XI Seminario de RedMuni -...

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1 XI Seminario de RedMuni: “Repensando la Agenda Local” 18 y 19 de octubre de 2012. Universidad Nacional Arturo Jauretche Título de la ponencia: “El problema de la movilidad urbana y las respuestas del sistema político administrativo en la Ciudad de Córdoba”. Nombre de los autores: López, Silvana Raquel y Tecco, Claudio Alberto Pertenencia institucional: Instituto de Investigación y Formación en Administración Pública (IIFAP). Universidad Nacional de Córdoba Correo electrónico: [email protected] , [email protected] Eje temático: Los nuevos dilemas de las urbanizaciones en municipios

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XI Seminario de RedMuni:

“Repensando la Agenda Local”

18 y 19 de octubre de 2012.

Universidad Nacional Arturo Jauretche

Título de la ponencia: “El problema de la movilidad urbana y las respuestas del

sistema político administrativo en la Ciudad de Córdoba”.

Nombre de los autores: López, Silvana Raquel y Tecco, Claudio Alberto

Pertenencia institucional: Instituto de Investigación y Formación en Administración

Pública (IIFAP). Universidad Nacional de Córdoba

Correo electrónico: [email protected] , [email protected]

Eje temático: Los nuevos dilemas de las urbanizaciones en municipios

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1. Introducción

La demanda de movilidad1 asociada al modelo difuso de urbanización requiere que el

Estado desarrolle una red vial, cuya existencia retroalimenta la utilización masiva del

automóvil individual como medio principal de transporte.

En el caso particular de la ciudad de Córdoba, la dispersión urbana se acrecentó a partir

de la década de 1990, ocasionando el incremento de las distancias que la población

transita, una mayor dependencia del vehículo privado para hacerlo y también mayor

costo de operación del transporte público de pasajeros, debido esto último a que la

demanda que atiende es cada vez más dispersa.

Según el último Censo Nacional de Población y Viviendas, en el año 2010, Córdoba

tenía 1,3 millones de habitantes, habiéndose contabilizado entonces 347.663 autos y

144.882. De la relación de estos datos surge que la tasa de motorización de 2,7

habitantes por vehículo de uso particular. Por otra parte, la Municipalidad de Córdoba

registra un incremento de 40.572 unidades en el parque de vehículos particulares entre

2009 y 2010.

Las consecuencias de esta evolución son previsibles: los vehículos que circulan en un

mismo espacio y unidad de tiempo superan la capacidad de la red vial existente para

soportarlo, ocasionando cada vez mayor congestión. El vehículo particular no es sin

embargo una solución al alcance de todos los habitantes: niños, ancianos, personas con

capacidades diferentes y gran parte de la población de bajos recursos económicos

quedan al margen de este tipo de solución pero, además, son afectados por las

externalidades negativas que el automovilismo provoca. Es por ello que, la promoción

del transporte motorizado individual discrimina a grandes sectores de la población,

facilitando la movilidad de unos a costa de restringir la de otros. Por lo antedicho, las

políticas de movilidad urbana no pueden ignorar la importancia del automóvil como

“modelador de ciudad” y los desafíos que plantea su uso creciente en materia de

consumo recursos energéticos y contaminación ambiental.

Los denominados “estudios de transporte” se basan, generalmente, en la elaboración de

matrices que muestran el origen y el destino de viajes realizados en distintos modos de

movilidad. Este tipo de estudio es muy útil para planificar un sistema del transporte,

pero cubre una parte de la demanda real: la de los viajes efectivamente realizados; sin

1 Siguiendo a R. Montezuma (2000) utilizamos el concepto de “movilidad urbana” por considerarlo más

amplio que transporte: ofrece una perspectiva de los individuos en su realidad socioeconómica y espacial (edad, género, categoría sociolaboral). Aborda no sólo la persona que se desplaza, sino también a la que no lo hace por distintos motivos

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embargo, no refleja todos aquellos viajes que podrían haber sido realizados si la oferta

de transporte hubiese sido distinta en algún sentido (Hernández, et.al 2011). Por eso es

necesario complementarlos con estudios de movilidad, entendida como la capacidad de

la personas para moverse en el espacio geográfico y social. En tal sentido, Kaufmann,

Bergman y Joye (2004) reelaboran la noción de movilidad formulando el concepto de

“motilidad”2, entendido como la potencialidad de ser móvil con independencia de si un

desplazamiento físico es llevado a cabo o no. En la propuesta de estos autores, el

potencial de movilidad estaría condicionado por tres atributos: (a) el acceso a medios y

grados de movilidad (access to different forms and degrees of mobility), (b) las

competencias para reconocer y hacer uso de los accesos (competence to recognizeand

make use of access) y (c) las capacidades de apropiación (appropriation) y la voluntad

de los agentes (Kaufmann et. al, 2004:750).

“Apropiación refiere a cómo diferentes agentes (personas, grupos, redes o instituciones)

interpretan y actúan con relación al acceso y a las habilidades reales o percibidas. La

apropiación está conformada por las necesidades, planes, aspiraciones y percepciones

de los agentes, y se relaciona con las estrategias, los motivos, valores y los hábitos.”

(Kaufmann et. al, 2004:750)

Visto de este modo, la movilidad cotidiana puede explicarse por la capacidad de

moverse o no moverse y por el la voluntad o la necesidad de hacerlo. Por un lado debe

considerarse la capacidad económica de la que cada sujeto dispone para acceder a

diferentes medios de movilidad, pero también debe tenerse en cuenta la capacidad física

de las personas, la cual se modifica con la edad. En este sentido, por ejemplo, ancianos

y niños son habitualmente grupos poblacionales con menor capacidad de movilidad. En

cuanto a la voluntad y la necesidad de hacerlo, dependen en gran parte de la modalidad

de inserción de los sujetos en el mercado de trabajo, de la localización geográfica de las

actividades sociales (productivas, de consumo, etc.) en las que participan y de los

deseos y anhelos que motivan el moverse o el no hacerlo (Jouffe, 2011).

En este sentido es que creemos que las políticas de servicios públicos son de especial

relevancia en materia de construcción de ciudades más equitativas, inclusivas y

sostenibles. Entendemos los servicios públicos como la oferta de ciertos elementos para

2 Motilidad es un término que se utiliza en las ciencias naturales para referirse a la habilidad de los seres

vivos moverse espontánea e independientemente. El uso que se le da en los estudios de movilidad urbana

es una más de las tantas analogías biologistas en las ciencias sociales. Más allá del término utilizado, lo

que se rescata es el significado del concepto, en cuanto a los diversos factores que condicionan (facilitan

o dificultan) la movilidad de los miembros de una sociedad.

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la satisfacción de necesidades primordiales de la población, así como también una

amplia gama de instrumentos y medios con los que los ciudadanos deben contar para el

desarrollo de su potencial humano, social y económico (Antúnez y Galilea; 2003). De

los servicios públicos, particularmente los urbanos, depende, la capacidad de las

ciudades de producir riqueza y de distribuirla entre sus habitantes (Pírez; 2000).

Muchos de los servicios son consecuencia y condición de la aglomeración de población

y actividades en el territorio y deben ser atendidas en forma colectiva, no sólo por

limitaciones naturales sino que el mismo hecho de la aglomeración obliga a generar, por

ejemplo, procedimientos de traslado de personas y cosas (Pírez; 2000). Tal es el caso

del transporte masivo de pasajeros, objeto de nuestra ponencia. El transporte de

pasajeros, como todo servicio público, constituye un sistema de relaciones sociales entre

actores con roles distintos y articulados, regulados por un sistema normativo (Pírez,

2000:12; Schteingart, 1991: 71). La prestación de un servicio público involucra la

acción de muchos actores que tienden a estructurarse en un proceso de cinco fases: la

política, la planificación, la producción, el seguimiento y la evaluación del servicio.

