha-bitacionales se ven en relación al territorio, los servicios y el desarrollo local.

El departamento fue caracterizado por micro-regiones, en función de las potencialidades locales y la Descentralización en curso. Desde la UGH se ha definido una forma de actuación en función de la situación socio-territorial, prio-rizando las zonas de precariedad y hay seis planes zonales en elaboración, que contienen propuestas de desarrollo integral y mejora-miento urbano-ambiental.

Producto de la falta de planificación anterior, se

había extendido la periferia metropolitana sin servicios desde Montevideo hacia Canelones, agudizando la problemática de precariedad ur-bana. Las conurbaciones de las rutas 5, 6 y 8, y el crecimiento de la Ciudad de la Costa, au-mentaron la población en zonas sin servicios, agravando la situación de un territorio sin infra-estructura para el desarrollo.

En función de la gravedad diagnosticada, se han generado ahora los ámbitos para la transformación, a través de Planes departa-mentales, regionales, y locales, pero todos insertos en una visión del Área Metropolita-na. El reconocimiento del problema territorial, trascendiendo al departamento, es el principal fundamento para actuar a través de políticas integrales, conjugando acciones departamen-tales y nacionales.

Principales líneas de trabajo

Las principales líneas de trabajo se resumen en las siguientes actividades realizadas:

-Diagnóstico de la situación habitacional del departamento (a través de georreferenciación y caracterización de la problemática de la pre-cariedad).

-Definición de lineamientos de Políticas Ha-bitacionales del Departamento (prioridad a la emergencia social y la consolidación de centra-lidades barriales a través de programas colecti-vos de integración).

-Intervenciones integrales en Asentamientos Irregulares y zonas de precariedad socio-ur-bana.

-Planes y Proyectos Habitacionales con énfasis en alternativas de participación social, transfe-rencia tecnológica y soluciones colectivas para optimizar los recursos públicos.

-Elaboración de proyectos de atención a la Emergencia Social (mitigación de impactos cli-máticos, impulso a programas de generación de empleo a través de la formación y coordi-nación interinstitucional, soluciones sanitarias y conexión a saneamiento).

Planes y proyectos habitacionales

La IMC generó un área de trabajo específica con el PIAI-MVOTMA abarcando: el monitoreo de situaciones ya regularizadas; el inicio de la regularización en Santa Teresita, Aeroparque, Paso Carrasco, Villa Holandesa y 6 de Setiem-

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CRISIS Y VIVIENDAEnrique Ortiz Flores*

AMERICA LATINA

* Miembro de la Oficina Regional para América Latina de la Coalición Internacional para el Hábitat (HIC). Ex secretario y ex presidente de este organismo a nivel Internacional.

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El pasado 2 de abril, el primer ministro británico Gordon Brown dio por muerto al Consenso de Washington1 y afirmó que estaba emergiendo un nuevo orden internacional2 . Esto a raíz de los acuerdos tomados por el “Grupo de los Veinte” de inyectar un billón de dólares al sistema finan-ciero internacional para paliar la crisis originada, entre otros factores, por el manejo irresponsable de los créditos hipotecarios de vivienda en los Estados Unidos3.

Esta crisis que impactó gravemente al sistema fi-nanciero de ese país y sus articulaciones a todo lo largo y ancho del planeta, está teniendo reper-cusiones importantes en ramas industriales po-derosas y en la economía mundial, situación que llevó al estado norteamericano a invertir enor-mes recursos para salvar a hipotecarias, bancos y empresas de industrias estratégicas como la automotriz. Todo ello con el objetivo de evitar la caída en serie de piezas claves del sistema y para mantener vivos el crédito y el consumo.

Se echa mano de planteamientos neokeynesia-nos y de todo aquello que aunque contradiga los planteamientos hasta hace poco irreductibles del neoliberalismo, permita al sistema capitalis-ta, como poderoso Terminator, recomponerse vertiginosamente a partir de sus propios fluidos y secreciones.

La mano invisible del libre mercado, ayudada por la mano muy visible de las armas, no dio el ancho, y esto debido, según sus defensores, no a las bondades incuestionables del primero ni a las muy cuestionables de las segundas, sino a la irresponsabilidad con la que se manejaron algunos banqueros y dirigentes empresariales. Como consecuencia de ello, finalmente se reco-noce que el control del Estado parece necesario y esto llevó al señor Brown a anunciar “el fin del Consenso de Washington” durante la reciente cumbre del G20 realizada en Londres.

