Tradd y Legado Medico Mndo Occ.

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  • Las traducciones en la transmisindel legado mdico clsico al mundo occidental

    Paloma Garca Bravo

    INTRODUCCIN

    Es bien sabido que la cultura, y la cien-cia mdica como parte integrante del legadocultural, tienen sus orgenes en la civiliza-cin griega. A lo largo de los avatares de lahistoria esta ciencia primitiva ha ido despla-zndose de un lugar a otro, de una civili-zacin a otra, y por ello, no slo se nos haconservado en sus bases sino que ha ido re-cibiendo influencias y aportaciones autc-tonas de diversos pueblos, entre ellos losorientales.

    En el largo y tortuoso periplo geogrfico,histrico y cultural recorrido por la cienciamdica, el legado cientfico mdico inicial seha visto modificado no slo en sus conteni-dos, sino tambin en su forma externa, enlas lenguas de los distintos pueblos que hanservido como elemento vehicular en latransmisin de estos conocimientos.

    Todo legado cultural y por tanto tambinla medicina nos ha llegado a travs de lapalabra, fundamentalmente de la palabraescrita, menos mutable que la oral por ha-ber sido plasmada en textos. Sin embargo,tambin los textos han estado expuestos amodificaciones. La copia de manuscritos enmal estado de conservacin, la recopilacinde distintas fuentes, el proceso de compila-cin y la necesidad de seleccionar, interpre-tar, valorar y confrontar lo recibido conotras fuentes o con las tradiciones autc-tonas; la incorporacin de nuevos aportes,y sin duda, la labor de transliteracin, tra-duccin y retrotraduccin de las fuenteshan transformado los textos originales.

    El objetivo de este trabajo es rastrear elrecorrido geogrfico, histrico y cultural y,con ello, las modificaciones externas lin-gsticas y textuales que han experimentadolas fuentes primitivas, desde su iniciacinen el mundo helnico clsico hasta surecepcin definitiva en el mundo occidentaldel Renacimiento.

    Muy en contra de lo que pueda parecer asimple vista la transmisin de esta cienciano se ha producido de una manera lineal: lahistoria poltica y las relaciones entre diver-sas civilizaciones instaladas en mbitos geo-

    grficos de dimensiones considerables hanpropiciado un continuo e incesante trans-vase fsico, cultural y, por ello, lingstico delas fuentes originarias mdicas multiplica-das por las distintas traducciones y compi-laciones en distintas lenguas, iniciado en lospueblos del Mediterrneo y del OrienteMedio. En este amplio recorrido cabe resal-tar el tringulo formado entre Grecia, Ale-jandra y Bizancio, en la Antigedad; elcentro oriental de irradiacin situado enBagdad, con influencias chinas, indiasy persas a travs de Gondishapur situadoen el sur de Persia; las influencias deBagdad a Damasco, Alejandra, el sur deItalia, fundamentalmente Salerno, y a Tole-do a travs del Califato de Crdoba, y desdeToledo a Montpellier y Pars, en la EdadMedia, hasta su irradiacin definitiva porparte de los mdicos humanistas, primero aEuropa y posteriormente al nuevo conti-nente, en la poca del Renacimiento.

    Tras una breve exposicin de los mo-mentos fundamentales del periodo al quenos referimos, consideraremos las siguien-tes fases:

    1. Bases del corpus: La medicina dela poca helnica; El helenismo bizantino; yLa poca romana.

    2. Periodo de recepcin y adapta-cin creadora: Bizancio y el Islam medieval.

    3. Periodo de recepcin, compilacinlgico-sistemtica y asimilacin: Escuelasde Salerno, Chartres y Toledo, en el Medioe-vo cristiano.

    4. Periodo de restauracin crtico-sinttica de los textos transmitidos por par-te de los mdicos humanistas y difusin almundo occidental.

    HITOS FUNDAMENTALESEN LA HISTORIA DE LA MEDICINA

    Es indudable que la prctica mdica hadebido de existir desde los tiempos msremotos. Parece ser que desde el Paleoltico(P. Lain Entralgo, 1997, pp.3-5) el hombrese ha visto obligado a poner en prctica susmecanismos de autodefensa y de autocon-servacin, si bien no es menos cierto que enlos tiempos ms remotos, incluyendo las

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  • grandes civilizaciones de Mesopotamia,Egipto, Irn, China, y las de los pueblosprecolombinos, el dualismo salud/enferme-dad pareca concebirse en trminos de pre-mio o castigo de los dioses y, en conse-cuencia, las prcticas mdicas tenan uncomponente esencial de ritos religiosos otergicos. No obstante, debemos reconocerel aporte de estas civilizaciones de algunasmedidas higinicas y teraputicas.

    Las medicinas prehelnicas, las de Meso-potamia y Egipto, se extinguieron ante lasuperioridad de la medicina griega y launificacin de pueblos llevada a cabo porAlejandro Magno, mientras que las medi-cinas hind, china e incluso la precolom-bina continuaron evolucionando de formaindependiente por no haberse visto influidaspor la helenizacin.

    As pues, tras la cada del Imperio Persaa manos de Alejandro Magno, y debido a ladilatada extensin de su imperio, la antiguaMesopotamia, Egipto, Irn e incluso partede la cultura hind se helenizan al tiempoque hacen sus aportaciones a la culturagriega, intercambio desigual que tiene suexponente ms claro en la medicina alejan-drina y en la romana. Ya en Bizancio en-contramos una primera fusin de la medi-cina griega y de la oriental antes de que stase produjera de nuevo con el Islam.

    En una segunda etapa, ya en la EdadMedia, primero Bizancio y ms tarde losextensos territorios en manos del Islam en-tran de nuevo en contacto con la medicinahind y ante todo, con la helnica. Estecontacto se establece, en parte, a travsde las rutas comerciales que transcurranpor el norte de frica, el sur del continenteindostnico y las zonas ms occidentales deEuropa. El Islam conocedor de la culturacientfica griega es el transmisor fundamen-tal de la medicina helnica a la que incor-pora elementos del mundo oriental y apor-taciones propias. Se adopta as la cienciahelnica en ciudades como Edessa, situadoen el sur de Turqua y centro religioso delos nestorianos hasta el 489, Nisibis oGondishapur de forma que el legado griegose adapta a la cultura, a la civilizacin, a lareligin, a la lengua rabe y, con ello, a sumanera de concebir y explicar la salud y laenfermedad.

    Claro exponente de este proceso detransmisin y de la diversidad cultural queinterviene en todo este proceso es el origenpersa de tres prestigiosos mdicos isla-

    micos: Rhzes, Avicena y Al-Farabi, autor deuna obra muy leda, El Paraso de laSabidura, en la que se funden teoras grie-gas e hindes.

    Posteriormente la Europa de los reinoscristianos, fundamentalmente el sur de Ita-lia y Espaa, iban a conservar en los mo-nasterios, en las Escuelas de Salerno,Chartres y Toledo y en las incipientes uni-versidades este legado mdico miscelneoen cuanto a pueblos, culturas y lenguas eiban a iniciar una labor de recopilacin,confrontacin, traduccin y retrotraduccio-nes a distintas lenguas, hasta llegar a laversin latina para su posterior transmisinal mundo europeo.

    El intercambio entre los conocimientosmdicos del viejo continente y el nuevo seinicia ya en el Renacimiento como parte in-tegrante del proceso de colonizacin. Poste-riormente ser desde el Reino Unido, tras laRevolucin Industrial, y definitivamente, apartir de la Segunda Guerra Mundial, comoconsecuencia de la expulsin de los judos yde otros grupos de cientficos a los EstadosUnidos de Amrica, donde alcanza su gradoms alto de desarrollo debido a factoreseconmicos, tecnolgicos y polticos favora-bles.

    Lo expuesto ms arriba hace evidenteque, muy lejos de la progresiva internacio-nalizacin cultural, cientfica incluso lin-gstica en el mundo de la medicina occi-dental contempornea que tienen sus basesen la socializacin, en la nivelacin culturaly, a un nivel superior, en el continuo con-tacto entre especialistas de un mismocampo a travs de revistas, congresos, me-dios tcnicos e informticos, denominadopor D. D. Price "colegio invisible" (Lain En-tralgo, 1990, p. 470), la transmisin del sa-ber mdico de la antigedad se ha realizadomediante un proceso de encuentro e inter-cambio de conocimientos y mtodos entrepueblos distantes en el espacio y distintosen el tiempo, y de civilizaciones con lenguasy mtodos cognitivos diferentes.

    La transmisin del legado mdico de lospueblos de la Antigedad inevitablemente seha producido a travs de un proceso comu-nicativo, transcultural, translitrai, translin-gstico y transtextual continuo que pareceremansarse con las traducciones al latn dela Edad Media hasta que paulatinamenteesta lingua franca para los intelectuales vasustituyndose tmidamente, por algunaslenguas vernculas, y masivamente por las

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  • versiones latinas ms refinadas y cuidadasde los humanistas desde el siglo XVI hastala poca del Absolutismo en el siglo XVII.Posteriormente comenzarn a publicarseobras en lenguas europeas, hasta que denuevo otras lenguas francas, el francs en elsiglo XVIII y el alemn a principios del sigloXIX y definitivamente, el ingls, coincidien-do con el final de la Segunda Guerra Mun-dial, se impusiera en el mundo cientficoactual.

    I. BASES DEL CORPUS: LAMEDICINA DE LA POCA HELNICA

    Segn Snchez Granjel (1975, 57) la doc-trina cientfica de la enfermedad es unacreacin de los filsofos presocrticos quetiene sus orgenes en el fondo tergico de lacultura aquea. Sabido es que todava enalgunos textos literarios como La Riada aciertas enfermedades se les atribuye un ori-gen divino; sin embargo, en el siglo VI a.C.los pensadores jonios elaboran ya una con-cepcin del mundo y del hombre desligadade toda religin.

    Empdocles desarrolla su doctrina de loselementos recogida posteriormente por Hi-pcrates, en las colonias de la Magna Greciay Alcmen de Crotona concibe la salud y laenfermedad como estados de armona odisarmona del organismo humano, comodesorden de origen natural, y no como cas-tigo de los dioses: la medicina se emancipade la religin.

