ASPECTOS GEOHISTÓRICOS DEL MUNICIPIO ALBERTO ADRIANI DEL ESTADO...
Transcript of ASPECTOS GEOHISTÓRICOS DEL MUNICIPIO ALBERTO ADRIANI DEL ESTADO...
UNIVERSIDAD DE LOS ANDES FACULTAD DE HUMANIDADES Y EDUCACIÓN
ESCUELA DE HISTORIA
ASPECTOS GEOHISTÓRICOS DEL MUNICIPIO ALBERTO ADRIANI
DEL ESTADO MÉRIDA
TRABAJO PARA OPTAR A LA LICENCIATURA EN HISTORIA
Autor: Lic. Pedro Parra Márquez Tutor: Dra. Edda Samudio
MÉRIDA, JUNIO DE 2006
Dedicatoria
A Juan Bautista y Omaira, mis padres,
ejemplo de abnegación y trabajo,
por su apoyo moral, espiritual y económico.
A Massie', mi hermana,por entender mi mundo.
A aquellos, que preocupados por la historia local,
han contribuido con el acervo histórico
del municipio Alberto Adriani.
Agradecimientos
• A Dios todopoderoso,
Seftor de la historia
y de la vida •..
- A la Universidad de Los Andes,
a la Facultad de Humanidades y, en particular, a
Escuela de Historia,
donde me formé como historiador
2
ÍNDICE
ÍNDICE ............................................................................................................ 2 CAPÍTULO I. INTRODUCCIÓN ...................................................................... 3
1.1. DEFINICIÓN Y OBJETIVOS ..................................................................................................... 3 1.2. METODOLOGÍA ........................................................................................................................ 8
CAPÍTULO II. MARCO FÍSICO NATURAL DEL MUNICIPIO ALBERTO ADRIANI ....................................................................................................... 14
2.1. LOCALIZACIÓN Y EXTENSIÓN DEL ÁREA ...................................................................... 14 2.2. CARACTERÍSTICAS FÍSICO-NATURALES DEL ÁREA .................................................... 15
2.2.1. RELIEVE: ........................................................................................................................... 15 2.2.2. SUELO ................................................................................................................................ 19 2.2.3. HIDROGRAFÍA ................................................................................................................. 22 2.2.4. CLIMA ................................................................................................................................ 25 2.2.5. VEGETACIÓN ................................................................................................................... 28
CAPÍTULO III. LA OCUPACI Ó N DEL ESPACIO GEOGR Á FICO DEL MUNICIPIO ALBERTO ADRIANI .................................................................. 34
3.1. LA OCUPACIÓN ESPACIAL PREHISPÁNICA .................................................................... 34 3.2.-LA OCUPACIÓN ESPACIAL HISPÁNICA: ........................................................................... 37
3.2.1 LA PROPIEDAD TERRITORIAL ...................................................................................... 37 3.2.2.- LAS ENCOMIENDAS DEL CHAMA .............................................................................. 40 3.2.3. LAS UNIDADES DE PRODUCCIÓN ............................................................................... 47 3.2.4.- LA POBLACIÓN NEGRA ................................................................................................ 49
3.3. LA OCUPACIÓN ESPACIAL EN EL SIGLO XIX Y XX ...................................................... 54 CAPÍTULO IV. LOS FACTORES GEOGRÁFICOS EN EL PROCESO DE OCUPACIÓN DEL MUNICIPIO ALBERTO ADRIANI ................................... 63
4.1. CLIMA ....................................................................................................................................... 70 4. 2. SUELO ...................................................................................................................................... 73 4. 3. RELIEVE .................................................................................................................................. 78 4.4. HIDROGRAFÍA ........................................................................................................................ 81
CONCLUSIONES ......................................................................................... 84 REFERENCIAS DE FUENTES OFICIALES, BIBLIOGRÁFICAS, HEMEROGRÁFICAS Y DOCUMENTALES .................................................. 88 - FUENTES BIBLIOGRÁFICAS. ................................................................... 89 - FUENTES HEMEROGRÁFICAS ................................................................ 93 - FUENTES DOCUMENTALES .................................................................... 94 - FUENTES DIGITALES ............................................................................... 96
3
CAPÍTULO I. INTRODUCCIÓN
1.1. DEFINICIÓN Y OBJETIVOS
La existencia de condiciones óptimas para el desarrollo de un área
geográfica determinada, cuyas características propias inciden
ventajosamente en el desarrollo de ciertas actividades económicas nos
conduce a expresar el principio de la localización cuya idea central se
considera "...punto de arranque para la teoría de la localización, en la que se
manejan dos dimensiones: el conjunto de condicionantes establecidas por las
características naturales del medio y la relación de distancias entre materias
primas, mercado y producción”.1
En ese sentido, se afirma que el desarrollo ocurre en un área geográfica
específica en la cual la vida social se ordena en comunidades que se
organizan de acuerdo a las características geosociales del espacio. Aquellos
casos en los que el espacio geográfico muestra características similares u
homogéneas entre sí, cuyo parecido se refiere a variables determinadas o
condiciones económicas y sociales, llevan al concepto de región.2
En la organización social de ese espacio particular o región, el hombre tiene
necesidad de asignar nombres a los lugares donde habita. En esas
1 Venezuela. Ministerio de Relaciones Interiores. Desarrollo Regional. Nuestro Aporte y
Participación. Caracas. 1983. p.10
4
nominaciones, está implícita la concepción particular y general de las
comunidades que sucesivamente han ocupado esa área. De allí que el
estudio de esos nombres adquiera importancia porque ellas revelan la
relación entre ambiente natural y desarrollo que “…debe ser comprendida
para entender a su vez la evolución de una determinada forma de
ordenamiento”.3
En ese aspecto, la toponimia4 ha obtenido relevancia en el ámbito científico,
especialmente en la rama geohistórica, en la que ha sido definida como
"...una disciplina que se ocupa del estudio de nombres de lugar, en el
2 . Ídem. 3 . Ibídem. p. 15 4 .En la investigación de la toponímica venezolana se deben resaltar el trabajo pionero de
Miguel Acosta Saignes, para quien el estudio de los topónimos resulta en realidad la historia compendiada de la tierra venezolana que nos coloca así ante una actividad primordial de los conquistadores, interrelacionados con los elementos culturales americanos y africanos, que al tomar posesión de un territorio lo nombraron. Miguel, ACOSTA SAIGNES: Elementos Indígenas y Africanos en la Formación de la Cultura Venezolana. Caracas. Universidad Central de Venezuela. Facultad de Humanidades y Educación. Instituto de Filosofía. 19-?. pp. 4 – 7. Por su parte, Adolfo Salazar Quijada, considera que el topónimo es elemento fundamental en la historia del hombre, que sirve para explicar su vinculación con su entorno. Es fuente para interpretar su devenir histórico en relación con lo geográfico. En este sentido, no es posible hablar de identidad nacional si no se acompaña de una sólida y sistemática demostración del origen y la significación de los nombres de los lugares, de las tierras y de las aguas que conforman la nación venezolana. Adolfo, SALAZAR QUIJADA: Origen de los Nombres de los Estados y Municipios de Venezuela. Caracas. Universidad Central de Venezuela. Servicio Autónomo de Geografía y Cartografía Nacional. 1994. p. 13. Mientras Alejandra Moreno Toscano afirma que el nombre de lugar es un documento histórico que el historiador debe aprender a leer, pues su estudio nos permite acercarnos a problemas de carácter tan diverso como las migraciones de pueblos, las conquistas y colonizaciones, los tipos de utilización del suelo, o conocer el aspecto que presentaban los sitios en épocas pasadas. Alejandra, MORENO TOSCANO: “Toponimia y Análisis Histórico” En: Historia Mexicana. Vol. XIX. Julio-Septiembre. 1969. Nro. 1. P. De igual forma, don Tulio Febres Cordero nos dice que los toponímicos han llegado a ser la única huella existente de tribus y naciones que sobreviven a las lenguas a las que pertenecieron y que perecieron proscritas durante el cruento período de la conquista. Tulio, FEBRES CORDERO. Estudios sobre Etnografía Americana. Memorias escritas para ser presentadas al Congreso Internacional de Americanistas y al Congreso geográfico hispano-portugués-americano, en sus sesiones de 1892. Mérida. Imprenta Centenario. 1892. p. 13
5
espacio y en tiempo, en sus aspectos históricos, geográficos, económicos,
socio-antropológicos y lingüísticos”.5
En el estudio toponímico, los conceptos Hombre–Ambiente Natural–
Toponimia, son elementos que se conjugan en el tiempo y en el espacio para
crear la realidad histórica, económica y social. En un espacio particular, la
toponimia muestra la cosmovisión de la población que se ha asentado en
determinada zona, abarcando diferentes épocas y perspectivas, donde el
factor natural representa una variable importante de referencia.6
De acuerdo a lo expuesto, en el presente trabajo se estudia la relación entre
la ocupación espacial y la información de los topónimos en el área del
municipio Alberto Adriani del estado Mérida. La expresada área geográfica se
encuentra al noroeste del estado Mérida. Posee niveles altitudinales que van
desde los 400 m.s.n.m. en las partes más altas del municipio, hasta los 100
m.s.n.m. enmarcados dentro de la zona “paisajista transicional entre el
macizo cordillerano y las llanuras aluviales de desborde…”.7 Este municipio
se sitúa astronómicamente entre los 8º 30’ y 8º 45’ de latitud norte y entre los
71º 30’ y 71º 55’ de longitud oeste, abarcando una extensión de 561 km2.8
Ese municipio se divide político-territorialmente en siete parroquias, a saber:
Gabriel Picón González, Héctor Amable Mora, José Nucete Sardi, Pulido
Méndez, Presidente Betancourt, Presidente Páez y Presidente Rómulo
Gallegos. Limita al Norte con el Estado Zulia, por el Este el municipio Obispo
5. José, MEJIAS: La Toponimia de Mucuchíes: Persistencia de la Influencia Cultural
Indígena. Mérida. Tesis de grado. Universidad de Los Andes. Facultad de Humanidades y Educación. Escuela de Historia. 1996. p. 6
6 . Alejandra MORENO TOSCANO: Art. Cit. p. 3 7 . Leonel, VIVAS: Los Andes Venezolanos. Caracas. Italgráfica. 1992. pp. 64 - 65. 8 . Los niveles altitudinales y la situación astronómica, son cálculos propios efectuados en el
trabajo de campo.
6
Ramos de Lora, por el Sur los municipios Andrés Bello, Sucre, Antonio Pinto
Salinas y Zea y por el Oeste, el municipio Zea y el estado Táchira.9
De acuerdo a la población del municipio Alberto Adriani, esta lo ubica como
el segundo municipio del estado Mérida con mayor número de habitantes,
con una población urbana de 106.084 hab. Su capital es la ciudad de El
Vigía, con un total de 715.268 habitantes.10
La ocupación poblacional del municipio Alberto Adriani durante el período
prehispánico ha sido considerada de transición o desplazamiento de los
diferentes grupos étnicos que se asentaron en las zonas colindantes con la
región, en particular los chinatos al Oeste, los perijaneros hacia el noroeste y
los bobures, ubicados al Este y noreste. En este aspecto, es necesario
precisar que se desconoce la existencia de algún asentamiento poblacional
en la región durante el período prehispánico, al igual que no se dispone de
información acerca de la presencia de toponímicos en la región en ese
período.11
A diferencia del período prehispánico, la región fue poblada durante la
9 . Gaceta oficial órgano del gobierno del estado Mérida. Ley de División Político-
Territorial del Estado Mérida. Año XCII. Nro. Extraordinario. Mérida, 15 de enero de 1992. pp. 2-3
10 . Venezuela. Instituto Nacional de Estadística - INE. XIII Censo General de Población y Vivienda: el Censo, 2001 Estado Mérida, Primeros Resultados. Caracas. 2002.
11 . El tipo de presencia indígena, caracterizado por ser nómades, ha sido reflejado en las obras de los cronistas, particularmente por Fernández de Oviedo y Valdéz, al tomar la declaración juramentada de Francisco Martín a su paso por la zona de los Guaruríes en 1530, copiada por el escribano Juan de Villegas, el 28 de junio de 1533. Gonzalo FERNÁNDEZ DE OVIEDO Y VALDÉZ: Historia General y Natural de las Indias. Madrid. (Colección Biblioteca de Autores Españoles) Ediciones Atlas. 1959. Tomo CXIX. Volumen III. Libro XXV. Cap. VII. De igual forma, lo expresan fray Pedro Simón: Noticias Historiales de Venezuela. Caracas. (Colección para la Historia Colonial de Venezuela Nro. 66) Academia Nacional de la Historia. 1963. T. I pp. 19-110 y Julio César SALAS: Etnografía de Venezuela estados Mérida, Trujillo y Táchira los aborígenes de la cordillera de los Andes. Mérida. Universidad de Los Andes. 1956. p. 135
7
ocupación española a partir del siglo XVI que se extendió hasta finales del
XVIII.12 Esta ocupación poblacional estuvo caracterizada hasta mediados del
siglo XVII, por el traslado compulsivo de indígenas de las zonas altas de la
cordillera merideña, quienes fueron desarraigados de sus lugares de origen,
al igual que los esclavos negros traídos del África, con la expresa finalidad de
servir como mano de obra en la labor agrícola que se desarrolló en la
región.13 Ello posibilitó la aparición de topónimos, pertenecientes a las
lenguas indígenas prehispánicas “Mucu”, cuya aplicación se evidenció en
este período, como consecuencia inmediata de la migración forzada de los
indígenas de las zonas altas al piedemonte andino lacustre.
A pesar de que aquella ocupación fue importante, aún en ese período
continuaban extensos territorios despoblados.14 Durante los siglos XIX y XX
12 . Tulio FEBRES CORDERO: Obras Completas (Concesiones de Tierra de la Antigua
Gobernación de Mérida). Bogotá. Antares, 1960. T. I. pp. 173-193 13 . La corona española fue enfática en su intención de proteger a los indígenas,
asignándoles tierras de resguardo y agrupándolos en pueblos de indios, con la finalidad de aculturizarlos mediante un sistema programado de repartimiento en encomiendas a españoles o encomenderos, a quienes se les asignaron deberes específicos de protección de las etnias indígenas. La desobediencia a los patrones de protección de los indígenas fijados en el caso de Mérida por los jueces pesquisadores y visitadores de la Real Audiencia del Nuevo Reino de Granada, como los establecidos por Bartolomé Gil Naranjo en 1586, Antonio Beltrán de Guevara, en 1600, Alonso Vásquez de Cisneros en 1620 y Juan Modesto de Meller y Diego de Baños y Sotomayor 1655-1657, en lo referente a la prohibición del traslado de indios, dio como resultado que los grupos étnicos de la cuenca alta del río Chama fueran forzosamente trasladados a la microrregión del piedemonte, especialmente, la que actualmente ocupa el municipio Alberto Adriani. Edda O. SAMUDIO: “El Resguardo Indígena en Mérida: Siglos XVI al XIX. (I parte): Fundamentación Legal y Proceso de Asignación del Resguardo en Mérida”. En: Revista Paramillo. Nro. 11-12. 1992-1993. pp. 5-90. ULABFHE. Colección Los Andes. Vol. 7. pp. 160-200 y Vol. 10. pp. 174-179, 202-210.
14 En un informe levantado por las autoridades de Mérida a principios del siglo XVIII, se afirma que "...en lo que toca a las arboledas de Chama ellas y los negros que allí tenían vecinos desta ciudad las an aniquilado las invaciones de los indios bravos que hoy en día solo una hacienda se mantiene con gran quebranto del que la posee, que necesita de pagar escolta todo el año para los peones de su beneficio. Carga que no equivale el provecho, porque se veía obligado a desala; y en suma el diezmo de esta vereda que salia en más de mil pesos hoy en día apenas hay quien le ponga en sinquenta…” AGEM. Documentos Históricos de la Gobernación. Años 1704-1705, 1711. Expediente promovido por el Procurador Don Cristóbal de Gámez y Costilla ante el cabildo solicitando se
8
nuevos asentamientos fueron propiciados por las favorables condiciones
económicas, motivadas por la integración de distantes y diversos hitos
geográficos, originados por la construcción de nuevas vías de comunicación
y transporte. Lo expuesto ha posibilitado la cristalización de los actuales
núcleos poblacionales del municipio en estudio.15
La toponimia de la zona muestra notables y substanciales diferencias de
acuerdo a los períodos históricos de ocupación del territorio. En el período
hispánico, los topónimos de origen “Mucu” muestran vinculaciones con los
cursos de agua, espacios poblados, sitios y lugares; mientras otras
denominaciones del mismo período, están relacionadas con enfermedades
tropicales, accidentes geográficos y vegetación. Durante los siglos XIX y XX,
las denominaciones son resultado de los cambios tecnológicos
experimentados en la región y también derivados de creencias mágico-
religiosas.
1.2. METODOLOGÍA
El estudio toponímico no sólo pretende la simple enumeración de nombres
de una unidad político-administrativa, región o nación, pues ello sólo
constituiría un mero estudio lingüístico o la elaboración de índices. Por el
contrario, el investigador que se ocupa de los toponímicos debe indagar con
detenimiento sobre su origen, porque estos constituyen la expresión de la
inhibiese esta ciudad de satisfacer los salarios impuestos. Testimonio de las Autoridades Eclesiásticas de Mérida. Mérida, 24 de febrero de 1711. Folio 13r.
15 . Cfr. Jesús RONDÓN NUCETE: Acontecer de Mérida. 1936-1958. Caracas. Editorial Arte. 1977. p. 123 y Gardiana, MONSALVE DE HERNÁNDEZ: Evolución de la Economía Cafetalera Venezolana. El Caso de Mérida. 1937-1940. Mérida. Tesis de grado. Universidad de Los Andes. Facultad de Humanidades y Educación. Escuela de Historia. 1986. p. 36
9
evolución histórica de un área geográfica, en los cuales se superponen
diferentes épocas históricas; con esa visión se establece un repositorio
documental que aporta información sobre diversidad de tópicos; al respecto,
Alejandra Moreno Toscano expresa que el investigador podrá “…entrever
estratos históricos superpuestos…”16 que se asemejan a una formación de
sedimentos geológicos.
Es necesario puntualizar que los espacios geográficos donde se asientan
grupos poblacionales, presentan características singulares que influyen en la
asignación de los nombres, de allí, que el estudio de las denominaciones,
sea de tipo histórico–geográfico, en el que se considera fundamental el
análisis tempo–espacial,17 debido a la existencia de una diversidad en la
intensidad de las fases de la ocupación.
De acuerdo a lo expuesto, se comprende que “…el medio físico natural de un
territorio impone un conjunto de condicionantes al desarrollo económico y
social. Dichas condicionantes son muy fuertes durante las primeras etapas
de evolución y van siendo vencidas por la tecnología impulsada por los
beneficios que se derivan del asentamiento, el aprovechamiento de nuevos
recursos naturales y la producción en general…”.18 Además de la señalada
vinculación, existe "...la relación Ambiente–(Asentamiento)–Desarrollo que
debe ser comprendida para entender a su vez la evolución de una
determinada forma de asentamiento”,19 ello permite determinar las etapas de
ocupación espacial y los nombres de lugares específicos a través del tiempo,
así mismo permite conocer adecuadamente la relación medio físico–
16 . Alejandra MORENO TOSCANO: “Toponimia y Análisis Histórico”. En: Historia
Mexicana. Vol. XIX. Julio-Septiembre. Nro. 1 (México, 1969) p. 1-10. 17 . Ídem. 18 . Venezuela. Ministerio de Relaciones Interiores. Op. Cit. p. 15 19 . Ídem.
10
desarrollo, lo cual permite entender la evolución de una determinada forma
de ordenamiento territorial y tendencia.20
De este modo, tenemos que para el desarrollo de actividades económicas se
buscan zonas acordes con la explotación agrícola o ganadera, que sean
tierras aptas y que las mismas tengan facilidades de comunicación con los
mercados internos y con los puertos asociados a caminos y rutas fluviales
naturales por la relación cercana que existe entre el medio físico, los
mercados, las materias primas y la producción.21
De esta forma, los conceptos “Hombre–Ambiente Natural–Toponimia”, son
elementos que se conjugan en el tiempo y en el espacio para crear la
realidad histórica, económica y social de la microrregión del piedemonte
andino lacustre, en especial, del municipio Alberto Adriani. En este sentido, el
estudio y análisis de algunos nombres geográficos de esta zona, tiene como
finalidad contribuir al conocimiento del origen y evolución de las corrientes
migratorias. Así mismo, intenta conocer cómo la geografía ha incidido en la
conformación de la toponimia presente en la región. A tal efecto, se parte de
la premisa de que lo geográfico como lo temporal se presentan como rasgos
fundamentales en cada paso de estudio de las denominaciones geográficas.
