¿Llegaron a hablar varios oficiales de la USAF con latripulación de un OVNIque se estrelló en eleste delnglaterra? ¿O todo fue una cortina de humo para ocultarun mortal accidente militar?

gina i954) es uno de los reseñados por String-field, y en realidad uno de los que menos prue-bas pueden aportar. Sin embargo, cabe pre-guntarse dónde §e han producido los aterri-zajes accidentales recientes, así como aquellosqtre no han tenido lugar en una zona desértica.También cabe interrogarse sobre los testigosque se han decidido a hablar. Pues bien, el in-cidente acaecido en Rendlesham Forest (Suf-folk, Inglaterra) en diciembre de 1980 cumplevarias de estas condiciones.

Rendlesham Forest es una hermosa zonaboscosa a unos 19 km al noreste de Ipswich.Está rodeada por unas tierras que se cuentanentre las menos pobladas del sudeste de Ingla-terra: sólo hay unas cuantas granjas disemina-das. La única comunidad de una cierta enver-gadura es el pueblo de Woodbridge, al oeste.Al norte de los bosques se encuentran las ba-ses de la US Air Force en Woodbridge y enBentwaters. Estas bases constituyen elemen-tos importantes en el sistema defensivo de IaOTAN y, en una eventual guerra europea,tendrían gran importancia estratégica.

Entre el 27 y el30 de diciembre de 1980, se

recibieron desde esta zona numerosas infor-maciones sobre luces en el cielo, sobre todocerca de la población costera de Leiston. Hayallí cerca una central nuclear, y en estos pa-rajes se han registrado varios encuentros muyinteresantes en la primera y segunda fases.Brenda Butler y Dot Street, investigadoras lo-cales de la Asociación Británica de Investiga-

EL ESTUDTO DE PRESUNTOS aterrizajes fOTzOSOS

de naves extraterrestres no disfruta de un gra-do de respetabilidad proporcional a su impor-tancia. Muchos ufólogos menosprecian a quie-nes tratan de averiguar la verdad que se ocultatras estos misterios. Los accidentes siempreparecen ocurrir en remotas regiones desérti-cas, y suelen transcurrir varios años antes deque sean investigados. Por otra parte, hay muypocos testigos, y todos ellos exigen el máximosecreto en cuanto a su identidad, <<por temor a

las represalias». Insisten en que la cortina deseguridad tendida ante estos acontecimientoses tan espesa que, si se hiciera público queellos habían hablado al respecto, vivirían con-tinuamente presa del temor.

Estas observaciones valen incluso para loscasos estudiados por Leonard Stringfield, pio-nero en este campo. Stringfield ha reunido in-formación sobre toda una serie de «recupera-ciones>> norteamericanas, y como mínimo unade ellas -el caso de Kingman (Arizona), enmayo de 1953- cuenta con un grado aprecia-ble de confirmación. Este estudio, muy impor-tante, fue publicado en Estados Unidos y apa-reció en la prestigiosa revista británica FlyingSaucer Review. El caso de Roswell (véase pá-

El bosque de Rendlesham, enSuffolk (lnglaterra), situado enuna campiña llana y escasamentehabitada. La población local violuces que descendían sobre el

bosque y varios trabajadores dela Comisión Forestal encontraron

árboles abrasados. Estosinformes coincidieron con relatossensacionalistas procedentes deuna base aérea cercana, en losque se hablaba del aterrizaje deun OVNI (foto Toby Hogarth).

ción Ufológica (nu¡oR-$,-siguieron las trayec-torias de las luces. Entre los relatos recogidoshabía uno de un testigo que aseguró haber ob-servado una luz blanca y brillante que perma-neció sobre el bosque de Rendlesham durante20 minutos por 1o menos. Acostumbrado a laactividad de las bases aéreas, el testigo supusoque estaba contemplando un avión, si bien leintrigó el hecho de que se mantuviera durantetanto tiempo sobre el bosque.