    Para nuestros propsitos es importantetener en cuenta la situacin geogrfica deencrucijada en la que se asienta la con-fluencia etnolgica y cultural de los griegosya que este hecho permite que una base mi-cnico cretense asimile elementos de otrasculturas arcaicas, como la egipcia y la me-sopotmica, al mismo tiempo que facilita lainfluencia de los reinos de Tracia y Lidia.

    Parece que la medicina griega tiene susorgenes en las interpretaciones racionalesde los pensadores presocrticos. A. Tovar(1972, 4) hace hincapi en la tendencia dela lengua griega hacia trminos neutros yabstractos, desligados de elementos mgicospropios de otras lenguas coetneas. La pala-bra, el logos griego, pasa de ser palabramgica a signo racional apta para el pen-samiento como lo demuestran la filosofia yla physiologia, que aparece unida a la expe-riencia clnica de los sanadores con susprcticas artesanales. As, habra que consi-

    derar la medicina en estos primeros tiem-pos, como una tkhn (lat. ars) que podra-mos interpretar y traducir como "prcticatcnica con base cientfica". Ya a finales delsiglos VI a.C. encontramos agrupacionesartesanales formando las escuelas mdicasde Crotona, Agrigento, Siracusa, Cirene,Rodas, Cnido y Cos.

    El texto ms importante que conocemosde esta poca es el Corpus Hippocraticum,del que tenemos noticia desde el S. III en laBiblioteca de Alejandra. Esta obra pareceser una coleccin de escritos de diferentesautores y pocas, fundamentalmente de m-dicos jnicos del S. VI a.C.

    Segn Lain Entralgo (J. M. Lpez Pinero,1990, 8). la diversidad interna de los trata-dos hipocrticos se debe a las distintas po-cas y escuelas de las que procede. V.Fleischer y F. Kudlien (Lpez Pinero, 1990,8) opinan que entre el primer texto y losltimos transcurrieron seis o siete siglos.

    Los tratados hipocrticos proceden de lasescuelas mdicas de Cnido y Cos, dos colo-nias griegas en la actual Turqua. La deCnido, ms antigua, estuvo en contacto conlos crculos pitagricos; la de Cos, los hi-pocrticos, observaba minuciosamente lassemeia o seales de enfermedad, entenda eldiagnstico en el sentido de la posibilidad ono de curar la enfermedad y tena comorecursos teraputicos la diettica o daita,los frmacos y la ciruga. Estos tres camposde actividad se mantuvieron durante siglos.

    K. Deichgrber y M. Pohlenz (Lpez Pi-nero, 1995, 8) apoyndose en el AnonymusLondinenses, en testimonios de Platn y enel propio contenido interno de los textos opi-nan que de este compendio perteneceran alpropio Hipcrates: Sobre los aires, las aguasy los lugares, Las Epidemias y Sobre la en-fermedad sagrada, la epilepsia, en donde serechaza la medicina mgico-religiosa.

    Entre los siglos IV y III a.C. transcurreun periodo intermedio que explica la tran-sicin entre la medicina hipocrtica y elflorecimiento de la alejandrina. De ah quese conozca esta etapa como periodo posthi-pocrtico. En esta poca se desarrollan lasescuelas mdicas en el sentido que le daLain Entralgo al trmino "autoafirmacin re-flexiva y crtica". El pensamiento aristotlicose utiliza como instrumento intelectual yfundamento cientfico. Conceptos aristotli-cos tan elementales ahora como naturaleza,

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  • causa y movimiento o cambio mantendransu vigencia durante milenios. La Lgica deAristteles sera posteriormente consagradacomo instrumento u "organon" por Galeno.Tambin influy en la medicina de esta po-ca la obra biolgica de Aristteles, Sobre laspartes de los animales y Sobre la generacinde los animales, as como la botnica deTeofrasto, discpulo de Aristteles, Sobre ladescripcin de las Plantas, en especial, sutaxonoma vigente hasta el Renacimiento.

    EL HELENISMO ALEJANDRINO

    Durante esta poca la medicina se tras-lada desde las ciudades griegas de la me-trpoli, Asia Menor y el sur de Italia, a laszonas ocupadas por el nuevo imperio, fun-damentalmente a Alejandra, capital delEgipto ptolomeico.

    Alejandra haba sido fundada en la costade Egipto por Alejandro Magno, artfice de launificacin helnica, tras la pugna entre lasdistintas ciudades estados. La medicina viveen esta ciudad un periodo de gran esplen-dor, particularmente hacia el 300 a.C. y seconvierte en centro de formacin de los me-jores mdicos que ejercern posteriormenteen Roma, razn que explica que se mantu-viera la lengua griega, y en Bizancio.

    Las nuevas circunstancias polticas, so-ciales y econmicas favorecen el cambio deescenario. En el ao 280 a.C. Ptolomeo ha-ba fundado el Museum de Alejandra, unafundacin interdisciplinar con fines docen-tes e investigadores. Este centro haba sidoinspirado por Demetrio de Faleron, miembrodel Liceo, por lo que la orientacin de lanueva fundacin segua siendo aristotli-ca. Sin embargo, el Museum pretenda con-trarrestar la influencia de las escuelas ate-nienses de ideologa antimonrquica. Ptolo-meo II Filadelfo fund posteriormente la Bi-blioteca, cercana al Museum que lleg a con-tar con varios centenares de miles de vol-menes y con un gran nmero de copistas, loque la convirti en el centro ms prestigiosoe importante de su poca. Su gran rival erala Biblioteca de Prgamo, fundada por Eu-menes II en el siglo II a.C. Por estas circuns-tancias la lengua griega se convierte en len-gua de cultura y en ella se expresa tambinla prestigiosa medicina helenstica del mo-mento.

    La medicina del periodo alejandrino tuvouna vertiente escolstica, representada por

    Serfilo de Calcedonia, desde una posturaantiaristotlica y antihipocrtica, y porErasistrato de Ceos, ambos interesados porla anatoma. La otra vertiente emprica, encontra de las prcticas anatmicas de cad-veres, se dedic al estudio de la farma-cologa, la toxicologa, la ciruga y al comen-tario filolgico de los textos hipocrticos decontenido clnico y quirrgico. Dentro deesta tendencia se escribieron varios comen-tarios sobre los textos del Corpus Hippocra-ticum, que consistan en una mera acla-racin de los trminos, a diferencia de lalectura crtica que realizaron Serfilo y Era-sistrato. Esta labor lexicogrfica y termino-lgica tuvo una gran trascendencia comopodemos constatar en el comentario deApolonio de Citio al tratado hipocrtico"Sobre las articulaciones" (S. I a.C), texto enel que adems de parafrasear el contenido,se ilustra con figuras. Posteriormente unmdico bizantino del S. IX copi este texto loque propici que se convirtiera en una delas pocas obras mdicas alejandrinas que seconservan completas.

    Cuando en Alejandra creci el odio entrejudos, cristianos y alejandrinos, (450 d.C.)los judos comenzaron a traducir obras delgriego al hebreo; algunos fragmentos de es-tas traducciones se encuentran en el Cdicede Asaf Harof. Algunos mdicos judos setrasladaron a Edessa, Nisibis y Gondisha-pur y contribuyeron a que la ciencia griegallegara al sirio-arameo a travs de sus tra-ducciones.

    LA POCA ROMANA

    Tras la muerte de Alejandro Magno suimperio sucumbe y cae as en poder delImperio Romano que lo convierte en provin-cias. Roma ampla sus lmites y se convierteas en heredera y difusora de la culturafilosfica y cientfica de los griegos. La hege-mona cultural del Imperio Romano es unaconsecuencia de la expansin y el dominiode Roma por la mayora de los territorios delcentro y sur de Europa a los que se uneEgipto. Cronolgicamente el Imperio Roma-no se sita entre el S. I a.C. y el siglo VI d.C.

    As pues, en el siglo I a.C. los romanos seapoderaron de los territorios griegos y exten-dieron su dominio por Egipto y por los terri-torios del Mediterrneo oriental, a los que sehaba extendido la cultura helenstica, fun-damentalmente centrada en Prgamo y An-tioqua que rivalizaban con Alejandra por la

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  • primaca cientfica. La antigua medicina ro-mana era muy primitiva, por lo que, en bre-ve tiempo, se impuso la griega en los nuevosdominios romanos. En un primer momentolos mdicos griegos fueron trasladados aRoma como esclavos, pero muy pronto fue-ron llegando libremente a esta ciudad enbusca de mayores ganancias. Hasta finalesde la Antigedad casi todos los mdicos fue-ron de procedencia helnica y la lengua dela ciencia y de la medicina continuaba sien-do la griega.

    Para nuestros propsitos histrico-lingsticos es de destacar la prdida deesplendor de la Escuela Mdica de Ale-jandra, as como la destruccin de suBiblioteca, hechos que favorecieron el des-plazamiento a Roma de una serie de m-dicos griegos con experiencia y conoci-mientos, a partir del siglo I a.C. Por otrolado, la presencia de la teora mdicahelnica en Roma se ve favorecida por lainfluencia de la cultura griega en Sicilia y enel sur de Italia.

    Mdicos griegos significativos de estapoca fueron Asclepades de Bitina (91 a.C),Ateneo de Atalea, fundador de la escuelaneumtica que deriv hacia el eclecticismo yRufo de feso. El eclecticismo mdico fuedominante a partir del S.I d.C. mostrandosu oposicin a toda sistematizacin cerraday su preferencia por aspectos clnicos comopodemos comprobar en la obra de Soranode feso que estudi en Alejandra y ejercien Roma a finales del S.I d.C. De las treintaobras que se le atribuyen se conservan laGynaekeia y Sobre las enfermedadesagudas y crnicas, obra traducida al latnen el S. IV por el mdico Celio Aureliano. Laestructura de la Gynaekeia (causas de lasenfermedades y tcnicas para tratarlas;descripcin de las afecciones ginecolgicas;cuidados del recin nacido y breve resumende las enfermedades infantiles) se mantuvohasta el Renacimiento a travs de uncomplejo proceso de transmisin durante laEdad Media. Otro mdico de esta poca,Areteo, destaca por sus descripciones decuadros clnicos como frenitos, mana, me-lancola, que mantuvo su vigencia hasta lanosologa moderna.