En convergencia con las protestas multitudina-rias de los altermundistas y globalifóbicos, cabe preguntarse si, además de las tareas de salva-mento emergente, se vislumbran cambios que sustenten las declaraciones del señor Brown y que permitan, como diría el escritor mexicano Carlos Monsivais, documentar nuestro optimis-mo. Aunque es muy pronto aún para hacerlo, podemos sí adelantar algunos cuestionamientos y reflexiones a partir del caso de la vivienda. Parto de los impactos que han dejado en mu-chos de nuestros países más de veinte años de políticas neoliberales.

A finales de los años ’80 y principios de los ´90, con la caída del muro de Berlín, se daba paso al fortalecimiento de tendencias que llevaron a la im-

posición de políticas que conciben la vivienda como mercancía, la ciudad como paraíso de la especula-ción financiera e inmobiliaria y los bienes comunes y limitados -el suelo, el agua, e incluso el aire- como productos sujetos a las reglas del mercado y de la escasez. El Consenso de Washington impulsado en los años noventa por los organismos multilaterales de financiamiento al desarrollo, trajo consecuencias muy graves al incrementar la pobreza, la exclusión, la desigualdad y la devastación de la naturaleza.

El Consenso se resume en diez puntos. Los tres primeros: disciplina fiscal, reordenamiento del gasto público y reforma impositiva, llevaron a cancelar a favor de la iniciativa privada la parti-cipación directa de los Estados en la producción de vivienda y otros componentes de hábitat; a fragmentar las políticas, mediante criterios de focalización, y a disminuir el monto de recursos fiscales destinados a atender las necesidades habitacionales de los sectores de bajo ingreso.

El cuarto, liberalización de las tasas de interés, aunado a la disminución de los subsidios, a la mercantilización desregulada de la tierra y a la política de controlar hacia la baja los salarios, impidió, contrariamente a los postulados neoli-berales, el acceso de grandes sectores de la po-blación a la vivienda producida por el mercado.

Las tasas de cambio competitivas, la liberación del comercio internacional y la apertura a la in-versión extranjera directa, siguientes tres reco-mendaciones del listado, favorecieron el flujo de capitales, materiales, componentes y proyectos del exterior a los mercados locales, afectando principalmente a los pequeños y medianos pro-ductores y a los profesionales.

La política de privatización, octava de la lista, contribuyó al manejo del suelo como mercancía escasa, a la subordinación del derecho a la vi-vienda a los intereses económicos y a desalen-tar la producción social organizada del hábitat mediante la individualización de los problemas, las soluciones y la posesión de la vivienda.

1 Listado de políticas pensadas para abrir nuevos espacios a la expansión global de las grandes corporaciones. No es un Consenso alcanzado entre países sino entre organismos multilaterales (FMI, Banco Mundial), el Congreso de Estados Unidos y otros organismos y expertos con sede en Washing-ton).

2 Diario “La Jornada”, 3 de abril de 2009, México.

3 De ellos, 750 mil millones serán canalizados al Fondo Mo-netario Internacional; 250 mil millones se destinarán a finan-ciar el Comercio Internacional y 100 mil millones adicionales como préstamo a bancos de las regiones emergentes.

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“CENTRO-H. Renovación e Innovación del Patrimonio”, Revista de la Organización Lati-noamericana y del Caribe de Centros Históricos – OLACCHI. Nº1 / Agosto, 2008

La estructura del contenido de la revista parte del concepto de centro histórico, en términos de que “si toda ciudad y el todo de la misma son productos históricos, quiere decir que el conjunto de sus com-ponentes también lo son”.Este primer número cuenta como tema central “re-gulación y renovación”.Se utilizan los ejemplos de Ciudad de México y Puebla, para mostrar que las políticas de renova-ción de sus centros históricos están en la línea de una modernización que refuerza la segregación urbana. Se plantea también un interesante debate respecto a la tensión existente entre las presiones económicas por preservar el patrimonio cultural y las necesidades de reducir la pobreza de la pobla-ción que habita la ciudad de Bogotá.En esta revista se abordan los temas y trabajos más actuales sobre la ciudad construida y, dentro de ella, sobre las centralidades históricas en Amé-rica Latina.

“HERRAMIENTAS DE PLANEAMIENTO PARTI-CIPATIVO PARA LA GESTIÓN LOCAL Y EL HÁ-BITAT”, Red XIV.F-Tecnologías Sociales y Pro-ducción Social del Hábitat, del Programa CYTED (Rosa Oliveras Gómez, Rosendo Mesías González y Gustavo Romero Fernández, Coordinadores). Edición CYTED-HABYTED; CONSUDE; PNUD-Cuba, Noviembre de 2007.

