Silla turca y tumores hipofisarios

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R.C.M MAYO-JUNIO, 1980 Rev Cub Med 19: 265-272, mayo-junio, 1980 INSTITUTO DE ENDOCRINOLOGIA Y ENFERMEDADES METABOLICAS Silla turca y tumores hipofisarios Por los Dres.: JOAQUIN ROMEO GALLARDO*, RUBEN S. PADRON DURAN**, MANUEL LICEA PUIG*** y BARTOLOME ARCE HIDALGO**** Romeo Gallardo, J. y otros. Silla turca y tumores hipofisarios. Rev Cub Med 19: 3, 1980. Se estudiaron 56 pacientes sospechosos de presentar tumor hipofisario. En todos se practicó estudio radiográfico de cráneo y silla turca; en los casos dudosos se realizó radiografía selectiva de la silla o tomografía. Los pacientes fueron divididos en dos grupos: A) constituido por pacientes con síntomas neuroftálmológicos predominantes y B) integrado por casos en los que predominaban los síntomas endocrinos. Los pacientes de ambos grupos presentaron en su mayoría alteraciones de la silla turca. Los más frecuentes fueron: aumento de los diámetros, entrada abierta de la silla y el seno esfenoidal ocupado. No se hallaron diferencias significativas en el tipo de lesión selar entre los distintos tipos de tumores. Se destacan algunos hallazgos poco comunes y se concluye que la radioqrafía de la región selar es de gran utilidad en el diagnóstico de los tumores hipofisarios, pero no permite definir la naturaleza del tumor y que el hallazgo de una silla normal o pequeña no descarta la existencia de tumor hipofisario. En 1900, Benda identificó al adenoma eosinófilo de la hipófisis como causa En 1886, Pierre Marie 1 describió el cuadro clínico de la acromegalia; en 1895, Wilheim Conrad Roentgen descu- de acromegalia; dos años después de brió los rayos X; un año más tarde el neurólogo alemán Oppenheim, realizó la primera radiografía de cráneo en un acromegálico 2 . Beclere presentó varias radiografías de cráneo en pacientes con esta afécción y mostró el aumento de tamaño de la silla turca y la importancia de este estudio constituido un proceder diagnóstico . de gran utilidad en el estudio de los tumores intracraneales en general y de los hipofisarios en particulara pesar del gran desarrollo alcanado por los estudios radiográficos contrastados 5 - 6 , Bull expresa que la silla turca constituye la llave hacia el diagnostico de las masas intracraneales El objetivo de este trabajo es presentar los resultados del estudio radiográfico de la silla turca en pacientes gía. Jefe del servicio de endocrinología del hospital provincial docente Manuel Ascunce Domenech”.

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R.C.M

MAYO-JUNIO, 1980

Rev Cub Med 19: 265-272, mayo-junio, 1980

INSTITUTO DE ENDOCRINOLOGIA Y ENFERMEDADES METABOLICAS

Silla turca y tumores hipofisarios

Por los Dres.:

JOAQUIN ROMEO GALLARDO*, RUBEN S. PADRON DURAN**, MANUEL LICEA PUIG*** y BARTOLOME ARCE

HIDALGO****

Romeo Gallardo, J. y otros. Silla turca y tumores hipofisarios. Rev Cub Med 19: 3, 1980.

Se estudiaron 56 pacientes sospechosos de presentar tumor hipofisario. En todos se practicó estudio radiográfico de cráneo y silla turca; en los casos dudosos se realizó radiografía selectiva de la silla o tomografía. Los pacientes fueron divididos en dos grupos: A) constituido por pacientes con síntomas neuroftálmológicos predominantes y B) integrado por casos en los que predominaban los síntomas endocrinos. Los pacientes de ambos grupos presentaron en su mayoría alteraciones de la silla turca. Los más frecuentes fueron: aumento de los diámetros, entrada abierta de la silla y el seno esfenoidal ocupado. No se hallaron diferencias significativas en el tipo de lesión selar entre los distintos tipos de tumores. Se destacan algunos hallazgos poco comunes y se concluye que la radioqrafía de la región selar es de gran utilidad en el diagnóstico de los tumores hipofisarios, pero no permite definir la naturaleza del tumor y que el hallazgo de una silla normal o pequeña no descarta la existencia de tumor hipofisario.