    Tambin en este periodo, el latn semantuvo en un segundo plano como lenguacientfica ya que la mayor parte de las obrasse escriban en griego. El nico texto latino

    importante de esta poca De medicina deAulio Cornelio Celso (S. I d.C.) forma partede una enciclopedia de todo el saber yparece ser segn Kudlien (J. M. Lpez Pi-nero, 1995, 24) que se trata de una traduc-cin y recopilacin de textos de diferentesautores griegos. Otro texto de la poca es-crito en latn es Compositiones medicae, co-leccin de recetas de un nivel muy inferior alos escritos en griego.

    En Roma encontramos a Celso en el sigloI d.C, autor de De re medica, impreso en1478, y a Galeno de Prgamo, ambos degran influencia en pocas posteriores, espe-cialmente durante el Renacimiento.

    Mencin especial merece la obra de Gale-no de Prgamo por tratarse de la culmina-cin sistemtica de la medicina antigua ymantener su autoridad durante quince si-glos, hasta la medicina renacentista moder-na. Galeno, de origen griego, realiz un co-mentario y actualizacin del Corpus Hippo-craticum.

    Su obra, conservada slo en parte, con-siste en una reelaboracin de la medicinagriega y de la alejandrina a la que se unenlas aportaciones de los profesionales roma-nos y la propia contribucin de Galeno, den-tro de un mtodo influido por la filosofaaristotlica. Su doctrina mdica se mantuvovigente durante muchos siglos y, con la re-cepcin y aceptacin de los grandes mdicosrabes como Avicena, contribuy decisiva-mente al legado ms importante del mundoclsico en los tres grandes mbitos de laEdad Media: Bizancio, el Islam y la Europacristiana. Esta obra se imprimi por primeravez en Venecia en 1490 y en la misma ciu-dad en 1525 en su versin original.

    En Galeno encontramos pues la tradi-cin hipocrtica, el pensamiento de Platn yAristteles, los enfoques contrapuestos dediferentes escuelas y sus propias contribu-ciones. De todos estos elementos hay quedestacar la aplicacin de la lgica aristo-tlica como elemento necesario para dotarde rigor cientfico a la medicina.

    En la Baja Antigedad la trayectoria de lamedicina clsica sigui un curso diferenteen el Imperio Romano de Occidente y en elde Oriente, con consecuencias para latransmisin de los conocimientos helens-ticos del Medioevo. El distanciamiento entreel Imperio Romano de Oriente y el de Occi-dente a partir del ao 395 se evidencia en elhecho de que mientras la cultura griegaretrocede en occidente quedando la lengua

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  • griega restringida a pequeos ncleos, en elImperio Romano de Oriente contina man-teniendo su hegemona.

    Durante los siglos III y IV los mdicosgriegos fueron abandonando Roma por loque la medicina qued, en muchos casos,en manos de legos latinos de escasa for-macin. Entre sus publicaciones hay quemencionar el Liber medicinales de QuintoSereno Samnico y Medicinae ex oleribus etpomis de Gargilio Marcial, basados en loscaptulos sobre medicina de la NaturalesHistoria de Plinio, resumidos y provistos deun prlogo contra los mdicos: Plinii secundiiuraris de medicina libri tres. Estos textossirvieron de fuente en la medicina mons-tica medieval.

    Por el contrario, en esta misma pocadestacan los escritos de una serie de m-dicos nmidas en frica Menor. Sus obras,escritas tambin en latn se basan en Sora-no. El mdico ms importante de la BajaAntigedad latina fue Celio Aureliano, tra-ductor del tratado de Sorano Sobre las en-fermedades agudas y crnicas. Esta produc-cin nmida constituy el punto de partidapara los textos mdicos de la Italia ostro-goda y la Espaa visigoda, como la obra deCasiodoro y la de San Isidoro de Sevilla, loque explica el planteamiento metdico de laAlta Edad Media latina.

    En Oriente encontramos dos imperios ri-vales: el Imperio Persa y el Imperio Bizan-tino, antiguo Imperio Romano de Oriente.En Alejandra, a finales de la Antigedad, lalengua vehicular era el griego. En otras zo-nas orientales se empleaba el siraco, prin-cipalmente en la zona turca que serva deasentamiento a los nestorianos, en Siria yen Egipto, como lo atestiguan las traduccio-nes de textos griegos al siraco. Esta labordebi plantear los problemas derivados de laconfrontacin entre una lengua indoeuro-pea, la griega, y otra semtica, en particularen la reproduccin de afijos, palabras com-puestas, modos y tiempos verbales etc.

    El Imperio Romano de Oriente, por elcontrario, se heleniz progresivamente apartir de su escisin del occidental en el ao395, hecho que repercute en la lengua de lacultura que continu siendo el griego. Elcentro mdico ms prestigioso sigui siendodurante estos siglos Alejandra. En el S.III lacorriente dominante fue la metdica bajo lainfluencia de Sorano. En el siglo siguienteGaleno pas a ocupar un primer plano atravs de Zenn de Chipre, que reuni y

    orden la labor del maestro de forma similara lo que se haba hecho con los escritos deHipcrates en la poca de los Ptolomeos.

    Oribasio de Prgamo, discpulo de Zenn,residi gran parte de su vida en Constan-tinopla y escribi una compilacin de la pro-duccin de Galeno, con referencias de Ate-neo, Arqugenes, Posidonio etc.: Synagogai ocolecciones mdicas, posteriormente resu-midas en una Sinopsis. Estas dos obras sin-tetizadas sirvieron como punto de partidadel galenismo medieval, primero en Bizan-cio y despus en el Islam, tras las versionesdel griego al rabe, y por ltimo en Europaoccidental cuando los textos mdicos grie-gos, helensticos, bizantinos e islmicos fue-ron traducidos al latn.

    II. PERIODO DE RECEPCIN YADAPTACIN CREADORA:

    BIZANCIO Y EL ISLAM

    Tras el periodo conocido como Antige-dad, encontramos los restos de lo que habaconstituido el Imperio Romano fraccionadoen tres grandes reas geogrficas, polticas,religiosas, culturales y lingsticas: Bizancioy el Islam, en un primer momento, y la Eu-ropa cristiana, posteriormente.

    Bizancio surge como consecuencia de ladivisin del Imperio Romano decretada porTeodosio. En el Imperio Bizantino predo-min la tradicin helenstica mezclada coninfluencias orientales posteriores. El siglo VIes la poca de mayor esplendor bajo el do-minio de Justiniano I. Los mdicos ms des-tacados del Imperio, Oribasio, Aecio de Ami-da, Alejandro de Tralles, se limitaron a rea-lizar una labor de compilacin del legadorecibido en antologas. Debido a la predica-cin del cristianismo algunos padres ale-jandrinos y capadocios intentaron adaptarel saber mdico a la nueva religin inicin-dose as el culto a San Sebastin y a lossantos Cosme y Damin. Consecuencia delcristianismo fue tambin la creacin de losprimeros hospitales: el que fund Basilio deCesrea (370-379) sirvi de ejemplo paraotras instituciones de este tipo en diversasciudades del Imperio.

    A partir de los centros culturales sirios seinicia desde el siglo II d.C. una intensa emi-gracin cultural hacia el este europeo. Nisi-bis y Edessa fueron centros importantes eneste proceso de transmisin ya que all setradujeron los nestorianos al sirio el CorpusHippocraticum. En el ao 489 los emigrantes

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  • nestorianos fueron expulsados de Edessa yencontraron refugio en el Imperio Persa deSassanidan donde fundaron una escuelamdica siguiendo el ejemplo alejandrino co-nocida como Academia Hippocratica.

    La gran civilizacin islmica tiene susorgenes en la unificacin de las numerosastribus rabes nmadas a travs de la predi-cacin religiosa de Mahoma. En el siglo VIIel Islam a travs de las conquistas de otrosterritorios ocupa ya una gran extensin des-de el sur del continente indostnico, AsiaMenor, Egipto, el norte de frica llegandohasta la Pennsula Ibrica. Por lo tanto, yaen tiempos de Ornar el Islamismo se habapropagado por las zonas de Persia, Siria, Pa-lestina, Egipto y Alejandra y mostr unagran capacidad para asimilar y refundir lacultura y los conocimientos cientfico-mdi-cos de los distintos pueblos conquistados:griegos, persas e hindes. Pero, en el cursode sus conquistas el Islam inicia un procesode apropiacin y asimilacin del legado cul-tural antiguo al que incorpora sus propiasaportaciones en el campo de la medicina,fundamentalmente en las provincias del Im-perio Bizantino, donde se haba conservadomejor la tradicin cientfica helnica. Bag-dad era en el siglo VIII la capital del impe-rio, lugar en el que se utilizaban las lenguasrabe, griego, siraco, pehlevi y copto. En unprimer momento se realizaron traduccionesdel griego al siraco y del siraco al rabe,posteriormente, en el siglo IX la lengua departida fue el griego y la de llegada el rabe.

    H. Schipperges (Lain Entralgo, 1972,p.183) distingue tres etapas dentro de lamedicina islmica: un primer periodo de re-cepcin (ao 700 al 900) en el que los ra-bes se apropian de manuscritos griegos,iranes e hindes utilizando como lenguavehicular el sirio y el hebreo; un segundomomento de asimilacin (ao 900 a 1150)durante el cual la cultura clsica se ve in-crementada con la creacin de importantesmdicos rabes y un tercer periodo de es-tancamiento (1150 a 1500) en el que la otro-ra medicina rabe se paraliza y sucumbe.

    El primer contacto de los rabes con elsaber mdico helnico parece tener sus ra-ces en la siguiente ancdota: el Califa al-Mansur cay enfermo en Bagdad y al no po-der ser atendido satisfactoriamente por nin-gn mdico rabe mand llamar al mdicocristiano-nestoriano Girgis bn Gibril, direc-tor del Hospital de Gondishapur, que logrcurar al califa. En agradecimiento el califa

    mand traducir las obras de Hipcrates,Dioscrides, Aristteles y Galeno.