Los actores poseen diversos recursos (materiales, de información, de coerción,

ideológicos) que respaldan sus decisiones y ponen en juego en su relación con los otros

actores (Ozslak, 2000).

Nos interesa, resaltar, que tal como lo afirma Winchester “… existen ciertas condiciones

–o factores–que sistemáticamente fallan en el desarrollo e implementación de políticas

que apuntan a esta meta (el desarrollo sostenible). Uno de los factores se refiere a la

gobernabilidad del sistema, entendiendo ésta como las características de las relaciones

entre actores (incluyendo cómo es la gestión urbana y la voluntad política), y las reglas

formales e informales del sistema.” (Winchester:2006; 8).

Es por ello que en el marco de las competencias asignadas, y en el contexto de la

creciente urbanización que caracteriza a los países de nuestra región, la aplicación de los

criterios de la sostenibilidad a la planificación y gestión urbanas es un imperativo, más

teniendo en consideración que aún la incorporación de dichos criterios y su integración

a las políticas de desarrollo de las ciudades, en general, no se ha materializado

(Winchester: 2006).

2. El transporte en el contexto regional

Según Thomson (Thomson:2002), el transporte urbano representa un costo elevado para

América Latina. El transporte urbano de rutina, en las ciudades de más de 100 000

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habitantes, cuesta aproximadamente 3½% del Producto Interno Bruto (PIB), mientras

que el costo del tiempo consumido en efectuar estos viajes, que no se contabiliza en el

PIB, equivale a un 3%. Estos costos van en aumento, a raíz de consideraciones tales

como: (i) la expansión territorial de las ciudades y el consecuente incremento en la

distancia promedio de los viajes efectuados; (ii) la sustitución de medios de menor costo

de operación por persona, como el bus, por otros, más caros de operar, como el

automóvil, y; (iii) la mayor congestión, que aumenta las demoras y los costos de

operación de los vehículos. Además, de acuerdo a los resultados de las encuestas en

hogares, las familias de mayores ingresos realizan un número mayor de viajes.3

Desde comienzos de la década de 1990, en la región, la mayor demanda de transporte y

uso vial ha conducido a un aumento de la congestión, las demoras, los accidentes y los

problemas ambientales en las grandes ciudades de la región. El uso de automóviles es la

causa principal de la contaminación en las ciudades. Si bien el transporte público es aún

el medio básico que usa la población urbana para desplazarse, la generalización del uso

de automóviles privados por parte de los sectores de ingresos altos y medios ha afectado

la calidad de los servicios de transporte público y aumentado seriamente la congestión.

La expansión urbana descontrolada también está planteando desafíos a los sistemas

viales y de transporte, particularmente en lo que concierne a su viabilidad económica y

sus efectos regresivos (en términos de tiempo, costo y acceso) sobre los sectores

urbanos pobres. Además, la contaminación del aire afecta gravemente la salud de más

de 80 millones de habitantes de la región, causando la pérdida de alrededor de 65

millones de jornadas de trabajo. También es la principal causa de unos 2,3 millones de

casos anuales de insuficiencia respiratoria crónica en niños, así como de más de 100.000

casos de bronquitis crónica en adultos (CEPAL, 2001). La contaminación del aire es

causada por las emisiones de fuentes que pueden ser fijas (industria) o móviles

(automóviles, transporte) (Winchester: 2006).

3. La problemática de la movilidad en la Ciudad de Córdoba

La ciudad de Córdoba es la capital de la Provincia y posee, según los datos del último

Censo Nacional de Población y Vivienda, una población de más de 1.330.000

3 Thomson, I. Impacto de las tendencias sociales, económicas y tecnológicas sobre el transporte público:

una investigación preliminar en ciudades de América Latina. Serie Recursos Naturales e Infraestructura

Santiago de Chile, marzo de 2002. Nº 41. CEPAL.

6

habitantes4 (más del 40% del total poblacional provincial); un ejido municipal que

abarca una superficie de 576 km y más de 16.000 manzanas según los datos que surgen

en el año 2008.5 Pero también resulta de especial consideración la posición que ocupa la

ciudad de Córdoba como nodo central de una región metropolitana6, constituida por un

conjunto de localidades situadas fuera de los límites de la competencia territorial de la

ciudad, pero cuya dinámica de funcionamiento condiciona la eficacia, eficiencia y

efectividad de ésta y otras áreas de las políticas públicas municipales. Es en esta ciudad

donde tiene su sede principal el gobierno provincial y sus dependencias, los centros

hospitalarios de alta complejidad que atienden la demanda de la provincia y de

provincias vecinas, universidades nacionales y privadas, etc., lo que imprime a este

centro urbano de una dinámica de funcionamiento altamente compleja cuando se trata

de abordar y resolver la problemática de la movilidad urbana.

Coincidiendo con apreciaciones realizadas por Ricardo Montezuma para otras ciudades

de América Latina (Montezuma 2003:176; Tecco 2011:2), en Córdoba la movilidad

urbana se encuentra principalmente condicionada por los siguientes factores:

1) Crecimiento demográfico.

2) Cambios en la morfología urbana, por conformación de un “archipiélago”

metropolitano.

3) Desarticulación entre forma urbana y sistema de movilidad (excesivo consumo de

espacio urbano para el transporte individual en detrimento del colectivo).

4) Alta centralidad y concentración de actividades en pocos nodos.

5) Segregación residencial socioeconómica.

El actual sistema de transporte contribuye a producir segregación residencial y

fragmentación funcional, aumenta el aislamiento social de sectores sociales ya que

menor movilidad significa menor accesibilidad a oportunidades de trabajo, educación,

salud y servicios en general. Además, el patrón difuso de crecimiento de la ciudad,

4 Censo Nacional de Población y Vivienda 2010. 5 Guía Estadística de Córdoba. Año 2008. Primera Parte. 6 Por región metropolitana entendemos al espacio que se estructura en torno a una ciudad mayor y en el cual los flujos cotidianos de personas, materiales e información son significativos. En este sentido podría

afirmarse que municipios como Malvinas Argentinas (hacia el este), Estación Juárez Celman (hacia el

Norte), Saldan, Villa Allende, Mendiolaza y Unquillo (hacia el Noroeste) forman parte del Área

Metropolitana, por existir contigüidad física entre estos municipios y la ciudad capital; pero además,

considerando el concepto de región metropolitana, localidades como Villa Carlos Paz, Alta Gracia, Río

Ceballos, Río Segundo y Pilar, entre otros, pertenecen a la región. Para más información ver los

resultados del Proyecto de Investigación dirigido por Claudio Tecco y del que la autora formó parte

denominado: “Región Metropolitana Córdoba (RMC): un estudio del Sistema Urbano y de su articulación

a la Red de Ciudades del Cono Sur”. Publicación del IIFAP-UNC. ISBN 950-33-0533-0. Año 2005.

7

resultado de la alta independencia de los operadores inmobiliarios y ausencia de

regulaciones efectivas por parte del gobierno local y de los gobiernos municipales

vecinos a la ciudad, demanda que el Estado desarrolle una red vial, cada vez más

extensa, cuya existencia retroalimenta la utilización masiva del automóvil particular

como medio principal de transporte y mayores costos en los medios de transporte

colectivos, por el aumento de las distancias a recorrer (Tecco; 2011).