En atención a ello, el presente estudio se asienta fundamentalmente sobre la
revisión bibliográfica, hemerográfica, cartográfica, documental y prácticas de
campo sobre la temática. A los efectos de esta investigación ha sido de
fundamental importancia la óptica del trabajo de Alejandra Moreno Toscano
donde se relaciona la aparición de toponímicos con los asentamientos
20 . Idem. 21 . Idem.
11
geográficos.22 Igualmente es necesario mencionar el trabajo de Adolfo
Salazar Quijada, quien explica el origen y la significación de los nombres de
Venezuela.23 En cuanto al aspecto geográfico, es valioso el aporte de Leonel
Vivas sobre la fisonomía geográfica del piedemonte andino lacustre,24 y
Orlando Luis Venturini, quien estudia la geografía humana de la expresada
zona.25 Así mismo en lo referente a la clasificación de tierras con tendencias
agrícolas, el trabajo realizado por José B. Hernández Calderón.26
La información documental proviene de los diferentes repositorios
nacionales, específicamente los resguardados en la Biblioteca Nacional
Biblioteca Febres Cordero, entre los que se destacan la colección Ciudades
de Venezuela, particularmente las visitas de Alonso Vásquez de Cisneros,
Juan Modesto de Meller y Diego de Baños y Sotomayor, las transcripciones
documentales de don Tulio Febres Cordero a los documentos de la colonia y
la colección documental del Dr. Julio César Salas (Fundación “Julio César
Salas”). Las fuentes cartográficas se consultaron en la colección de mapas y
planos de la expresada biblioteca.
En la Universidad de Los Andes –Dirección de la Facultad de Humanidades y
Educación– se consultó la Colección Los Andes, obra transcrita por el
hermano Nectario María. Mientras que en el Archivo General del Estado
Mérida, se revisó el Fondo de protocolos, particularmente, las escrituras de
donación y patrimonio.
22. Alejandra, MORENO TOSCANO. Op. Cit. 23 . Adolfo SALAZAR QUIJADA: Op. Cit. p. 13 y Toponimia de la Guajira Venezolana.
Caracas. Ministerio de Obras Públicas. Dirección de Cartografía Nacional. 1971 24 . Leonel VIVAS. Op. Cit. 25 . Orlando Luis VENTURINI: Geografía de Los Andes Venezolanos. Caracas. (Colección
Geografía de Venezuela Nueva. T.7) Ariel-Seix Barral Venezolana. 1983 26 . José B. HERNANDEZ CALDERON: Clasificación de Tierras con Fines Agrícolas.
Sector Culegría-Onia-Chama. Estado Mérida. Mérida. ULA. Facultad de Ciencias Forestales. Escuela de Geografía. 1990
12
Las limitaciones que se han encontrado en la realización del presente trabajo
estriban en la dispersa y escasa información sobre la temática en estudio,
especialmente sobre el período prehispánico y del contacto. Esa deficiencia
ha imposibilitado rastrear la evolución de los topónimos, su ubicación
geográfica y las corrientes migratorias que les dieron origen. Igualmente, la
existencia de zonas de difícil acceso, lo que ha obstaculizado el trabajo de
campo.
En el procesamiento de los datos, la información se tabuló en orden
cronológico, se discriminaron los toponímicos, sus variaciones, significados,
ubicación y señalamientos. Los datos de ocupación se agruparon de acuerdo
al nombre del ocupante, áreas geográficas ocupadas y población. Esa
organización de la información permitió conocer la forma de población y la
incidencia de los topónimos y su relación con el área geográfica en estudio.
Una vez identificados los toponímicos en la documentación estudiada, se
realizó la revisión cartográfica para obtener la actual ubicación geográfica de
los sitios y lugares que respondían a esas denominaciones. Luego de
concluida esa fase se efectuó la investigación de campo que permitió
corroborar las diversas relaciones establecidas entre el espacio geográfico,
ocupación y toponimia. Concluida la anterior etapa se procedió a la redacción
del informe inicial, se realizaron las correcciones pertinentes y se presenta el
informe final.
El estudio se justifica porque permite determinar la cosmovisión de la
población que ha ocupado la región a través de las diferentes épocas, en ello
se involucran las perspectivas económicas, las diferencias sociales, los
factores naturales, las creencias mágico-religiosas, los temores internos
sobre los eventuales peligros y enfermedades, cuyos criterios subyacen en la
13
mentalidad de la población actual del municipio Alberto Adriani del estado
Mérida.
14
CAPÍTULO II. MARCO FÍSICO NATURAL DEL MUNICIPIO ALBERTO ADRIANI
2.1. LOCALIZACIÓN Y EXTENSIÓN DEL ÁREA
El municipio Alberto Adriani se encuentra localizado al noroeste del estado
Mérida, en el punto de contacto entre el piedemonte andino-lacustre y la
depresión aluvial reciente del sur del lago de Maracaibo, coincidiendo su
emplazamiento con el sitio donde algunos ríos como el Chama, Mucujepe,
Onia y otros, “...al descender de la cordillera de Los Andes, incursan sus
aguas bruscamente, en la planicie del sur del lago”,27 al occidente de
Venezuela.
La gran variabilidad topográfica hace presente niveles altitudinales que van
desde los 400 m y más en las partes más altas del municipio, pasando hasta
los 150 m a la altura de la carretera Panamericana para llegar hasta los 100
m, límite topográfico de contacto piedemonte-planicie. La localización
primordial de este municipio, está signada por “su posición de nodo de
confluencia de vías carreteras... (en el) área más dinámica del occidente del
país...”.28
27 Alberto PÉREZ. Plan Local de Desarrollo Urbano de El Vigía. p. 12
15
El municipio Alberto Adriani se encuentra astronómicamente situado entre los
8º, 30’ y 8º, 45’ de latitud norte y entre los 71º, 30’ y 71º, 55’ de longitud
oeste. Tiene una extensión de 561 km2; cuenta en su división político-
territorial con siete parroquias, a saber: Gabriel Picón González, capital La
Palmita; Héctor Amable Mora, capital Mucujepe; José Nucete Sardi, capital
Los Naranjos; Presidente Betancourt, capital El Vigía; Presidente Páez,
capital El Vigía, Presidente Rómulo Gallegos, capital El Vigía y Pulido
Méndez, capital La Blanca29. (VER ANEXOS)
Los límites del mencionado municipio son:
“Por el Norte: El Estado Zulia en sus límites generales con el Estado Mérida,
desde el río Escalante hasta el río Mucujepe.
Por el Este: El Municipio Obispo Ramos de Lora, por el río Mucujepe y el río
Guayabones, aguas arriba de éste hasta su nacimiento en el cerro Azul.
Por el Sur: Los municipios Andrés Bello, Sucre, Antonio Pinto Salinas y Zea.
Por el Oeste: El municipio Zea y el Estado Táchira”.30
2.2. CARACTERÍSTICAS FÍSICO-NATURALES DEL ÁREA
2.2.1. RELIEVE:
El sitio donde está emplazado el municipio presenta una variabilidad en sus
paisajes, producto de su estratégica ubicación geográfica. Esta área que
fácilmente se puede catalogar como una “Región Natural” independiente,
28 Ibídem. pág. 5 29 M.A.R.N.R. Servicio Autónomo de Geografía y Cartografía Nacional. División Político-
Territorial de Venezuela. 1993. p. 24 30 Gaceta Oficial del Estado Mérida. Nº. Extraordinario. Año XCII. Mérida, 15 de enero de
1992. pp. 1-2.
16
“...constituye una verdadera depresión estructural, cuyo origen se relaciona
íntimamente con el levantamiento de la orografía andina venezolana...”31,
geológica y morfodinámicamente junto a la depresión del lago de Maracaibo,
mostrándose como “un almanaque geológico reflejo de los fenómenos
ocurridos desde el mismo inicio de formación de Los Andes (precámbrico),
pasando por todas las edades hasta el Cuaternario”.32
No obstante, sus rasgos estructurales, específicamente “...son consecuencia,
de los procesos de evolución geológica ocurridos a mediados de la Era
Cenozoica (período terciario-mioceno) y durante todo el Cuaternario”33,
cuando se asentaron contrastes de desnivel de los suelos que se presentan
dentro del municipio, como los conjuntos “montañosos marginales”
(piedemonte) y las tierras llanas que se extienden hasta el lago de
Maracaibo, producto de “...los efectos combinados del levantamiento de las
cordilleras y del hundimiento de las fosas”.34
Teniendo en consideración estas características de formación del relieve
dentro de esta área transicional, debemos tomar en cuenta su estudio
separado de acuerdo a su localización, materiales de que están formados,
topografía y otras características que le dan forma al mismo. Es así como se
presentan distintos y variados tipos de paisaje como el de montaña, el de
piedemonte, el de los valles y el de planicie aluvial.
A.- Paisaje de montaña: Dentro de lo que se denomina paisaje de montaña
en el espacio que nos ocupa, confluye una serie de particularidades entre las
31 M.A.R.N.R. Sistemas Ambientales Venezolanos. Proyecto Ven. 79/001. Región
Natural 5. Depresión Aluvial Reciente del Lago de Maracaibo. p. 5 32 Alberto PÉREZ. Op. Cit. p. 12 33 Ídem. 34 Ibídem. p. 13
17
cuales está la ubicación altitudinal, que en este caso se encuentra sobre los
800 m.s.n.m. Este paisaje está “constituido por rocas de las formaciones
Sierra Nevada, Tostós, Río Negro, Aguardiente, Capacho, La Luna, Palmar,
Apón y Mito-Juan".35 Por el mismo límite altitudinal en que se encuentra
dicho paisaje, se "presenta(n) diversos tipos de pendiente 20-45%, 45-65%,
predominando las pendientes mayores a 65%, donde la textura de dichas
formaciones en su superficie, van desde la “...franco-arcillo-arenosa, en
algunos casos alternando las formaciones arcillosas con areniscas y
lutitas”.36
Las hendiduras que son frecuentes en este paisaje son aprovechadas por
una jerarquización de redes hidrográficas que surcan y “disectan” el paisaje
de montaña.
B.- Paisaje de piedemonte: Este tipo de paisaje está constituido
“...principalmente de formaciones terciarias, que topográficamente
comprenden una franja de anchura variable que va desde los 70-90 m.s.n.m.
en su contacto con el paisaje de montaña”.37
Las mismas condiciones geológicas que influyeron en la formación de dicho
sub-relieve, han hecho que existan sub-paisajes, entre los cuales tenemos:
-Colinas altas: “Se presenta como un relieve bastante empinado”, pues si
vemos, es la primera degradación progresiva en la culminación del sistema
andino venezolano hacia su parte norte-occidente.
35 José B. HERNÁNDEZ CALDERÓN. Clasificación de Tierras con Fines Agrícolas.
Sector Culegría-Onia-Chama Estado Mérida. p. 66 36 Ibídem. p. 67 37 Ídem.
18
Este tipo de sub-relieve está formado “...por areniscas, conglomerados (roca
sedimentaria), lutitas y arcillas provenientes de las Formaciones Palmar,
Carbonera, Mirador y Barco”.38
- Colinas medias: Segunda degradación de este tipo de paisaje piemontino,
“...constituido por areniscas, conglomerados (roca sedimentaria), lutitas y
arcillas provenientes de las Formaciones Palmar, Carbonera, Mirador, Barco,
Isnotú y Betijoque; existiendo, a diferencia del sub-paisaje descrito
anteriormente, un predominio de las capas blandas de arcilla entre las capas
duras de arenisca”.39
- Colinas bajas: El sistema de colinas bajas se desarrolla claramente
paralelo a la carretera Panamericana, a su lado sur, “desde el río Onia hasta
Mucujepe”, muestra un relieve bastante heterogéneo, “...producto de una
serie de factores geológicos y climáticos...”40, formado geológicamente “...por
arcillas y lutitas intercaladas con finas capas de areniscas y conglomerados
provenientes de las Formaciones Isnotú, Betijoque y Palmar, lo que le da un
tipo de relieve más suave de colinas bajas redondeadas”41 y cortas junto a
vertientes cóncavo-convexas, que han sufrido fuerte modelaje por la acción
hídrica y movimientos en masa, en épocas recientes.42
Este tipo de sub-paisaje del piedemonte andino-lacustre se presenta como la
última etapa en degradación sur-norte de Los Andes; relieve paisajístico
“...transicional entre el gran contrafuerte montañoso de la cordillera de Tovar
38 Ibídem. p. 68 39 Ídem. 40 Alberto PÉREZ. Op. Cit. p. 9 41 José B. HERNÁNDEZ CALDERÓN. Op. Cit. p. 69 42 Alberto PÉREZ. Op. Cit. p. 9
19
y las terrazas fluvio-aluviales del piedemonte”.43
C.- Paisaje de valles: Representado dentro de los paisajes ya descritos. Se
trata de pequeños valles longitudinales, aluviales y coluvio-aluviales, que
tienen pendientes variables de acuerdo a la geología entre 3-85,
“...conformados por las terrazas aluviales y la planicie de inundación,... que,
según las formaciones que haya cortado el río respectivo, se compone de
proporciones variables de areniscas, cuarcitas, granitos, gneises y
esquistos”.44
D.- Paisaje de planicie aluvial: Formado por todos los componentes
geológicos que mediante la lixiviación de los recursos hídricos del área, se
presenta al final del sub-paisaje de colinas bajas, a ambas márgenes de los
ríos Onia, Chama, Mucujepe y otros.
Este paisaje presenta “...pendientes de hasta 1%, por donde las aguas del río
Chama (y otros) discurren caprichosamente...”.45
2.2.2. SUELO
La gran formación geográfica montañosa de la región los Andes en la cual se
sitúa la micro-región piemontina sur-laguense y todo el proceso pedogenético
por el cual transcurrió dicha formación, ha tenido su incidencia directa junto a
otros factores, -clima, entre ellos- en la actual formación y existencia de los
suelos que en el presente se tienen en el municipio Alberto Adriani y en toda
una extensa zona, vecina a este.
Los estudios geológicos sitúan la formación andina “a finales de la Era
Cenozoica, o sea, en el terciario superior o neógeno, (que corresponde al)
43 Ídem. 44 José B. HERNÁNDEZ CALDERÓN. Op. Cit. p. 70
20
mioceno y plioceno, hace 15 a 20 m.a.” presentándose un máximo impulso
en su formación durante el plioceno, “...hace escasos 5 millones de años,
prolongándose hasta bien entrado el pleistoceno, (perteneciente a la Era
Cuaternaria inferior) cuando hubo una atenuación del ritmo del levantamiento
montañoso”.46 No solamente será la conformación del relieve andino en
general el que tendrá parte única en este proceso edafológico del área de
estudio, la alternancia de épocas frías y cálidas, durante el último sub-
período de formación de los Andes (pleistoceno superior; Era cuaternaria
superior), va a tener una influencia también directa en ello. Adicionalmente,
se conforman “glaciares de alta montaña”, junto a la existencia de “lluvias
concentradas” y un clima seco unido a la pobreza vegetal, durante el período
frío, junto a la “fusión de los hielos y de aguaceros torrenciales durante la
época caliente, en que se va a producir el inicio del desgaste (pronunciado)
de las faldas de la montaña andina, con el consecuente relleno sedimentario
fluvio-glacial y aluvial en [...] las piemontinas septentrionales y
meridionales”47 del estado Mérida y Barinas. Por lo general los sedimentos
aluviales de los que está conformado el suelo de esta área, pertenecen a la
deposición de material orgánico del cuaternario superior junto a “los
depósitos hologénicos (cuaternario inferior) [...] (de) hace unos 10.000 A.P.,
ubicándose estos en áreas contiguas a los lechos y vegas de los cursos de
agua”.48
Toda esta evolución pedogenética por la que atravesó la zona en sus rasgos
estructurales (de estrato y substratum geológico), aunque es “un almanaque
geológico reflejo de los fenómenos ocurridos desde el mismo inicio de
formación de Los Andes, pasando por todas las edades hasta el
45 Alberto PÉREZ. Op. Cit. p. 11 46 Leonel VIVAS. Los Andes venezolanos. p. 23 47 Ibídem. p. 24
21
Cuaternario”49, la superficie del municipio Alberto Adriani “tiende a ser poco
compleja”.50
Es así como entonces la ubicación del nombrado piedemonte y llanura
aluvial, hace que el suelo del municipio se pueda clasificar taxonómicamente
en tres unidades:
- Entisoles: Suelos de poca evolución, “se trata en este caso, de suelos muy
delgados” producto de la erosión a la que está sometida la fuerte inclinación
montañosa-andina. Existen en su mayoría en los bordes de los ríos y al pie
de las vertientes, por lo que se les suele llamar “suelos de vega”, resultado
del deposito de una fina capa de limo y barro, “es oscuro, con gran cantidad
de materia orgánica”, que el río Chama y otros ríos, traen en su recorrido por
el fondo de los valles transversales que vienen a terminar en esta área,51 se
ubican entre el río Onia y hasta las partes altas de las quebradas Seca y
Mocacay.52
- Inceptisoles: El suelo de la zona se sitúa, por lo general, y por el efecto de
las corrientes fluviales que descienden por todos los valles transversales que
depositan todo el material de las partes altas del estado Mérida, dentro de
este orden al que se le denomina también “suelo joven o azonal”; que no ha
estado suficiente tiempo bajo los efectos de los procesos pedogenéticos y de
las acciones e influencias necesarias para desarrollar características de
suelo maduro”.53 Este tipo de suelo está “...ubicado generalmente en los
niveles más bajos de terrazas y cono aluviales, es decir del Cuaternario
48 Ídem. 49 Alberto PÉREZ. Op. Cit. p. 9 50 Ídem. 51 J.F. MONKOUSE. Diccionario de Términos Geográficos. p. 427 52 Leonel VIVAS. Op. Cit. p. 114 53 J. F. MONKHOUSE. Op. Cit. p. 427
22
superior y reciente”;54 la ubicación espacial en el área de estudio comprende
los que están “a la salida del río Chama a la planicie, donde este se explaya
al lado Este de la ciudad de El Vigía...”, creando de este modo un amplio
cono de deyección aluvial, por la mínima pendiente existente a partir del
puente de la Panamericana (de hasta el 1%) formando el enorme
explayamiento en este mismo sitio, de 500 m (ancho promedio).55
- Ultisoles: Este tipo de suelos, característicos del piedemonte son bien
“desarrollados”, se ubican generalmente en “terrenos y colinas del
Cuaternario antiguo, o en colinas terciarias, teniendo baja fertilidad natural,
fuerte acidez y susceptibilidad a erodarse”.56 Su situación municipal
corresponde a las terrazas del sur de la ciudad de El Vigía y donde se
encuentra el asentamiento urbano de La Blanca (barrio local).
2.2.3. HIDROGRAFÍA En cuanto a los drenajes naturales que atraviesan el municipio Alberto
Adriani, cabe señalar que dicha área “...se encuentra enmarcada dentro de
tres cuencas: Escalante (Onia), Chama y Mucujepe (Caño Seco), siendo la
más significativa el sistema hidrológico del río Chama,...”57, es de importancia
señalar que el espacio en el cual se ubican estas cuencas, ha sido designado
“Reserva Nacional Hidráulica”58 y “Zona Protectora”59 bajo decretos
respectivos.
54 Leonel VIVAS. Op. Cit. p. 113 55 Alberto PÉREZ. Op. Cit. p. 11 56 Leonel VIVAS. Op. Cit. p. 114 57 Alberto PÉREZ. Op. Cit. p. 32 58 Gaceta Oficial de la República de Venezuela. Nro. 30.558. Año CII. Mes II. Caracas:
Viernes 22 de noviembre de 1974. 59 Gaceta Oficial de la República de Venezuela. Nro. 1.655 (Extraordinario). Año CI. Mes VIII.
Caracas: Lunes 27 de mayo de 1974.
