¿Depresión? Un Par de Sugerencias.
Todos podemos tener en un momento dado de nuestro día una depresión desde ligera a aguda. Es
parte de la vida. Si buscamos razones seguro las encontraremos.
“Si mi hijo no pasa su examen extraordinario de matemáticas va a repetir el año”
“Ganó Donald Trump”
“Las acciones que compré el mes pasado han bajado 5%”.
“La vida es injusta conmigo”.
“He perdido contacto con mis amigos”.
“La competencia sacó un producto novedoso al mercado”.
“Mi hija se casó y la casa se siente más sola”.
Un millonario se puede haber deprimido por haber perdido 10 millones de su fortuna de 100
millones aunque le queden 90. En realidad, siempre vamos a tener motivos para deprimirnos.
Nunca va a estar todo perfecto. Es el cuento de nunca acabar
Es cierto, algunas cosas son muy graves y puedes tener toda la razón del mundo en deprimirte. EL
caso es: no debemos quedarnos paralizados. Al menos si vamos a estarlo, ponernos un tiempo
límite para ello. La primera sugerencia es decirnos a nosotros mismos: “ok, ya tuve mis 15
minutos de depresión del día de hoy, ahora me voy a entregar en cuerpo y alma en mis actividades
y ser productivo”. Tienes muchas cosas que puedes compartirle al mundo, incluso sin esperar algo
a cambio.
Ese diálogo mental que tenemos con nosotros mismos debe estar bajo control. Nuestra mente
puede ser nuestro mejor amigo o nuestro peor enemigo. Si te fijas, la depresión es como un disco
rayado donde se repiten las mismas frases negativas una y otra vez.
Así que la segunda propuesta concreta es contestar la siguiente pregunta: ¿Qué tengo a mi favor?
Haz una lista lo más extensa que puedas. Ponla en tu monitor de la computadora. Escoge una
tarjeta de presentación y en la parte blanca escribe lo mejor que tengas de tu lista, llámala tu lista
de positivos. Si nos gusta recordar lo malo o las carencias, también haz otra lista, llámala la lista de
negativos. Y compara ambas. Lo más probable es que la lista de cosas buenas supere a las malas.
Si en tu diálogo mental interno te enfocas en lo que tienes, miras tu lista de positivos, en lugar de
lo que no tienes, hará una gran diferencia. Puede ser que cambies de depresión hasta entusiasmo.
Sólo tú puedes motivarte. Mantén tu mente a tu servicio, no en tu perjucio. Al final del día, tu eres
dueño de tu mente, como eres dueño de tu reproductor de música.
Derechos Reservados 2016, Ing. Gerardo Herrero Morales
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