La Red Ciudadana Nuestra Córdoba, realizó un estudio que aporta los siguientes datos:

El 46,5 por ciento de los cordobeses elige para movilizarse en la ciudad medios

individuales de transporte, como son los automóviles, motocicletas, taxis y

remises.

El 47,5 por ciento de moviliza en medios colectivos de transporte público

(ómnibus o trolebuses) y apenas el 6 por ciento elige desplazarse en bicicleta o

caminando.

El 64,6 por ciento de los vehículos que circulan son automóviles, los cuales

trasladan en promedio sólo 1,4 personas por vehículo.

En el ingreso al área central, se reduce la frecuencia de los que van caminando o

en bicicleta (2,7 por ciento) y se eleva el uso de medios masivos (50,5 por ciento)

e individuales motorizados (46,8 por ciento).

En los barrios periféricos, el uso de autos particulares, taxis y motos se

incrementa notablemente (53,5 por ciento). Los viajes en bicicleta y caminando

son apenas el 1,9 por ciento, y en ómnibus o trolebús el 44,6 por ciento.

Según información publicada en La Voz del Interior, en el año 2008 se cortó por día un

promedio de 487.397 boletos. Un año después, la cifra bajó a 478.366. En 2010 hubo

otro descenso, hasta una media de 467.076 boletos, y el año pasado llegó a 445.187

pasajes. En el mismo período en que se redujo en 42 mil boletos diarios, el parque

automotor sumó 87 mil autos y 67 mil motos.7 El medio informativo local señala

además que, según datos de la Municipalidad de Córdoba, el parque automotor en la

capital provincial asciende, a marzo pasado, a 643.664 vehículos. A ellos se les suman

más de 57 mil autos y ómnibus que ingresan a diario desde el área metropolitana, y los

miles de motocicletas que hay sin patentar. Por lo tanto, la ciudad recibe en sus calles

más de 700 mil vehículos por día. La cifra tuvo un crecimiento explosivo en los últimos

ocho años. Mientras que en 2003 se sumaron 5.401 nuevos vehículos, entre 2004 y 2011

7 La Voz del Interior. 8 de abril de 2012.

8

el promedio fue de 34.600. El pico fue el año pasado, con 54.439. De ese total, 26.861

fueron autos y 22.640 motos, el resto se divide entre taxis, remises, ómnibus y otros

rodados. Además, entre 2002 y 2012 el parque automotor aumentó 83 por ciento: pasó

de 350.227 vehículos a 643.664. En lo que va de 2012 hay 4.702 nuevas motos

patentadas y 6.084 automotores.8

Ante la contundencia de estos datos, resulta un imperativo evaluar el sistema de

transporte colectivo de pasajeros en función de la problemática general de la movilidad

urbana (e interurbana) de la ciudad y, formular lineamientos generales de políticas en

consecuencia.

4. El marco institucional formal de la política de transporte

La Constitución de la Provincia de Córdoba otorga autonomía institucional a los centros

urbanos que obtengan la categoría de ciudades; tal es el caso de la ciudad de Córdoba,

que en el año 1995 sanciona su primera Carta Orgánica Municipal, en la cual

encontramos algunas definiciones y pautas orientadoras para las políticas municipales.

El artículo 15 de la C.O.M. establece como deber del Municipio “promover la

planificación integral como un instrumento flexible tendiente a establecer estrategias

de desarrollo local que contemplen los intereses propios, provinciales, regionales y

nacionales. Son sus principales objetivos lograr una Ciudad funcionalmente

equilibrada, integrada y articulada con su entorno metropolitano, ambientalmente

sustentable, socialmente equitativa y con una participación efectiva de sus vecinos”.

En lo referente al tema que nos atañe – el transporte-, la COM establece:

El derecho de los vecinos de la ciudad a acceder equitativamente a los servicios

públicos, participar en su control y gestión y a su protección como consumidores

o usuarios (artículo 9, incisos 8 y 9).

La facultad del Municipio de promover, proyectar y ejecutar las obras de

infraestructura, equipamiento y servicios públicos en concordancia con los

planes de desarrollo urbano y social y coordinar políticas de tránsito mediante

principios de circulación de vehículos y peatones basados en la fluidez, la

seguridad y la salud humana. (artículo 26, incisos 5 y 10).

El deber de protección de los derechos de los consumidores y usuarios de bienes

y servicios en relación a su salud, su seguridad y sus intereses económicos,

8 Íbidem .

9

además de la promoción de una información adecuada y veraz, la educación para

el consumo, la participación de asociaciones de consumidores y usuarios, la

libertad de elección y condiciones de trato equitativo y digno (artículo 35).

La obligación por parte del municipio de garantizar la prestación de los servicios

públicos necesarios y asegurar las condiciones de regularidad, continuidad,

generalidad, accesibilidad y mantenimiento para los usuarios. Establece la

posibilidad de brindarlos directamente por el Municipio o por terceros según

criterios de eficiencia y calidad, de conformidad a la reglamentación efectuada

por las Ordenanzas (artículo 38).

La creación de entes de control de la prestación de los servicios públicos de

competencia municipal, con participación de los usuarios (artículos 109 a 112).

El Sistema de Transporte de Pasajeros la ciudad de Córdoba actualmente está regulado

por la Ordenanza Nº 10.366/2001 (Transporte Urbano Masivo de Pasajeros por

Automotor), la Ordenanza Nº 9.747/1997 (Transporte Público Urbano de Pasajeros

mediante Tracción Eléctrica "Trolebuses") y la Nº 12.076/20129 que, desde el 30 de

agosto del corriente año regula el servicio de transporte urbano de pasajeros el

ordenamiento del servicio público de transporte colectivo de pasajeros.

A los efectos de este trabajo, en cuanto al marco institucional formal, vamos a

caracterizar el marco institucional formal vigente hasta mediados del año 2012, la

producción actual del servicio y, posteriormente, señalaremos las principales

modificaciones introducidas a partir de la sanción del nuevo marco regulatorio, ya que,

hasta el momento, la producción del servicio se sigue desarrollando en los parámetros

fijados por la normativa precitada (Ordenanzas 10.366 y 9.147).

4.1. El marco institucional de la política de transporte hasta la sanción de la

Ordenanza Nº 12.076

Normativamente la Municipalidad de Córdoba opta por un modelo de gestión mixto, es

decir, la explotación del servicio bajo el régimen jurídico de la concesión de servicio

público.

Es decir que el gobierno local adopta un sistema de gestión que supone la incorporación

del capital privado en la fase de producción del servicio y conserva para sí mismo, las

fases de formulación de las políticas, planificación, monitoreo y evaluación del sistema,

9 Hasta el 30 de agosto del año 2012, la Ordenanza 5397 de 1968 fijaba el marco regulatorio del servicio.

10

como surge de la legislación vigente. Los servicios siguen siendo considerados como

“públicos” en el sentido de su acceso amplio, no excluyente e implica el intento estatal

de garantizar su acceso y la equidad de su distribución, aun reconociendo la dificultad o

imposibilidad para que los aparatos estatales por sí solos puedan efectivamente

garantizarlo. De esta forma se pretende vincular la orientación pública del servicio con

la capacidad de eficiencia y racionalidad empresaria, que en principio, debe caracterizar

a las operaciones de los actores económicos privados capitalistas en relaciones

competitivas (Pírez; 2000).