23
Junto a estas tres cuencas existen afluentes de envergadura que dinamizan
los cauces de las mismas, entre ellos tenemos:
A.- Onia–Culegría: Abarca una superficie de 43.629 hectáreas,
localizándose su nacimiento y desembocadura entre “los 8º, 21’, 56’’ y 8º, 36’
20’’ de latitud Norte y entre los 71º, 35’, 37’’ y los 71º, 46’, 10’’ de longitud
Oeste”.60
Estas subcuencas en cuestión se ubican dentro del flanco montañoso y
piedemonte de la vertiente occidental de la cordillera de Mérida, al sur del
lago de Maracaibo, en la parte sur-occidental del estado Mérida.61
Estos cauces están presentes en dos áreas específicas como lo son, el
macizo de Tovar y una faja de la depresión del lago de Maracaibo, divididas
estas entre sectores, siendo los más resaltantes los siguientes:
-Sector de piedemonte: Con pendientes superiores al 65% y
frecuentemente mayores de 45% que hace que los afluentes de los ríos Onia
y Culegría, desciendan caudalosamente por el sur del municipio, ubicándose
este sector entre los 600 – 1000 m.s.n.m.
- Sector llanura aluvial: Con pendientes menores a 45%, con perfiles
cóncavo–convexos.62
60 U.L.A. Facultad de Ciencias Forestales. Escuela de Geografía. Seminario de estudios
regionales. Problemas Ambientales de las Cuencas de los ríos Onia y Culegría. Estado Mérida. p. 2
61 Ídem. 62 Ibídem. p. 5
24
B.- Chama: Este río a pesar de que es una cuenca a la que caen pocos
afluentes, como la Quebrada del Diablo –dentro del municipio–, tiene un “
...régimen hidrológico... (cuyo) comportamiento ha dependido
fundamentalmente de su nacimiento en una región, de fuertes pendientes,
atravesando extensas zonas afectadas por una erosión natural dinámica y
altamente productora de sedimentos, lo cual le confiere un elevado
dinamismo al proceso de formación de sedimentos a todo lo largo de su
cauce sobre ... (el sector de la llanura aluvial),63 que a la altura de la
quebrada antes mencionada, se ve afectado por un fuerte cambio de su
gradiente topográfico, lo cual lo obliga a realizar la descarga de los
sedimentos arrastrados sobre su propio lecho.
Este cono de deyección “...que ha venido durante miles de años siendo
enterrado, da lugar a un potente acuífero, alimentado por la precipitación
pluvial y la escorrentía superficial e infiltrada por el sector de afloramiento
superior del dicho cono”.64
En lo que se refiere a otros drenajes naturales que atraviesan el área adjunta
al río Chama, tenemos el Caño Bubuquí, “cuya hoya hidrográfica está
adosada a la terraza de El Vigía. Dicho caño drena un área de 70 km2,
caracterizándose por pronunciadas pendientes... (que experimenta) crecidas
violentas y de poca duración...”65 confluyendo al gran río después de
atravesar la ciudad de El Vigía en sentido sur-norte.
C.- Caño Seco y Caño de Ojo: Al igual que los demás subafluentes de las
principales cuencas que atraviesan el municipio, estos dos caños se
63 Alberto PÉREZ. Op. Cit. p. 32-33. 64 Ibídem. p. 36 65 Ibídem. p. 34
25
encuentran dentro de los dos sectores geográficos que caracterizan el área
de recorrido de los mismos (Piedemonte – Llanura aluvial). Son afluentes del
río Mucujepe con “...cursos bienentallados, de pendiente muy pronunciada,
que experimentan crecidas violentas pero de corta duración...”66
2.2.4. CLIMA
El clima de nuestro país está bajo el influjo de una serie de elementos que
dan como resultado la existencia de variados sub-climas, teniendo que
estudiarlos según los elementos climáticos y la combinación de factores que
más influyen en las diversas regiones y microrregiones para poder
determinar a ciencia cierta el clima que más se ajusta a las realidades
geográficas de nuestro país.
Los elementos influyentes en el ámbito climático tanto regional como
microrregional venezolano y que deben ser estudiados para poder determinar
esa realidad son: la temperatura, presión atmosférica, vientos, humedad
(vapor de agua, nubes, precipitación, evaporación). (Son) “estos elementos
...el resultado de la combinación de los distintos factores climáticos: latitud,
altitud, distribución de mares y continentes, corrientes oceánicas, disposición
del relieve e influencia del suelo y la vegetación”.67
En este orden de ideas, los elementos que más destacan, derivados de la
posición geográfica en que se encuentra el municipio Alberto Adriani son: la
altitud–temperatura, la humedad y los vientos alisios. La posición de
piedemonte, junto a la existencia de una situaciones altitudinales no muy
diferenciadas unas de otras, hacen que se presente en esta zona “un
66 Ídem. 67 J. F. MONKHOUSE. Op. Cit. p. 95
26
régimen marcadamente isotermal, con variaciones entre el mes más frío y el
más cálido, de apenas 5 ºC”, que no ocurre en el transcurso del día, cuando
se registran variaciones térmicas de hasta 35 ºC a las 12:00 del mediodía,
después de estar a 20 ºC. a las 6:00 a.m., “ello se da sobre todo durante los
primeros meses del año y el inicio del segundo período de lluvias (agosto–
septiembre)”.68
Con relación a la humedad relativa de la zona, es bastante elevada a lo largo
de todo el año, cuando se llega a alcanzar el 85 % como término promedio;
entre julio y agosto se dan los valores más bajos de humedad llegando hasta
el 75 %, mientras que entre mayo y junio (término del primer período lluvioso)
se da el máximo de hasta el 95%.69
Es necesario tomar en consideración que la zona de estudio, debido a su
ubicación geográfica, se ve afectada por la fuerza eólica, “que obedece,
simultáneamente, a controles de orden planetario y regional. (Pues) a nivel
planetario actúan los vientos alisios, y a nivel regional el arco montañoso de
los Andes, que induce modificaciones significativas en el desplazamiento de
los vientos”.70
Siendo el municipio Alberto Adriani una entidad político–administrativa del
estado Mérida, que además ocupa en su jurisdicción, parte de la franja
piemontina del sur del lago de Maracaibo, para ser más precisos, en un
sector de la cuenca hidrográfica que nutre dicho reservorio de agua dulce, no
es de ignorar que se vea favorecido por lo regular de un clima que es
bastante húmedo, producto de los vientos alisios provenientes del noreste,
68 Alberto PÉREZ. Op. Cit. p. 28 69 Ibídem. p. 30 70 Idem.
27
de la zona de convergencia intertropical que vienen dirección depresión del
lago de Maracaibo, buscando penetrar los abras naturales que forman los
valles transversales del piedemonte, y que al chocar con la convergencia
local de dirección sur–sur–este provenientes de la cordillera andina, hacen
que exista una marcada “precipitación media anual mayor a los 1.800 mm.”,71
por consiguiente, “se han reconocido cuatro regiones termo-pluviométricas
muy húmedas y cálidas (en toda esta área), caracterizadas por
precipitaciones medias anuales [...] y (por) temperaturas medias anuales
superiores a los 27 ºC; entre las que destaca la “región subhúmeda cálida”
por estar ubicada en el área “de la vega del río Chama y (la) zona colinada
de Mocacay...”72 junto a otras que son características por ser más amplia su
ubicación.
En términos generales puede decirse, que el régimen de precipitación en
toda el área es binodal, con dos máximos de lluvia en noviembre y abril, y
dos mínimos en julio y febrero; durante estas temporadas se concentra el 34
% y el 21 % de las precipitaciones anuales respectivamente. El período más
seco está prácticamente limitado al mes de agosto (86 mm), y en menor
magnitud, a febrero (124 mm), reconociéndose, sin embargo, que la situación
de mes “seco” no es tan marcada ya que se producen en esos meses de
menor precipitación, por lo general, entre 8 y 15 días de lluvia de relativa
intensidad (hasta 35 mm/hora)”.73
Teniendo en consideración estos factores positivos ya descritos, se puede
afirmar que la microrregión donde se ubica el municipio Alberto Adriani,
71 Ibídem. p. 22 72 Ídem. 73 Ibídem. p. 25
28
posee un clima “húmedo caliente” que cubre una franja de 300 km2 en torno
a la ciudad-capital del mismo.
2.2.5. VEGETACIÓN
La vegetación, como se ha podido conocer, conserva escasos vestigios de
su cobertura natural, limitándose éstos a las áreas adyacentes por las cuales
las tres importantes cuencas del Escalante (Onia), Chama y Mucujepe (Caño
Seco) y sus afluentes, pasan o dejan un potencial hidrológico y nutriente.
Estas limitaciones en lo que respecta a la "...antigua cobertura boscosa que
caracterizó esta zona hasta la apertura de la carretera Panamericana en
1952,...”,74 se debe hoy todavía a factores de orden económico que llevaron
a una indiscriminada deforestación de las pocas especies de valor comercial
como ceibas, balso, caracoli, zarcillo, yagrumo entre los más frecuentes
existentes en la zona, para dar lugar a sembradíos de pastos.75(Ver tabla Nº
1) TABLA Nº 1
ESPECIES ARBÓREAS DEL MUNICIPIO ALBERTO ADRIANI
FAMILIA NOMBRE CIENTÍFICO NOMBRE VULGAR
Anacardiaceae tapirira guianensis laurel Anacardiaceae ochoterenaea colombiana Cedrillo
annonaceae guatteria soffordiana Majagua annonaceae oxadra venezuelana ya –ya apocynaceae stemmadenia
grandiflora cojón de berraco
bignoniaceae jacaranda copaia caesalpiniaceae brownea latifolia Guaramaco caesalpiniaceae brownea cocconea guaramaco,
palo de cruz
74 Ibídem. p. 38 75 Ídem.
29
FAMILIA NOMBRE CIENTÍFICO NOMBRE VULGAR
caesalpiniaceae brownea leucantha palo de cruz, rosa de monte
caesalpiniaceae brownea macrophylla rosa de monte caesalpiniaceae parkinsonia aculeata cuji lagunero
chrysobalanaceae licania parviflora guayabo pimiento compositae clibadium surinamense hierba de caballo compositae clibadium sylvestre ehretiaceae cordia alliodora Pardillo
elaeocarpaceae sloanea zulianensis achote rosado flacourtiaceae casearea javitenses cafecito, palo de
ratón flacourtiaceae casearea mollis Zapatero flacourtiaceae casearea sylvestris guarda candela flacourtiaceae lindackeria laurina flacourtiaceae lunania parviflora flacourtiaceae ryania speciosa
lauracea nectandra guaianensis chirco, olivon lauracea ocotea symbarum cascarillo sassafraslauracea ocotea leucoxylon laurel rastrojero lauracea ocotea odorata laurel amarillo lauracea ocotea indecora laurel pimentón
malpighiaceae byrsonima spicata melastomataceae bellucia axinanthera Manzanito melastomataceae miconia barbinervis melastomataceae miconia phaeophylla melastomataceae miconia ribiginosa melastomataceae miconia serrulata piriche negro,
mortiño meliaceae trichilia verrucosa Cabimito meliaceae guarea trichilioides Trompillo
mimosaceae inga sapindoides guamo cajeto, guamo rastrojero
mimosaceae pithecellobium ligustrinum
Yacure
mimosaceae prosopis juliflora cují, cují negro moraceae chlorophora tinctoria mora, moral,
mora de palo moraceae clarisia biflora charo negro,
charo colorado
30
FAMILIA NOMBRE CIENTÍFICO NOMBRE VULGAR
moraceae ficus nymphaeifolia matapalo, lechero moraceae ficus pertusa Lechero blanco moraceae pourouma guianensis Chaparro de agua,
tinajero moraceae thropis racemosa guaimero negro
myristicaceae virola sebifera cuajo negro, saugrimo blanco
papilionaceae gliricidia sepium rabo de ratón papilionaceae machaerium robinaefolium siete cueros
piperaceae piper arboreum cordoncillo, anicillo
rubiaceae coussarea paniculata rubiaceae genipa americana Caruto rubiaceae posoqueria panamensis huevo de ardilla rubiaceae psychotria cincta rubiaceae randia hondensis rubiaceae warscewiczia coccinea
sapindaceae cupania americana guamo macho sapindaceae dipterodendrom venezuelensis Tamarindo sapindaceae matayba scrobiculata rabipelado, burrito sapotaceae pouteria coriacea Timón solanaceae cyphomandra betacea tomate de monte solanaceae solanum subinerme
sterculiaceae pterigota brasiliensis Cajeto sterculiaceae guazuma ulmifolia Guásimo
theophrastaceae clavija nobilis vervenaceae petrea pubescens guamo macho vervenaceae vitex divaricata Aceituno
Fuente: María Mery Rondón R. Arboretum zona sur del lago de Maracaibo. Mérida, 1995.
En razón de estas limitantes ya referidas, tenemos que ubicar la existencia
vegetal del municipio a “zonas de vida” las cuales deben “...concebirse como
una unidad natural en la cual la vegetación, la actividad animal, el clima, la
fisiografía, la formación geológica y el suelo, están todos interrelacionados en
una combinación reconocida y única, que tiene un aspecto o fisonomía
típica”, pero debido a la constante actividad antrópica en el área “...en
31
muchos casos no es posible establecer si la ausencia de una especie se
debe a causas naturales o a las actividades del hombre”.76
Estas “zonas de vida” en lo que respecta a la vegetación natural del
municipio, estarían adjudicadas a los sitios que atraviesan las principales
cuencas y subcuencas. La variedad y cantidad de vegetación depende
entonces del sector que atraviesa cada caño o río del municipio. Es así como
encontramos en el sector por el que pasa la subcuenca Onia–Culegría,
afluente del río Escalante, un tipo de vegetación propia del bosque húmedo
tropical, donde la misma “...se encuentra caracterizada por la presencia de
un bosque primario (sobreviviente a la depredación humana), asociaciones y
sucesiones ubicadas entre los 200 a 400 m.s.n.m.”77
Este tipo de cobertura vegetal conformado por: bosques densos, bosques
claros, matorrales, pastizales completos de plantas vivaces sin erosión,
pastizales degradados de plantas vivaces sin erosión aparente, cultivos
anuales sin terrazas; le dan al suelo del área un grado de protección entre
excelente y deficiente o “significativamente buena”.78
La vegetación arbórea más representativa de la microcuenca “...viene dada
por especies pioneras como: Chusia S. P., Acacia, Balso, Ochroma Logópus
y otras no pioneras como: Samán, Jabillo, Cedro, Guayabón, Pardillo
blanco”.79
76 Leslie R. HOLDRIDGE. Ecología basada en zonas de vida. p. 3 77 ULA. Facultad de Ciencias Forestales. Escuela de Geografía. Seminario de Estudios
Regionales. Problemas Ambientales de las cuencas de los ríos Onia y Culegria. Edo. Mérida. p. 6
78 Roberto MILIANI C. Diagnóstico Conservacionista Cuenca: río Onia – Culegria (Edo. Mérida). p. 10-18.
79 Ibídem. p. 34
32
En lo que respecta a la vegetación del área que va desde el río Onia hasta
Caño Seco–Mucujepe, la vemos desde el punto de vista de los diferentes
ríos y caños ubicados en dicha área, encontrándose diferentes tipos de
cobertura vegetal como el hallado en el lugar del Caño Frío–Caño Amarillo
conformado por especies vegetales parecidas al sector Onia–Culegría; “la
zona de vida de mayor representatividad pertenece al bosque húmedo
tropical el cual se encuentra ubicado entre altitudes que van desde el nivel
del mar hasta alcanzar los 1.000 m.s.n.m., ...dicha zona coincide (en lo que
respecta a su vegetación) con la micro-cuenca del río Guayabones ya que
ésta presenta particularmente límites climáticos iguales”.80
Las especies forestales representativas de la zona, además de las pioneras
como el Yagrumo, Balso y otros, se encuentran también junto a especies
como el Guayabón, el Cedro, el Caracolí, el Samán, y el Guamo entre
otras.81
Los indicios de la influencia del hombre en el área se ven claramente en
las vertientes empinadas con usos mixtos (café – bosque claro) de la tierra y
en las zonas de la parte norte de la carretera Panamericana donde los
bosques secundarios dieron lugar para formar áreas de pastizales de tipo
comercial.82 Este sector (Onia–Caño Seco–Mucujepe cubre un área de
4.275.517 ha de bosques -incluyendo áreas fuera del espacio territorial del
municipio-, representando el 5,08 % de los bosques del territorio nacional
que lo sitúan en el segundo lugar después de la región de Guayana en
cuanto a superficie boscosa se refiere. Las tierras forestales existentes son
netamente protectoras, pues la vegetación boscosa que presentaba cierto
80 Ibídem. p. 30 81 Ibídem. p. 31 82 Ibídem. p. 28-29.
33
potencial, fue prácticamente eliminada al expandirse la frontera agrícola; de
esta manera los escasos lotes boscosos se asocian a cursos de agua
funcionando básicamente como “protectores”.83
De importancia resulta agregar, que este sector (Onia–Caño Seco–
Mucujepe) está considerado bajo las figuras jurídicas de “Reserva hidráulica”
y “Zona protectora” según decretos 557 del 19 de noviembre de 1974
(Cuencas de los ríos Onia, Guaruríes y Escalante) y 105 del 27 de mayo de
1974 (Chama–Mucujepe)84.
83 Ibídem. p. 19-22. 84 Ver citas 32 y 33 respectivamente.
34
CAPÍTULO III. LA OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DEL MUNICIPIO ALBERTO
ADRIANI
3.1. LA OCUPACIÓN ESPACIAL PREHISPÁNICA
Al respecto se puede resaltar que la zona en estudio estuvo habitada por
pobladores autóctonos que marcaron una etapa dentro del proceso de
ocupación espacial del área, conformando de esta manera, parte de la
historia regional, en la que el hombre detentaba el rol protagónico en la
aparición y actual existencia de algunos nombres de lugares o topónimos que
caracterizan al área y a la primera etapa de ocupación prehispánica de la
zona. La documentación de la época85, informa sobre la presencia de grupos
humanos desde que hacen su aparición en el área, como los guaruríes o
“guigüires” junto a otros pobladores indígenas que pertenecieron al tronco
lingüístico chibcha86.
Estos pobladores indígenas que en sus “correrías” por el sur del lago
estuvieron presentes en tierras que hoy día son parte del municipio Alberto
Adriani, desplazándose sobre el extenso territorio, pero sin realizar
asentamientos definitivos, al mismo tiempo que mantuvieron su resistencia a
los invasores hispanos, como se puede evidenciar de las constantes
85 Documentación registrada en el Archivo General del Estado Mérida, Archivo General de
Indias, Archivo Arquidiócesano de Mérida, Biblioteca Nacional. Biblioteca Febres Cordero; información de cronistas, viajeros del siglo XIX, entre otros.
86 Entrevista con la Dra. Jackeline Clarac de Briceño, 1994.
35
expediciones militares de los vecinos de Mérida durante los siglos XVI y XVII
que se organizaron a fin de someter a este grupo nómada, mediante el
“...castigo y allanamiento de los indios Guaruríes gente de guerra…”87, hasta
que se logró su conquista pacifica.
Estas poblaciones descritas como nómadas en las representaciones de
cronistas como Gonzalo Fernández de Oviedo y Valdez y Oviedo y Baños,
entre otros, “...vivían en las vertientes de la cordillera de Mérida hacia el lago
de Maracaibo y tierras llanas cubiertas de bosques en su parte sur,…”88 lo
que equivale a las tierras llanas que bordean todo el lago de Maracaibo,
hacia las extensas ciénagas que se formaban por los caudales de los ríos
Onia, Chama, Mucujepe y otros menos importantes, y que sirvieron de
refugio a la etnia Guarurí frente a los ataques que los hispanos les siguieron
ante la indomable forma de proceder, desde la serranía de Ocaña (sur-oeste
de la zona del municipio Alberto Adriani) hasta las tierras que llegaban a la
actual Chiguará y Estanques, limite de los espacios geográficos que
señoreaban lo indios guaruríes89.
Al considerar como zona de influencia de los pueblos Arawac parte del
occidente venezolano, podríamos afirmar que la etnia guarurí, que desarrolló
sus actividades dentro de la zona en estudio, pertenecía a dicha familia. Sin
embargo, investigaciones recientes muestran, por el contrario, que la nación
motilona descendía de las oleadas pobladoras que provenían de Centro
América y que correspondían al tronco lingüístico de los chibchas90 y
87 AGEM. Protocolos, T. III: Escritura de solicitud de tierras hecha por Juan Samudio. Mérida,
6 de noviembre de 1626. Fol. 209 88 Julio César Salas. Etnografía de Venezuela. p. 9 89 Información obtenida de Julio Cesar Salas, quien a su vez la toma de la Historia General
y Natural de las Indias de Gonzalo Fernández de Oviedo Y Valdez. 90 Guillermo HERNÁNDEZ RODRÍGUEZ. De los Chibchas a la Colonia y a la República
(Del Clan a la Encomienda y al Latifundio en Colombia). p. 29
36
perteneciendo los guaruríes al grupo motilón, por lo cual deducimos que
éstos eran familia directa de aquel gran grupo aborigen.