    Sea leyenda o no, lo cierto es que a me-diados del siglo IX los rabes conocen ya alos grandes clsicos: Aristteles, Galeno y elCorpus Hippocraticum.

    Como ya se ha mencionado, en una pri-mera fase los rabes se limitan a asimilar latradicin cientfica clsica llevada a cabopor nestorianos, griegos, judos y persas he-lenizados y refugiados en Siria y Persia. Unbuen nmero de estos eruditos se refugia-ron en Bagdad, la primera capital del Islam,donde acometieron la traduccin del siracoo del griego al rabe de las obras ms im-portantes de la medicina antigua: Galeno,Hipcrates, Oribasio, Pablo de Egina etc.Bagdad, creada por al-Mansur (754-775) ydesde finales del siglo VII capital centrali-zada de los musulmanes, se convirti engran centro cultural, propiciado por ser lu-gar de encuentro entre las culturas persa eindia, bajo el dominio de Harem al-Rasid(789-809) y de su sucesor al-Ma'nun (813-833). En esta ciudad tuvo lugar una intensalabor de traduccin desde el griego, siraco ypersa a la lengua rabe, utilizndose comoprocedimientos lxicos o bien el prstamo:sir. mawtono, r. mawtan, o epidemia; gr.hippiatros, sir. byatra, r. baytara o hipia-tra; gr. kephalikos, r. kifal o ceflico; gr.melancola, r. malankhuliya o melancola; obien de traducciones a palabras rabes yaexistentes asignndoles un nuevo significa-do: gr. dodeka, r. itna' ashar (duodeno) gr.sstole, ar. Inquibad (sstole). La lengua ra-be se vio as enriquecida no slo a nivellxico sino tambin morfosintctico, segnM.B.Gutirrez Rodilla (1998, 51) de quien hetomado estos ejemplos.

    Msargawayh, traductor judo vierte aqual rabe las Pandectas del sacerdote ale-jandrino Aaron; Ibn Muqaffa traduce tam-bin textos mdicos y el mdico indioMikna, textos del snscrito al rabe. Desta-can en este crisol de civilizaciones y lenguasla tolerancia intelectual de que dan mues-tras, por ejemplo, el gran filsofo de la me-dicina rabe al-Kind, al-Frb y Averroes.El primero de ellos muestra su postura decompromiso cuando afirma: "No deberamosavergonzarnos de reconocer la verdad yaceptarla venga de la fuente que venga, in-cluso aunque nos haya sido proporcionadapor generaciones antiguas y pueblos extra-os...Yo me baso en las citas completas delo que los antiguos escribieron sobre el te-

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  • ma, y, adems, en contemplar todo lo queno dijeron totalmente, segn nuestra lenguarabe, las costumbres de nuestros das ynuestra propia capacidad", cita que, de noconocer su procedencia, muy bien se podraatribuir a los traductlogos de las postrime-ras del siglo XX comienzos del XXI.

    Esta postura intelectual refrendada porotros no se consolida hasta la fundacin dela Escuela de Traductores en la Casa de laSabidura por parte del gran traductor sirioHunayn bn Ishq, gracias a sus excelentesconocimientos de la lengua griega.

    A al-Ma'nun se debe la fundacin enesta ciudad de la Biblioteca Real, el Baytal-Hikma o Casa de la Sabidura, importantecentro de erudicin. El mdico personal delcalifa Hunayn bn Ishq diriga all a unequipo de traductores, siguiendo criteriosfilolgicos totalmente actuales: Su mtodode traduccin consista en partir de unaserie de manuscritos griegos, cotejarlos ycorregirlos con el fin de obtener un texto cr-tico de partida, que a su vez comparaba conlas correspondientes traducciones sirias.

    Hunayn tradujo a Galeno cambiando laantigua versin literal por una tcnica com-pleja de confrontacin que le permiti afian-zar la terminologa.

    El mismo Hunayn explica el mtodo se-guido en su traduccin en Sobre los nom-bres mdicos, citando a Aristteles. Los tra-ductores de Bagdad indudablemente se-guan criterios filolgicos modernos ya queinvestigan sistemticamente los manuscri-tos griegos, los confrontan y los enmiendanpara lograr un texto correcto que, poste-riormente, se comparaba con la traduccinsiria.

    El propio Hunayn se encargaba de dic-tarles a sus colaboradores las enmiendaspara iniciar a continuacin la traduccin alrabe. En ocasiones, se llegaba incluso aarabizar los nombres de griegos y romanoseminentes, como Empdocles que aparececomo Ibn Duqlis, y es latinizado posterior-mente con el nombre de Abrucalis; la mismasuerte corrieron Hipcrates y Galeno.

    All se tradujeron gran cantidad de textosmdicos y de Ciencias Naturales a pesar deque los manuscritos griegos de que partanlos traductores no carecan de fallos, por loque se produjeron algunas interpretacioneserrneas, ante todo debido a los textos in-termedios sirios. Adems de manuscritosclsicos de Lgica, Metafsica, Retrica yPotica se tradujeron obras de Filosofa Na-

    tural y textos de medicina de Galeno, Ar-qugenes, Rufo de feso, Oribasio, Alejandrode Tralles y Pablo de Egina.

    La labor de los traductores se vio tam-bin favorecida por la ocasin de aprenderde sus prisioneros de guerra chinos la tc-nica de la produccin de papel, de formaque esta tcnica redund tambin en la or-ganizacin de la biblioteca. Otros traduc-tores rabes reconocidos fueron Hunayn bnIshq (877), su hijo Ishq bn Hunayn (911),Yahy bn Ad, Isa bn Zur'a, Ab Bisr Mattabn Ynus, Tbit bn Qurra al Harrn yQusta bn Lq al-Balabakk, que traduje-ron o corrigieran traducciones anteriores deAristteles, Dioscrides, Euclides, Galeno,Nicols de Damasco, Platn, Plotino, Procloy Ptolomeo entre otros.

    La segunda etapa de la medicina islmi-ca constituye un momento de gran esplen-dor en el que destacan figuras como AliAbbas, Rhazs y Avicena; los hispanora-bes Abulcasis, Avenzoar y Averroes y losjudos Isaac Iudeus y Maimnides, con or-genes muy diversos: Rhazs y Avicena pro-ceden de Persia; Alfarabi era turco; Abulca-sis y Averroes, hispano-andaluses; Hunaynbn Ishq perteneci a la secta de los nes-torianos y Maimnides e Isaac eran judos.El elemento en comn entre todos ellos erala lengua, "la sangre roja que fluye por elorganismo de las ciencias", en palabras deal-Beruni.

    AH Abbas es autor de un tratado generalde medicina que posteriormente sera tradu-cido al latn por Constantino el Africano yque goz de gran estimacin entre los m-dicos cristianos.

    Rhazs (865-925) fue el clnico islmicoms importante y tambin su obra fue tra-ducida posteriormente al latn, Liber medi-cinales ad Almansorem.

    Avicena (980-1037) fue el transmisor delpensamiento mdico galnico a la Europamedieval mediante una recopilacin y orde-nacin de los saberes mdicos que muestrala influencia de Aristteles y que fue tradu-cido al latn con el nombre de Canon medi-cinae, transliteracin y adaptacin de la pa-labra rabe quanun, que significa norma,ley, "regula". Se trata de 1000 folios sobrepatologa general y especializada, terapu-tica, para el que sirvi como base metodo-lgica la obra de Aristteles. Este Canon deAvicena se ha utilizado hasta el siglo XVIIIen las universidades europeas. Encontra-mos en la terminologa mdica varios con-

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  • ceptos que tienen su origen y su primeraverbalizacin en lengua rabe: amgdala,tonsille o Mandeln; trax, caja torcica oBrustkorb; orificio uterino, ostium uteri oMuttermund; vula o Gaumenvorhang; rimapudendi o Schaumspalte, etc. adaptados otraducidos posteriormente a otras lenguas.

    Avicena concibe la medicina como "scien-tia conservandi sanitatem et curando infir-mitatem", cuyo "genus" es la fisiologa y sumateria la patologa y la terapia. El mdico o"artifex" (lat. medicus) concurre a partir definales del siglo XII con el "physicus".

    Otros mdicos rabes destacados fueron:Abulcasis, autor de un texto quirrgico;Averroes, filsofo y mdico; Avenzoar, clni-co; Isaac Iudeus que se ocup de las fiebresy del examen de la orina y Maimnides delque conservamos unos Aforismos sobre hi-giene y diettica.

    Como podemos comprobar, los rabesenriquecieron la medicina de la poca conuna gran variedad y cantidad de aporta-ciones propias, entre las que cabe destacar:la ciruga general y la especializada en oftal-mologa, la teraputica, el estudio de la vi-ruela por parte de Rhazs, Avenzoar y Mai-mnides; la farmacologa a travs de unatraduccin de Dioscrides al rabe y de va-rias botnicas mdicas, entre las que des-tacan la del hispano-rabe Ibn-al-Batar.

    Entre las fuentes auxiliares para esta la-bor cabe destacar el catlogo Fihrist de Ibnal-Nadim (987), el diccionario al Quifti(1249) y la Historia de la Medicina de IbnUsaybi'a (siglo XIII).

    El auge de la botnica mdica se debe ala dilatada extensin territorial del Islam y alas rutas comerciales. Asimismo debemos ala medicina islmica la utilizacin de aguastermales y fuentes medicinales con fines te-raputicos, el cuidado por la higiene perso-nal, la cosmtica y las normas dietticas(Maimnides), modelo de los divulgados porla Europa medieval.

    Los rabes separan las profesiones demdico y cirujano e inician las asociacionesy los gremios entre estos profesionales.Importante es tambin resaltar una organi-zacin hospitalaria en la que adems se im-partan enseanzas. Entre estos hospitalescabra destacar el Gran Hospital de Bagdadfundado por Rhazes en el siglo X.