A principios de enero de 1981, uno de loscontactos más fiables de Brenda Butler en labase de Woodbridge le comunicó una informa-ción asombrosa. Dijo que un O\rNI había to-mado tierra en el bosque, a unos tres kilóme-tros de la base. Parece ser que esto ocurrió el30 de diciembre. El contacto, un oficial de altagraduación, visitó el lugar junto con el coman-dante de la base y personal del servicio de se-guridad. No llevaban armas, ya que éstas ha-bían sido expresamente prohibidas. El coman-dante habló durante un buen rato con unos pe-queños «extraterrestres», que medían cosa deun metro y llevaban unos trajes plateados, yque estaban suspendidos en «ejes luminososjunto a la nave que había aterrizado».

El contacto de Brenda Butler se negó a su-ministrar detalles específicos sobre la formadel objeto, que al parecer estaba averiado (1o

estaban reparando). También se negó a co-mentar los temas de conversación. Al parecer,finalmente el OVNI partió -al principio mos-trando una cierta inseguridad- y se impuso unestricto control de silencio sobre todo el perso-nal enterado del asunto. Algunos oficiales to-maron fotos sin permiso, pero les fueron con-fiscadas de inmediato. El oficial señaló, inten-cionadamente, que no era ésta la primera vezque un OVNI aterrizaba cerca de la base, o talvez incluso en la misma base.

Este oficial se brindó a hablar con Butler tan

Las ufólogas que estudiaron la

serie de informes centrados en lazona de Rendlesham Forest: DotStreet (izquierda) y Brenda Butler,El caso de Rendlesham resultamás prometedor para losinvestigadores que los casos declásicos de «recuperaciÓn»

recopilados por el famoso ufólogonorteamericano LeonardStringfield, ya que los informesfueron casi contemporáneos a losincidentes descritos (foto TobyHogarth).

Ocultación OVNI

sólo porque ya habían hablado antes, y dabapor sentado que se le conservaría un estrictoánonimato. Al principio pidió también a Bren-da Butler que no hiciera uso de aquella infor-mación.

Brenda Butler accedió a la petición del ofi-cial. Guardó en secreto la historia durante to-do el mes de enero, sin hablar de ella ni siquie-ra con su colega Dot Street. Incluso cuandofinalmente contó a ésta lo sucedido

-unascuatro semanas después, cuando habían empe-zado a circular rumores sobre el incidente,procedentes de otras fuentes- siguió sin reve-lar la identidad del oficial. Por consiguiente,sólo podemos contar con su palabra. Un añodespués, otro investigador consiguió confirmarla existencia del contacto de Brenda Butler.Harry Harris, abogado e investigador en laUFO Research Association de Manchester,habló con el mismo oficial, el cual confirmó losdetalles básicos que Brenda había comunicadoya. No obstante, en lo sucesivo evitó todo con-tacto con Harris.

El rumor empezó a circular durante el mesde febrero de 1981, a través de varios canales.Todos ellos eran independientes entre sí. Dehecho, si consideramos el número de personasde aquella zona que al parecer habían «oídoalgo», esta carencia de interés por parte de laprensa, la radio y la televisión locales pareceun tanto enigmática. Es el tipo de relato sobreel cual estos medios suelen lanzarse con avi-dez. Butler y Street sugieren que ese desinte-rés se debió a la intervención de ciertas perso-nas con influencia.

El escritor Paul Begg se enteró de uno de losrumores casualmente, a través de un conocidoque trabaja como operador de radar en un es-tablecimiento civil en el condado de Norfolk.Un colega suyo que estaba de servicio el 30 dediciembre había localizado un objetivo desco-nocido que se dirigía hacia el sur (o sea, haciala zo¡a de Rendlesham Forest). Los ecos re-gistrados por el radar no correspondían a losde ninguna aeronave conocida.