Este libro sintetiza el trabajo y sistematización que durante varios años realizó un grupo interdiscipli-nario de expertos de la Red CYTED XIV-F, en re-lación con los procesos habitacionales populares y el apoyo técnico a la Producción Social del Hábitat (PSH), en varias ciudades latinoamericanas. Co-mienza con un posicionamiento teórico-conceptual acerca de la PSH y el rol del profesional para su apoyo y en la transferencia de tecnologías para el planeamiento y el diseño.En el Capítulo 2 se define el concepto de Planea-miento Participativo, para luego profundizar en métodos que fueron utilizados en diversos casos: el Planeamiento Estratégico Comunitario, la Micro-planificación Social y el Mapa de Riesgos y Recur-sos utilizados en La Habana Vieja; la Planeación Urbana Participativa en San Andrés Totoltepec, Ciudad de México, y el Manual de elaboración del Plan para la Gestión, Desarrollo y Mejoramiento del Hábitat empleado en Ciudad de Trujillo, Honduras.El libro culmina con el desarrollo de una serie de técnicas, reflexiones y recomendaciones para los planeamientos participativos.

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Mesas de diálogo: LA VIVIENDA EN ANÁLISIS

El 4 de diciembre de 2008, en el Salón de Actos de la Facultad de Arquitectura se realizó el evento “Mesas de diálogo: LA VIVIENDA EN ANÁLISIS” organizado por la Unidad Permanente de Vivienda de la Facultad de Arquitectura, con el auspicio de diversas Organizaciones Sociales y la Sociedad de Arquitectos del Uruguay.

Estas “mesas de diálogo”, buscaron construir una agenda de temas que convocaran a su análisis como colectivo, encontrando los acuerdos y ubicando las discrepancias como forma de avanzar en la búsqueda de soluciones efectivas.

La convocatoria aportó sobre los temas que nos preocupan en relación al sistema habitacional nacional y permitió alimentar el debate sobre los avances, temas pendientes y desafíos más urgentes, sugiriendo trascender la mera confrontación de las opiniones para situarnos un paso más allá, en la búsqueda de caminos posibles y acuerdos colectivos.

La construcción y el manejo de la información en hábitat y vivienda, los programas que se vienen aplicando, los cambios en la estructura institucional de los organismos competentes y

la promulgación reciente de normativa relativa al territorio y al hábitat nos acercan nuevos elementos para incluir en la discusión, en momentos que se cumplen 40 años de la Ley de Vivienda.

Las 3 mesas de diálogo constituidas fueron:

- APORTES PARA LA CONSTRUCCIÓN DE LA INFORMACIÓN HABITACIONALIntegrantes de la mesa: Mg. Sharon Recalde. Unidad Permanente de Vivienda; Arq. Julio Taulé. Instituto Nacional de Estadística; Ec. Carlos Casacuberta. Instituto de Economía de la Facultad de Ciencias Sociales; Ing. Benjamín Nahoum, viviendista. Moderadora: A.S. Carmen Terra. Facultad de Ciencias Sociales.

- LOS DESAFÍOS Y LAS RESPUESTAS EN LA POLÍTICA HABITACIONAL. CONSTRUYENDO LA AGENDA.Arq. Gonzalo Altamirano. Director Nacional de Vivienda; Lic. Darío Rodríguez. FUCVAM. Moderador: Arq. Edgardo Martínez. Investigador. ITU. Facultad de Arquitectura

- EL MARCO LEGAL. EN LOS 40 AÑOS DE LA LEY DE VIVIENDA. Dr. Alberto Raffo. FECOVI; Sra. Lucía Topolanski. Senadora de la República; Dra. María Laura Otegui. KPMG. Moderador: Arq. Jorge Di Paula. Docente Investigador.

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LA WEB www.fucvam.org.uy

Es la página de la Federación Uruguaya de Cooperativas de Vivienda por Ayuda Mutua (FUCVAM), organización que agrupa a más de cuatrocientas cooperativas de dicha modalidad. Reestructurada recientemente, la página pre-senta, además de las informaciones gremiales correspondientes, abundante información so-bre la actividad de la Federación en general y referida al sistema de cooperativas de vivienda por ayuda mutua: leyes, decretos, reglamenta-ciones y resoluciones ministeriales referidas al sistema; estatutos, reglamentos y contratos tipo; seguimiento de indicadores, laudos y precios; rubrazos tipo, y materiales de apoyo para el tra-bajo con las cooperativas de ayuda mutua y en general en vivienda.

www.territorioysuelo.org

El proyecto “Territorio y Suelo”, desarrollado con el apoyo de FEDEVIVIENDA de Colombia, tiene por objetivo convertirse en un espacio de refe-rencia e intercambio de experiencias a nivel de dicho país y de toda América Latina sobre el de-sarrollo y aplicación de políticas y herramientas de ordenamiento territorial y gestión del suelo, con base en principios como el de la función so-cial y ecológica de la propiedad; la participación de la colectividad en las plusvalías generadas por la sociedad, y la distribución equitativa de las cargas y beneficios derivados de la urbani-zación.