    El papel que desempe el eslabn rabeen la cadena transmisora del saber mdicode la Antigedad fue decisivo. B.M.Gutirrez

    Rodilla (1998,55) presenta un esquema sin-ttico en el que podemos observar cmo elrabe recibe el legado mdico de lenguas tandispares como el griego, siraco o el chino,directamente o a travs del snscrito, copto,persa y hebreo en forma de traducciones.Posteriormente, como veremos ms adelantese realizaran traducciones del rabe al latny a algunas lenguas romances, y del rabe alas leguas romances a travs del latn. Asse prolong durante toda la Edad Media lle-gando hasta el siglo XVII, en las ms pres-tigiosas universidades europeas: Pars, Pa-dua o Salamanca. En sus bibliotecas seconserv, entre otros volmenes, la "Isago-ge" o Introductio de Johannitius, nombre la-tinizado del mdico rabe o cristiano siriodel S.IX Hunayn bn Ishq, escrito en rabepero siguiendo una fuente griega del S.II, el"Mikroteckn" o lo que es lo mismo, el "Arsparva" de Galeno en versin latina. Se tratade algunos ejemplos de medicina griegatrasvasada por medio del sirio al rabe, yposteriormente latinizada.

    3. PERIODO DE RECEPCIN,COMPILACIN Y ASIMILACIN DE 1A

    MEDICINA GRECO-RABE ENOCCIDENTE

    La va fundamental de transmisin de losconocimientos mdicos de la Antigedad almundo occidental son las traducciones, enespecial, en las zonas de contacto entre lasculturas cristiana y la rabe: La Italia meri-dional y Espaa, que atrajeron a gran n-mero de estudiosos de otras zonas euro-peas, como a Abelardo de Bath a quien en-contramos en Sicilia, confluencia de cultu-ras griega, rabe y latina.

    Los mdicos italianos de la Baja EdadMedia se pusieron en contacto con las fuen-tes griegas antiguas de las bibliotecas bizan-tinas a travs de viajes a Constantinopla ydescubrieron los focos bizantinos del sur deItalia donde tambin se mantena la presen-cia griega. El contacto de los italianos concientficos e intelectuales bizantinos, que apartir del siglo XIV se instalaron en Italia,particularmente en Florencia, contribuytambin a favorecer este proceso de trans-misin.

    Parece ser que hasta el siglo XI se lleva-ron a cabo traducciones libres con el fin deque el texto terminal fuera lo ms claro einteligible posible. A partir del siglo XII las

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  • traducciones pretendan ser ms fieles aloriginal, momento en el que el flujo de tra-ducciones de textos mdicos del griego al la-tn fue incrementndose hasta llegar a unmomento incluso de saturacin, a pesar delescaso nmero de cientficos con conoci-mientos de la lengua de partida e incluso dela de llegada, y de la profunda separacin f-sica y cultural del mundo latino y el bi-zantino.

    Una caracterstica esencial de estas tra-ducciones directas del griego al latn era laestricta fidelidad al texto original. En el sigloXII Burgundio de Pissa hace especial hinca-pi en que las traducciones sean "de verboad verbum", mtodo recogido en el siglo XIVpor Nicols de Regio "nihil addens, minuensvel permutons".

    Entre los principales traductores de lapoca destaca el propio Burgundio de Pissa(1110-1193) que tradujo los Aforismos hipo-crticos y diez escritos galnicos siguiendo,como queda dicho, un mtodo literal perotambin un acercamiento crtico al textoque facilita el posterior enjuiciamiento delcontenido traducido.

    Pietro d'Abano (1250-1316), otro traduc-tor italiano, tradujo los Problemata deCassio (siglo III), complet la traduccin deMtodo medendi ad Glauconem iniciada porBurgundio y la de los tratados De locisaffectis, De optima nostri corporis compo-sitione, De cholera nigra, De sectis, De in-genio sanitatis etc.

    Nicols de Regio (1280-1350) se ocupde la traduccin intensamente entre el ao1308 y 1345. Fueron en total cincuenta yseis obras mdicas: veintisis de Galeno,cuatro del Corpus Hippocraticum, dieciochopseudo-galnicas, ocho de un autor no iden-tificado y el Recetario de Nicols Myrepsos.Su traduccin ms importante fue el exten-so texto de Galeno De usu partium, queconstituye un hito en la historia de la ana-toma y de la medicina.

    A partir del siglo XIV los monarcas y losprncipes italianos as como algunos parti-culares adquirieron para sus bibliotecas pri-vadas manuscritos mdicos griegos. Entreellos destacan Roberto de Anjou, AndrnicoIII o el mdico Giovanni Noto Siciliano.

    LA ESCUELA DE SALERNO

    En el sur de Italia, confluencia de las cul-turas griega, rabe y latina y con clara in-

    fluencia bizantina, destaca la Escuela deSalerno, de orgenes y temprano desarrollodesconocidos. Una leyenda muy significativacuenta que en Salerno se reunieron cuatromdicos para fundar una escuela: un griego,un judo, un rabe y un cristiano.

    El elemento griego se explicara por laexistencia de la cultura helenstico-bizan-tina, lo que posibilitaba el contacto perma-nente con la antigedad. El conocimiento dela lengua griega se mantuvo gracias a lasrelaciones comerciales y culturales con Bi-zancio, incluso desde los tiempos de los lon-gobardos.

    Sabemos tambin que desde mediadosdel siglo X encontramos mdicos judos enSalerno, entre los que destaca Sabattai benAbraham, conocido como Donnollo.

    La influencia rabe comenz ya desde elsiglo VII-VIII, ya que el sur de Italia se en-contraba en esa poca bajo control pol-tico musulmn. Ya desde el siglo X-XIdebi conocerse en Salerno la Isagoge deJohannitius que se mantuvo vigente en lasuniversidades europeas hasta el siglo XVI ensu versin latina.

    El cuarto componente cristiano-latino esevidente por la presencia de la cultura mo-nacal en esta poca. En este caso se explicapor los contactos entre Salerno y Monte-cassino, mantenidos a travs de un monas-terio benedictino cercano a la ciudad ita-liana.

    Entre los siglos X y XI encontramos en elCollegium Hippocraticum salertino el Passio-narius Galeni, difundido con el nombre deGarioponto o Warbod, cuyos orgenes se en-cuentran en el pseudo Galeno, en el Aure-lius y el Escolapius, y en otras recopila-ciones de fuentes bizantinas y de finalesde la Antigedad. Mencin especial merecetambin la Natura hominis de Alfano (1058-1078), considerada como ampliacin de unatraduccin del Premnon physikon griego, delobispo Nemesio de Emesa. Del mismo autores la Summa Pulsum o De pulsibus tractatusarchiepiscopi Alphani, obra basada en Era-sstrato y Asclepades y en algunas fuentesbizantinas.

    Alfano representa el eslabn entre la an-tigua tradicin siria y la tradicin mdicaconservada en el monasterio de Montecassi-no. A travs de l se ponen en contactoGaleno y la Regula Benediciti pronto exten-dida tambin a la medicina rabe a travsde Constantino el Africano, sabio droguero ycomerciante, de origen africano que haba

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  • viajado por Oriente durante decenios dondetom contacto con la medicina rabe y aquien posteriormente sus viajes le llevaron aSalerno. Constantino el Africano tom estenombre despus de una estancia de dosaos en el Monasterio de Montecassino don-de se haba convertido al cristianismo. Alltradujo, coment y recopil una treintena deescritos rabes, entre los que destacan elKitb al-Malki de 'Ali bn al-'Abbs, llamadoPantegne, el Viaticum de Ibn al-Gazzr y losLibri universalium et particularium diaeta-rum de Isaac IudeusComo consecuencia de esta labor la escuelaadquiere gran auge en el siglo XII, pocaen la que se la conoce como Alto Salerno enla que destacan una veintena de persona-lidades que representan la tradicin greco-rabe. La biblioteca de la escuela se va in-crementando de forma que hacia el ao1150 se dispona ya de toda la Lgica y granparte de la Filosofa Natural de Aristteles, yde gran parte de las obras de Hipcrates yGaleno debido a la mediacin de los rabesRhazs, Avicena, Abulcasis y al-Farabi.

    La primera traduccin de Constantino,quien se considera a s mismo como coa-dunator, o compilador, parece ser El Liberurinis que procede del autor rabe Ishq bnSulaimn al Isrll, conocido en la EdadMedia como Isaac Iudaeus. La Materia me-dica de Galeno, adaptada anteriormente porHunayn bn Ishq fue traducida con el nom-bre de Isagoge in artem parvam y de nuevotraducida en Toledo en el siglo XII. El LiberPantegni de Ali bn al-Abbas es tambin unatraduccin de Kitb al-Malak. En el ao1127 Esteban de Antioqua reproduce estaobra con el nombre de Regalis dispositio,mejorando la traduccin anterior. JuanAflacio, discpulo de Constantino, reelabortambin un compendio de la misma obracon el ttulo de Liber aureus.

    Otra obra reconocida por Constantino elAfricano como traduccin es el Viaticum cu-yo autor habra sido Ibn al Gazzr. Estaobra ya haba sido traducida en el ao 1124del latn al hebreo y en el ao 1259 Mosesben Tibbn la traduce en esta ocasin delrabe al hebreo. Este ltimo traductor lereprocha a Constantino haber abreviado yalterado ciertos fragmentos.La crtica de infidelidad con el texto originalperdur durante bastante tiempo, aunquerecientemente parece haber sido matizadacon el argumento de que, a pesar de lasomisiones, vierte el sentido del texto.

    El corpus constantinano parece manifes-tar una cierta voluntad de helenizacin ma-nifiesta en algunos ttulos (Isagoge, Pan-tegni); dentro de su gran obra echamos demenos grandes figuas como Rhazs o IbnSina. Sus traducciones se centran en el ga-lenismo alejandrino y en algunos autoresdel norte de frica.