Este pueblo se caracterizó por ser un grupo cazador, recolector, y también
comerciante ya que aprovechaba los productos agrícolas de la zona, tales
como el cacao, para intercambiarlo mediante el trueque por sal, que obtenían
"...de los indios Eneales, Zaparas, Pacabuyes, Orotamos, Aliles y otros
pueblos de la parte norte del lago y golfo de Venezuela, donde existían
abundantes salinas”91 los cuales, a su vez, intercambiaban con los pueblos
indígenas de la Cuenca Alta del río Chama (Mucus), los que, a su vez
obtenían, a cambio de maíz92.
También es importante mencionar que una de las características que destacó
en los grupos étnicos que frecuentaban la zona en estudio, fue la de aliarse a
parcialidades motilonas como la de los quiriquires, entre otras, muy afines a
sus costumbres guerreras y nómadas, para fomentar la hostilidad a los
nuevos invasores de sus territorios, como ocurrió en 1.600 cuando
incendiaron y destruyeron el puerto de San Antonio de Gibraltar y que puso
en alerta a los hispanos, obligándoles a hacer “algunas salidas … (para) el
castigo y allanamiento de los (dichos) indios Guaruríes (que eran) gente de
guerra …”93.
Otra de las costumbres frecuentes en aquel pueblo nómada, era el uso de la
coca, planta a la que le dieron nombre de “Hayo”, "...que es cierta hierba
91 Julio César SALAS. Op. Cit. p. 131 92 Gonzalo FERNÁNDEZ DE OVIEDO Y VALDEZ. Historia General y Natural de las
Indias. Libro XXV. Cap. VII. pp. 26-28 93 AGEM. Protocolos, tomo III: escritura de solicitud de tierras hecha por Juan Samudio.
Mérida, 6 de noviembre de 1626. Fol. 209
37
para no haber sed, e su baperon”94 o "...coporos como los llamaban los
Güiguires, Poroporos o baperones, fabricados vaciando el fruto de la
Cucúrbita Lagenaria (taparo)…”95, que al igual que los incas y otros pueblos
de Sur América, usaban en sus largas incursiones a la selva húmeda y
durante el trabajo duro de las minas, permitido solamente por el gobierno
incaico del antiguo Perú, más tarde en el siglo XVI en el trabajo forzado de
las minas del Potosí, por tener la facultad de quitar el hambre y la sed 96.
También entre los pueblos que habitaron esta extensa área, se encuentran
los motilones, con similar condición a los guaruríes en sus formas y
costumbres, vivían "...divididos en varias tribus (que) dominaban las
vertientes de la Cordillera de Los Andes y tierra llana del lago de Maracaibo
hacia el sur y sudoeste, desde las ciénagas del río Chama, donde partían
límites con los Güiguires, hasta la Serranía de Ocaña”97.
3.2.-LA OCUPACIÓN ESPACIAL HISPÁNICA: 3.2.1 LA PROPIEDAD TERRITORIAL
La presencia de un grupo humano en un espacio determinado no se explica
por simples relaciones de casualidad, ésta obedece a especiales
circunstancias que el hombre toma en consideración antes de realizar
asentamientos iniciales98. En el caso de los grupos hispánicos que se
asentaron en la zona baja del estado Mérida a raíz de las concesiones o
mercedes de tierras hacia dichos espacios de su geografía, esto obedeció a
94 Gonzalo Fernández de Oviedo y Valdez Ob. Cit pp. 26-28. 95 Julio César Salas. Ob. Cit. p. 86 96 Eduardo Galeano. Las Venas Abiertas de América Latina. pp. 72-73 97 Julio César Salas. Op. Cit. p. 140
38
su frustración ante la inexistencia de minas en la región andina y al deseo de
ampliación del espacio colonial agro-económico y jurisdiccional del momento
de la invasión99.
La ocupación espacial del sur del lago se inició inmediatamente después de
fundada la ciudad de Mérida en 1559, con las exploraciones realizadas por
Miguel de Trejo100, pero sólo se concretó con el establecimiento definitivo de
la Villa y Puerto de San Antonio de Gibraltar, hacia 1592 por Gonzalo de Piña
Lidueña, centro poblado donde los emeritenses acudieron y solicitaron se les
asignaran propiedades a través de las mercedes correspondientes101, desde
aquella fecha y posteriormente hasta bien entrado el siglo XVII, cuando la
presencia hispánica dominó el territorio del actual municipio Alberto Adriani.
Estos beneficios comienzan a verificarse a partir de 1611, cuando se otorgan
tierras a Diego de la Peña, en 1611102, a Jerónimo de Aguado en 1626103,
Juan de Aguado 1630104, y Juan Aguado. Así mismo, se hace referencia a
una lista de concesiones de tierra en los espacios que hoy se ubican dentro
de los límites del municipio Alberto Adriani, que se extienden en los años de
98 Eliseo LÓPEZ AYALA. La Repartición Espacial de la Población Mundial. p. 10 99 Tulio FEBRES CORDERO. Archivo de Historia y Variedades. p. 96 100 Roberto PICÓN PARRA: Fundadores, Primeros Moradores y Familias Coloniales de
Mérida (1558-1810) Los Fundadores: Juan Rodríguez Suárez y sus Compañeros (1558-1810). Caracas (Colección Fuentes para la Historia Colonial de Venezuela # 197) Ediciones de la Academia Nacional de la Historia, 1988, T. I p. 325.
101 Agustín MILLARES CARLO: Protocolos del Siglo XVI. Caracas. (Colección Fuentes para la Historia Colonial de Venezuela. # 80 ) Academia Nacional de la Historia, 1966 p. 65.
102 “...un pedazo de tierra entre los ríos Chirurí y quebrada de Mucujepe...” Tulio FEBRES CORDERO: Obras Completas. (Concesiones de Tierra en la Antigua
Gobernación de Mérida) Bogotá Antares 1960. T. 1 p. 178. 103 “ dos estancias de ganado mayor a las espaldas de los Estanquez, vertientes a los llanos
de los Guariries.. “ Ibídem. p.180. 104 “...A Juan Aguado vecino de Mérida, hijo de Juan Aguado y nieto del Capitán Juan
Andrés Varela, de los primeros conquistadores, una estancia de ganado mayor en el río de Chama, tierra de los Gururíes , en donde cae de la serranía a los llanos de la laguna en las vegas sabanosas que hace el río..“ Ibíden p. 186
39
1630, 1633-1635 y el año de 1637105. La distribución de propiedad territorial
hacia 1655 se había realizado entre los primeros pobladores y sus
descendientes a quienes se les había concedido graciosamente 5 estancias
cuyo tipo no especifican, 11 estancias de ganado mayor106, 2 de ganado
menor, 5 de pan coger y 2 pedazos de tierra. La ubicación de estas
propiedades era sobre el curso superior e inferior de los ríos de Chama,
Mocacay y Onia.
Tabla Nº 2
MERCEDES DE TIERRA EN EL VALLE DE CHAMA (1611-1650)
Fecha Propietario Extensión Ubicación
Estancias Ped.
S/E
S/E GM Gm pan
1611 Diego de la Peña 1 Mucujepe y Chirurí
1626 Jerónimo Aguado 2 Vertientes de los llanos
1630 Juan Aguado 1 Río de Chama
1630 Andrés de Vergara 1 Ídem.
1633 Dionisio Márquez 1 1 Mocacay
1635 Dionisio Márquez 1 Tierra de Guaruríes
1635 Juan Guillén 1 Ídem.
1635 Jerónimo Aguado 1/2 Ídem (las barrancas)
105 BNBFC. Transcripciones de don Tulio Febres Cordero. Lista de varias concesiones de
tierra hechas por el Gobierno de la Provincia de Mérida en la costa de la laguna de Maracaibo, perteneciente a su jurisdicción. Años 1589, 1611, 1625 a 1636. Caja Nº 02. Documento 45.
106 Ídem.
40
Fecha Propietario Extensión Ubicación
Estancias
Ped.
S/E
S/E GM Gm pan Ídem.
1635 García Varela 1 Onia.
1635 Andrés Enríquez P 1 Mocacay
1635 Benito Marín 4 T. Guarrurés
1637 Antonio de Viloria 2 Río de Chama
1650 Andrés Alarcón O 1 Llanos de Chama
1650 García Varela 1 Onia
1650 García Varela 1 Sitio de Chama.
1655 Martín de Zurbaran 1 Mocacay
1655 Juan de Otalora 1 Cachicamo
1655 Francisco Suárez 1 Mocacay
Total 5 11 2 5 2 0 Fuente: Tulio FEBRES CORDERO: Obras Completas (Tomo I). Concesiones de Tierra de la Antigua Gobernación de Mérida. Bogotá. Antares, 1960 T. I. pp. 173-94 S/E: Sin especificar, GM: Ganado mayor, Gm: Ganado menor, pan: pan coger, Ped.: Pedazo de tierra.
3.2.2.- LAS ENCOMIENDAS DEL CHAMA
La ocupación hispánica comportó, simultáneamente a la asignación de
propiedad territorial, el repartimiento de indígenas en encomienda,
particularmente en el valle del Chama, la población aborigen se hallaba
dispersa en las llanuras aluvionales del sur del lago de Maracaibo, ello no
impidió que los naturales fueran asignados en encomienda por el fundador
de Mérida Juan Rodríguez Suárez quien concedió a Juan Alonso todos los “
41
...caciques y principales y indios que en ellas oviere...”107, en 100 casas
sobre las vertientes de la Laguna, pero en 1564, el presidente de la
Audiencia de Santa Fe, Andrés Díaz Venero de Leyva desconoció aquel
repartimiento del fundador y confirió esta encomienda a Juan Díaz de Tena,
quien la poseyó hasta su muerte ocurrida alrededor de 1570108. Después de
ese deceso el 19 de octubre de 1574, el licenciado Francisco Briceño dividió
los naturales, que por primera vez denomina Mucuxepe, entre los
encomenderos García de Carvajal y Martín Hernández Mexía109.
Posteriormente, en 1582, por dejación de la encomienda por Martín
Hernández Mexía quien se avecindó en Trujillo110, y tal vez por fallecimiento de
García de Carvajal las cien casas fueron entregadas a Antonio de Aranguren111,
quien hizo dejación de esta encomienda en 1593; en esa fecha, fueron
entregadas a Juan de Trexo112 y Marcos Pérez del Basto113. La mitad de la
encomienda, representada por 50 casas entregadas a Marcos Pérez del
Basto fue dejada por su titular el 6 de marzo de 1595, y concedida a Pedro
Fernández de Ojeda, concuñado de Juan de Trexo114, el 1 de agosto de ese
año115.
107Roberto PICÓN PARRA: Fundadores, Primeros Moradores y Familias Coloniales de
Mérida (1558-1810) Los Fundadores: Juan de Maldonado y sus Compañeros. Caracas.
(Colección Fuentes para la Historia Colonial de Venezuela Nº 198) Academia Nacional de la Historia, 1988. T. II. pp. 96.
108 Ibídem. T. III. p. 162 109 Ídem. 110 Ídem. 111 Ídem. 112 “ Y conviene encargar en personas beneméritas... y que voz Juan de Trexo, vecino de la
dicha ciudad soys de el Capitán Miguel de Trexo vezino de ella, el qual ha serbido mucho al Rey Nuestro Señor en muchas partes del dicho Nuevo Reino como su bueno y leal basallo...” BNBFC: Colección Ciudades de Venezuela T. 20. Real Cédula de Encomienda de los Indios de Muxepe a don Juan de Trexo, por el Presidente de la Real Audiencia de Santa Fe, don Antonio González. Santa Fe, 18 de febrero de 1593. pp 70-73.
113 Ibídem p. 121. 114 Roberto PICÓN PARRA: Ob. Cit. p. 121 115 Ibídem. p. 502.
42
Así en 1602, aquellos encomenderos compartían los beneficios de la
encomienda de Mucuxepe, cuya composición demográfica estaba distribuida
en 31 varones y 22 mujeres lo que determinaba que un 60% de la población
fuese masculina y un 40% mujeres, mientras existían 2 caciques, 16 indios
útiles y tributarios, 2 reservados (indios que superaban la edad de 54 años o
impedidos) y 5 indios ausentes o fugitivos. (Véase Tabla Nº 3).
En la pesquisa secreta, algunos indígenas expresaban que desde que se
había poblado Gibraltar (1592) habían sido trasladados por los
encomenderos de la “...sierra a tierra fría...”116, desde el sitio de Torondoy, y
que entonces eran aproximadamente 40 indígenas, pero que debido a que
en la llanura lacustre los aborígenes habían contraído padecimientos, que
habían causado la muerte a 20 de los naturales trasladados, porque aquella
tierra era “muy mala y sujeta a muchas enfermedades de las cuales se han
muerto todos los yndios...”117, probablemente debido a las enfermedades
endémicas de la región como el paludismo y también a la epidemia de
viruelas sufrida por la población de Mérida en 1598, cuyo foco inicial fue el
puerto de Gibraltar118, los merideños invocaron la protección de Nuestra
Señora de Gracia de la Encarnación del hijo de Dios, para cuya adoración,
instituyeron una cofradía, entre cuyos fundadores se halla el encomendero
de Mucujepe, don Miguel de Trexo119.
116 BNBFC. Ciudades de Venezuela T. 20. Testimonios en Pesquisas secretas del Cacique
Pedro Moján y otros al capitán Antonio Beltrán de Guevara. Mucujepe, 8 de octubre de 1602. p. 68.
117 Ibídem. p. 68 118 Los doctrineros afirmaron que “...hubo una enfermedad en los dichos llanos muy grande
por los cual los suso dichos se vinieron huyendo a esta ciudad de la dicha enfermedad abrá un año poco mas o menos...” Ibídem. p 85
119 Edda O. SAMUDIO: “ La Cofradía de Criollos y Criollas de Mérida. Siglo XVI.” en: Boletín Antropológico. Mérida, # 5 Enero- Marzo ULA, 1984 pp. 44-48.
43
Tabla Nº 3 DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN INDÍGENA DE LA ENCOMIENDA DE
MUCUJEPE
Encomendero
Sexo Caciqu
e
I.U.T
Reserv.
AusenteM F
Pedro Fernández Ojeda 15 11 1 6 1 4
Juan de Trexo 16 10 1 10 0 1
Total (52) 31 21 2 16 1 5
% 60 40 Fuente: BNBFC: Ciudades de Venezuela T. 19-20 y 20 Visita de Antonio Beltrán de Guevara a la Encomienda de Mucujepe. Mucujepe, 7 y 8 de octubre de 1602. pp. 269-320 / 1-92
Así mismo, los naturales declararon que los indios no se habían cristianizado,
por lo que el visitador Beltrán de Guevara ordenó su adoctrinamiento
católico, se les administrara el bautismo y les asignaran sus nombres
cristianos. De igual forma, se pudo evidenciar que había 6 indios y 3 indias
amancebadas, por lo cual ordenó realizar inmediatamente sus esponsales,
también hubo aborígenes que no hablaban el español por lo que se recurrió a
la utilización de intérpretes para los interrogatorios120. Estos indígenas fueron
confiados a los doctrineros agustinos, quienes atendían a los naturales entre
las márgenes de los ríos Chama y Chirurí121
Adicionalmente a los expresados indios encomendados, que sufrieron los
traslados iniciales, la creciente necesidad de mano de obra determinó que los
encomenderos transportasen a otros indígenas de las zonas altas al
120 BNBFC. Ciudades de Venezuela T. 20. Cargos a Miguel de Trejo por el Visitador
Capitán Antonio Beltrán de Guevara. Mérida 5 de noviembre de 1602. p. 76. 121 Fernando CAMPO DEL POZO: Historia Documentada de los Agustinos en Venezuela
durante la Época Colonial. Caracas (Colección Fuentes para la Historia Colonial de Venezuela # 91) Academia Nacional de la Historia. 1968. pp. 165.
44
beneficio del cacao, como lo pudo evidenciar en 1620 el visitador Vázquez de
Cisneros, quien expresamente prohibió que los aborígenes fueran llevados al
cultivo y producción de cacao en los llanos de la Laguna122.
A pesar de las prohibiciones reales para el traslado de los indígenas de
zonas frías a las cálidas123, los estancieros continuaron realizando esa
práctica y en abierta violación a las disposiciones reales, reubicaron
naturales de los páramos de Mérida, al igual que los procedentes de los
llanos barineses, la gobernación de Venezuela y hasta del nororiente del
Reino de Granada hacia las vertientes de la Laguna, como lo efectuó el
capitán Antonio Monsalve, quien entre otros naturales, transfirió una india
llamada Magdalena, natural de Mucuchíes, un indio nombrado Sebastián
natural de Barinas de la encomienda de Cosme de Monsalve, y a Beatriz,
originaria de Ubaté de la encomienda de don Miguel de Loyola, vecino de
Santa Fe y quien expresó que don Francisco de Toro Olguín la había traído
del Reino al Valle de Chama124.
Aquella situación se mantuvo hasta la mitad del siglo XVII, porque en la visita
que hiciera al sitio de “San Bisente de Chama” el juez comisario, Juan
Fernández de Rojas y el protector y alguacil mayor, Alonso de la Parra, por la
comisión del visitador Juan Modesto de Meller en 30 de agosto de 1655,
refiere del traslado de indígenas de la encomienda del capitán Bartolomé de 122 “...y estoy informado que Francisco Suárez, que recide en el Valle de las Lagunillas es
uno de los que en contravención de la prohibición que está hecha en estos particulares incurriendo en las penas impuestas ha traydo yndios así del dicho Reino como del pueblo de las Lagunillas de las encomiendas de los capitanes don Antonio de Reynoso, Batholmé de Vergara y Pedro Márquez de Estrada y con ello ha hecho y beneficiado una estancia y arboleda de cacao en el sitio que llaman de Mocacay...” BFHE: Colección Los Andes. V. 10 Visita al Valle de Chama. San Bicente de Chama, 5 de septiembre de 1655. p. 201.
123 BFHE: Colección Los Andes. V. 10 Visita Valle de Chama. San Bicente de Chama, 5 de septiembre de 1655. p. 174.
124 Ibídem. p. 143
45
Vergara, de “…apellidos Mucuy del Valle de Aricagua…” donde se beneficia
del trabajo de indios en los “...desiervos y cosechas de arboledas de
cacao…en contrabención de las dichas Reales Cedulas y Ordenanzas”125 no
solamente en aquel sitio, sino también en un área que iba desde Onia126
hasta Mucujepe.127
En este sentido, se pudo constatar que aquella legislación protectora de los
indígenas emitida a lo largo de los siglos XVI y XVII para evitar el traslado de
indios de tierra fría a espacios de clima húmedo tropical fue constantemente
violada, bien por medios coercitivos como por el engaño y los vanos
ofrecimientos de los encomenderos como lo realizó el capitán Bartolomé de
Vergara quién se benefició del trabajo de indios sin concierto, ni asientos, ni
ley, sólo “…con yndusimiento y maña de engaño…” tanto en el trabajo como
en la explotación de la siembra de cacao del sitio de San Vicente de
Chama128. Adicionalmente, se pudo constatar el desplazamiento de la
población aborigen de las zonas altas de sur oriente de la jurisdicción de
Mérida, quienes hostigados por los caribes se reasentaban hacia las tierras
bajas, lo cual contribuyó al crecimiento demográfico de la región.
Sin embargo, el repartimiento de los indígenas en sus encomenderos no
originó que éstos se sometieran, por el contrario, al avance de los hispanos,
los grupos aborígenes del área se distinguieran por su belicosidad al invasor,
característica que determinó una constante guerra, signada por las
persistentes "...salidas que se […] (habían) ofrecido (para) el castigo y
125 BFHE. Colección Los Andes. Vol. 10. Visita Valle de Chama. pp. 31, 140. 126 Edda O. Samudio A. El Trabajo y los Trabajadores en Mérida Colonial. Fuentes para
su Estudio. p. 42 127 BFHE. Colección Los Andes. Vol. 7. Visita Pueblo de La Sabana y agregados. p. 112 128 BFHE. Colección Los Andes. Vol. 10 Visita valle de Chama. pp. 174, 178-180, 202.