Dos dÍas después, unos visitantes inespera-dos se presentaron en el centro de radar: unosoficiales de la USAF se llevaron las cintas delradar con las observaciones tomadas aquellanoche. Confidencialmente, explicaron a losoperadores civiles que el objeto por ellos de-tectado había aterrizado en el aeródromo deWoodbridge o muy cerca de éi, y que de elloshabían salido unos extraterrestres. Varioshombres de la base se habían aproximado enun jeep

-cuyo motor falló al acercarse a la

nave- y conversaron con ellos.Esta historia llegó hasta Peter Warrington,

investigador especializado en casos de radar,quien habló con los operadores y obtuvo deellos los mismos detalles. Todo esto ocurrióantes de que cualquiera de los participantes seenterase de la información que poseían Bren-da Butler y Dot Street.

El director del boletín de nuFoRe, NormanOliver, recibió también un relato sobre el inci-dente en la base de Woodbridge. Decía, esen-cialmente, que allí había ocurrido «algo gor-

2015

Ocultación OVNI

do», y, aunque sin dar más detalles, coincidíaen general con la información recibida de otrasfuentes. La historia procedía de Estados Uni-dos, concretamente de un soldado que habíaregresado allí tras permanecer algún tiempo enInglaterra y que, por tanto, se consideró conlibertad para hablar.

Finalmente. algunos rumores locales habla-ban de un «aterrizaje forzoso» en el bosque,sin que al parecer se refiriesen a un OVNI. Lacreencia de que se había producido un acci-dente quedó reforzada por el relato de ungranjero que vivía junto al bosque y que habíavisto descender sobre el mismo un objeto bri-llantemente iluminado. Telefoneó a la base eindicó que fal vez hubiese caído uno de susaviones. Nadie le dijo lo contrario.

Brenda Butler averiguó también que a prin-cipios de enero unos leñadores descubrieronque las copas de varios pinos del bosque esta-ban abrasadas, precisamente en la zona dondese había visto descender la luz. Informaron alrespecto a la base aérea y ésta les contestó contoda cortesía que no debían hablar del tema.

En febrero, las dos investigadoras consiguie-ron una entrevista con el comandante de la ba-se de Woodbridge. Sin embargo, éste se negóa responder a las preguntas relacionadas con elsupuesto accidente, si bien él sí las interrogósobre varios puntos de su investigación ufoló-gica. Finalmente, les informó de que los datossobre OVNIS debían ser comunicados al mi-nisterio de Defensa, y que los funcionarios deéste se pondrían en contacto con ellas. A suvez el ministerio respondió diciendo que nadase sabía sobre este incidente... y les sugirió quese pusieran en contacto con el comandante dela base.

Butler y Street se dirigieron en coche al bos-que después de su conveisación con el coman-dante. Cuando se acercaban alazorta pasaron

1016

Arriba: un avión A-10 de la USAFpara misiones de apoyo a tierra,diseñado para volar a escasavelocidad y baja altura. Según uninformante de la base deWoodbridge, aparatos de estetipo fueron enviados a la zona delpresunto encuentro con el OVNIun día después, al parecer paracontrolar la radiactividad (fotoRichard Burgess).

En la parte superior: la base delas Fuerzas Aéreasnorteamericanas de Woodbridgees una zona sometida a estrictavigilancia. Un oficial de esta baseinformó a Brenda Butler acerca deuna supuesta conversación entremiembros de las fuerzas aéreas yunos pequeños extraterrestrescon ropas plateadas (foto TobyHogarth).

por una experiencia curiosa. El coche empezóa vibrar, y después aceleró hasta los 100 o 115km/h, mientras su conductora, Brenda Butler,perdía por completo el control del vehículo. Alcabo de unos 800 m de recorrido, el coche sedetuvo. Ambas mujeres quedaron muy impre-sionadas por esta experiencia. En su trayectode regreso, el coche vibró también en un mo-mento dado, y llegó a derrapar.

Hay que decir que el coche era viejo y queestaba en condiciones precarias, y que ademássu recorrido se efectuó por un camino rural enpésimas condiciones.

En esta visita y otras posteriores, Butler yStreet hablaron con gentes de los alrededores,que les aseguraron que durante el mes de ene-ro se había registrado una intensa actividadmilitar en el bosque. Al parecer, las luces delas casas y los televisores se encendían y apaga-ban sin motivo aparente.