En 1900, Benda identificó al adenoma

eosinófilo de la hipófisis como causa

En 1886, Pierre Marie1 describió el

cuadro clínico de la acromegalia; en

1895, Wilheim Conrad Roentgen descu-

de acromegalia; dos años después de brió los rayos X; un año más tarde el

neurólogo alemán Oppenheim, realizó

la primera radiografía de cráneo en un

acromegálico2.

Beclere presentó varias

radiografías de cráneo en pacientes

con esta afécción y mostró el

aumento de tamaño de la silla turca

y la importancia de este estudio constituido un proceder diagnóstico

.

de gran utilidad en el estudio de los tumores intracraneales en general y de los hipofisarios en particulara pesar del gran desarrollo alcanado por los estudios radiográficos

contrastados5-6, Bull expresa que la silla turca constituye la llave hacia el diagnostico de las masas intracraneales

El objetivo de este trabajo es presentar los resultados del estudio radiográficode la silla turca en pacientes

gía. Jefe del servicio de endocrinología del hospital provincial docente Manuel AscunceDomenech”.

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Especialista de I Grado en endocrinolo
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camaguey
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** Especialista de I grado en endocrinología. Instituto de endocrinología y enfermedades Metabólicas (IEEM) *** Especialista de I grado en endocrinología. Jefe de servicio de endocrinología del Hospital Provincial docente Manuel Ascunce Domenech **** Jefe de departamento de endocrinología de la reproducción del IEEM. Profesor de medicina Interna del Instituto Superior de Ciencias Medicas de la Univer- sidad de la Habana
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con tumor hipofisario y establecer las

relaciones radiológicoclínicohistológica de

éstos.

MATERIAL Y METODO

Se estudiaron 56 pacientes afectos de

tumor hipofisario atendidos en el Instituto de

Endocrinología y Enfermedades Metabólicas

(IEEM), divididos en dos grupos: A)

constituido por los pacientes que

presentaban síntomas neurológicos

oftalmológicos predominantes o ambos y B)

constituido por aquéllos en los que

predominaban las manifestaciones

endocrinas.

El diagnóstico de tumor hipofisario se

basó, en el cuadro clínico, estudio hormonal,

perimètrico, campimétrico y estudio

radiográfico de cráneo y silla turca.

El estudio radiográfico se realizó a una

distancia foco-placa de 36 pulgadas: en los

casos dudosos se practicó radiografía

selectiva o tomografia de la silla turca. Se

utilizaron los métodos y criterios de Camp7

(figura 1), para determinar si la silla era

normal o grande. Se estudiaron además, la

entrada de la silla, las estructuras óseas que

la forman, la transparencia del seno es-

fenoidal y la presencia o no de calcificaciones

selares o paraselares.

Los tumores se clasificaron según el

resultado de los estudios realizados en no

funcionantes 25 casos y funcionantes,

productores de prolactina 12 casos, de GH

15 y de ACTH 4.

RESULTADOS

Se clasificaron 18 pacientes en el grupo A

y 38 en el B. Pertenecían 34 al sexo

femenino y 22 al masculino. El color de la piel

fue blanca en 41, negra en 10 y mestiza en 5.

Los 18 casos (100%) del grupo A y 36/38

(94,7%) del B presentaban alteraciones

groseras de la silla turca.

Se halló aumento de los diámetros de la

silla turca en 40 pacientes (71,4%),

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17/18 (94,6%) del grupo A y 23/38 (60.5%)

del B. El seno esfenoidal se encontró

ocupado parcialmente en 7 casos (12,7%) y

totalmente en 21 (37,5%). La entrada de la

silla, abierta, se observó en 20 pacientes

(35,7%), 3 del grupo A y 17 del B. Un caso

del grupo A presentaban una calcificación

pineal y otro del grupo B tenía la misma

manifestación radiológica en la hoz del

cerebro (cuadro I).