La página incluye información sobre las activi-dades del proyecto; legislación y jurisprudencia; publicaciones y documentos (que se pueden ba-jar), y noticias sobre eventos y actividades vin-culadas con la temática. Si bien tiene un fuerte peso lo referido a Colombia, presenta igualmen-te una amplia cobertura latinoamericana.

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NOTICIASFONDOS CONCURSABLES DINAVI-CREDIMAT

En el marco de la conmemoración de los 40 años de la Ley de Vivienda, la Dirección Nacio-nal de Vivienda del Ministerio de Vivienda Or-denamiento Territorial y Medio Ambiente (MVO-TMA), realizó a fines de 2008 el lanzamiento del Proyecto: “Generando conocimiento en materia de vivienda y hábitat en Uruguay” por el cual se convocó a Fondos Concursables de investigación en materia de hábitat, premio a experiencias inéditas e innovadoras y revisión bibliográfica.

El Tribunal de Evaluación para la selección de las propuestas en las diversas categorías estu-vo integrado por el Arq. Daniel Cafferatta en re-presentación del Ministerio de Vivienda, el Prof. Soc. Danilo Veiga por la Facultad de Ciencias Sociales y el Prof. Arq Raúl Vallés por la Facul-tad de Arquitectura.

Como resultado de dicha convocatoria fueron seleccionados los siguientes trabajos:

Premio Nacional de Experiencias inéditas e innovadoras en materia de hábitat en Uru-guay. “Proyecto Vivienda Digna Salto Nuevo Sur”.

Arq. Lucia Prevé, Lic. Claudia Freitas e Ing. Agr. Jorge Lanza.Responsable del diseño de la experiencia: Cons-tructor Felipe Mutti. Organización responsable: Área de Vivienda Social. Intendencia de Salto

Investigación - Categoría IProyecto “Marco Conceptual y metodológico para un sistema de monitoreo y evaluación del plan Quinquenal de Vivienda”.Urb. Soledad Mantero Álvarez

Investigación - Categoría IIProyecto “Trayectorias residenciales y ocupa-cionales en las primeras y segundas generacio-nes de los viejos asentamientos irregulares en Montevideo”.Soc. Santiago Cardozo Politi (IPES- UCU) Equipo de investigación: Magdalena Marsiglia y Alicia De León

Revisión BibliográficaProyecto “La producción académica nacional en Hábitat y Vivienda (1985-2008): compilación bibliográfica y directorio de centros generadores de conocimiento”.Bibliotecóloga Martha Sabelli (CIESU) Equipo: Verónica Rodríguez Lopater

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REDES XV Encuentro de la Red ULACAV

El 9, 10 y 11de Setiembre tendrá lugar en la lo-calidad de Resistencia (provincia de Chaco; Ar-gentina) el XV Encuentro de la red con el Tema “Interdisciplinariedad para la formación universi-taria en gestión del hábitat socialmente construi-do. Experiencias Propuestas y Desafíos”.

Intereses y objetivos de la Red ULACAV:1. Tomar conocimiento de los cursos de acción exitosos que con mayor o menor eficacia llevan a cabo los actores sociales de la gestión habita-cional en Latinoamérica para la resolución de las problemáticas antes señaladas.2. Contribuir al conocimiento y libre ejercicio de los derechos a la ciudad y la vivienda por parte de todos los ciudadanos sin discriminación so-cial alguna.3. Intensificar en los ámbitos universitarios las actividades de enseñanza, investigación y ex-tensión en vivienda y hábitat social en los si-guientes aspectos:- Despertar el interés en la comunidad universi-taria por el estudio y comprensión de la proble-mática urbano-residencial; del hábitat popular urbano y metropolitano. - Incrementar la capacidad profesional y acadé-mica de docentes, estudiantes y profesionales universitarios para generar respuestas integra-les y solidarias a los problemas mencionados.