Este modelo podría permitir a la vez, un mayor y mejor control público y una mayor

flexibilidad en las respuestas operacionales. Para ello se basa en algunas hipótesis: a)

que conduzca a la universalización en el acceso a los servicios, b) que favorezca una

distribución equitativa de los bienes entre la población y c) que posibilite la

participación conjunta de los actores públicos y privados en la gestión de los servicios

(Martínez Omaña, 1999:214). Es decir que la Municipalidad de Córdoba propone un

modelo que supone que el sector privado comparte la responsabilidad de la gestión

urbana con un sentido que, de alguna manera, debe superar a la simple orientación de

mercado, integrando a ésta en una perspectiva más amplia para el logro de una ciudad

no solamente más productiva sino también más equitativa (Pírez 2000: 54).

La formulación de una política implica la necesidad de una identificación correcta del

problema a abordar; la secuencia lógica indica que para formular la respuesta o proyecto

adecuado al problema detectado y al que la política trata de solucionar, se torna

necesario seguir una serie de pasos, entre ellos, la definición de la población objetivo,

las áreas geográficas que delimitarán el análisis del problema detectado, etc. (Ortegón y

otros 2005). En el caso que nos ocupa, la delimitación del área afectada por el problema

no es tan simple, como ya mencionáramos por el rol que cumple la ciudad en la región

metropolitana y como capital de la provincia; adquiriendo la cuestión de la movilidad

urbana una mayor complejidad institucional (Tecco, 2011), que requiere avanzar en el

abordaje interinstitucional de la misma.

En el caso de la ciudad de Córdoba, se ha definido como área de influencia del

problema el ejido municipal de la ciudad de Córdoba (no acorde a la realidad descripta),

ya que se considera demanda del servicio a “las necesidades o requerimientos de viajes

de la población” (Ordenanzas 10.366 y 9747) y que define como servicio público de

transporte colectivo de pasajeros “el que se realice con aquél carácter, dentro del ejido

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municipal, por un precio, en forma igualitaria y para la generalidad de la población”

(Ordenanza 5397).

Una vez que se ha identificado un problema, es necesario conocer la población asociada

a dicha necesidad y determinar el tipo y cantidad de producto (bienes o servicios)

requerido para su satisfacción (análisis de la población y su estimación actual y futura y

las diferentes características que sean relevantes para el tratamiento del problema). El

análisis de la demanda tiene por objeto demostrar y cuantificar la existencia de

individuos, dentro de una unidad geográfica, que consumen o tienen la necesidad de un

bien o servicio. La demanda es una función que relaciona los hábitos y costumbres, el

ingreso de las personas y los precios de los bienes y servicios (Ortegón y otros; 2005).

Para ello, es imprescindible contar con información sistemática y actualizada. Si bien se

considera demanda del servicio a “las necesidades o requerimientos de viajes de la

población”, la normativa municipal vigente no establece los modos en que se determina

esa demanda; solo se prescribe que la autoridad de aplicación podrá proponer

modificaciones en los servicios en la medida que lo demanden las probadas

necesidades de la población, pero no establece cómo se monitorean esas necesidades y

es más, pone a cargo del concesionario la obligación de evaluar el crecimiento de la

demanda y necesidades del servicio.

Conformando el análisis y determinación de la demanda un aspecto esencial de la

orientación de las políticas del servicio, debiera ser el gobierno local quien, a partir de

metodologías sea el encargado de detectar necesidades insatisfechas (en calidad y

cantidad) y proponer las modificaciones necesarias en virtud de las potestades que en la

relación concedente-concesionario se reserve, sobre todo atendiendo a que la Carta

Orgánica Municipal obliga al municipio a “garantizar la prestación de los servicios

públicos necesarios y asegurar las condiciones de regularidad, continuidad,

generalidad, accesibilidad y mantenimiento para los usuarios”. Los concesionarios,

seguramente actuarán bajo la lógica de la racionalidad económica y sus decisiones se

orientarán mediante un criterio de rentabilidad; es deber del estado preservar y proteger

los intereses de los vecinos tendiendo a lograr, a través de la provisión de los servicios,

la mayor inclusión territorial y social posible.

Para la planificación del servicio se definieron Zonas de Transportes (sectores de la

ciudad conformado por uno o más corredores y entendiendo como corredores a los ejes

estructurantes de la ciudad por el que se canalizan flujos de transporte y que se

caracteriza por alta concentración de viajes). Para una o más zonas, el oferente debía

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presentar una propuesta que debía incluir la “Configuración Técnica de la Red Integral”

con una síntesis de los criterios conceptuales de diseño y características principales de la

propuesta. Es decir que una parte de las condiciones de la producción eran determinadas

por las autoridades municipales y se dejaba otros aspectos a criterio de los interesados

en presentar propuestas, a ser evaluadas por una Comisión integrada por el Secretario de

Infraestructura, Servicios Públicos y Transporte, el Secretario de Economía y Recursos

Tributarios, el Subsecretario de Transporte, el Director de Compras y Suministros y por

dos concejales de la mayoría y un concejal por la primera minoría.

El sistema de Zonas de Transporte preveía la existencia de líneas troncales, líneas

alimentadoras, líneas complementarias (anulares), puntos de transferencia. De acuerdo

al tipo de línea, se consideraba la utilización de tres tipos de vehículos, según la

capacidad de los mismos: de pequeño porte, convencional y de gran porte, con todos los

equipos y accesorios para una correcta prestación del servicio con adecuados niveles de

confort y seguridad para los usuarios, terceros y el menor nivel de contaminación

ambiental.

El gobierno municipal dejó librada a la voluntad de los oferentes una gran parte de la

definición de los productos y de las condiciones de la producción del servicio que si

bien debían ser evaluadas por la Comisión de Evaluación, la composición de la misma

no contempló la participación de áreas municipales estrechamente vinculadas a la

problemática y mostró un marcado predominio de representantes con una lógica

técnica-económica, lo que probablemente tuvo incidencia en la inadecuada

identificación y definición del problema o necesidad a resolver; a la formulación de

políticas y proyectos que, ineludiblemente, no contribuyen a solucionar el problema de

origen, lo cual obliga a las autoridades a sucesivas y hasta contradictorias toma de

decisiones, sin la adecuada información, para dar respuestas a las constantes demandas

frente a un servicio que no es regular, continuo, general y accesible, tal como

obligatoriamente se prescribe en la Constitución Municipal.

Además, el modelo de gestión adoptado –gestión mixta- supone que siempre queda a

cargo de organismos estatales la toma de decisiones sobre la política del servicio, su

planificación, financiamiento, control y evaluación; en el caso de análisis observamos

que este modelo no se ha adoptado en su totalidad, ya que incorpora elementos que se

encuadran en el modelo de la “gestión privada”.

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5. La producción actual del servicio de transporte masivo de pasajeros en la

Ciudad de Córdoba

Hoy, en la ciudad de Córdoba, podemos observar que prácticamente nada de la política

decidida se mantiene en la producción del servicio. Las Ordenanzas que están

legalmente vigentes y que regulan el sistema de transporte urbano de pasajeros, en la

práctica han sido sustituidas por otro sistema que funciona en forma diametralmente

opuesta a lo planificado y que es resultado de sucesivas decisiones, acciones y

omisiones del estado municipal como respuestas a cambios en el contexto y a las

presiones de los otros actores del sistema.