Además. varias personas de la base adrñitie-ron saber algo acerca de1 supuesto ali1rizaje.

Sin embargo, no queda claro en absoluto hastaqué punto hablaban de lo que habían oído de-cir o de lo que habían experimentado de pri-mera mano. Parece probable que los rumorescircularan ya por toda la comunidad y en lamisma base, acumulando cada vez más ele-mentos nuevos. Desde luego, en esta fase setuvieron en cuenta numerosas informacionesnuevas, por ejemplo la de que había rastros deradiactividad en el bosque, que el ganado localse había comportado de manera extraña, y queel OVNI se había posado sobre tres patas, se-paradas entre sí por una distancia de 9 metros.Según uno de los rumores, el OVNI no despe-gó. Fue <<recuperado>>, posiblemente para serenviado a Estados Unidos. Posteriormente,Brenda Butler descubrió que la parte de bos-que donde supuestamente ocurrió el incidentefue quemada por orden de la Comisión Fores-tal británica.

El granjero que dio aviso a la base fue inte-rrogado también por las investigadoras. Se ne-gó a hablar, y a ellas les pareció que estaba

asustado. Sin embargo, otro granjero y su es-posa explicaron que habían sido visitados, dosdías después del «aterrizaje», por dos «funcio-narios oficialesr; iban vestidos de negro. segúnla tradición (véase página 164)...

La situación se complicó con la visita que lasinvestigadoras hicieron al comandante de labase. Al parecer, éste ordenó después una in-vestigación interna, y un hombre del que se

sospechó que había transmitido ciertas infor-maciones fue enviado precipitadamente a Es-tados Unidos.

Resulta muy difícil evaluar este asunto tancompiejo y desconcertante. Aparte de HarryHarris, Dot Street y Brenda Butler, nadie hahablado con el personal de la base. Todos losdemás investigadores han topado con una ba-rrera de negativas.

No obstante, disponemos del testimonio. re-gistrado de forma independiente, del operadorcivil del radar y del soldado que regresó a Es-tados Unidos. Y parece haber también un nú-

Arriba: los cazabombarderosF-111 de la US Air Forcedisponen de bases en GranBretaña, y ciertos modelospuedeqEalsportar armasnucleares. Cabe preguntarse si

los rumores sobre un OVNI en el

bosque de Rendlesham noserian una campaña de

"desinformación,, destinada a

disimular un accidenteprotagonizado por un aviónportador de una bomba nuclear(foto M. Hooks).

A la derecha: el bosque deRendlesham está salpicado denumerosos claros. Si realmentehay OVNIS sobrevolando la

Tierra, estos puntos, situados en

una zona escasamente poblada,

serían lugares ideales para un

ateÍizale (foto Toby Hogarth).

Ocultación OVNI

mero considerable de rumores locales sobre unaccidente aéreo, y también acerca de varioshechos extraños que ocurrieron al mismo tiem-po en las cercanías del bosque. Y si esa zonadel bosque fue quemada a propósito, tal comose afirma, ello implica gravemente a las autori-dades forestales en el extraño suceso.

Parece haber dos explicaciones posibles: obien un avión convencional se vio obligado a

realizar un aterrizaje forzoso en el bosque deRendlesham... o dicho aterrizaje lo hizo unaaeronave que nada tenía de convencional.

Es interesante recordar que Bentwaters fueuna de las bases implicadas, junto con Laken-heath (unos kilómetros más al norte), en unclásico encuentro radar-visual en agosto de195ó (véase página 53).

Al parecer, a los pocos días de haberse pro-ducido este famoso caso. un cataclismo nu-clear fue evitado por los pelos cuando un acci-dente aéreo en la base de Lakenheath y el sub-siguiente incendio estuvieron a punto de hacerdetonar varias armas nucleares.