Las alteraciones de las estructuras óseas

como: porosis, afinamiento de las paredes,

doble contorno selar y destrucción ósea, en

cada grupo, se muestran en el cuadro II.

En 34 pacientes operados se hizo estudio

hístíco y se halló que 27 eran adenomas

hipofisarios: 18 cromófobos y 9 eosinófilos; 5

tenían un craneofaríngioma, 1 presentaba un

mucocele y otro un carcinoma hípofísario.

COMENTARIOS

La forma y el tamaño de la silla turca son

de capital importancia en el diagnóstico

radiográfico de ésta, pero am-

bos factores varían de un individuo a otro

en magnitud tal, que presentan un margen

demasiado amplio para guiarnos únicamente

por esta variable2,8,8’9.

Creemos que es importante utilizar

además del tamaño y la forma de la silla

turca como índice de trastorno, otras

variables radiográficas para el diagnóstico de

tumor hípofísario como: entrada abierta de la

silla, porosis, afinamiento, doble contorno,

destrucción y desplazamiento de las

estructuras óseas; ocupación parcial o total

del seno esfenoidal y calcificaciones intra o

paraselares.

Es relativamente frecuente encontrar la

silla turca con diámetros considerados dentro

de la normalidad, pero con otras alteraciones

groseras que suelen ser concluyentes para

establecer el diagnóstico definitivo2,3, lo que

fue confirmado en esta serie donde la cuarta

parte de ios casos presentaban diámetros

aceptados como normales y las alteraciones

de las estructuras óseas se hallaban en la

casi totalidad de la serie (96,4%).

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Algunos autores8’ plantean que existen

manifestaciones radiográficas específicas de

la silla turca en relación con la histología y

función del tumor. Nosotros no encontramos

diferencias significativas en el tipo o extensión

de las alteraciones selares entre los pacientes

con diferentes variedades hísticas de

tumores. No obstante, algunos hallazgos

fueron comunes en ciertos tumores: la

entrada abierta fue más frecuente en los

craneofaringiomas y

adenomas cromófobos; el afinamiento del

dorso selar, que incluye las clinoides

posteriores y la porosis, predominaron en los

adenomas cromófobos (figura 2);

hiperostosis, ciinoides gruesas, tubérculo

anterior prominente y doble contorno del

suelo fueron más comunes en los adenomas

eosinófilos (figura 3); Rossn informa

resultados similares.

Las calcificaciones selares y parase-

lares suelen ser más frecuentes en los

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,10
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Figura 2. Radiografía de cráneo y silla turca. Se observa: silla turca balonada,

diámetros dentro de límites normales, entrada abierta, dorso selar afinado y

ocupación parcial del seno esferoidal.

Figura 3. Radiografía de cráneo y silla turca. Se observa: clinoides anteriores

prominentes, dorso selar y clínoid&s posteriores afinadas y poróticas; el suelo

aparece destruido, ocupación total del seno es fenoidal.

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craneofaringiomas que en otros tumores de

la reglón selar. En ausencia de

calcificaciones el diagnóstico diferencial con

el adenoma cromòfobo es prácticamente

imposible con los rayos X]1~15; sin embargo,

la existencia de éstas no afirma de manera

absoluta que las alteraciones de la silla turca

se deban a la presencia de un craneo-

faringioma3. Esto queda demostrado en

nuestra serie, pues observamos 2 casos con

calcificaciones y ninguno presentaba esta

variedad hística de tumor.

Es necesario destacar algunos hechos poco comunes observados en nuestro estudio:

Una paciente acromegálica que se incluye

en esta serie tenía una silla turca normal, ha

sido seguida por espacio de 7 años y no ha

presentado manifestaciones tumorales.