El sistema hoy combina dos modelos de gestión: mixto y estatal, ya que los servicios de

transporte (automotor y trolebuses) son prestados por dos empresas privadas y una

empresa estatal. La empresa privada Ciudad de Córdoba S.A.C.I.F., tiene una concesión

precaria, ya que no resultó adjudicataria en la licitación efectuada en el año 2001 y la

empresa Coniferal S.A.C.I.F, que es la única empresa bajo contrato de concesión

regular (concesionaria desde el año 2001). TAMSE es la empresa municipal que presta

el servicio en varios corredores importantes del TUP, además de prestar el servicio de

trolebuses; fue creada en el año 2002, mediante la Ordenanza Nº 10541, con las

características de una Sociedad del Estado y, según la normativa citada, tendría a su

cargo, transitoriamente y por el plazo máximo establecido, la prestación de los servicios

hasta que el municipio regularizara la situación.

Ello complejiza la situación porque tenemos un servicio de transporte que a la mayor

heterogeneidad institucional que presupone el modelo de gestión mixto, le añade la

gestión del servicio en gran parte de la ciudad a una empresa de carácter estatal que ha

debido hacerse cargo de la prestación del servicio en aquellas zonas de transporte que

no resultaron de interés, por su baja rentabilidad, para los empresarios privados.

Además, la decisión implicó hacerse cargo del personal de las empresas que dejaron de

existir, la necesidad de inversión y financiamiento de la empresa estatal que, en la

actualidad y según datos aportados por los entrevistados, es la que menos relación

pasajeros/kilómetros tiene y mayor cantidad de choferes por unidad de transporte. Es

decir que, a una gestión mixta deficiente por “incapacidades institucionales” del

gobierno local, se suma la clásica gestión estatal “deficiente” que se relacionan con los

reiterados resultados de la gestión estatal y que llevaron a la formulación de alternativas

a ese modelo (Pírez, 2000): problemas de financiamiento y gestión ineficiente, factores

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que deben considerarse en un contexto de crecimiento de los problemas que se deben

atender y al simultaneo deterioro financiero de los aparatos estatales.

¿Cómo y con qué tecnología se produce el servicio hoy? El sistema funciona en base a

un diseño de corredores centrales y radiales, todos los cuales convergen en la zona

central de la ciudad, con las consecuencias del congestionamiento del tránsito en el área,

amén de los problemas de contaminación ambiental.

Son aproximadamente cincuenta y dos las líneas actuales del sistema de transporte

automotor, de las cuales sólo cuatro (las dos anulares) no ingresan al área central de

exclusividad para las líneas troncales determinada por la Ordenanza 10.336. Los

corredores están identificados por colores y cada corredor comprende, a su vez, varias

líneas. En cuanto al sistema de transporte de pasajeros mediante “trolebuses”

necesariamente mantienen sus recorridos originales (por la tecnología empleada) y

también ingresan todos al área central de la ciudad.10

Asimismo, en el año 2008 se

incorporan seis líneas de transporte diferencial.

En cuanto al parque móvil, éste es prácticamente uniforme (todos son vehículos de gran

porte), sin tener en consideración ni las necesidades de la demanda, ni las dimensiones

de las vías de circulación, muchas de las cuales no son aptas para la circulación de este

tipo vehículos. Las unidades no cuentan con las condiciones exigidas en los pliegos de

licitación; la flota actual es de más de 700 unidades, si bien ha aumentado en relación a

las 500 existentes hace ocho años atrás, son insuficientes según la opinión de expertos y

funcionarios consultados, que estiman necesaria una flota de alrededor de 1000

unidades para satisfacer adecuadamente la demanda. La antigüedad promedio de las

unidades, aunque ha mejorado en los últimos tiempos, es de cinco años, en relación con

los dos años previstos reglamentariamente.

Según los datos aportados por informantes claves, en cuanto a las frecuencias del

servicio, las mismas se estiman buenas paras las troncales o centrales, no así en las otras

líneas, lo que lleva a que la gente se desplace hacia las líneas de mejores frecuencia, con

la consiguiente sobrecarga de pasajeros en éstas últimas que no cumplen con las

previsiones en cuanto a cantidad de pasajeros sentados y parados que pueden transportar,

debido al aumento de la demanda, sobre todo en las denominadas “horas pico”.

Además, ésta –la frecuencia- es una variable de ajuste utilizada por los empresarios para

disminuir costos, frente a situaciones de retrasos tarifarios. La falta de unidades y la

10 Son tres las líneas de trolebuses: A, B y C.

15

escasez de la frecuencia, incrementa el uso de vehículos particulares, contribuyendo a

agravar los problemas de tránsito y circulación.

Es a partir de la descripción efectuada que podemos afirmar que el servicio es

“irregular” en su funcionamiento, en el sentido de prácticamente nada funciona

conforme al reglamento sancionado por la autoridad competente. Ello termina

incidiendo en el control, monitoreo y evaluación del servicio por parte del estado

municipal.

El seguimiento de la prestación del servicio consiste en su monitoreo y control,

generando información (tanto sobre el proceso de producción como sobre los productos)

para la evaluación. La evaluación de los productos del servicio y de los procesos de

producción se puede realizar a partir de la relación entre las definiciones fundamentales

y las orientaciones políticas y los procesos de producción y los productos.

La Ordenanza Nº 539711

establece que corresponde a la Municipalidad ejercer un

control permanente, tanto del servicio sujeto a concesión como del funcionamiento de

las Sociedades Concesionarias, a los fines de comprobar si se cumplen los objetivos

fundamentales y los requisitos generales y particulares del servicio.

A su vez, la Ordenanza Nº 10.366, establece que es autoridad de aplicación la Secretaría

de Infraestructura, Tránsito y Transporte. La legislación establece un sistema de

penalidades y multas a aplicar ante los incumplimientos de los concesionarios, a aplicar

por la Dirección de Transporte.

Según la información recabada, los controles respecto de la emisión de sustancias

contaminantes en punta de línea es efectuada por la Dirección de Transporte; en la vía

pública lo realiza personal de la Dirección de Tránsito. Si bien todo el parque móvil

debe someterse a la ITV (Inspección Técnica Vehicular) porque es condición de acceso

a los subsidios nacionales al gas-oíl, ésta es más o menos flexible y se hace sobre la

parte mecánica, mientras que el personal de transporte verifica el estado de la carrocería.

El control no es realmente efectivo, según afirmaciones de los entrevistados, porque las

relaciones contractuales no están claras (vigencia de las Ordenanzas 10.366 y 5397); los

recorridos se establecen y se cambian por decretos del Departamento Ejecutivo y por

resoluciones de la Secretaría de Transporte.

En este sentido podemos afirmar que la ausencia o deficiencia en los controles tiene

relación directa con la ausencia de marco regulatorio, en el sentido de la pérdida de

11 Ordenanza que contiene el marco regulatorio del servicio de TUP, que fue reemplazada en agosto del

año 2012 por la Ordenanza Nº 12.076.

16

vigencia de la institucionalidad formal. Además, la falta de claridad en la asignación de

funciones relacionadas con este aspecto, contribuye a que los derechos de los

consumidores y usuarios de los servicios en relación a su salud, su seguridad y sus

intereses económicos, no estén resguardados; que los vecinos no cuenten con

información adecuada y veraz, ni condiciones de trato equitativo y digno; no tengan un

servicio eficiente y de calidad, de conformidad a la reglamentación efectuada por las

Ordenanzas, todos estos lineamientos de políticas, en relación a los servicios públicos,

contenidos en la Carta Orgánica de la Ciudad de Córdoba.