46
allanamiento de los indios guaruríes, gente de guerra…”129 y los frecuentes
asaltos de los indios se acaecieron hasta el año de 1617, cuando don
Fernando de Arrieta,130 después de "...varias entradas contra estos indóciles
aborígenes por los capitanes Diego Prieto Dávila, Juan Pérez de Cerrada,
Juan Andrés Varela, Juan Pacheco Maldonado y otros comisionados del
gobierno y ayuntamiento de Mérida, consiguió …destruir a los Quiriquires y
atemorizar a los Güaruríes a quienes se les ocuparon sus tierras…”131. Este
tipo de enfrentamientos motivó el sometimiento temporal de las contumaces
comunidades motilonas, las que fueron confiadas a las actividades
misionales, a cuyo efecto se asignó a los frailes capuchinos de Valencia,
España132.
La agresividad entre ambos grupos humanos es especial a partir de 1617,
momento en que los hispanos extendían los rentables cultivos de cacao en el
territorio estudiado, particularmente, con la instalación de haciendas a pesar
de la continua contrariedad de los aborígenes. De este modo, se efectúa la
ocupación efectiva del territorio jurisdiccional de Mérida hacia la zona,
particularmente en los espacios que fueron denominados como Mucujepe,
Llanos de Chama, Mocacay y Onia, entre otros, recordando que aquellas
avanzadas obedecieron a factores de orden económico determinado por el
prometedor potencial cacaotero de la zona y su creciente exportación al
comercio exterior, que le darían relevancia a la actividad agrícola emeritense
de ese momento.
129Tulio Febres Cordero. Op. Cit. p. 97 130 Julio Cesar SALAS. Op. Cit. p. 140 131 Tulio FEBRES CORDERO. Op. Cit. 132 Real Orden de 18 de mayo de 1703, dirigida al presidente de la casa de contratación de
Sevilla donde participa que a partir de 1699 se había resuelto enviar a Maracaibo nueve religiosos capuchinos de la provincia de Valencia por petición del Procurador General de las misiones Fr. Arcadio de Segura.
47
3.2.3. LAS UNIDADES DE PRODUCCIÓN
A partir de entonces, la expansión económica lograda contribuyó a que las
haciendas y estancias se constituyeran en "...centros de poblamiento, en
razón de que su mano de obra se agrupaba en caseríos y rancherías, que
inclusive contaban con capilla propia”133. Asimismo, se sabe que “...en torno
a esas actividades agrícolas y ganaderas, se fue configurando un nuevo
paisaje humanizado, sometido a la interacción reguladora de factores…
económicos”134, donde el medio natural ofreció las condiciones más
favorables para ese desarrollo agrícola en sentido bien señalado135. En ellas,
se sembraron las arboledas de cacao y la recolección de sus frutos, junto a
otras especies que evidencian las actividades agrícolas y pecuarias que se
desarrollaban en el Valle del Chama.
En el valle del Chama, las incipientes actividades agrícolas se reseñan ya en
1602, con el cultivo de la caña de azúcar, estableciéndose las primeras
labranzas que producían “...cinco mucurillas de miel al año...”136 Asimismo,
se cultivaba el maíz, del cual se sembraba una fanega137, y en 1629, se hizo
referencia a la siembra y cosechas del plátano en la estancia de Isabel de los
Reyes138. Para entonces, se extendían los cultivos de cacaotales de los que
se reseñaban cuatrocientos árboles de cacao139, y en 1632, en la estancia de
Dionisio Márquez se habían sembrado 500 árboles, para la segunda mitad
del siglo XVII, las unidades de producción del Valle del Chama rendían mas
133 Manuel PÉREZ VILA. Política y Economía en Venezuela. p. 38 134 Edda O. SAMUDIO A. Las Haciendas del colegio San Francisco Javier de la
Compañía de Jesús en Mérida. 1628-1767. p. 08 135 Ibídem. p. 09 136 BNBFC. Ciudades de Venezuela T. 20. Pesquisa Secreta de la Encomienda de Juan de
Trexo. Mucujepe, 8 de octubre de 1602. p. 66. 137 Ibídem. p. 76. 138 Tulio FEBRES CORDERO: Ob. Cit. p. 185 139 Ídem.
48
de 10.000 pesos, porque sus rentas decimales alcanzaban a 1000 pesos140.
Al poco tiempo que los laicos se apropiaron de los predios de la llanura
lacustre al serles facilitado el proceso de asentamiento en esta zona, hicieron
donaciones a las comunidades religiosas que se habían establecido en
Mérida entre las que figura la Compañía de Jesús141.
Por distinción en la ciudad capital de la provincia en las inmediaciones de los
“Llanos de Chama” y de Mucujepe, destacan las donaciones hechas por don
Andrés Alarcón Ocón (1650), don Antonio Reinoso (1657) y el capitán García
Varela (1650) quienes las habían recibido en 1635 por comisión de conquista
y pacificación de los indios Guaruríes, del presidente del Nuevo Reino de
Granada don Juan de Borja. Estancias concedidas a ellos, ubicadas a una y
otra banda del río Chama y también en la “quebrada de Onia”142. Así mismo,
las clarisas recibieron como donación del fundador del monasterio, el padre
Juan de Bedoya, las estancias de Mucujepe en 1652 y adquirieron la extensa
posesión de Chama que abarcaba parte de la jurisdicción de los actuales
municipios Pinto Salinas y Alberto Adriani, sobre el curso inferior del aquel
río, que aceptaron como pago de los dotes y ajuares de doña Sancha del
Cristo y Jacinta de la Encarnación143.
140 AGEM: Documentos Históricos Expediente Promovido por el Procurador Don Cristóbal de
Gamez y Costilla ante el Cabildo solicitando se inhibiese esta ciudad de satisfacer los salarios impuestos. Testimonio de las Autoridades Eclesiásticas de Mérida. Mérida 24 de febrero de 1711. f. 13r.
141 como dos años después, de la fundación del Colegio San Francisco Xavier, para el año de 1630 se le asignan tierras mediante donaciones a la Compañía de Jesús de Tunja, y otras para la casa de Pamplona por intermedio del padre rector de Tunja Lamberto Nicolás, en términos de Gibraltar y sus montañas para cultivar cacao y otras especies, las rentas que produjeran dichas estancias de tierra, servirían para el sostenimiento del noviciado de toda la provincia de Mérida y para tal fin fueron cedidas. Tulio Febres Cordero. Obras Completas. Tomo I. (Concesiones de tierra en la antigua Gobernación de Mérida). Pág. 185
142Tulio Febres Cordero. Op. Cit. Pág. 193 143 Luis Alberto RAMÍREZ MÉNDEZ: El Convento de San Juan Bautista de la Orden de
49
Igualmente, según la relación realizada por el juez de visita Juan Fernández
de Rojas se pudo conocer que sobre el valle del Chama había 15 estancias
con igual número de propietarios, de las cuales dos se ubicaban en
Mucujepe, una, en el sitio del Cachicamo, otra, asentada en Mocacay, la
estancia de las Monjas confinada en el lugar expresado, y de las restantes,
no se informa con precisión su ubicación144, mientras en 1694, El maestre de
campo Lucas de Laguado explicó poseer una hacienda en Mucujepe145, y en
1707 doña Elena de Otalora señalaba que la hacienda y arboleda de cacao
de Cachicamo, que había sido propiedad del alférez Juan de Azcorra, la
había adquirido por vía de remate en la cantidad de 2600 pesos146.
3.2.4.- LA POBLACIÓN NEGRA
Es evidente que la mano de obra aborigen fue insuficiente para atender las
demandas laborales del creciente cultivo de cacao en el valle de Chama, las
arboledas del fruto fueron resultado de la progresiva introducción de esclavos
negros. Así, la esclavonía de este valle distribuía 40 esclavos entre los 15
estancieros reseñados en 1655, entre los que había una notable
preponderancia de varones, alcanzando un 65 % de hombres, la mayoría de
ellos solteros. Es de destacar que entre estos propietarios destacaron las
monjas clarisas que llegaron a poseer hasta cuatro esclavos varones de los
seis que totalizaban su posesión, en tanto que las mujeres solas alcanzaban
el 35 %. (Véase Tabla Nº 4)
Santa Clara de Mérida 1651-1874. Tesis para optar al grado de Doctor en Historia. UCV. 1999. T. II p. 34.
144 BFHE. Colección los Andes. Visita de Modesto de Meller y Baños y Sotomayor. Visita del juez de visita Juan Fernández de Rojas al Valle del Chama. San Vicente de las Atalayas, 4 de septiembre de 1655. p. 162-163.
145 AGEM. Protocolos T. XXXVIII. Testamento del maestre de campo Lucas de Laguado. Mérida 23 de abril de 1694. ff. 234r-254v.
146 AGEM. Protocolos T. LXI. Escritura de censo de doña Elena de Otalora, a favor del Convento de Sra. Sta. Clara de Mérida. Mérida, 11 de febrero de 1707. ff. 219-221r.
50
Tabla Nº 4 POBLACIÓN ESCLAVA EN EL VALLE DE CHAMA
DE ACUERDO A SUS PROPIETARIOS, SEXO Y PORCENTAJE
PROPIETARIOS
Nº DE ESCLAVO
S
% SEXO MASC. % FEM. %
Monjas clarisas 6 15 4 10 2 5 Juan Fernández de Rojas
4 10 2 5 2 5
Joseph de Angulo 4 10 2 5 2 5 Martín de Zurbarán 3 7,5 3 7,5 Sin nombrar 3 7,5 2 5 1 2,5 Juan Félix de Arrua 3 7,5 2 5 1 2,5 Francisco Arias 3 7,5 2 5 1 2,5 Isabel Cerrada 3 7,5 2 5 1 2,5 Sin nombrar 2 5 1 2,5 1 2,5 Juan de Otalora 2 5 1 2,5 1 2,5 Sin nombrar 2 5 2 5 Ambrosio Izarra 2 5 2 5 Don Juan de Heredia
1 2,5 1 2,5
Francísco Albarrán 1 2,5 1 2,5 Joseph Quintero 1 2,5 1 2,5
TOTALES
40
100
26
65
14
35
Fuente: Colección Los Andes. Vol. 10 Visita Valle de Chama. pp.162-163.
De igual manera en la información se reseñan 4 infantes, lo que
indudablemente estaba en directa relación con las necesidades de
trabajadores productivos. Es importante resaltar que el promedio de árboles
de cacao sometidos al cuidado de un esclavo masculino ascendía a 1000, lo
que nos indicaría que el valle de Chama estaría cultivado de
aproximadamente 26.000 árboles de cacao y entre otras actividades de
Ibidem. p. 162-165.
51
algunos esclavos, estaba el de ser cabreros como el caso de Miguel, cuyas
propietarias eran las clarisas. (Véase Tabla Nº 5)
Tabla Nº 5
POBLACIÓN ESCLAVA DE ACUERDO A SUS NOMBRES,
EDAD, SEXO Y CONDICIÓN SOCIAL EN EL VALLE DE CHAMA
NOMBRES
EDAD
SEXO CONDICION
SOCIAL
OFICIO MASC. FEM.
Francisco Domingo Dionisio
3
1.5
X X X
Esclavo Hijo Hijo
Pablo Mujer
X X
Esclavo Esclava
Gerónimo Lucrecia
X X
Esclavo Esclava
Hernando Mateo María
10
X X
X
Esclavo Esclavo Esclava
Matheo Simón
X X
Esclavo Esclavo
María X Esclava Manuel Mónica Miguel María
Manuel Christoval
X
X
X X
X
X
Esclavo Esclava Esclavo Esclava Esclavo Esclavo
Cabrero
Francisco Lucía Juan
Petrona
X
X
X
X
Esclavo Esclava Esclavo Esclava
Pedro X Esclavo Alejandro Francisco
María
X X
X
Esclavo Esclavo Esclava
Antonio Isabel Juana
Santiago
18 12
X
X
X X
Esclavo Esclava Esclava Esclavo
52
Domingo Lucía Simón
X
X
X
Esclavo Esclava Esclavo
Francisco Manuel Susana
X X
X
Esclavo Esclavo Esclava
Juan Juan
X X
Esclavo Esclavo
María X Esclava
TOTALES
26
14
40 esclavos
Fuente: Colección Los Andes. Vol. 10 Visita Valle de Chama. p.162-163.
En cuanto a la distribución por estancias notamos que las mayores
propietarias fueron las monjas clarisas con seis esclavos, reservándose el
segundo lugar a las propiedades de Mucujepe con cinco esclavos, mientras
la mayoría de estancieros tenían entre uno y tres, en los cuales se incluían
las mujeres. (Véase Tabla Nº 6)
Tabla Nº 6 POBLACIÓN ESCLAVA EN EL VALLE DE CHAMA POR UBICACIÓN,
NUMERO DE ESTANCIAS Y NUMERO DE ESCLAVOS
UBICACIÓN
Nº DE ESTANCIAS
Nº DE ESCLAVOS
S/E. 10 24 Mucujepe 2 5
Cachicamo 1 2 Mocacay 1 3
Estancia de las monjas clarisas
1 6
TOTALES
15
40
Fuente: Colección Los Andes. Vol. 10 Visita Valle de Chama. p. 162-163.
De igual manera, el "auto para empadronar los negros y demás xente
estanciera ubicada en el valle de Chama", específicamente reunida por el
53
juez comisario de la visita, Juan Fernández de Rojas y su escribano Alonso
de la Parra, en el sitio de San Vicente de Chama, reportó un total de seis
esclavos provenientes de África entre cuyas naciones de origen destacan el
Congo, Angola, Builá y Mandinga, que representan el 18 % de la mano de
obra negra del sitio de estudio. El 82 % restante, intuimos, nacieron en
América o criollos. (Véase Tabla Nº 7)
Tabla Nº 7 POBLACIÓN ESCLAVA DE ACUERDO A SU DUEÑO, UBICACIÓN,
NOMBRES Y NACIÓN DE ORIGEN EN EL VALLE DE CHAMA
AÑO
DUEÑO
UBICACIÓN
Nº DE ESCLAVOS
NOMBRES
NACIÓN
Builá Congo Angola Mandinga Criollo S/E
1655 Martín de Zurbarán
Mocacay 03
Francisco Domingo Dionisio
X X X
1655 S/E S/E 02 Pablo Mujer
X X
1655 Juan de Otalora
Cachicamo 02 Gerónimo Lucrecia
X X
1655
S/E
S/E
03
Hernando Mateo María
X X X
1655 S/E S/E 02 Matheo Simón
X
X
1655 Juan de Heredía
S/E 01 María X
1655
Monjas clarisas
Estancia de las monjas
06
Manuel Mónica Miguel María
Manuel Christoval
X X X X X X
1655 Juan Fernández de Rojas
Estancia en Mucujepe
04
Francisco Lucía Juan
Petrona
X
X
X
X 1655 Francisco
Albarrán Estancia en Mucujepe
01 Pedro X
1655
Juan Félix de Arrua
Estancia de cacao
03
Alejandro Francisco
María
X
X X
54
AÑO
DUEÑO
UBICACIÓN
Nº DE ESCLAVOS
NOMBRES
NACIÓN Builá Congo Angola Mandinga Criollo S/E
1655 Josep de Angulo
Estancia de cacao
04
Antonio Isabel Juana
Santiago
X X X X
1655 Francisco Arias
Estancia de cacao
03
Domingo Lucía Simón
X X X
1655 Isabel Serrada
Estancia
03
Francisco Manuel Susana
X X X
1655 Ambrosio Izarra
Estancia
02 Juan Juan
X X
1655 Joseph Quintero
Estancia
01 María X
TOTALES
40 1 3 2 1 1 32
Fuente: Colección Los Andes. Vol. 10 Visita Valle de Chama. Pp. 162-163.
3.3. LA OCUPACIÓN ESPACIAL EN EL SIGLO XIX Y XX
El desarrollo de una economía liberal aunado al proceso independentista que
promulgaba el repartimiento de las tierras de resguardo, fue ganando terreno
en los deseos de los gestores de nuestra independencia que buscaban el
desarrollo de una economía productiva, libre de trabas y sanciones cuyos
únicos beneficiarios serian los latifundistas que se fueron conformando al
abrigo de la nueva situación política dentro del territorio nacional que
marcaría un nuevo período en la ocupación del espacio territorial venezolano.
El siglo XIX se inicia en el campo de la economía nacional con una baja en la
producción y exportación de cacao y el reemplazo de este producto por el
cultivo del café, aunado a una nueva forma de adquisición y posterior
ocupación del espacio territorial, derivada de las nuevas políticas económicas
55
que se vislumbraban en el mundo. Es así como encontramos una serie de
medidas emanadas de la naciente administración conservadora, tendientes a
proteger y favorecer el desarrollo de la economía liberal que se empezaba a
gestar en el ámbito mundial. En tal virtud, se establece que “dentro del
programa de protección a la agricultura se contemplaron medidas favorables,
como por ejemplo, la eliminación del impuesto de la alcabala, el diezmo
pagado a la iglesia, así como también el monopolio del Estado sobre el
cultivo, el transporte y la renta del tabaco, deja de existir”.147
Otros factores que favorecieron la movilización de la población y que
conforman una fase de ocupación, fueron los motivados por realidades
económicas y geográficas que incentivaron la adquisición y ocupación del
espacio en las zonas de cultivo de café.
La relativa estabilidad económica, política, incluso social, en que se va a
desplegar este tipo de economía durante los primeros años de la Venezuela
independiente,148 proporcionará bases sólidas sobre las cuales asentarse
para extender aún más la frontera agrícola de este cultivo, repercutiendo en
forma positiva para la zona. Según Venegas Filardo, “en este sentido, en los
estados andinos a partir de 1850, al surgir como productores de café, se da
inicio a una época de bonanza económica que representó y, hoy día, aún
representa el factor que mayormente “ha influido … en la fijación lenta de la
población, … el movimiento y desplazamiento de masas humanas…
(caracterizándose dicho rubro ) … como el cultivo que más influye desde el
147 Gardiana Monsalve de Hernández. Evolución de la Economía Cafetalera Venezolana.
El Caso de Mérida, 1937-1940. p. 20 148 Ídem.
56
punto de vista agrícola (por) mantener fijada y en actividad constante, a un
grupo numeroso de (migrantes) venezolanos”,149e incluso de Colombia.
Vale la pena acotar que en este período de la historia andina se llevó a
efecto el mayor éxodo poblacional del siglo XIX. Además de la ocupación del
espacio territorial que implicó la movilización de personas como la que se dio
en esta etapa, tomamos en cuenta el crecimiento demográfico habido por la
explotación económica y el aporte cultural que trajo consigo el inmigrado a
las nuevas zonas de explotación cafetalera y sus entornos más cercanos,
sobre todo, (por) “el cultivo intenso del café en las zonas de las vertientes
cálidas de la región andina, que se dio en la segunda mitad del siglo XIX (y
que) no solo incorporó nuevas áreas a la explotación agrícola sino...”,150 las
que desde comienzos del siglo XIX comenzaron a ser penetradas de una
manera más asentada y en las que con el transcurso del tiempo, irá
“cundiendo levemente el poblamiento en la vertiente que da hacia el lago de
Maracaibo, en los entornos de Torondoy, Chiguará y Jají”.151
Así, la fijación lenta de la población andina en zonas de cultivo cafetalero, fue
de manera desordenada y no planificada, pero su estabilidad permitió a las
oleadas futuras un acercamiento a las zonas aledañas a la montaña para
darse de este modo un proceso de ocupación del espacio y poblamiento que
aseguraría la existencia de ciudades como El Vigía, surgidas, en un principio,
con pobladores de la zona alta del estado Mérida –en su mayoría–, a la vez
que se daba una forma de explotación económica; de allí que el flujo
migratorio de esta época a pesar de ser poco, fue influyente en el
149 Pascual VENEGAS FILARDO. Aspectos Geo-Económicos de Venezuela. (Tomo I). p.
60 150 Gardiana MONSALVE DE HERNÁNDEZ. Op. Cit. p. 39 151 Pedro CUNILL GRAU. Geografía del Poblamiento Venezolano en el Siglo XIX. (Tomo
I). p. 176
57
surgimiento de poblados cuya toponimia nos habla de un proceso y de una
época. Estas formas en que se ve beneficiada la zona andina, van a ser el fruto del
establecimiento de una “infraestructura legal y financiera que (protegió) la
expansión de la agricultura, la cría y el comercio…” a fin de impulsar el
desarrollo económico, para lo cual Páez permitió que el Congreso
legislase…”152, deduciendo entonces que el haber propiciado una nueva
economía agro-exportadora, a posteriori siguió fomentando la adquisición de
tierras y por consiguiente, la existencia de latifundios tanto en el resto del
país, como en el estado Mérida.