    Constantino introduce en su obra unaserie de trminos nuevos transcritos delrabe como mery (r.man) o esfago; nucha{r.nukha) o mdula; siphac [x.sifaq] operiton; zirbus (ar.tharb) epiplon, etc. quedesaparecieron a lo largo de la Edad Media,pero de los que en algunos casos quedantestimonios como en pia mater y dura mater,procedentes del rabe al-umm al-raqiq y al-umm aljafi, respectivamente.

    Ms cortas son las traducciones de unaOftalmologa de Hunyan bn Ishq, y un es-crito sobre la melancola de Rufo de Efesoadaptado por Ishq bn Amrn.

    La Articella es obra tambin de la Escuelade Salerno; se trata de una Ars medicinaebien estructurada, considerada hasta el si-glo XV obra representativa de la medicinaconstantiniana. Tuvo mucha importancia enSalerno y fue tambin decisiva en la primi-tiva enseanza de las facultades dentro delStudium Generale. El Corpus contiene en laprimera versin la Isagoge de Johannitius,el antiguo comentario In artem parvam Ga-leni, el Prognsytikon de Hipcrates, el escri-to sobre la orina de Tefilo, el del pulso deFilareto y el Liber diaetarum. Ms tarde seaadieron los Aforismos de Hipcrates yparte del Canon de Avicena.

    Benvenuto Graffeo recoge la Oftalmologade Hunayn bn Ishq y recopila textos rabesen una Practica oculorum, proseguida porotros mdicos provenzales.

    En Ginecologa hay que mencionar unacompilacin annima, Trotula de passioni-bus mulierum, recopilacin del siglo XII ba-sada en Constantino el Africano, y atribuidaa una mujer, la seora Trott. Dentro de estaobra encontramos ya una Cosmtica en laque se habla de maquillajes, tintes y de tra-tamientos "anti-aging,"si se me permite elanacronismo lingstico en este laberinto delenguas y culturas que es la historia de latraduccin.

    Desde comienzos del siglo XII la obra deConstantino el Africano, especialmente larefundicin de la Articella, comienza a irra-diarse por Europa, especialmente por las es-

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  • cuelas franconas y anglosajonas y hacia1140 la encontramos ya en Toledo.

    En la Escuela de Salerno enseaban pro-fesores griegos, latinos, rabes y hebreos,cada uno en su lengua. El gran mrito de laEscuela de Salerno consiste en presentar unfondo terico mdico ms elaborado que elque se vena practicando en el occidentemedieval, basado exclusivamente en cua-dros clnicos, reglas para determinar eldiagnstico, recetas y regmenes dietarios.Se trata de una medicina operativa emp-rica sin base terica. Oribasio, por ejemplo,presenta una serie de descripciones de en-fermedades y de remedios sin aportar lateora fisiolgica subyacente.

    Caracterstico de la Escuela de Salernoes el mtodo del comentario, origen del Cor-pus medicinae Salerni genuino.

    La Escuela de Chartres, contemporneade la de Salerno, importante centro del es-tudio del hombre y su mundo, con dedica-cin especial a la medicina y la msica, seconvirti en centro de gravitacin de lasobras rabes traducidas por Constantino elAfricano, en receptculo de todas lascorrientes de su poca, en ncleo de cris-talizacin y de irradiacin, sirviendo depuente entre Toledo e Inglaterra, Pars ySalerno, Oxford y Montpellier, debido a laatraccin que ejerca entre los estudiosos dela poca, procedentes de los ms variadoslugares.

    Una de las figuras ms destacadas, Gui-llermo de Conches cita en su Phosophiamundi la Isagoge y el Pantegni,donde se uti-lizan las palabras proa y popa en el sentidode parte anterior y posterior del cerebro pa-ra la localizacin de las facultades mentales.

    La Isagoge y el Pantegni de Constantinoel Africano suponen un precedente de laestructura de la enseanza de la medicina,ya que se basan en la teora y la prcticamdicas, que habra que remontar a Arist-teles (Tpicos VI 1; MetafisicaII,l), teora de-sarrollada por Macrote y Boecio. La novedadconsiste en la aplicacin de este esquema acampos del saber especficos.

    LAS ESCUELAS DE TRADUCTORES ENESPAA: TOLEDO

    Indudablemente, no slo en Toledo se reali-zaron traducciones durante la Edad Media,pero s es cierto que parece haber sido elcentro ms importante o, al menos, el mejorestudiado. Las primeras traducciones delrabe al latn se realizan a mediados del

    siglo X en la Marca Hispnica. Se trataba detextos largos que se presentaban como res-menes de obras orientales, en los que noconstaba ni el nombre del autor, ni el deltraductor. Los centros dedicados a la tra-duccin en la Espaa medieval son nume-rosos, posiblemente debido a la confluenciapacfica y tolerante entre hebreos, rabes ycristianos, y se extienden por la zona orien-tal y central. Destacan Vie y Santa Mara deRipoll, que ya en el siglo X contaba con grannmero de manuscritos, que recogen la tra-dicin heredada de San Isidoro de Sevillainjertada en la ciencia musulmana, y a don-de acude Gerberto de Aurillac (967-969) aestudiar la ciencia rabe. Otros centros deinters son Logroo, Tarazona, donde ejer-ci Hugo de Santalla; Barcelona que conta-ba con traductores como Abraham barHiyya o Platn de Tivoli; Segovia, y antetodo, Toledo.

    La ciudad ibero-romana de Toletum per-maneci en poder de los musulmanes desdeel ao 711 hasta el 1085 fecha en la que fuerecuperada para los reinos cristianos porAlfonso VI, lo que explica el status que al-canza el rabe como lengua de la ciencia.Ello no supuso ningn obstculo para queconvivieran en esta ciudad con los mismosderechos, rabes, judos y cristianos, queaprovechaban el gran nmero de manus-critos all conservados y sus conocimientospara dedicarse al estudio de la ciencia y delas letras.

    Segn H. Schipperges (1972,235), el ra-be se mantuvo hasta el siglo XII como lalengua de los intelectuales, hecho que pro-pici la llegada a esta ciudad de estudiososprocedentes de los ms variados lugares enbusca de obras cientficas rabes. En estapoca la escuela de traductores cuenta conmuchos y brillantes fillogos. Por razonespolticas y culturales, la zona del sur deFrancia no fue ajena al proceso traductor deToledo.

    Toledo vivi dos grandes etapas comotransmisora cultural: la primera se iniciaentre 1130 y 1140 y la segunda transcurredurante entre los aos 1160 a 1185 bajo elmecenazgo de Alfonso X el Sabio.

    El primer grupo de traductores estuvocapitaneado por Domingo Gundisalino ainstancias de Raimundo de Sauvetat en susinicios y posteriormente apoyado por el ar-zobispo Juan de Toledo sucesor de Rai-mundo en el cargo. Entre los componentesde esta "socci y adiutores translations o

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  • cooperatores et interpretes" destacan los ju-dos Salomn y Avendehut, identificado co-mo Juan Hispalense, ms tarde (1140-1145)se unieron a esta colectividad Roberto Kre-tense y Germn Dlmata, originario este l-timo de Corintia y procedente de Chartres yPars donde haba estudiado.

    Las particularidades lingsticas de Tole-do, donde, como queda dicho, predominabael rabe como lengua de ciencia, supusie-ron inicialmente un obstculo para la com-prensin de los textos latinos y griegos, apesar de que la lengua franca de los inte-lectuales era el latn. Sin embargo, los tra-ductores medievales carecan de modelospor no contar con obras escritas en estalengua, razn por la que, en muchasocasiones, tuvieron que innovarla. Otro tan-to ocurra con el desconocimiento del griegoque dio lugar a curiosas traducciones y re-trotraducciones: gr. ureter, r. al-habib, lat.alhaleb, que algn traductor no experto enla materia y deseoso de eliminar el arabis-mo, tradujo como vena veridis, lo que diolugar a la "vena verde". Tomo esta cita y lasiguiente que reproduzco textualmente deB.M.Gutirrez Rodilla, 1998, 57):

    "Los mdicos griegos distinguan dos ti-pos de dolor abdominal, localizados respec-tivamente en los intestinos grueso y delga-do: kolikos (de colon) y eils (de leon), ara-bizados en el siglo IX con las formas qulunyy aylawsus. Posiblemente un judo o uncris-tiano oriental leera la segunda palabraen nominativo (ar. aylawsun, que, en al-guna variedad dialectal se oira cmo algosimilar a eyleson. Esta palabra la relacio-naran con Kyrie eleison (Seor, ten pie-dad!), ayudados por el carcter mortal de laenfermedad (...) Los traductores del rabe allatn entendieron que deban traducir esteclico por el "clico miserere", trmino queha permanecido hasta nuestros das.

    Contra este desconocimiento del latn y elgriego reaccionarn Juan de Garlandia yRobet Bacon en el siglo XIII, lo que no evitque este idioma fuera deteriorndose hastael Humanismo.

    El incentivo para la labor traductora deToledo en su primera fase (1130-1150) fueel proyecto de la traduccin al latn de laobra completa de Aristteles, trabajo acari-ciado ya por Boecio y San Alberto Magno.Dentro de la obra de Aristteles llam espe-cialmente la atencin el escrito De Anima y,especialmente para los mdicos, la Physicadonde hallamos un estudio de la situacin

    del hombre en el cosmos, la relacin en-tre el cuerpo y el alma y otros temas msracionalizados como cuestiones de patologao etiologa.

    Miguel de Escotto (1235) representa unelemento de enlace entre la primera EscuelaToledana y la ciencia italiana en la corte delemperador Federico II de Hohenstaufen,quien haba reunido en su corte del sur deItalia a una serie de hombres de diversasprocedencias: itlicos, anglosajones e hispa-no-portugueses.

    La etapa ms gloriosa de la Escuela deToledo fue sin embargo, la segunda (1252-1285) bajo el reinado del rey Alfonso X elSabio y dirigida por Gerardo de Cremona,que realiz all una gran labor traductora,atrado por la medicina y por la lengua ra-be. Se dice que traduca o transliteraba di-rectamente del rabe y del griego, como po-demos ver en los siguientes ejemplos: gr.phrenitis, r. faranitis; ar.qaranaitis, lat. ka-rabitus o "color en la membrana del cere-bro."; gr.phrenitis, lat. frenesis (locura).