- Impartir enseñanzas basadas en la necesidad de un profundo cambio conceptual que promue-va un compromiso social efectivo. - Jerarquizar este campo disciplinar y laboral por su alta complejidad y preparación - Contribuir a que esta temática se incluya en forma regular y permanente en los planes de es-tudios de las diversas disciplinas universitariaa - Contribuir al desarrollo integral de la enseñan-za del tema, trabajando interdisciplinariamente desde niveles básicos de grado hasta instancias de especialización en posgrado - Convocar e involucrar en esta tarea a directi-vos, docentes y estudiantes de nuestras univer-sidades, con la finalidad de consolidar un proce-so dinámico de crecimiento de la docencia en las disciplinas vinculadas con el hábitat - Promover articulación e intercambio de produc-ción teórica, metodológica y técnica a través de académicos de diversas disciplinas, universida-des y nacionalidades latinoamericanas - Fundamentar y promover a nivel universitario, la creación de espacios académicos para el perfeccionamiento, formación teórica y práctica docente, en investigación y extensión sobre los problemas del hábitat popular. En 2010, el XVI encuentro será realizado en Montevideo a partir de una iniciativa de la Uni-dad Permanente de Vivienda de la Facultad de Arquitectura y de la Red de Asentamientos Hu-manos, Hábitat y Vivienda de la Universidad.

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NOTICIAS REAHVI

Financiamiento CSICREAHVI, presentó un Proyecto de Fortaleci-miento Institucional al llamado de la CSIC, que fue aprobado a fines de 2008. Los resultados a obtener son: 1. Propuesta de un Programa de asistencia técnica y financiera a la Producción Familiar Intergeneracional de vivienda a par-tir de la investigación interdisciplinaria que la REAHVI, realizó en dos barrios de Montevideo: Peñarol y Maroñas. Para ello se obtuvo apoyo de la IMM a través del Servicio de Tierras y Vi-vienda, considerándolo un proyecto de gran in-terés para contribuir a solucionar el problema de construcciones que presentan grados inacepta-bles de habitabilidad y complementariamente a densificar tejidos urbanos; 2. Elaboración de un Proyecto de Investigación de vivienda para aten-der las necesidades habitacionales de los jóve-nes; 3. Publicación de materiales de apoyo a la enseñanza, para uso y difusión de las cátedras intervinientes y en particular los resultados de la investigación realizada; 4. Diseño de un sitio web de la Red, que próximamente se colgará en el portal de UdelaR (http://www.universidad.edu.uy/reahvi/html/); 5. Elaboración de videos que registren procesos socioespaciales y que sirvan de insumos para un Curso futuro de educación a distancia. Se han registrado procesos tecnoló-

a ser presentada al XV Encuentro ULACAV, a realizarse en setiembre en la Facultad de Arqui-tectura de Resistencia (R.A.). La propuesta bus-ca superar las limitaciones espacio-temporales y económicas de muchas experiencias de for-mación internacional con cursos presenciales y aprovechar la oportunidad de la Red ULACAV que desde hace quince años reúne a docentes e investigadores de Unidades Académicas de varias Universidades de América Latina.

Lanzamiento de libroPróximamente, y en el nuevo edificio del Espa-cio Interdisciplinario de la Universidad se pre-sentará de presentarse el Libro “Producción fa-miliar intergeneracional e informal de Vivienda. Estudio interdisciplinario”, financiado con fondos de CSIC.

Nuevas autoridadesA fines de 2008 asumió como Coordinador de la Red el Arq. Jorge Di Paula, integrante del equipo de docentes participantes en el proyecto de Fortalecimiento Institucional de la Red. La M. Arq. Sharon Recalde desempeña la Secretaría Académica.

gicos en adobe y madera, estando pendiente el registro de procesos grupales de toma de deci-siones; 6. Coordinación de las distintas formas de cooperación internacional ya existentes, en particular con las Universidades del Grupo Mon-tevideo en el campo de la Vivienda y el Hábitat.

Conferencias internacionalesEl Director del Departamento de Estudios Urba-nos y Coordinador del Doctorado de Investiga-ción “Políticas Territoriales y Proyecto Local” de la Universidad Roma III de Italia, Arq. Giorgio Piccinato invitado por la Red, participó en una Mesa Redonda en la Facultad de Arquitectura, conjuntamente con la coordinadora del Grupo “Centros Vivos” de la Red Cyted XIV F, Arq. Maria del Huerto Delgado, de la UPV y con el Arq. Andrés Mazzini, del Instituto de Historia, ambos de la Facultad de Arquitectura. El tema desarrollado fue “Intervenciones en Centros His-tóricos”. Posteriormente el Prof. Piccinato dictó una conferencia en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, auspiciada por el Departamento de Antropología sobre la “Felici-dad Urbana”.

Propuesta de curso a distanciaREAHVI elaboró una ponencia sobre “Formación Interdisciplinaria para la Gestión en la Produc-ción Social del Hábitat” en formato e-learning,

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