Las primeras décadas después de la independencia, no se
diferenciaron con respecto a la inmigración habida por las luchas intestinas
que se sucedieron en la segunda mitad del siglo XIX, lo que pone en
evidencia la repercusión que esta situación tuvo para el país en lo referente a
la movilización de las masas, junto al proceso económico en el que entraría
la Venezuela de ese siglo.
La movilización no planificada en esta época hace que sean grandes las
extensiones de tierra que se encuentran en completo estado de abandono,
pues la herencia de poblamiento colonial legó la concentración de la
población venezolana hacia el norte del territorio venezolano, con salida al
litoral occidental, central y oriental, con muy poca existencia de la misma en
zonas del interior, que están pobladas por campesinos dispersos en las
áreas (los Andes) y por especie de ciudades-isla que permanecieron por
tiempo bastante largo un tanto independientes del poder central debido a esa
152 Gardiana MONSALVE DE HERNÁNDEZ. Op. Cit. p. 19
58
extensión considerable que las distanciaba del litoral, principal vía de
comunicación de la época.
La consecuencia de esta herencia colonial se refleja en el período
republicano, según Cunill Grau, cuando sostiene que “se puede apreciar en
la distribución geográfica global de la población venezolana en 1827 (que) es
notoria la mayor concentración en las provincias centrales litorales de
Caracas y Carabobo. La concentración costera se extiende al occidente y
oriente, siendo en este lugar mayor el poblamiento en las provincias de
Barcelona y Cumaná”.153
Los Andes, región caracterizada por una identidad propia, no estuvo exenta
de estas migraciones del siglo XIX por cuestiones de guerra, pues “el
poblamiento andino venezolano sufrió mucho por la guerra de la
emancipación sucediéndose una consumición de sus recursos humanos y
agropecuarios debido a que sus caminos sirvieron como áreas de tránsito en
todas direcciones”.154
El territorio de la región andina con un poblamiento estrechamente ligado
entre sí, hace que dicho espacio geográfico esté dividido en varias
microrregiones dependientes una de la otra, con una escasa comunicación
que favoreció la autarquía; nos encontramos con modos de vida
independientes a las costumbres que la herencia hispánica legó a la naciente
capital de la nueva nación, pero que no van a frenar el movimiento migratorio
en fecha posterior, y ni aun la difícil geografía representada por “páramos y
153 Pedro CUNILL GRAU. Geografía del Poblamiento Venezolano en el Siglo XIX. (Tomo
I). p.109 154 Ibídem. p. 160
59
alturas inaccesibles (que) se comportan como frenos al poblamiento…”155
representaron barrera para que hubiera una cierta tendencia a la movilización
poblacional por cuestiones de tipo militar y económicos de apertura e inicio
de frentes de colonización que surgieron espontáneamente en el piedemonte
andino lacustre.
Estos tipos de migración ocurridos durante el siglo caudillesco venezolano
van a tener repercusiones tanto positivas como negativas. Entre las que
podemos apreciar como contrarias, encontramos el abandono del campo por
parte del campesinado que, luego de terminadas las contiendas, iría a
conformar los cordones de miseria marginal de grandes ciudades. Pero
también es cierto que estos movimientos de la población de una región a
otra, tuvieron mucho que ver en el mejoramiento de las regiones de origen de
cada caudillo que llegaba al poder; un ejemplo de ello lo podemos situar en la
realización de la infraestructura vial andina durante el gobierno del último
caudillo de Venezuela, que facilitó el movimiento migratorio posterior de los
Andes a la región central.
El medio físico tuvo su parte en el acondicionamiento de los asentamientos
de grupos poblacionales en esta época, con todo ello, estaba el avance de la
colonización económica de tipo agrícola y las necesidades de comunicación,
pues para 1870 la entidad merideña contaba con un numero considerable de
poblados que miraban a la llanura lacustre ubicados en la dirección norte-sur
en que se ubica actualmente el municipio Alberto Adriani, tal y como lo son
La Palmita, Mesa Bolívar (1853) y Tovar (1850), entre otros, cuya “creación
no respondió a una determinada política de poblamiento (de parte de la
administración provincial), sino que se formaron con base en la
155 Ibídem. p. 158
60
concentración de población en una hacienda o por el traslado de grupos de
familias salidas de otros centros urbanos de la región”.156
El fin de la prosperidad cafetalera trajo consigo la declinación de toda una
organización económica generando una especial importancia al desarrollo de
la ganadería vacuna en la zona de estudio y otras, lo que nos indica una
especialización pecuaria en los llanos fluvio lacustres; la falta de
posibilidades económicas por el inminente descenso de la producción
cafetalera, trajo considerables cambios demográficos producto de la salida
de cientos de personas de las zonas rurales merideñas a la ciudad,
buscando mejoras en la vivencia diaria, pues dicho modelo ya no ofrecía
para algunos una estabilidad económica, de allí que "...los primeros
indicadores de las modificaciones de la estructura económica de los Andes,
fueron los desplazamientos de población, que tuvieron carácter
emigratorio”.157 Así, tenemos que, entre 1937 y 1950, 863.000 personas se
trasladaron a la ciudad, siendo la mayoría de ellas provenientes de las
regiones productoras de café.
Este suceso de la historia regional y local, marcará un nuevo modelo de
ocupación del territorio espacial y las directrices legales que justificarán dicha
posesión.
Con la decadencia del cultivo del café en 1930, las fértiles tierras
surlaguenses del municipio Alberto Adriani, se van a ver más atrayentes
desde la perspectiva económica que vivía Venezuela en ese momento,
comienzo de una etapa representada por la explotación petrolera. Es así
156 Alicia ARDAO. El café y las Ciudades en Los Andes Venezolanos. p. 24 157 Gardiana MONSALVE DE HERNÁNDEZ. Op. Cit. p. 57
61
como cientos de familias deciden trasladarse a las tierras cálidas del estado y
dar comienzo a asentamientos poblacionales en la zona.
Dicho flujo migratorio, quizá el último y el que se da por resultado del fin de
una época y el comienzo de otra, "...ocurrió a partir de 1930, como
consecuencia de la decadencia del cultivo café, producto básico de la
economía regional y el surgimiento del petróleo como producto principal de
exportación en la economía nacional",158 extendiéndose hasta los años 50 y
60 con el inicio, construcción y puesta en marcha de la carretera
Panamericana, acentuándose este proceso en la parte nor-occidental del
piedemonte andino lacustre.
Con el transcurrir del tiempo y el devenir de la democracia, en lo político;
instituciones públicas intentaron organizar la distribución del espacio
territorial a los campesinos recién llegados a la zona de estudio, es así como
nos encontramos con que "el Instituto Agrario Nacional intentó canalizar el
proceso de ocupación de esta zona, (donde) se construyó un cierto número
de caminos de penetración… y se establecieron algunos asentamientos
campesinos (como Las Dantas, Los Gavilanes)."159
Vale acotar, que la evolución de la economía nacional ejerció también en
esta zona su influencia, podemos ver que el período económico anterior a
1930, tanto a nivel nacional como regional y local, se caracterizó por
"migraciones" en masa; en esta época hubo ciertos factores que propiciaron
un considerable movimiento de masas, destacándose sobre todo los de tipo
espontáneo, por lo que se veía favorecida la economía agrícola, actividad
ésta, de la que dependió el país exclusivamente hasta 1930. 158 Orlando Luis VENTURINI. Geografía de la Región de Los Andes. p. 68 159 Ibídem. p. 96
62
Es así, como se puede justificar que "con la aparición del petróleo,
Venezuela… comienza ciertas modificaciones importantes en su
comportamiento espacial, expresándose en la amplia movilidad geográfica
que desde la época presentan los habitantes".160 De este modo, y al igual
que en los períodos anteriores, los factores que vendrán a movilizar a la
población en este nuevo momento, serán derivados de la explotación
económica directamente, destacándose situaciones derivadas de ésta; entre
ellas, tenemos las de tipo social que se dan por la búsqueda de mejores
condiciones educacionales, sanitarias, búsqueda de asistencia médica y
preventiva, y en tal sentido, serán los centros de explotación petrolera y las
zonas que se benefician de dicha actividad, las que actuarán como polos de
atracción de la población en su proceso de ocupación del espacio en el siglo
XX.
Por demás está decir que es lo económico lo que seguirá prevaleciendo
sobre las demás causas que propicien la ocupación del espacio territorial,
dado por migraciones internas y externas que al asentarse en lugares
específicos, van conformando la toponimia del lugar.
160 Emilio A. OSORIO ALVAREZ. Geografía de la Población de Venezuela. p. 156
63
CAPÍTULO IV. LOS FACTORES GEOGRÁFICOS EN EL PROCESO DE OCUPACIÓN DEL
MUNICIPIO ALBERTO ADRIANI
El factor geográfico es la base en la cual se apoyan los hechos históricos y
en los que el hombre es su principal protagonista. Es necesario que se
conozca el significado de los componentes de la geografía de esta zona, que
ha hecho que se dé un especial desarrollo de la población del municipio
Alberto Adriani, de una manera que cada día se ve en mayor proporción y
ventaja.
No es posible entonces, comprender la historia del hombre si ésta no la
ubicamos en un área geográfica específica, y para comprender mejor esos
componentes naturales geográficos que han sido determinantes en la historia
del área, es necesario profundizar en ellos, conjugándolos debidamente con
el desarrollo económico por los que ha atravesado la misma.
Los estudios sobre la ocupación del espacio geográfico venezolano que han
hecho diversos geógrafos, entre ellos, Pascual Venegas Filardo, Pedro Cunill
Grau, Luis Fernando Chávez, J. F. Horrabin, entre otros, nos muestran como
los factores geográficos han sido uno de los determinantes que mayormente
han influido en la fundación de numerosos asentamientos humanos en
nuestro país. El hombre que viene a componer dichos poblamientos, tomará
en cuenta los recursos que el medio ambiente ofrece para el desarrollo de
posibilidades de vida, entre ellas las de orden económico.
64
Son los componentes del factor geográfico los que se conjugarán entre sí
para posibilitar a los grupos humanos, al ser descubiertos, procesos de
asentamiento y ocupación jurisdiccional y por consiguiente, el
ensanchamiento de las fronteras económicas que en el momento histórico se
estén dando.
En Venezuela, desde el temprano siglo XVI hemos visto como las
condiciones geográficas han sido determinantes en la fundación de pueblos y
ciudades, donde el relieve se ha comportado como uno de los principales
componentes del factor geográfico que ha influido más en la actual
distribución de la población venezolana, pues los colonizadores europeos
que vinieron a estas tierras, se radicaron en áreas montañosas y costeras,
tomando en consideración los siguientes elementos:
" – Clima agradable caracterizado por temperaturas suaves, disminuidas
como consecuencia de la altitud.
– Buenos suelos agrícolas en los valles montañosos.
-- Acceso al mar dado por la cercanía con respecto al mismo de gran parte
de las zonas montañosas. La comunicación inmediata con el mar resultaba
indispensable a las relaciones comerciales de los colonizadores con la
metrópoli (en sus relaciones centrípetas). (El resaltado es nuestro)
– Existencia de agua permanente en las numerosas corrientes fluviales de
las tierras altas"161
161 Jesús Antonio AGUILERA. La población de Venezuela. (Dinámica Histórica, Socio-
Económica y Geográfica). p. 16-17.
65
Dicha realidad geo-estratégica de ocupación espacial y jurisdiccional utilizada
desde el comienzo de la colonia, se hace palpable al analizar
geográficamente la ubicación de algunas ciudades fundadas en la región
andina, donde se destaca en ellas el confort climático, un régimen
pluviométrico normal, fertilidad de sus tierras y, por consiguiente, un
considerable número de habitantes que fue favorable en consideración con
aquellas ciudades que no se ubicaron en zonas donde el relieve les fuese
benigno, viéndose esto hasta bien entrado el siglo XX. Estas ciudades a
saber son: Trujillo (1557), Mérida (1558), San Cristóbal (1561), La Grita
(1576), entre otras, donde las condiciones de orden geográfico estuvieron
muy presentes en sus fundaciones, destacándose entre ellas el relieve, pues
es "...así como el relieve, unido a otros factores naturales donde el clima
ejerció una función primordial, determinaron la fijación de los primeros
núcleos de población y su localización (en los Andes)".162
Si tomamos en cuenta que el relieve andino ha estado muy presente en el
momento de los asentamientos urbanos desde la colonia, en el resto del
territorio nacional no fue ignorado en el surgimiento de poblados,
deduciéndose de este modo que, "el relieve en Venezuela ha sido uno de los
factores fundamentales que (más) ha influido en la actual distribución de la
población".163
Pero esta estrecha relación, más que dependencia del hombre con respecto
al factor geográfico en el establecimiento de agrupaciones humanas, se
presenta tanto cuando el paisaje geográfico cambia muchas de sus
características por la acción de la mano del hombre, como cuando el mismo
establece una relación particular con el uso de la tierra, resultando un 162 Pascual VENEGAS FILARDO. Aspectos Geo-Económicos de Venezuela. p. 15 163 Ibídem . p. 12
66
proceso histórico devenido de las condiciones geo-agrarias que puedan
resultar de un ambiente particular en donde se da un acondicionamiento del
hombre a la geografía.
La privilegiada situación geográfica en que se encuentra el municipio Alberto
Adriani, que en el pasado fue desaprovechada quizá por escritos de la
geografía del momento que desestimaba la "omnipresencia de la
tropicalidad" por estimaciones conceptuales que venían de la apreciación del
clima frío y medio, ya no son más que escritos del pasado, pues las
características favorables de los componentes del factor geográfico de esta
zona, han venido a crear un "cuadro geográfico y socioeconómico que
contrasta con la parálisis que paisaje y sociedad sufrieron en el pasado," 164
hasta la segunda mitad del siglo XX. Particularidad de ello, lo representa la
importancia geopolítica derivada de las opciones geo-económicas que
posibilita el espacio territorial del municipio Alberto Adriani en el ámbito
merideño.
Todas estas posibilidades geográficas en toda la dimensión territorial del
municipio son las que han desarrollado una capacidad de atracción
económica a través de épocas históricas distintas de las masas
poblacionales, en las que se ha desarrollado "una gran vocación
agropecuaria"165, iniciándose con cada asentamiento, el surgimiento de
poblados con topónimos característicos de cada etapa de ocupación y del
espacio geográfico del mismo.
El factor geográfico si bien ha incidido en la transformación del hombre,
también ha cambiado los componentes que integran dicho factor, aunque 164 Pedro CUNILL GRAU. Venezuela: Opciones Geográficas. p. 3 165 Ibídem. p. 245
67
cuando se es planificada una forma de asentamiento humano, no se dan los
cambios de manera arbitraria y desordenada como se aprecia a lo largo del
proceso de ocupación territorial y del espacio del municipio Alberto Adriani,
observándose, de este modo, en el paisaje humano de la zona una
transformación desordenada del medio natural.
Hemos de considerar que, el hombre en la búsqueda de mejores medios de
subsistencia, no se detiene a analizar la mejor forma de poblamiento de las
áreas que va a ocupar, tomamos en cuenta que "no es el medio natural el
que impone al hombre la forma en que éste ha de utilizarlo sino que, por el
contrario, son los modos de utilización del medio, que el hombre crea con su
trabajo, los que determina[ran] la forma en que éste puede ser utilizado", 166
de lo que deducimos que el surgimiento desmesurado de poblaciones a
orillas de la carretera Panamericana en su recorrido por el municipio Alberto
Adriani, es producto de la forma como el hombre asentado en dichos lugares
creó los medios de utilización del ambiente que lo rodeaba.
Dentro de esos factores que han motorizado la actividad humana en el sur
del lago de Maracaibo y que han incentivado al poblamiento en dicha zona,
se encuentra, entonces, "el influjo del espacio en las actividades económicas
del hombre" que va a caracterizar más luego los asentamientos que en esta
zona se darán y que serán movidos por el desarrollo y empuje que tienen las
actividades económicas en expansión.
Es inevitable entonces no creer, que las actividades económicas asentadas
en este lugar, se debieron a que las condiciones ambientales han sido
favorables; y que según J. F. Horrabin, hay unas especiales que crean el
166 Luis FERNANDO CHAVES. Geografía Agraria de Venezuela. p. 60
68
ambiente propicio para el asentamiento de civilizaciones que dan paso a
posteriores etapas de explotación económica. Entre esas condiciones
geográficas tenemos:
1.- La fertilidad del suelo; que aun con métodos pobres en técnica rinden el
doble en las cosechas.
2.- Protección natural; esto es de suma importancia, pues los medios de
comunicación que faltaron en un principio por sus mejores condiciones,
sirvieron de protección ante el avance de piratas que en un tiempo atacaron
el principal puerto lacustre de la época colonial en Mérida, como lo fue el
puerto de Gibraltar. También fue medio de protección, la espesa selva que
separaba, hasta bien entrado el siglo XX, la "civilización" con esta zona.
3.- Unidad geográfica; como zona que se extiende al pie de los Andes que da
cara al lago de Maracaibo, tiende a mantener un parecido en su medio
geográfico que la provee de límites bastantes claros y que brindaron salidas
o caminos naturales para los pueblos andinos que buscaron su comunicación
con el puerto lacustre de Maracaibo.167
El estudio del pasado histórico del municipio Alberto Adriani, nos muestra
cómo una serie de condiciones naturales que ofreció el medio, fueron
favorables para el asentamiento de poblaciones con topónimos
característicos, además de un desarrollo de las actividades agropecuarias,
tanto así, que se proyectan hoy día. En el presente se agregan a esas
condiciones ambientales favorables, toda una serie de expectativas y
opciones geográficas muy positivas, derivadas del estudio geofísico del
167 J. F. HORRABIN. Manual de Geografía Económica. p. 29
69
subsuelo de sus tierras y del análisis geológico de las mismas, con las
perforaciones que se han venido haciendo en el sector de Guaruríes, ubicado
dentro del área Onia-Culegría. (Parroquia Presidente Páez).
Ante el discernimiento de cómo el factor geográfico ha incidido desde el
pasado en el desplazamiento y asentamiento de masas de población hacia
esta zona del estado Mérida, no se ha de ignorar la nueva y crucial "opción
geográfica" en que se han de plantear e implementar "audaces
ordenamientos y organizaciones espaciales" que se presentan, de la nueva
oportunidad que el medio natural ofrece con relación a lo económico, a un
crecido número de personas que proyectarán sus miradas a esta zona.
Ante el desenvolvimiento de estas realidades geográficas del municipio,
enmarcadas dentro de un contexto nacional que responda a dichas
realidades, es "en esta apertura de amplias opciones al pluralismo
geográfico estadal y regional , (así como municipal), que habrá que
incorporar con audacia, tanto los aspectos geofísicos y de recursos naturales
de valorización de cada fracción del territorio, como el patrimonio humano
local,"168 en el proceso de un nuevo movimiento poblacional que de seguro
se dará hacia esta zona, con la perforación y explotación del yacimiento
petrolero "del pozo Guaruríes, que al dar resultados positivos abrirá nuevos
opciones a esta microrregión merideña".169
Ante esta realidad y sin desconocerla, se hace necesario el estudio de los
componentes del factor geográfico que nos ampliarán la visión humana con
respecto a la ocupación espacial y escogencia de un territorio con
condiciones aceptables de explotación económica.
168 Pedro CUNILL GRAU. Venezuela: Opciones Geográficas. p. 332 169 Ídem.
70
4.1. CLIMA
La realidad climática venezolana, siendo el resultado de la conjunción de una
serie de modificadores del concepto antes referido, vendrá a dar como
resultado la existencia de asentamientos humanos más favorables debido a
este factor, para la explotación económica de algunos rubros agrícolas o
ganaderos que se verán beneficiados por el efecto de esta realidad
geográfica.
Evidentemente el clima es uno de los elementos que incide en los
asentamientos humanos, derivándose estos de los beneficios agropecuarios
que el clima les permita. Teniendo el municipio Alberto Adriani un enorme
incentivo climático para las especies animales y vegetales del trópico, no es
de dudar que en tiempos de la colonia se haya tomado en consideración para
la producción y explotación agrícola del cacao, cuando en tierras de ultramar
de España, así como México y Centroamérica, era uno de los principales
productos de exportación.