    El vocabulario mdico se fue haciendocada vez ms rico y preciso con el empleo detrminos griegos y rabes, hasta el punto deque en el siglo XIII aparece una obra de Si-mon de Gnes, Sinnima o claws sanitatis,diccionario consagrado en gran parte a lamedicina.

    En este grupo se increment el nmerode especialistas judos y mozrabes, comoGalippo y Marcos de Toledo que volvi atraducir la Isagoge de Johannitius, con elpropsito de investigar la obra de Galeno enla tradicin rabe. Mencin especial mereceDaniel de Morley, un anglosajn desilusio-nado de los estudios de Pars que lleg aToledo con la intencin de estudiar, comotantos otros, la medicina rabe. Despus dedejarnos en Toledo el Liber de naturas infe-riorum et superiorum, regres a Inglaterrapara colaborar en la recepcin anglosajonadel nuevo Aristteles.

    La recepcin de las obras mdicas de laEscuela de Toledo recoge a travs de ver-siones sirio-rabes los comentarios de Gale-no a los Pronsticos y al Regimen acutorumaegritudinum de Hipcrates. De nuevo setraduce la Isagoge de Hunayn bn Ishq a laque se aade el comentario de 'Ali bnRidwn. Asimismo se traducen y se comen-tan los Librii ad Almansoren de Rhazs, quegozan de gran difusin durante los siglos XIIy XI, especialmente el Liber nonus adAlmansorem, que fueron editados en Miln y

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  • Venecia en 1480 y 1500, respectivamente.Un siglo ms tarde, Farg bn Slim tradujola obra fundamental de Rhazs, al-Hw,con el ttulo Continens. El Quanun de Avi-cena fue traducido al hebreo por Natn ha-Meati en 1269. Este Canon medicinae con-siderado como una compilacin de la medi-cina helenstica en lengua rabe se mantuvocomo libro bsico durante los siglos XVI yXVII. Los Cntica Avicennae o Urgza fit-tibb poema didctico sobre el arte de cu-rar, que haba sido ya comentado porAverroes, fue traducido por Gerardo de Cre-mona y posteriormente al latn por Armen-gaudus Blassi, maestro de Montpellier.Igualmente se traduce la Materia medica deDisocrides, que haba alcanzado ya grandifusin en la cultura rabe. A los Simpliciade Galeno se le aaden algunos textos delLiber de medicinis et cibis simplicibus de Ibnal-Wafid, mientras que para los Compositase parte de el Medicinarum compositarumgradibus investigandis de al-Kind.

    Destacan tambin las traducciones deGuillermo de Moerbecke a partir de textosgriegos de Aristteles y las de Nicols deRegio de la obra latina de Galeno.

    En el campo de la ciruga se selecciona laSinopsis de Abulcasis. Los textos quirrgi-cos del Alto Salerno se comparan ahora conla terminologa de Gundisalvo.

    Las versiones arbigo-latinas de Toledoadolecen de ser muy literales. Los trminosrabes suelen aparecer transliterados en la-tn, lo que supone un enriquecimiento lxi-co. Por otro lado, parece ser que los erroresde las traducciones se deben ms a unamala lectura que a una mala interpretacin.No hay que olvidar que en la segunda etapade Toledo slo se han documentado dieci-siete arabistas.

    A finales del siglo XII la sistemtica cien-tfica de Aristteles sirve de base tambinpara la Medicina, dividida en Terica y Prc-tica, que en los albores del siglo XII se inclu-ye en los Studium Generale de las incipien-tes universidades. La medicina alcanza ellugar ms destacado entre las Naturalia, si-guiendo el orden de importancia de Gundi-salvo, que a su vez, tendra sus orgenes enun compendio alejandrino que nos trasmiteal-Frb. A este lugar destacado de la me-dicina contribuyeron los modelos rabes deAvicena, al-Frb y al- Kind, refrendadospor autores occidentales como Boecio,Casiodoro y San Isidoro de Sevilla.

    4 . PERIODO DE RESTAURACIN YASIMILACIN CRTICO-SINTTICA: EL

    HUMANISMO RENACENTISTA

    El periodo conocido como Renacimientoabarca los siglos XV y XVI. Durante estapoca aparecen una serie de caractersti-cas, en todos los mbitos de la relacin delhombre con el cosmos y con su propiaforma de entender la realidad, que venanfragundose ya en Italia desde siglos ante-riores. Las novedades alcanzan a todas lascircunstancias del hombre en el mundo, pe-ro fundamentalmente el elemento desenca-denante va a ser el antropocentrismo, laconfianza del hombre en sus propias facul-tades cognitivas a travs del descubrimientode la realidad y de la experimentacin, lafuerza motriz de toda la serie de cambiosque caracterizan a esta poca.

    En el mbito intelectual y como conse-cuencia del factor desencadenante mencio-nado cabe destacar los siguientes aspectos:la prdida de valor del legado manipuladopor versiones, comentarios, compilaciones,traducciones y retrotraducciones de las au-toridades clsicas, sometidas en este mo-mento a un proceso de reconstruccin, delegitimidad y de crtica por parte de los hu-manistas; la observacin y experimentacindirecta de la naturaleza, que posibilita elespritu crtico y abierto a lo nuevo con res-pecto al legado greco-rabe recibido; el pro-greso tcnico ligado a una burguesa plena-mente configurada que sustituye a la noble-za medieval y acta en las ciudades dondeel feudalismo ha sido sustituido por unaeconoma de mercado. Ello dar sus frutosen la invencin de la imprenta, tcnica im-portantsima para la difusin de la cultura,hasta el punto de que en cincuenta aos seeditan ocho millones de libros en Europa. Lasecularizacin del sabio, como consecuenciade la emancipacin de la lgica con respectoa la teologa y del objeto de estudio: Las an-tiguas universidades italianas sitan ahoraen lugar preeminente la Medicina y el Dere-cho, en lugar de la Teologa medieval. Nomenor importancia tiene en este cmulo decambios un hecho histrico definitivo: lacada de Constantinopla en poder de los tur-cos, hecho que desencadena la huida a Ita-lia de una serie de sabios con los manus-critos custodiados en el antiguo Bizancio.Este hecho va a facilitar la labor de loscultos humanistas en su tarea de recupe-racin del saber clsico, no exento de cr-

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  • ticas a las autoridades. Por ltimo hay quemencionar el nacimiento de las naciones ycon ello la identidad nacional de los sabios yla recuperacin de las lenguas vernculasque, poco a poco irn sustituyendo al latnen algunas publicaciones. En este sentidohabra que recordar a Theophrastus Bom-bastus von Hohenheim (1493-1541), el pol-mico y nacionalista mdico alemn comodesafo a la tradicin consagrada, conocido,por esas ironas de la historia, como Para-celsus. Parece ser que el primer texto deanatoma en una lengua vulgar sera el deChauliac, escrito a principios del siglos XIVen cataln y posteriormente traducido allatn.

    No obstante, todo lo mencionado ante-riormente tiene como resultado la aparicindel mdico humanista, erudito, polgrafo,con amplios conocimientos de la lenguagriega. Esta nueva figura ser la responsa-ble de las nuevas versiones latinas acompa-adas de comentarios crticos, fundamen-talmente, en torno a dos figuras funda-mentales Hipcrates y Galeno, pero sin ol-vidar a otras autoridades clsicas de ampliadifusin durante el Medioevo. A la tendenciapurista y a la labor de reconstruccin con-cienzuda de los mdicos humanistas habraque atribuir su voluntad de eliminar los tr-minos rabes o de procedencia rabe del vo-cabulario mdico, as como la vuelta al grie-go debido los excesivos comentarios latinos,no siempre oportunos, y a la degeneracinde esta lengua.

    En ocasiones hay que atribuir la dispa-ridad de los trminos actuales a la coexis-tencia de antiguos trminos diferentes engriego, latn y rabe. Es el caso de las amg-dalas o anginas, cuyo nombre griego era pa-risthmia o antiades y el latino tonsillae, quedio en castellano tonsila. En rabe, sin em-bargo se conoca como al-lauz (almendra)que fue traducido al latn literalmente comoamygdalus, forma en la que se conoce encastellano, francs (amygdale), italiano(amgdala) e incluso en ingls y alemn(Mandel), como sinnimo de los trminosms cultos: tonsil y tonsilla.

    A pesar ,o quiz, debido a toda esta acu-mulacin de trminos, la alfabetizacin, laimprenta y la consiguiente difusin de librosen ferias como las de Frankfurt, Leipzig,Medina del Campo o Lyon, as como la fa-cilidad de contar con una terminologa acu-ada de forma uniforme hicieron que ellatn se convirtiera en lengua franca.

    Las versiones impresas ms antiguas, se-gn Snchez Granjel, (Lain Entralgo, 1972,tomo 4, p.32-37), son las Articella salertia-nas o escritos en latn en los que se reco-pilan diversos autores clsicos, que incluyenel Corpus Hippocraticum, los Aforismos concomentarios de Galeno, algunos libros delas Epidemias, los Pronsticos y algunostextos galnicos y de Johannitius. La Arti-cella fue publicada por primera vez en Pa-dua en 1476 y posteriormente entre 1483 y1500 aparecieron cinco ediciones ms enVenecia.

    El Corpus Hippocraticum fue estudiado ycomentado en Italia por Lorenzo Laurenzianiy Nicol Leoniceno, y traducido al latn porFabius Calvus. De l se hizo una primeraimpresin en Roma en el ao 1525 y un aoms tarde apareci en Venecia el texto engriego.

    Durante el siglo XVI los mdicos italianosrealizaron versiones crticas comentadas en-tre las que cabe destacar las de Giam-battista da Monte o Montanus, Expectatissi-mae in Aphorismos Hippocratis lectiones(1553-1554) y la de Marsilio Cagnati, InHippocratis aphorismorum secundae sectio-nes XXIV commentarius( 1591).