6. El nuevo marco institucional de la política de transporte. La Ordenanza Nº

12.076/2012 y sus antecedentes.

6.1 Plan de Metas

En cumplimiento de la Ordenanza Nº 11.942, en el mes de mayo del corriente año el

actual Intendente de la Ciudad de Córdoba, eleva el Plan de Metas de Gobierno

correspondiente al programa de gestión de la administración, que se condice con la

Plataforma Electoral de la Unión Cívica Radical plebiscitada en las elecciones del 18 de

setiembre de 2011.

En este instrumento normativo, respecto del tema que nos atañe (Punto 5):

a) Se reconoce explícitamente que la ciudad de Córdoba presenta una problemática

de movilidad y conectividad que afecta a sus habitantes, la cual debe

considerarse en un contexto integral y que el análisis debe contemplar la

importancia que Córdoba tiene sobre su ámbito metropolitano circundante.

b) Se resalta la necesidad de generar un “marco de movilidad sustentable”,

tomando la movilidad como un subsistema del sistema urbano, integrado por

transporte y tránsito. A través del planeamiento y la gestión integrada de estos

subsistemas se pretende garantizar una conectividad equilibrada y equitativa.

Los principales objetivos de la política para el área son:

Desarrollar una concepción integral de la problemática de movilidad,

contemplando la incidencia que Córdoba tiene en el ámbito metropolitano.

Promocionar el desarrollo del transporte público a través de la utilización de los

espacios subutilizados (vías férreas, espacios verdes, etc.).

Priorizar el transporte público, como modo de contribuir a mejorar los niveles de

prestación de la red vial, disminuir la contaminación ambiental vehicular,

17

eficientizar la utilización de la red disponible para disminuir los tiempos de viaje,

mejorar la accesibilidad y disminuir la congestión.

Implementar la inclusión de los servicios de transporte público, semipúblico y

privado (buses, taxis, remises, escolares, especiales, etc.) en el marco de un

proyecto integral de movilidad, y contribuir a mejorar la accesibilidad y equidad

de los diversos servicios de transporte a disposición de la población.

Elevar los niveles de prestación de las vías de circulación de la Ciudad,

recuperando la planificación, gestión y control del tránsito vehicular.

Establecer, a través de los CPC, circuitos de movilidad según las líneas de

deseo que expresen las características de cada una de las zonas.

Fortalecer los programas de relaciones con la comunidad de modo que los

usuarios tengan canales ágiles y accesibles para plantear sus dudas, inquietudes

y propuestas en atención a mejorar las prestaciones de los servicios de transporte

en sus diversas modalidades.

En un plano más operativo, el Plan prevé, entre otras cuestiones:

-Fomentar la utilización de la bicicleta, por lo cual se propone el recupero de ciclovías y

la construcción de bicisendas.

- Incrementar la participación relativa (superior al 4%) de vehículos T.U.P. en el tránsito

vehicular en centro y macrocentro, que hoy representa el 3,7 % del total de vehículos

que circulan en dicha área.

- Incrementar la participación relativa (mayor al 8 %) de Taxis y Remises en el centro y

macrocentro. Hoy representan el 7%.

- Elevar la participación de VPMM (Porcentaje de Viajes en modos motorizados en

vehículos públicos). Llevar los valores promedio de 47, 4 % al 50 %.

- Incremento de la oferta del T.U.P. medida en kilómetros ofrecidos anualmente y en la

flota del servicio. Pasar desde los 62.000.000 de kilómetros anuales a más de

68.000.000 de kilómetros y de 750 vehículos en servicio en horas de mayor demanda, a

una flota mínima de 850.

- Sancionar un Marco Regulatorio de Transporte Urbano de Pasajeros, dado que el

esquema legal que define las relaciones entre el Estado Municipal y las empresas

prestadoras tiene treinta años. Como principales contenidos del mismo se establecen: la

actualización de los métodos de cálculo de costos, la forma de tarifación y la regulación

18

del otorgamiento de subsidios y el establecimiento de métodos de seguimiento de la

situación económico/financiera de las prestadoras del servicio.

- Establecer un nuevo sistema de transporte urbano de pasajeros, considerando que el

sistema actual refleja la improvisación en el planteo de una licitación sin el adecuado

diagnóstico (2001) y de decisiones parciales e inconexas (políticas tarifarias por fuera

de las normativas, subsidios sin justificación, ausencia de ajustes de oferta a estudios de

demanda, etc.). Se prevé la elaboración de un diagnóstico con un enfoque integral de la

movilidad de la ciudad con orientación a la equidad para todos los vecinos.

- Fijación de pautas de accesibilidad y conectividad a través de servicios de transporte

público masivo, al considerar que en la actualidad no se distribuye de manera equitativa

ni la distancia a paradas ni la posibilidad de conectarse a diferentes puntos de la ciudad

mediante transportes públicos masivos.

6.2. Aspectos contenidos en el Pre- Diagnóstico realizado por la Municipalidad- Mayo

de 2012

Este instrumento fue elaborado por la Comisión de Elaboración del Plan Integral y

Estratégico de Movilidad, creada en abril de este año y conformada por especialistas en

distintas materias12

.

El documento, que fue incluido como Anexo I de la Ordenanza Nº 12.076, contiene un

análisis de los requerimientos del derecho a la movilidad (2.1) y los componentes de la

problemática de la movilidad (2.2).

Se define allí como componentes de la problemática de la movilidad, entre otros, al

modelo territorial y la arraigada cultura del uso del automóvil particular, favorecido éste

último por la mejora en la red viaria, el incremento del índice de motorización y el

crecimiento del área metropolitana. Otro de los factores del problema que se considera

como fundamental, por su impacto, es la escasa oferta de espacios de estacionamiento

en áreas de gran congestión de tránsito. Respecto del sistema de transporte público

masivo se señalan como obstáculos para el uso más intensivo de este medio, los

siguientes aspectos:

- Elevado nivel de fricción generado por el tránsito en general.

12 Según el D.E.M., el proyecto está elaborándose en base al trabajo interdisciplinario de la Comisión

creada por el Dcto. 636/2012 respetando pautas de equidad, eficiencia, sustentabilidad, y respeto del

medio ambiente.

19

- Inexistencia de una tarifa integrada y falta de articulación a escala urbana y

metropolitana de las diferentes redes que componen el sistema de transporte, que

permitan al usuario realizar transferencias de manera sencilla, rápida y a bajo

costo.-

- Inadecuado mantenimiento de las infraestructuras y equipamientos del sistema

de transporte.

- Baja calidad, confort y confiabilidad de diversos componentes del sistema de

transporte urbano.

- Inadecuación (funcional y de capacidad) de la red del sistema en el tiempo. La

extensión y ampliación de la misma se realizó en muchos casos, sin una

planificación integral, careciendo de una perspectiva de conjunto.

- Inconvenientes en la movilidad de personas con dificultad motriz y otros.

- Deficiente o inadecuada información que permita analizar y evaluar la eficiencia

del funcionamiento de los sistemas de transporte.

- Débil aplicación de las normativas de transito.-

- Desvinculación entre las políticas de uso del suelo y las políticas de transporte.

- Crecimiento del área metropolitana y la falta de una planificación conjunta con

la consecuencia de un elevado nivel de fricción generado por los diferentes

sistemas de transporte que ingresan y egresan de la ciudad.