El cacao junto a otros rubros agrícolas producidos en esta área, se sitúa en
zonas de clima donde es favorable su desarrollo bajo una temperatura media
de 25 ºC, una mínima de 18 ºC y una máxima de 32 ºC, valores que encajan
con las variaciones térmicas del área de estudio (20º C. en la mañana y 35º
C. en horas del medio día). En cuanto a la humedad relativa (85 %
permanentemente, 75%, valor más bajo y 95% valor más alto) del municipio
y áreas del mismo donde se produce cacao, los valores se ajustan muy bien
71
para el desarrollo de dicha siembra, pues esta requiere entre 70 y 80% de
humedad relativa.170
Las precipitaciones de las que se deriva la humedad, se mantienen entre
1600 mm (media anual) y vienen a favorecer las condiciones agro-ecológicas
requeridas en ese aspecto por el cacao, pues este necesita entre 1300 mm
(como mínimo) y 2000 mm (como máximo). Es así como se puede deducir el
aspecto climático en la existencia de sembradíos de cacao en la zona
colinada de Mocacay hacia el año 1633 a orillas de la quebrada que llaman
con el mismo nombre, donde había 500 árboles de cacao; e igualmente,
hacia donde llaman los Guaruríes, zona esta que favoreció el asiento
incipiente y fortuito de algunos pobladores que se vieron ligados a la
explotación de este rubro agrícola durante la colonia.
La documentación al respecto nos afirma de la asignación de estancias de
tierra en esa zona "para sembrar cacao, más debajo de la quebrada de
Mocacay, donde desemboca el río Chama en lo llano", hacia el año de
1635.171
No solamente en la época del auge cacaotero fue tomada en cuenta esta
área, y que ahora pertenece jurisdiccionalmente al municipio Alberto Adriani
como tierras favorecidas por el clima para el desarrollo de actividades
agrícolas. El cruce de la carretera Panamericana a partir de la década de
1950, hace que se amplíe la visión nacional sobre toda esta región en cuanto
a actividades agrícolas y pecuarias. Un ejemplo lo tenemos en la producción
de plátano que se había venido cultivando de una manera incipiente,
170 Fondo Nacional de Investigaciones Agropecuarias. Manual del Productor de Cacao. p.
15 171 Tulio FEBRES CORDERO. Obras Completas. (Tomo I). p. 190-193.
72
utilizando la vía fluvial y lacustre junto a la vía ferrocarrilera para sacar al
mercado regional y nacional la producción.
Esta nueva ventaja competitiva, representada por la carretera Panamericana
y el clima benigno para el cultivo del plátano, ampliaron aún más los espacios
regionales andinos prolongándose hasta las planicies aluviales bajas que
drenan hacía el lago de Maracaibo, con importantes plantaciones de plátano,
cambur y fincas ganaderas. Un gran número de personas empezaron a
cercar extensas zonas de la llanura donde establecieron grandes sembradíos
de plátano que se vieron favorecidos por las óptimas condiciones del clima,
entre las cuales tenemos una precipitación que "para el desarrollo normal del
cultivo, debe encontrarse en un promedio mensual de lluvia por encima de
los 125 mm"172
En lo que corresponde a la temperatura requerida por el cultivo del plátano,
las zonas tropicales calientes con temperaturas promedio anuales de 26,5
ºC, se consideran óptimas para el desarrollo del cultivo,173 que encajan
notablemente con las temperaturas medias anuales de la zona (27º C).
El aprovechamiento climático para el cultivo frutícola, ha influido también
para el asentamiento de incipientes poblados que el Instituto Agrario
Nacional a partir del proceso de ocupación, producto de las oleadas
sucesivas de campesinos que bajaron de las partes altas de los estados
andinos, trató de canalizar y organizar construyendo caminos de penetración
agrícola a ambos lados de la carretera Panamericana, con los cuales
intentaba favorecer el asentamiento humano y la explotación agropecuaria.
172 Pedro Cunill Grau. Op. Cit. p. 332 173 Instituto Nacional de Cooperación Educativa. Dirección General del INCE. Manual del
Cultivador de Plátano y Cambures. Nº 206.
73
Se puede afirmar que gran parte de la zona central y centro occidental del
país, se ha visto favorecida por la producción frutícola de esta área que es
parte de la subregión lacustre.
Hemos de destacar que entre los rubros frutícolas cuya explotación ha sido
favorecida por el clima, se encuentran: la lechosa, la badea, la parchita y la
guanábana, que requieren de altos niveles de pluviosidad, junto a una
humedad ambiental "como factor importante de la temperatura entre 70 y
85%, que debe dar como resultado una temperatura media anual entre 25 y
28 ºC. y que siendo, productos agrícolas tropicales, se ajustan al área de
estudio.
Este rasgo resaltante del municipio Alberto Adriani, como lo es el clima junto
a todos sus condicionantes, permitió, en términos generales, el
emplazamiento de incipientes núcleos poblacionales alrededor de las
unidades de producción a lo largo de diferentes épocas; posteriores cultivos
característicos hoy en la zona se proyectan hacia el futuro en su fijación
poblacional.
4. 2. SUELO
El nuevo criterio fiscalista por el cual se venían rigiendo las colonias
americanas desde que el rey Felipe II las introduce, estableciendo el principio
de que todas las tierras pertenecían a la corona, junto a todas las
disposiciones legales para su obtención, revelan cuanto preocupaba al Rey
el mantenimiento de su corte real disponiendo para ello, de importantes
recaudaciones fiscales, que la ruta de la Indias proporcionaría por intermedio
del tráfico marítimo.
74
Venezuela por ser una posesión de la corona española, no productora de
metales preciosos durante la colonia, no representó mayor o igual
importancia como lo tuvieron México y Perú, por ser centros mineros que
proporcionaban grandes recaudos al fisco real. Es entonces cuando se
implementan nuevas vías de ingreso alrededor de las actividades
agropecuarias, que tanto van a dar a conocer a Venezuela en el mundo por
su calidad y producción. Tal es el caso de la producción cacaotera, que
durante la colonia representó uno de los rubros agro-económicos más
importantes en la obtención de recaudos fiscales; y desde el punto de vista
regional, la proyección que las haciendas del colegio San Francisco Javier de
la Compañía de Jesús, por ser productoras de cacao, le dieron a Mérida y a
las zonas donde esta se asentó, especialmente el área del piedemonte
andino lacustre, un nombre significativo dentro de la geografía económica
venezolana de los siglos coloniales.
Dicha actividad agrícola requirió de nutrientes aptos para la producción a
gran escala, que compensaba al aporte fiscal, lo no proporcionado por otras
colonias donde la extracción minera era su principal fuente de
abastecimiento. La escogencia de las llanuras aluviales, como sitio propicio
para los sembradíos coloniales de cacao antes de 1650, dan a conocer la
calidad del contenido mineral satisfactorio del suelo para el desarrollo de
extensas áreas de dicho cultivo y así nos lo demuestran, las reparticiones de
estancias de "Pan coger" donadas al Colegio de los jesuitas de la ciudad de
Mérida y a particulares, convertidas a su vez en productoras de cacao y en
centros pequeños de poblamiento de las áreas adyacentes a dichas
propiedades.174 174 Edda O. SAMUDIO. Las Haciendas del Colegio San Francisco Javier de la Compañía
de Jesús en Mérida. 1628-1767. p. 113
75
El suelo del municipio como sabemos, se sitúa por lo general y por el efecto
de las corrientes fluviales que descienden por los valles transversales que
depositan todo el material de las partes altas del estado, en la clasificación
de suelo joven o azonal, "que no ha estado suficiente tiempo bajo los efectos
de los procesos pedogenéticos y de las acciones e influencias necesarias
para desarrollar características de suelo maduro […] (con su excelente
combinación de textura fina y contenido mineral satisfactorio, y con su
recuperación en la época de las crecidas)",175 y se corresponde con el tipo de
suelos que más favorecen e incrementan la producción cacaotera.
Es por ello que desde 1589 se hace mención de las concesiones de tierras
en el sur del lago, algunas de ellas dentro del área de estudio, que se
convirtieron en estancias de cacao, como la existente a orillas de la quebrada
Mocacay con sus 500 árboles. Fisiográficamente dicha zona pertenece al tipo
de suelo denominado "suelo de vega", resultante del deposito fluvial del río
Chama cuyo contenido está formado por una fina capa de limo y barro
conjuntamente con una cantidad de materia orgánica en descomposición,176
justamente, los suelos más recomendables para dicho cultivo que requiere
de un 40% de arcilla, un 50% de arena y de 6 a 10% de limo.177
La presencia humana en el espacio del municipio durante la colonia se verá
reforzada por las concesiones de estancias de tierras que, hasta el año de
1637, se hicieron para seguir sembrando cacao,178 asegurando la ocupación
espacial; a la vez que, amoldándose a las transformaciones socioeconómicas
175 Pedro CUNILL GRAU. Op. Cit. p. 21 176 J. F. MONKHOUSE. Diccionario de Términos Geográficos. p. 426 177 Ibídem. p. 427 178 Tulio FEBRES CORDERO. Op. Cit. p. 173-194.
76
que experimenta todo el territorio nacional, se hace un uso más intensivo de
los fértiles suelos de este municipio.
Como hemos de ver, los cultivos que fueron tradicionales durante la época
colonial con la aparición del cultivo del café en la palestra económica mundial
del siglo XIX, se mostraron en franca decadencia en su explotación así como
el aprovechamiento del fértil suelo de los espacios que eran usados para ello,
como el caso del cacao en el municipio Alberto Adriani. No por ello, la
fertilidad de dichos suelos será desaprovechada y aunque en forma de
economía de subsistencia, los cultivos heredados desde la colonia persistirán
hasta bien entrado el siglo XX, como base en este tipo de economía de un
sector de la población que continuó ocupando dicho espacio, perpetuando
con su estancia en los sitios de estudio, la primigenia toponimia del lugar.
Así mismo, junto a esos reducidos cultivos se dio el aprovechamiento de las
características físicas favorables que el suelo de esta zona ha provisto para
el cultivo del plátano y el cambur179 hasta que los pastizales y la ganadería
empezaron a apropiarse del medio ambiente, relegando a un segundo plano
el cultivo del plátano, sin tomar en cuenta los cultivos cuyo rendimiento era
mejor en esos suelos.
De importancia, vale mencionar los pequeños cultivos que se hacen de
lechosa y parchita, a los que el suelo provee de los nutrientes necesarios
para su cultivo y que no se toman en consideración, por lo ya expuesto.
La década de 1950 marca un hito importante en la fijación de una mayor
población en el municipio, pues existe una correlación directa de los suelos –
179 Fondo Nacional de Investigaciones Agropecuarias. Op. Cit. p. 27
77
como factor influyente–, en la "fijación de masas poblacionales, y en esto […]
el suelo del municipio, con posibilidades de practicar en él determinados tipos
de cultivos […] conjunto de cualidades que debidamente aprovechadas,
habrían de traducirse en riqueza, […] de primer orden, como la agrícola", 180
no fueron ignoradas durante el nuevo proceso de ocupación espacial que
llevó a la aparición de una toponimia muy particular de dicho proceso.
Vale acotar que la existencia de suelos de origen aluvial en la zona, dio pie
para que las migraciones día a día en crecimiento, hayan dado origen a la
existencia de una población venida, sobre todo, de la tierra alta, cuyo control
sobre los medios de producción fue bastante acentuado, pues "los suelos
aluviales son los más ricos de las regiones tropicales"181 y en el caso que nos
ocupa, en la medida que fueron apareciendo los diversos cultivos, fueron
presentándose los diversos topónimos, producto de la forma como el hombre
asentado en dichos lugares creó los modos de utilización del medio que lo
rodeaba. De esta manera se perpetuó en él, el reflejo de las colonizaciones
que la reforma agraria introdujo como política de expansión y que
caracterizan el recorrido de la carretera Panamericana dentro de los límites
del municipio.
Se hace necesario saber entonces, cómo el reto edafológico que esta zona
planteó desde siempre, contribuyó para que a partir de la década de 1960,
con el Proyecto "Sur del Lago" se incorporaran a la explotación agrícola y
pecuaria "alrededor de 592.000 hectáreas de suelos otrora inundables, que
180 El cultivo del plátano, frecuentemente hecho en los deltas y riberas de los grandes ríos
que caen al lago de Maracaibo, requiere de un nivel de potasio, nitrógeno y fósforo junto a unas características físicas del suelo que requiere estar formado por arenas gruesas o arcillas pesadas, junto a un alto grado de limus que lo ubican dentro de los suelos clase II y que se caracteriza por tener algunas limitaciones de uso como los daños ocasionales por inundación. J. Gordon STEELE. Interpretación de los Estudios de Suelos y su Uso. p. 97
78
ahora son aprovechables espléndidamente en plantaciones de plátano y
otros cultivos, lo mismo que una ganadería bovina"182
4. 3. RELIEVE
La ocupación de cualquier espacio territorial por el hombre, está en estrecha
y directa relación con el relieve, pues de este depende la intensidad que del
uso de la tierra se pueda hacer, tomando en consideración que "...el
conocimiento que se tenga sobre el relieve va a dar una idea muy general de
la disponibilidad de tierras aptas para el uso agrícola y/o pecuario"183.
Teniendo presente una serie de informaciones como la variabilidad del
relieve en la zona de estudio, se ha de hacer una clasificación de los paisajes
que se presentan en este municipio de acuerdo al aprovechamiento que de
ellos se ha hecho, más aún, la producción económica que generó la
ocupación espacial y en consecuencia la aparición de una toponimia
particular.
Es así como encontramos que el "paisaje de montaña" ha sido aprovechado
para la existencia de sembradíos de café, en altitudes de 800 m.s.n.m. junto
a sementeras de cambur y maíz en áreas con pendientes de moderadas a
fuertes, lo que nos da a conocer la existencia de población por
desplazamientos hacia la parte alta del municipio en tiempo y fecha precisos.
También en esta área del relieve se presenta una ganadería de doble
propósito, sobre todo, en la parte media y alta con elevada pendiente que no
181 Pascual VENEGAS FILARDO. Aspectos Geoeconómicos de Venezuela. p. 28 182 Luis Fernando CHAVEZ. Op. Cit. p. 44 183 Pedro CUNILL GRAU. Op. Cit. p. 248
79
beneficia los rendimientos lecheros, por la existencia de relieve tan
abrupto.184
Cultivos permanentes como el café, son característicos de este relieve,
mientras que en el piedemonte propiamente dicho, en áreas con pendientes
bajas o moderadas hasta la parte donde empieza la llanura, se caracterizan
los cultivos de ocumo, onoto, yuca, caraota, frutales y cítricos. El cacao y el
maíz tienen una mayor concentración en la parte más baja del área, que lo
certifica la existencia de cacao desde el temprano siglo XVII.
Los distintos desniveles que se presentan en el paisaje de piedemonte, son
bien propicios para el aprovechamiento y explotación agropecuaria. La
aparición de sembradíos en los subpaisajes de colinas medias y bajas, se
ven favorecidos por la poca inclinación que estos tienen, dándose en ellos …
un potencial del empleo de tierras, que incluye la aparición de las actividades
humanas… y que forman parte del contexto económico y social"185 así como
poblacional en diferentes épocas de la ocupación del municipio.
Otra de las sub-unidades de paisaje que se deben tomar en cuenta, por
caracterizar una parte del relieve del espacio estudiado, es la presencia de
los valles transversales que "...tradicionalmente han sido más intensos en la
explotación agrícola y pecuaria… particularmente por la búsqueda de salidas
al lago de Maracaibo y por tratarse de mejores tierras para las actividades
agropecuarias".186 El relieve de este tipo de paisaje presenta también una
serie de terrazas y conos aluviales,187 que se caracterizan por estar en ellos
184 José B. HERNANDEZ CALDERÓN. Clasificación de tierras con fines agrícolas.
Sector Culegría-Onia-Chama estado Mérida. p. 65 185 Ídem. 186 Ibídem . p. 150 187 Leonel VIVAS. Los Andes Venezolanos. p. 65
80
unidades de poblamiento entre las que destaca, mayormente, la ciudad de El
Vigía.
La posición estratégica-geográfica en que se encuentra todo el relieve en
conjunto del municipio Alberto Adriani, hace que por su respectiva exposición
a los vientos húmedos del noroeste y del (sureste), estén todos los paisajes
de dicho relieve bajo una abundante precipitación durante casi todo el año.188
La planicie aluvial de desborde que dentro de los límites del área de estudio
se proyecta desde la carretera Panamericana hacia abajo, representa las
tierras más aprovechadas para la producción pecuaria de doble propósito
(carne y leche). El señalamiento de este tipo de paisaje de la planicie aluvial,
apta para la ganadería, se inicia desde bien temprano el siglo XVII, como se
aprecia en las concesiones de tierras, específicamente en el espacio
municipal estudiado, hechas entre las administraciones del primer
gobernador y capitán general de Mérida y su jurisdicción, Juan Pacheco
Maldonado, y el gobierno del capitán Alonso Fernández Valentín, diez en
total; ocho son dadas para la explotación pecuaria y agrícola, siete
exclusivamente para la ganadería.189
Estos datos nos revelan una fuerte tradición del aprovechamiento de dicho
relieve en cuanto a ganadería se refiere, proyectándose esta tradición a lo
largo del tiempo histórico cuyo testimonio así lo afirma la presencia de "...un
gran numero de haciendas,… (que) con la construcción de la Panamericana
entraron plenamente en actividad económica en las tierras de la llanura
aluvial, … lo que produjo notables modificaciones en todo el paisaje".190
188 Ibídem. p. 66 189 Tulio FEBRES CORDERO. Op. Cit. pp. 185-194. 190 Leonel VIVAS. Los Andes Venezolanos. p. 66
81
La vocación agroecológica y pecuaria de este tipo de paisaje, enmarcada
dentro de los limites espaciales del municipio, hace que esta área constituya,
"...la zona de mayor superficie de suelos con alta vocación agropecuaria. De
ahí que aproximadamente el 30% de las tierras con vocación agrícola y de
vegetación del país se localicen (dentro de) esta (subregión del sur del lago),
así como también, un 3,2% de la superficie nacional aptas para el desarrollo
pecuario, tanto intensivo como semi-intensivo".191
Deducimos de lo planteado, que la atracción que ha ejercido este tipo de
relieve estratégico en una población que se ha desplazado para asentarse y
ocupar un espacio, no ha sido más que por la alta vocación económica que
este ha ejercido y que se proyecta en la existencia de poblaciones ubicadas
preferentemente en este tipo de relieve, por la accesibilidad a las labores
agrícolas como pecuarias. Así, el relieve "…unido a otros factores
naturales… determinaron la fijación de los primeros núcleos de población y la
localización en los sectores septentrionales…"192 del municipio.
4.4. HIDROGRAFÍA
La presencia de grupos humanos en espacios determinados no se explica
por simples relaciones de casualidad. "De esta suerte, entre los grupos
humanos y los espacios que los alojan se establecen relaciones mutuas que
191 Orlando Luis VENTURINI. Geografía de la Región de Los Andes Venezolanos. pp. 64-
65. 192 Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables. Sistemas ambientales
venezolanos. Proyecto Ven.79/001. Región natural 5. Depresión Aluvial Reciente del lago de Maracaibo. p. 6
82
expresan influencias en direcciones opuestas, es decir, de los grupos
humanos sobre el medio y de éste sobre aquellos".193
El repartimiento y ocupación antrópica de un territorio, se explica por un
hecho del cual depende la conservación y seguridad del organismo humano
y la organización socioeconómica de cada grupo humano, esto es, la técnica
empleada para conseguir el hecho económico;194 ese hecho del cual
depende la conservación y seguridad del organismo humano, esta en
estrecha relación con el aprovechamiento del recurso hídrico disponible en
las zonas donde se establecen los asentamientos.
En nuestro territorio nacional, el aprovechamiento de los recursos hidráulicos
resulta conflictivo al momento de la distribución espacial y territorial, ejemplo
de ello es que contamos con la desocupación espacial hacia los lugares
donde escurre aproximadamente el 80% del agua del país, dando así origen
a una serie de problemas los cuales están en estrecha relación con el
aprovechamiento fluvial con el que debería contarse,195 tal es el caso de la
agricultura bajo riego, que traería grandes beneficios económicos.