Otra paciente acromegálica de largo

tiempo de evolución, presentó un tumor

hipofisario que penetró a través de la lámina

cribosa del etmoides y se manifestó como

una poliposis nasal, lo que motivó que fuera

operada y se hizo

el diagnóstico anatomopatológico de

carcinoma hipofisario. Un caso parecido de

acromegalia y poliposis nasal fue informado

por Sadik y colaboradores10, pero estos

autores no hicieron comprobación hística del

tumor hipofisario.

El mucocele es un trastorno poco

frecuente, que puede invadir la silla turca y

dar manifestaciones clínicas y radiográficas

de adenoma hipofisario-. En nuestra serie

encontramos una paciente que tenía

características clínicas de presentar un

adenoma no funcionante de la hipófisis, el

diagnóstico de mucocele se realizó en el acto

operatorio y se verificó por estudio hís- tico.

Por último, en el caso de un paciente con

amenorrea y galactorrea, se observó una

silla turca pequeña. Por encontrarse

alteraciones en el campo visual se le practicó

gammagrafia, cerebral y su resultado

demostró un tumor selar (figura 4).

Se decidió realizar tratamiento quirúrgico y

se comprobó desde el punto de vista hístíco,

la existencia de un

Figura 4. Gammagrafia cerebral. Marcado acúmulo de radiofármaco en la región selar. Vistas, frontal y lateral.

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adenoma cromófobo con extensión su-

praselar.

El resultado de nuestro estudio nos

permite inferir que: la radiografía de la silla

turca es de gran utilidad para el diagnóstico

de los tumores hipofísarios; éstos

habitualmente alteran las dimensiones de los

diámetros, estructuras óseas, o ambos, de

ésta; no obstante debemos tener presente

que no todos los tumores hipofisarios alteran

la silla turca y que tumores extrahipofisarios

la pueden alterar. No existen diferencias

patognomónicas en las alteraciones

radiográficas de la silla turca entre los

distintos tipos de tumores.

SUMMARY

Romeo Gallardo, J. et al. Sella turcica and hypophyseal tumors. Rev Cub Med 19: > 3, 1980.

Fifty six patients with a suspicious of hypophyseal tumor were studied. All of them underwent skull and sella turcica radiographies: in doubtful cases, selective radiograms of the sella or tomograms were obtained. Patients were separated into two groups: patients with prevailing neuro-ophthalmic symptoms and patients with prevailing endocrine symptoms. Most patients from both groups had sella turcica changes; most frequent were increased diameters, open sella entry and occupied sphenoidal sinus. Significative differences among the different tumor types regarding the type of sellar lesion were not found. Some rare findings are stressed, and it is concluded that sellar radiographies are highly useful in the diagnosis of hypophyseal tumors, though they do not permit the definition of tumor nature, and also that the presence of a normal or a short sella does not rule out the presence of a hypophyseal tumor.

RÉSUMÉ

Romeo Gallardo, J. et al. Selle turcique et tumeurs hypophysaires. Rev Cub Med 19:

3, 1980.

56 patients suspects de présenter tumeur hypophysaire sont étudiés. Tous ont été soumis à une étude radiographique du crâne et de la selle turcique, et dans les cas douteux on a réalise une radiographie sélective de la selle turcique ou une tomographie. Les patients ont été grouoés de la façon suivante: A) groupe constitué par patients ayant symptômes neuroonhtalmologiques prédominants, et RI groupe composé par les cas ou prédominaient les symptômes endocriniens. Les patients des deux groupes présentaient, dans la mojorité des cas, des altérations de la selle turcique, dont les pius fréquentes ont été: augmentation des diamètres; entrée ouverte de la selle; et sinus sphénoïdal occupé. On n’a pas trouvé de différences significatives en ce qui concerne le type de lésion sellaire entre les divers types de tumeurs. Il faut souligner l'observation de certaines trouvailles peu fréquentes. En conclusion il est à signaler que la radiographie de la région sellaire est très utile dans le diagnostic des tumeurs hypophysaires, mais elle ne permet pas la définition de la nature de la tumeur, et que la trouvaille d'une selle normale ou petite n’écarte pas l’existence d'une tumeur hypophysaire.

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