    Especial mencin merece Jernimo Mer-curiale (1530-1606) que fue profesor suce-sivamente en ciudades como Padua, Bolo-nia, Pisa, Viena, donde coincidi con Maxi-miliano II, y Roma en tiempos de GregorioXIII, y que llev a cabo una autntica crticafilolgica con el fin de determinar la auten-ticidad de los textos del Corpus Hippocra-ticum. A l le debemos una edicin de Hip-crates aparecida en Venecia en el ao 1588,con marcado carcter crtico: Opera quaeextant graece et latine. Veterum codicumcollationes restitua novo ordine in quattuorclasses digesta, interpretationis latinaeemendatione & scrwolis illustrata. Ya conanterioridad, en 1584 haba aparecido otraobra del traductor comentarista con el su-gestivo ttulo de Censura operum Hippo-cratis. No debemos olvidar la labor clnica deeste autor que se manifiesta en sus trata-dos: De morbis puerorum (1584); De pesti-lentia (1577) y De arte gymnastica .

    Tambin Girolano Cordano sigui la l-nea de Mercuriale con comentarios crticosa varios textos de Hipcrates.

    Entre los mdicos humanistas francesesencontramos a Jacques Houllier (Hollerius)a quien debemos las obras Magni Hippo-cratis coaca praesagia (Lyon, 1576J y In

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  • aphorismos Hippocratis commentarii septem(Paris, 1579); a Louis Duret, autor deCommentair sur le six premires sections desaphorismes d'Hippocrate; Interpretationes etenarrationes in magni Hippocratis coacaspraenotiones, opus admirabile in tres librostributum y In magni Hippocratis librum dehumoribus purgandis... commentarii.

    Anuncio Foes o Fosius, discpulo deHoullier nos presenta en 1595 la edicin cr-tica Opera omnia quae extant. In VIII sec-tiones ex Erotiani mente distributa. Nunc re-cens latina interpretatione & ennotationibusillustrata, considerada como la ms valiosahasta que apareciera la greco-francesa deLittr en el siglo XIX. En 1588 aparece laOeconomia Hippocratis alphabeti serie dis-tincta.

    Johannes Hagenbutt o Cornarus realizaen 1546 una traduccin de Hipcrates com-parando diversos manuscritos.

    Leonhard Fuchs traduce las Epidemias ylos Aforismos que aparecen en Basilea en1537 y 1544 respectivamente.

    A Theodor Zwinger le debemos la edicinde Tabulae in XXII commentaries Hippocratisnee non sententiae insignes Hippocratae perlocos communes digestae" aparecida en Ba-silea en 1579.

    En el mbito hispano-portugus cabedestacar a Francisco Valles que presentasus versiones y comentarios en espaol olatn. Entre ellos se cuentan: Comentarios alos Aforismos (Alcal 1561); Commentarain morbis Prognosticum Hippocratis (1567),Commentaria in libros Hippocratis de rationevictus in morbis acutis (1569), In librosHippocratis de morbis popularibus, sobre lasepidemias (Madrid, 1577); Cristbal de Ve-ga que realiza una traduccin comentadade los Aforismos (1562) as como el LiberPrognosticarum Hippocratis (1551) y Luis deLemos, autor destacado por haber realizadovarias versiones galnicas y de Aristteles ypor el estudio crtico para determinar laautora de los escritos reunidos en el CorpusHippocraticum, basndose en el anlisis delos textos objeto de estudio y en la tradicinde los primeros comentaristas. Fruto de es-ta labor es su obra Iudicium operum MagniHippocratis, aparecido en Salamanca en1588 y en Venecia, en 1592.

    Gabriel de Trrega (1522), Benedicto Busta-mante Paz (1550) y Ambrosio Nez (1603)se ocuparon de los Aforismos mientras queEnrique Cuellar (1543), Juan Bravo (1578),

    Alonso Lpez Pinciano (1595 y Rodrigo deFonseca (1597) estudiaron el Pronostico.

    Por lo que respecta a la recuperacin dela obra de Galeno cabe destacar que la pri-mera versin latina apareci en Venecia en1490 y la griega en la misma ciudad en1525.

    Entre los mdicos humanistas que seocuparon de su obra figuran los italianosNiccol Leoniceno con los textos In artemparvam Galeni explanationes (Venecia,1544; Lyn, 1556); In libris Galeni sententialibri V (Vene-cia, 1554) y De morbis e Galenisententia libri V (Venecia, 1581). GiovanniFilippo Ingrassia es autor de Galeni ars me-dica (1573) y de In Galeni librum de ossibusdoctssima et expeetatissima commentara...Palermo, 1603).

    En Francia contamos tambin con unaplyade de autores dedicados a la recons-truccin y comentario de la obra de Galeno.Entre ellos merecen especial mencin Sym-phorien Champier o Camperius, autor de uneptome de la obra de Galeno en 1511;Jacques Houllier que contribuye a esta la-bor con su obra Ad libros Galeni de com-positione medicamentorum secundum locosperiochae octo.

    En Oxford y procedente de Italia encon-tramos a Tomas Linacre, fundador del RoyalCollege of Physicians, a quien debemos lasobras De sanitate tuenda libri sex (1526), Detemperamentis, et de inaequali intemperielibri tres (1549) y De naturalibus facultatibuslibri tres (1550).

    John Kaye o Cajus edit Galeni de tuen-da valetudine libri sex (Basilea, 1549) y unlibro cuyo ttulo habla por s slo: Cl. GaleniPergameni libri aliquot graeci partim hacte-nus non visi, partim a mendis, quibusscatebant innumeris ad vetustssimos codi-ces repurgati, et sua integritati restitutiannotationibusque ilustrati.

    Leonhard Fuchs es autor de Claudii Ga-leni aliquot opera, editado en Pars en 1549;Johann Gnther von Andernach que fueprofesor en Pars, realiz ediciones de Ga-leno, Hipcrates, Alejandro de Tralles, Pablode Egina y Polibio de Cos.

    A Theodor Zwinger pertenece la obra Ta-bula et commentarius in artem medicinalemGaleni ejusdemque librum de constitutioneartis medicae, editado en Basilea en 1561.

    Espaa se sum a esta labor de recupe-racin de la medicina clsica con los si-guientes autores: Andrs Laguna a quien

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  • debemos De urinis (1535); Epitome OmniumGalera Pergameni Operara (1548) y una obraescrita en espaol Vida de Galeno, publi-cada en Venecia en 1548. Francisco Vallescontribuy con De locis patientibus (Lyn,1551); Galeni ars medicinales commentariis(Alcal, 1567) y Comentara in libros Galenide differentia febrium(Alced&, 1569). Otrosautores espaoles fueron Fernando Mena,Cristbal de Vega, Lpez de Corella, Gerni-mo Murillo y Luis de Lemos.

    Adems de las figuras seeras de la me-dicina, Hipcrates y Galeno, fueron objetode estudio otros clsicos no menos repre-sentativos como Oribasio, Alejandro deTralles, Pablo de Egina, Celio Aureliano oAecio estudiados por Johann Gnther vonAndernach, Guillaume Cop, Cornarus yCristbal de Orozco. Francisco Lpez Villa-lobos y Jernimo Gmez de Huerta se ocu-paron de la obra de Plinio y Jean de laRuelle o Ruellius y Pier Andrea Mattiolli deDioscrides, en especial el ltimo de quien

    apareci una versin latina en Venecia,1554 Pedacii Dioscrides de materia medicalibri VI, y posteriormente otras tres versio-nes en italiano, francs y alemn.

    A Andreas Laguna le debemos una exce-lente versin sobre Dioscrides que intentevitar errores cotejando varios cdices ymanuscritos Pedacio Dioscrides Anazarbeo,que se ocupa de la materia medicinal y delos mortferos (1555).

    Ya en pleno renacimiento sern Fernel yMercado quienes se ocupen de ordenar estesaber mdico heredado con aportacionespropias tanto en el mtodo expositivo comoen los conocimientos que les aporta su acti-vidad clnica. A partir de este momento y dela difusin del legado clsico mdico a lasdistintas nacionalidades europeas podemosdar por terminada esta larga etapa de trans-misin de la herencia greco-rabe y latina ala Europa renacentista en el campo de lamedicina.

    Paloma Garca Bravo

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  • CRONOLOGA DE LAS PRINCIPALES ESCUELAS DE MEDICINA Y CENTROS DETRADUCCIN DESDE EL S. VI a. J.C. HASTA EL RENACIMIENTO

    S. VI a. Cr colonias griegas dispersas: Rodas, Prgamo, Cnido, Cos, Agrigento: "Corpus Hippocraticurr' (griego)132-135 d.Cr. gran diaspora judia: Palestina > Babilonia, Asia Menor, Balcanes, Norte de frica e HispaniaS. I-IV: nestorianos en Antioquia, Damasco (413) y los Balcanes: griego> siriacoS. II Nisibis: griego> siriaco > rabe

    S. II- IV: Alejandra: confluencia de lenguas: hebreo, siriaco, arameo, persa>griegoS, IN-IV: Bizancio: griego rabe

    S. V-VI: Edessa, Nisibis, Gondishapur: griego> (siriaco)>rabeS. Vlll-IX Bagdad: confluencia de lenguas: griego, siriaco, pehlevi, copto; griego>siriaco>persa>rabe;griego>rabe

    S. Vlll-X: griego, siriaco, chino>snscrito, copto, persa> rabe

    S. VIII: Crdoba (presencia rabe y hebrea): griego>rabe>latnS. X: Marca Hispnica (Vie, Sta. Maria de Ripoll, Logroo, Tarazona, Barceona, Segovia): rabe * latnS. X -XII: Salerno (presencia hebrea): griego> rabe> latnS.X-XII: Chartres

    S- XI-XIII: Toledo (presencia hebrea): rabe> hebreo> latinS. XIII Montpellier (presencia hebrea): rabe> griego> hebreo> latnS. XIV: Padua y Viena

    S. XVI: mayor movilidad demogrfica {ferias, universidades) y difusin de textos,(imprenta): griego? latn > lenguasmodernas.

    CampoLogo:

    CampoTexto: HIERONYMUS. Nm. 11. Paloma GARCA BRAVO. Las trad...