- La interrelación entre diferentes jurisdicciones administrativas que impactan en

la movilidad metropolitana, ya que no existe una política integral entre las

distintas jurisdicciones intervinientes a escala metropolitana con la ciudad

siendo sus grandes atractores, el área central centro polifuncional, la ciudad

universitaria, los centros comerciales, etc .

6.3 La Ordenanza Nº 12.076 “Marco Regulatorio del Servicio de Transporte Urbano de

Pasajeros

Esta Ordenanza, sancionada a fines de agosto del corriente año, es una de las primeras

concreciones de los enunciados del Plan de Metas. Reitera que es sancionada a partir de

una visión de la problemática de la movilidad y transporte, que se sintetiza en el Plan

Integral y Estratégico de Movilidad de la Ciudad (PIEM)13

, considerando los

antecedentes de planificación de la Ciudad, la accesibilidad, la sustentabilidad, la

13 El PIEM todavía no se ha elaborado, hasta la fecha de presentación de la siguiente ponencia.

20

expansión de las áreas urbanizadas, el uso del vehículo individual, el estacionamiento,

el transporte masivo, la movilidad peatonal, la movilidad en bicicleta, la infraestructura,

la distribución de mercancías, el ambiente y la accidentalidad14

.

Los principales enunciados que contiene son:

- La Municipalidad garantiza la prestación del Servicio Público de Transporte Urbano

de Pasajeros (TUP), por sí o a través de terceros en forma de concesiones de servicio

público (art. 2º) y propende a sistemas de movilidad sostenibles, basados en

principios de seguridad, eficiencia, responsabilidad, universalidad, accesibilidad,

continuidad y calidad, con tarifas socialmente justas, y fija prioridades en el uso de

la vía pública a favor de los servicios masivos, así como en el desarrollo de los

modos no motorizados, peatonal o bicicletas, por su menor impacto en el ambiente

(art. 3º).

- El Departamento Ejecutivo Municipal (DEM) se reserva la planificación,

promoción, información y control de los servicios de transporte (art.5).

- Garantiza el derecho a la movilidad a través de adecuar el espacio público y de

implementar un sistema de transporte adecuado.

- El DEM, elabora un Plan Integral y Estratégico de Movilidad para la ciudad de

Córdoba (PIEM), que tiene por objeto: a) sentar las bases conceptuales y acciones

que permitan desarrollar y/o adecuar la normativa referida a los componentes de los

diferentes sistemas para el desplazamiento de personas y cargas en el ámbito de la

Ciudad; y b) establecer los lineamientos para la evaluación de los impactos de las

actividades y emprendimientos, tanto privados como públicos, que se generen sobre

la movilidad.

- Dependiente de la Secretaría de Tránsito y Transporte, se crea una Comisión de

Movilidad, constituida por un equipo interdisciplinario que tiene como misión

proponer el desarrollo de una visión integral y estratégica de la movilidad. Se

conforma por las áreas de Tránsito, Transporte, Planeamiento Urbano, Ambiente,

Legales, Desarrollo Social y otras, con las funciones de elaboración de propuestas y

proyectos, desarrollo de estudios técnicos y articulación de acciones entre unidades

organizacionales de la municipalidad.

14

El Prediagnóstico que sirve de base a la redacción de la Ordenanza forma parte de la misma, hasta la

elaboración del PIEM. Ver http://www.lavoz.com.ar/files/Marco_Regulatorio_-_Transporte_urbano.pdf

21

- El servicio de TUP funciona sobre la base de un sistema multimodal de transporte,

bajo conceptos de complementariedad y con autoridad, planificación y control de

operación única. El servicio se compone de 1) ómnibus; 2) trolebuses y 3) otros

modos que se consideren oportunos en el futuro.

- Se podrán establecer sistemas alternativos, mediante líneas diferenciales,

solicitándoselo a los concesionarios que correspondan a esa línea de servicio; ante la

negativa de estos últimos, se podrán asignar mediante permisos precarios de

explotación, con aprobación del Concejo Deliberante.

- La prestación del Servicio Público de TUP, bajo la forma de concesiones, se

otorgará a través de Licitaciones Públicas Nacionales e Internacionales, y sólo

podrán ser concesionarias las sociedades regulares, cooperativas o uniones

transitorias de empresas, legalmente constituidas y con demostrada solvencia

económica que no posean antecedentes negativos en la prestación del servicio en

otra jurisdicción y por el plazo máximo de 10 años, pudiendo extenderse un año más

a pedido del DEM.

- EL Servicio Público de TUP y todos los subsistemas vinculados e infraestructura

pública, deberán garantizar la accesibilidad a usuarios/as con discapacidad o

movilidad reducida; las empresas concesionarias deberán asegurar el setenta por

ciento (70%) en cada línea, con unidades especialmente adaptadas para el transporte

de personas con discapacidad o movilidad reducida y el treinta por ciento (30%)

restante, será incorporado en el sistema en el término de veinticuatro (24) meses de

promulgada la presente Ordenanza.

- Las unidades afectadas al servicio del TUP tendrán una antigüedad máxima de

10 años y la antigüedad promedio de la totalidad del parque automotor no podrá

exceder los 5 años, con

equipamiento para operar un Sistema de Posicionamiento Global (GPS).

- El Servicio es definido como Esencial y de Alta Prioridad (líneas troncales) y su

prestación debe ser continua y obligatoria bajo responsabilidad conjunta o

individual de todos los actores; no pudiendo ser alcanzados por medidas de fuerza

ni reducir su frecuencia por debajo del treinta por ciento (30%). El Municipio, con

los concesionarios y los trabajadores del sistema, acuerda el alcance y cumplimiento

de las guardias mínimas.

22

- Los recorridos serán establecidos por los Pliegos de Licitación y el Contrato de

Concesión, procurando que los usuarios no deban caminar en promedio una

distancia superior a los 500 metros, priorizando lugares de asistencia masiva.

- El DEM propone al Concejo Deliberante en los Pliegos de Concesión, la fórmula

polinómica para determinar los costos del mismo.

- El transporte es gratuito para: a) Menores de 5 años y mayores de 70; b) Inspectores

municipales de transporte cuando estén cumpliendo su función c) Policías

uniformados de pie; d) Personas discapacitadas, según lo dispuesto por el DEM; e)

Enfermos con retrovirus humano o tratamiento oncológico; f) Usuarios con tarifa

social y los estudiantes, tienen tarifa diferenciada.

- La Autoridad Municipal de Transporte y Tránsito implementará un área y/o sistema

específico de atención de reclamos, denuncias y propuestas para el sistema, el que

tendrá como principal objeto la transparencia, celeridad y optimización de los

procesos administrativos requeridos para una mejor satisfacción de los derechos y

obligaciones de los usuarios.

- Los incumplimientos de los prestadores, así como las penalidades que

correspondan serán determinadas en los Pliegos de Licitación y Contratos de

Concesión.

- La evaluación continua del desempeño empresarial en la prestación del Servicio

Público de TUP, se realizará teniendo en cuenta los siguientes aspectos: a) estado

de la flota; b) cumplimiento del servicio; c) satisfacción del usuario. Esta

evaluación se efectuará al menos una vez al año sobre la base de indicadores

cuantitativos de calidad y gestión.

- La Autoridad Municipal de Transporte y Tránsito (AMTT) planifica, implementa y

controla las políticas de movilidad del Municipio y es la Autoridad de Aplicación

de la Ordenanza.