Estos planteamientos de aprovechamiento hidráulico a nivel nacional, hoy día
no se ajustan a la realidad ocupacional del municipio Alberto Adriani. Los
usos que de las redes hidrográficas se hacen en la zona en estudio, son
opuestos a lo que tradicionalmente se viene haciendo en el resto del país y
los problemas de abastecimiento de agua que se presentan en la zona
urbana y rural del municipio, obedecen al crecimiento desordenado de la
193 Pascual VENEGAS FILARDO. Aspectos Geo-económicos de Venezuela. (Tomo I). p.
15 194 Eliseo LOPEZ AYALA. La Repartición de la Población Mundial. Cuaderno de la
escuela de geografía. Facultad de Ciencias Forestales. ULA. Nº 39 1967. Mérida. p. 10 195 Ibídem. p. 11
83
población, que en su afán por establecerse, no va dando cabida a ningún
plan ordenador de los perímetros ocupados.
Es de hacer mención que los asentamientos que se han dado en el municipio
Alberto Adriani desde tiempos de la colonia, representados en haciendas y
estancias de cacao,196 se caracterizaron por su ubicación cercana a caudales
de ríos, ya que el agua significa símbolo de vida, debido a que los ríos
proporcionaban el enriquecimiento natural y necesario de los suelos que
empleaban para cultivos permanentes como el cacao, y semi permanentes
como la caña de azúcar.
Los asentamientos posteriores continuaron dándose en función de un
beneficio económico teniendo en consideración el aprovechamiento fluvial de
la zona, de allí que la toponimia heredada actualmente designe nombres que
hacen alusión al elemento agua, tal es el claro ejemplo de poblaciones
rurales como "Caño Amarillo", "Caño Avispero", "Caño Blanco" y otros que
nos denotan la fijación de las características naturales de los sitios, por la
observación de los hombres asentados en dichos lugares.
196 BNBFC. Transcripciones de Don Tulio Febres Cordero. Caja Nº 2. Documento 45.
Lista de varias concesiones de tierra hechas por el Gobierno de la Provincia de Mérida en la costa de la laguna de Maracaibo, perteneciente a su jurisdicción. Años: 1589, 1611, 1625 a 1637. Caja Nº 3. Documento 77. Concesiones de tierra hecha por el Gobernador y Capitán General de la provincia de Mérida, río debajo de Chama, hacia La Grita. Mérida, 18 de mayo de 1637.
84
CONCLUSIONES
Luego de reflexionar el estudio geohistorico del municipio Alberto
Adriani, a partir de la consideración de algunos de sus topónimos más
relevantes, es posible presentar: (1) algunos aspectos descriptivos
provenientes de su tipología geográfica claramente puntualizados, que se
considera oportuno enfatizar nuevamente en este momento; y (2), de tipo
histórico y socioeconómico que evidencian, la trascendencia y relevancia de
la presente investigación, en cuanto a las consecuencias que se desprenden
de estos resultados; así como también la apreciación crítica y personal del
trabajo realizado, visualizando las posibles problemáticas que a partir de
este, quedan abiertas y que merecen un estudio ulterior:
1. Aspectos sobre la tipología geográfica:
- La micro región donde se ubica el municipio Alberto Adriani, es una
franja de 300 Km2 en torno a la ciudad de El Vigía, que posee un clima
“húmedo caliente” producto de la convergencia intertropical que se
encuentra con la pared piemontina que mira desde el sur del lago de
Maracaibo.
- En la zona de estudio convergen una red de drenajes naturales que
atraviesan todo el municipio., Condición que facilitó el asentamiento
poblacional en este espacio, cuyas cuencas, hoy han sido designadas
como “Reserva nacional hidráulica” y “Zona protectora” bajo decreto
presidencial.
- El relieve presente en esta zona, perteneciente al sur del lago de
Maracaibo, le han merecido al municipio Alberto Adriani, el calificativo de:
85
“región natural independiente”. Una condición relacionada con los
cambios ocurridos en la corteza terrestre desde el Precámbrico hasta
llegar al Cuaternario. Tiempo en el cual se formaron Los Andes
venezolanos, que evidencia la particularidad de un relieve, con un suelo
apto para los cultivos propios de su clima: siembras de banano y cacao
entre otros rubros de relevancia comercial en la región.
- La intensa actividad antropica (apertura de bosques para nuevos
sembradíos y lugares para la conformación de nuevas poblaciones
permanentes) sobre la cubierta vegetal en la extensión del municipio, han
hecho que la misma se haya reducido a particulares “zonas de vida”, donde
se conjugan la vegetación, la actividad animal y el clima, entre otros, en
reconocida y única combinación para la subsistencia de un ecosistema en
peligro de extinción.
2. Aspectos históricos y socioeconómicos:
El desarrollo histórico en la zona se facilitó por la existencia de unas
condiciones optimas para la siembra descritas anteriormente, divididas en
etapas de ocupación (prehispánica, hispánica, republicana, y
contemporánea). Dichas zonas resultaron apropiadas para el desarrollo de
determinadas actividades comerciales, como la siembre del cacao, que entre
otros cultivos, proveyeron las ventajas para la aparición de ciertas
denominaciones de lugar, que han permitido armar la historia, donde esta no
existía. Tal es el caso de las áreas pobladas de: Mocacay, Mucujepe, Onia,
y Culegría.
86
-La abundante cantidad de información que se desprendió del estudio de
cada topónimo, nos conduce a un sentido de periodicidad de acontecimientos
aislados ubicados en las fuentes primarias revisadas como por ejemplo, las
migraciones internas (traslado de indígenas de las zonas altas del estado
Mérida hacia el área de estudio) y externas (indígenas de otras partes del
virreinato de la Nueva Granada e incluso de la Capitanía General de
Venezuela, además del traslado de población africana), que deja abierta
algunas aristas de la realidad a intervenir históricamente con nuevos estudios
ulteriores.
- La cosmovisión de la población que se constituyó a raíz de las diferentes
migraciones, producto del desarrollo económico que se asentó en el
actualmente denominado municipio Alberto Adriani, tuvo una marcada
influencia en los respectivos orígenes de procedencia (zonas altas del estado
Mérida: primeras oleadas de migración, influencia africana y más
recientemente por pobladores de países vecinos como Colombia). De allí que
observemos que cada etapa de poblamiento y por consecuencia histórica se
pueda definir con claridad.
- Este mestizaje cuyo proceso señala otra de las aristas de la realidad, digna
de ser estudiada a profundidad, ofrece datos sobre los lugares de
procedencia de cada ola migratoria; constituyendo un acervo cultural pleno
de creencias, comportamientos sociales y criterios económicos, que han
conformado al poblador de esta zona, definiendo un perfil psicosocial
caracterizado por rasgos como el uso lingüístico, el apego al trabajo, los
valores familiares, las preferencias gastronómicas, que les distinguen entre
otros.
87
Finalmente, se considera que el presente estudio hace un relevante
aporte sobre la dinámica socioeconómica del Municipio Alberto Adriani,
enfatizando, entre sus aportes, la explotación del cacao como un hito
comercial, que ayudó a dinamizar la transformación sociocultural de la
provincia de Mérida en la época colonial, proyectándola no sólo a nivel
nacional, sino internacionalmente. Se deja además, abierta la posibilidad de
intervención investigativa, en otras aristas del área cultural e histórica, con
miras al enriquecimiento de la historia local y la trascendencia y desarrollo de
la nación.
88
REFERENCIAS DE FUENTES OFICIALES, BIBLIOGRÁFICAS, HEMEROGRÁFICAS Y
DOCUMENTALES
- FUENTES OFICIALES. Fondo Nacional de Investigaciones Agropecuarias. Manual del Productor de Cacao. Gaceta Oficial de la República de Venezuela. Nro. 1.655 (Extraordinario). Año CI. Mes VIII. Caracas, 27 de mayo de 1974. Gaceta Oficial de la República de Venezuela. Nro. 30.558 Año CII. Mes II. Caracas, 22 de noviembre de 1974. Gaceta Oficial órgano del gobierno del estado Mérida. Ley de División Político-Territorial del Estado Mérida. Año XCII. Nº. Extraordinario. Mérida. 15 de enero de 1992. Instituto Nacional de Cooperación Educativa. Manual del Cultivador de Plátano y Cambures. Nº 206. Dirección General del INCE. Venezuela. Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables. Servicio Autónomo de Geografía y Cartografía Nacional. División Político - Territorial de Venezuela. Caracas. 1993 _________. Sistemas Ambientales Venezolanos. Proyecto Ven. 79/001. Región Natural 5. Depresión Aluvial Reciente del Lago de Maracaibo. Caracas. 1993 Venezuela. Ministerio de Relaciones Interiores. Desarrollo Regional. Nuestro Aporte y participación. Caracas. 1983. Venezuela. Oficina Central de Información. El Censo 90 en Mérida. Caracas. 1992.
89
- FUENTES BIBLIOGRÁFICAS. ACOSTA SAIGNES, Miguel. (19-?). Elementos Indígenas y Africanos en la Formación de la Cultura Venezolana. Caracas. Universidad Central de Venezuela. Facultad de Humanidades y Educación. Instituto de Filosofía. AGUILERA, Jesús Antonio. (1975). La Población de Venezuela. Dinámica Histórica, Socioeconómica y Geográfica. Caracas. Universidad Central de Venezuela. Facultad de Ciencias Económicas y Sociales. División de Publicaciones. ARDAO, Alicia. (1984). El Café y las Ciudades en los Andes Venezolanos. 1870-1930. (Colección Fuentes para la Historia Republicana de Venezuela. Tomo 34). Caracas: Italgráfica. CAMPO DEL POZO, Fernando. (1968). Historia Documentada de los Agustinos en Venezuela durante la Época Colonial. (Colección Fuentes para la Historia Colonial de Venezuela # 91). Academia Nacional de la Historia. Caracas. CENTRO DE HISTORIA DEL ESTADO MERIDA. (1968). Los Primeros Repartimientos de Mérida. Mérida. CUNILL GRAU, Pedro. (1987). Geografía del Poblamiento Venezolano en el siglo XIX. (Tomo I). Caracas: Ediciones de la Presidencia de la República. CUNILL GRAU, Pedro. Venezuela: Opciones Geográficas. CHAVES, Luís Fernando. (1980). Expresión Geográfica del Subdesarrollo. (Colección Actual - Serie Ensayo). Mérida: Consejo de Publicaciones de la Universidad de Los Andes. CHAVES, Luís Fernando. (1963). Geografía Agraria de Venezuela. (Colección Ciencias Sociales. Nº VI). Caracas: Ediciones de la Biblioteca de la Universidad Central de Venezuela. FEBRES CORDERO, Tulio. (1930). Archivo de Historia y Variedades. (Tomos I y II). Caracas: Parra León Hermanos. ________________________. (1892). Estudios sobre Etnografía Americana. Memorias escritas para ser presentadas al Congreso Internacional de
90
Americanistas y al Congreso Geográfico Hispano-Portugués-Americano, en sus sesiones de 1892. Mérida: Imprenta Centenario. ______________________. (1960). Obras Completas. Tomo I. Concesiones de tierra de la Antigua Gobernación de Mérida. Bogotá: Antares. FERNÁNDEZ DE OVIEDO Y VALDEZ, Gonzalo. (1959). Historia General y Natural de las Indias. Madrid: (Colección Biblioteca de Autores Españoles). Ediciones Atlas. GABALDÓN MÁRQUEZ, Joaquín. Fuero Indígena Venezolano. Período de la Colonia 1552 - 1783. Caracas. Universidad Católica Andrés Bello. 1977. GALEANO, Eduardo. (1982). Las Venas Abiertas de América Latina. México: Siglo Veintiuno Editores. HERNÁNDEZ CALDERÓN, José B. (1990). Clasificación de Tierras con Fines Agrícolas. Sector Culegría. Onia-Chama. Estado Mérida. Mérida. ULA. Facultad de Ciencias Forestales. Escuela de Geografía. HERNÁNDEZ RODRÍGUEZ, Guillermo. (1990). De los Chibchas a la Colonia y a la República (Del Clan a la Encomienda y al Latifundio en Colombia). Colombia: Ediciones Paraninfo. HOLDRIDGE, Leslie R. Ecología basada en zonas de vida. Caracas. Universidad Católica Andrés Bellos, 1980 HORRABIN, J. F. (S/F). Manual de Geografía Económica. Buenos Aires: Editorial Claridad.
MEJÍAS, José. (1996). La Toponimia de Mucuchíes: Persistencia de la influencia cultural indígena. Mérida. ULA. Facultad de Humanidades y Educación. Escuela de Historia. Tesis de grado. MILIANI C., Roberto. Diagnóstico Conservacionista Cuenca: Río Onia - Culegría (Edo. Mérida). MILLARES CARLO, Agustín. (1966). Protocolos del Siglo XVI. (Colección Fuentes para la Historia Colonial de Venezuela. # 80). Academia Nacional la Historia. Caracas.
91
MONSALVE DE HERNÁNDEZ, Gardiana. (1986). Evolución de la Economía Cafetalera Venezolana. El Caso de Mérida. 1937-1940. Mérida. ULA. Facultad de Humanidades y Educación. Tesis de grado. MONKOUSE, J. F. Diccionario de Términos Geográficos. OSORIO ÁLVAREZ, Emilio A. (1985). Geografía de la Población de Venezuela. (Colección Geografía de Venezuela Nueva. Nº IV). Caracas: Editorial Ariel - Seix, Barral Venezolana. PÉREZ, Alberto. Plan Local de Desarrollo Urbano de El Vigía. PEREZ VILA, Manuel. Política y Economía en Venezuela. Caracas: Fundación John Boulton. PICÓN PARRA, Roberto. (1988). Fundadores, Primeros Moradores y Familias Coloniales de Mérida 1558-1810. (Tomo I y II). (Colección Fuentes para la Historia Colonial de Venezuela # 197, 198). Caracas: Ediciones de la Academia Nacional de la Historia. RAMIREZ MENDEZ, Luis Alberto. (1999). El Convento de San Juan Bautista de la Orden de Santa Clara de Mérida 1651-1874. (Tomo II). Caracas. UCV. Tesis para optar al grado de Doctor en Historia.
RONDON NUCETE, Jesús. (1977). Acontecer de Mérida. 1936-1958. Caracas: Editorial Arte.
SALAS, Julio César. (1956). Etnografía de Venezuela. Estados Mérida, Trujillo y Táchira. Los Aborígenes de la Cordillera de Los Andes Venezolanos. Mérida. Universidad de Los Andes.
SALAZAR QUIJADA, Adolfo. (1994). Origen de los Nombres de los Estados y Municipios de Venezuela. Caracas. Universidad Central de Venezuela. Servicio Autónomo de Geografía y Cartografía Nacional. _________________________. (1971). Toponimia de la Guajira Venezolana. Caracas. Ministerio de Obras Públicas. Dirección de Cartografía Nacional. SAMUDIO A., Edda O. (1985). Las Haciendas del Colegio San Francisco Javier de la Compañía de Jesús en Mérida. 1628 - 1767. Caracas: Editorial Arte.
92
SAMUDIO A., Edda O. (1988). El Trabajo y los Trabajadores en Mérida Colonial. Fuentes para su estudio. Caracas: Editorial Arte.
SIMON, Fray Pedro. (1963). Noticias Historiales de Venezuela. Caracas. (Colección para la Historia Colonial de Venezuela. Nº. 66). Academia Nacional de la Historia. UNIVERSIDAD DE LOS ANDES. FACULTAD DE CIENCIAS FORESTALES. ESCUELA DE GEOGRAFIA. SEMINARIO DE ESTUDIOS REGIONALES. Problemas Ambientales de las Cuencas de los ríos Onia y Culegría. Estado Mérida. Mérida. VENEGAS FILARDO, Pascual. (1958). Aspectos Geo-Económicos de Venezuela. (Tomo I). Caracas: Imprenta Nacional. VENTURINI, Orlando Luís. (1983). Geografía de Los Andes Venezolanos. (Colección Geografía de Venezuela Nueva. T. 7). Caracas: Ariel-Seix-Barral Venezolana.
VIVAS, Leonel. (1992). Los Andes Venezolanos. Caracas: Italgráfica.
93
- FUENTES HEMEROGRÁFICAS LÓPEZ AYALA, Eliseo. "La Repartición Espacial de la Población Mundial". En: Cuadernos de la Escuela de Geografía. 1967. Nº 9 MORENO TOSCANO, Alejandra. “Toponimia y Análisis Histórico”. En: Historia Mexicana. Vol. XIX. Julio-Septiembre. 1969. Nº. 1. SAMUDIO, Edda O. “El Resguardo Indígena en Mérida: Siglos XVI al XIX. (I parte): Fundamentación Legal y Proceso de Asignación del Resguardo en Mérida”. En: Revista Paramillo. Nº. 11-12. 1992.1993.
SAMUDIO, Edda O. “ La Cofradía de Criollos y Criollas de Mérida. Siglo XVI.” En: Boletín Antropológico. Mérida, # 5. Enero- Marzo, 1984.
94
- FUENTES DOCUMENTALES AGEM. Documentos Históricos de la Gobernación. Años 1704-1705, 1711. Expediente promovido por el Procurador don Cristóbal de Gámez y Costilla ante el Cabildo solicitando satisfacer los salarios impuestos. Testimonios de las Autoridades Eclesiásticas de Mérida. Mérida, 24 de febrero de 1711. AGEM. Protocolos, Tomo III: Escritura de solicitud de tierras hecha por Juan Samudio. Mérida, 06 de noviembre de 1626. AGEM. Protocolos Tomo XXXVIII. Testamento del Maestre de Campo Lucas de Laguado. Mérida 23 de abril de 1694. AGEM. Protocolos Tomo LXI. Escritura de censo de doña Elena de Otalora, a favor del Convento de Sta. Clara de Mérida. Mérida, 11 de febrero de 1707. ULABFHE. Colección Los Andes. Vol. 7 Visita pueblo de La Sabana y agregados. ULABFHE. Colección Los Andes. Vol. 10 Visita Valle de Chama. ULABFHE. Colección Los Andes. Vol. 16 Visita Tucaní BNBFC. Transcripciones de don Tulio Febres Cordero. Lista de varias concesiones de tierra hechas por el gobierno de la Provincia de Mérida en la costa de la laguna de Maracaibo, perteneciente a su jurisdicción. Años 1589, 1611, 1625 a 1636. Caja Nº 02. Documento 45. Concesiones de tierra hechas por el Gobernador y Capitán General de la provincia de Mérida, río debajo de Chama, hacia La Grita. Mérida, 18 de mayo de 1637. Caja Nº 3. Documento 77.
95
BNBFC. Transcripciones de don Tulio Febres Cordero. Lista de varias concesiones de tierra hechas por el gobierno de la Provincia de Mérida en la costa de la laguna de Maracaibo, perteneciente a su jurisdicción. Años 1589, 1625 a 1636. Caja Nº 03. Documento 77 BNBFC. Colección Ciudades de Venezuela Tomo 20. Real Cédula de Encomienda de los Indios de Mucuxepe a don Juan de Trexo, por el Presidente de La Real Audiencia de Santa Fe, don Antonio González. Santa Fe, 18 de febrero de 1593. BNBFC. Colección Ciudades de Venezuela. Tomo 20. Testimonios en Pesquisas secreta del cacique Pedro Moján y otros al capitán Antonio Beltrán de Guevara. Mucujepe, 8 de octubre de 1602 BNBFC. Colección Ciudades de Venezuela. Tomo 19-20 y 20. Visita de Antonio Beltrán de Guevara a la Encomienda de Mucujepe. Mucujepe, 7 y 8 de octubre de 1602 BNBFC. Colección Ciudades de Venezuela. Tomo 20. Pesquisa Secreta de la Encomienda de Juan de Trexo. Mucujepe, 8 de octubre de 1602 BNBFC. Colección Ciudades de Venezuela. Tomo 20. Cargos a Miguel de Trejo por el Visitador Capitán Antonio Beltrán de Guevara. Mérida 5 de noviembre de 1602. AAM. Seminario. Caja 1. Inventario del 29 de octubre de 1772. Una Real provisión para que a los jesuitas de Mérida den indios para hacer el colegio y la iglesia, pagándoles el jornal, 1639. Fol. 4
96
- FUENTES DIGITALES
. www.ine.gov.ve Venezuela. Instituto Nacional de Estadística - INE. XIII
Censo General de Población y Vivienda: el Censo, 2001 Estado Mérida, Primeros Resultados. Caracas. 2002.