- La Municipalidad de Córdoba, define su participación en los Órganos de

coordinación referidos a la movilidad en el ámbito del Área Metropolitana,

reivindicando su carácter soberano en las decisiones que impacten sobre accesos,

recorridos y egresos de la Ciudad, por parte de los diferentes modos de transporte,

como así también sobre los movimientos de cargas con destino hacia o desde la

Ciudad.

- El DEM podrá implementar mecanismos de participación para invitar a los

Municipios y entidades intermedias que forman parte del Área Metropolitana, a

23

constituir instancias de consulta, trabajo, diseño y concertación, a fin de establecer

políticas coordinadas de transporte de pasajeros a dicha escala.

- El DEM designa una Comisión de Transporte, como órgano consultivo no

vinculante, que tiene por objeto asesorar y hacer propuestas al Departamento

Ejecutivo Municipal (DEM) sobre la prestación del Servicio Público de TUP, su

diseño e implementación. Está integrada por: a) El Presidente de la Comisión de

Servicios Públicos, Transporte y Tránsito del Concejo Deliberante; b) Un

representante de cada una de las Concesionarias del Servicio Público de TUP; c)

Dos representantes de los trabajadores del sistema, designados por UTA Córdoba; d)

Un representante de los usuarios de cada una de las Juntas de Participación Vecinal

de los CPC; e) Un representante por cada una de las áreas que determine el DEM y

podrá convocarse a integrarse a especialistas en la materia, aportados por

Universidades o Instituciones de reconocida trayectoria, sólo por tiempo

determinado y ad honorem.

- Entre las cláusulas transitorias, se prevé la elevación de los pliegos de

licitación del Servicio Público de TUP dentro de los 90 días de la promulgación

de la Ordenanza; el mismo plazo se establece para la remisión del PIEM.

7. Límites y oportunidades para el diseño e implementación de una nueva política

en torno a la problemática de la movilidad urbana.

Existen las llamadas “oportunidades de políticas”, momentos particulares del contexto

que permiten la evaluación y la formulación o reformulación de políticas. Una nueva

gestión municipal, la proximidad del vencimiento de los contratos de concesión y la

gravedad de la problemática, representan una oportunidad para abordar integralmente la

problemática y diseñar una política que incorpore el criterio de la sostenibilidad, tal

cual lo ordena la C.O.M.

- Otra oportunidad estaría dada porque se está hablando en los medios de

comunicación de la problemática de la movilidad y no del problema del transporte;

la nueva gestión también ha tomado ese concepto: esta diferencia es relevante, ya

que la creemos que la inadecuada definición o identificación del problema a resolver

mediante la política, que incide directamente en la circunscripción de su área de

influencia, de la población objetivo y, en consecuencia, en la determinación de la

demanda del servicio, ha propiciado la formulación de políticas en este ámbito que

no han sido ni eficientes, ni eficaces ni efectivas. Sin embargo, de acuerdo a lo que

24

deduce del articulado, la política tenderá a cubrir la demanda de TUP, mediante

relevamientos periódicos origen-destino, sin considerar las personas que no se

desplazan, lo que en nuestra introducción al tema denominamos como “motilidad”.

Tan es así que la ordenanza define la Movilidad como el “desplazamiento físico

entre dos puntos utilizando uno o varios modos de transporte”. Si bien se

cuestionan las técnicas habituales con que se ha enfocado esta problemática, son las

mismas técnicas las utilizadas para hacer el pre-diagnóstico.

Sin embargo, existen limitaciones que nos llevan a no ser demasiado optimistas en

cuanto al aprovechamiento de las oportunidades existentes.

- Por un lado, el gobierno local no ha superado aún sus “incapacidades

institucionales”; los otros actores de la política (la dirigencia empresaria y el

sindicato que agrupa a los trabajadores del sector) manejan importantes recursos que

pueden condicionar la orientación de la política a implementar y los ciudadanos-

usuarios de los servicios, no tienen recursos a su disposición para hacer valer sus

intereses en este tema que incide en su vida diaria. Además, el actual gobierno

municipal, en su corta gestión muestra una tendencia a imponer, mediante su

mayoría en el Concejo Deliberante, políticas que no cuentan con el consenso

necesario para garantizar su sostenibilidad y que no aseguran el predominio de la

orientación del Estado, en aspectos esenciales de la gestión urbana. Por ello es que

se considera que la nueva institucionalidad formal, sin adecuación de capacidades

institucionales de la Municipalidad y sin el consenso de actores fundamentales del

sistema, serán sustituidas por las prácticas históricas de los mismos actores. Vale

como ejemplo, la declaración como servicio esencial del TUP, ya cuestionada

fuertemente por el gremio que agrupa a los trabajadores del sector (UTA).

- Asimismo, se hace hincapié en una propuesta integral, tendiente a incrementar el

uso de los medios públicos de transporte y, a su vez, se señala la necesidad de

incrementar la cantidad de espacios de estacionamiento, en áreas de alta congestión.

Es decir, se implementan políticas, con efectos que no contribuirían a un

mejoramiento de la problemática de referencia.

- El marco regulatorio, sancionado por el Concejo Deliberante, tiene serias

deficiencias en cuanto a su contenido. Se supone que debe contemplar los aspectos

generales de la relación estado-prestadores-usuarios, con previsión de regir a futuro.

En algunos artículos se muestra una excesiva generalidad y, en otros, aspectos que

debieran ser definidos en los pliegos (por ejemplo: distancia entre paradas, mínimo

25

de empleados por vehículo) una vez presentado el PIEM. No se definen reglamentan

sustanciales, de los enunciados en al Plan de Metas, tales como la formula

polinómica para determinación de la tarifa, no se incluye el período de actualización

de costos del sistema, ni se regula el otorgamiento de subsidios. Sólo se detalla, en

cuanto a modos de seguimiento de la gestión empresarial, lo relativo a la gestión

económica financieras de las concesionarias.

- Si bien se declara al inicio que el servicio de TUP será prestado por el estado

municipal o por terceros mediante la figura jurídica de la concesión, es decir, se

prevé gestión pública o mixta, no se ha previsto de qué manera el estado va a actuar

cuando decide asumir por sí mismo la prestación de los servicios, lo que indica a las

claras la decisión política, ya formulada en la plataforma política del actual

Intendente, de concesionar todas las líneas y servicios, muchos de ellos hoy en

manos de la empresa estatal.

- Se hace hincapié en el diagnóstico y en el marco regulatorio, de la problemática

urbana como cuestión metropolitana. Creemos que el plazo de noventa días

establecido para la elevación de los pliegos, no da espacio para la articulación de

sistema urbano e interurbano, de competencias jurisdiccionales diferentes

(municipio y provincia). Creemos que la misma debería ser previa a la confección

de los pliegos, para abordar la problemática desde el inicio, desde una concepción

superadora a la actual.

En síntesis, creemos en que la adecuada respuesta al problema de la movilidad en la

ciudad de Córdoba requiere de un esfuerzo mayúsculo; requiere la articulación entre

provincia-municipio y entre municipios de la región metropolitana para coordinar

sistema de transporte urbano con el interurbano; necesita el trabajo conjunto de distintas

unidades funcionales del municipio por el impacto que la política tiene en el ámbito

social, económico y ambiental; precisa de la incorporación de los actores extra-

gubernamentales de las políticas, para darle viabilidad y de la participación y

compromiso de los ciudadanos, ya que, indudablemente, un sistema de transporte y

tránsito que guarde relación con los criterios de sostenibilidad, constituirá un desafío

que implique un cambio en la cultura y el comportamiento de éstos últimos.

26

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