El hecho logró ser ocultado al público du-rante más de veinte años, y ello permite conce-bir que talvez en diciembre de 1980 un aviónnorteamericano que transportaba un ingenionuclear se estrellara en Rendlesham Forest: elaccidente fue escamoteado a propósito, y talvez se sugirió el aterrizaje de un OVNI paradistraer a la opinión pública de la inquietanteverdad. Sin embargo, esto plantea dos pregun-tas: ¿pudo haber sido ocultado hasta semejan-te punto un accidente de aviación? Desde lue-go, la zona está poco habitada, pero el retirartodos los restos debió de ser una operación tanlarga como difícil. Más significativo todavia es

el hecho de que el rumor de un aterrizaje for-zoso circulara entre la población local gracias a

noticias fragmentarias suministradas por va-rios miembros de la base aérea. Y entoncesviene la segunda pregunta: ¿no sería la historiadel aterrizaje forzoso la que pretendía ocultarel aterrizaje de un OVNI'l

)011

I./.LJ¡\,

ai:.:

.*¡tltr;

..,,., . it' EL MUNDo

Publicado por Editorial Delta, S.A.-Barcelonay comercializado en exclusiva porDistribuidora Olimpia, S.A. - Barcelona

Vol. lX-Fasc. 103

Director: José Mas GodayolDirector editorial: Gerardo RomeroJefe de Redacción: Pablo ParraCoordrnacróneditorial: GloriaGutiérrez

Redactores y colaboradores:Prof. A. J. Ellison. Dr. J. Allen Hynek, Brian lnglis, Colin Wilson,Beatriz Podestá. José Lorman.

Brian lnnesPeter Brool(esmithClare Byatt

Asesor para la edición española: Julio Peradejordi

Realización gráfica:Luis F. Balaguer, con la ayuda de F. Planas

llustración: Orbis, Atlas y agenciasRedacción y administración :

Paseo de Gracia, 88, 5.o, Barcelona-8Tels : (93) 215 10 32-215 10 50 - Télex: 97848 EDLTE

LO INEXPLICADO, EL MUNDO DE LO EXTRAÑO. INSÓLITO YMISTERIOSO se publica en forma de 120 fascÍculos de apari-ción semanal, encuadernables en diez volúmenes. Cada fascícu-lo consta de 20 páginas interiores y sus correspondientes cubier-tas. Con el fascÍculo que completa cada uno de los diez volúme-nes de que se compone la obra, se pondrán a la venta Ias tapáspara su encuadernación. Además, coleccionando la tercera ycuarta páginas de cubierta, se obtendrá un interesante dossiersobre |os MAESTROS DE LO INSÓLITO.

El editor se reserva el derecho de modiflcar el precio de venta cefascÍculo en el transcurso de la obra, si las circunstancias demercado así lo exigieran.

Los fascículos atrasados podrán ser adquiridos en todos losquioscos y librerÍas, sin incremento alguno sobre el precio deventa en vigor en el momento de Ia petición.

@ 1980 Orbis Publishing Ltd. London@) 1981 Editorial Delta, S.A. BarcelonaISBN : 84-858 22- 1 5-3 (obra completa), 84-85822-66-8 (tomo 9),84-85822-1 6-1 (fascículo)Depósito legal: B. 126311982

Fotocomposición:Tecfa, S.A. Pedro lV, 160 - Barcelona-S

lmpresión:Cayfosa, Santa Perpétua de Mogoda (Barcelona) 318308

lmpreso en España - Printed in Spain agosto 1983

Distribuye para España: Marco lbérica, Distribución de Edicio-nes, S.A., Carretera de lrún, km 13,350. Va-riante de Fuencarral. Madrid-34.

Distribuye para Argentina: Viscontea Distribuidora, S C A LaRioja 1 134/56, Buenos Aires.

Distribuye para Colombia: Distribuidora Meridiano, S.A. Carrera21, n.o 35-53, Bogotá.

Distribuye para México: Distribuidora lntermex, S.A. Calzada Va-llejo n.o 1020, México 16. D.F

Distribuye para Venezuela: Distribuidora Continental, S A Fe-rrenquín a Cruz de Candelaria, I78. Caracas ytodas sus sucursales en el interior del oaís.

OIIIilPUCADODE LO EXTR,AÑO,INSOLITO Y MISTERIOSO

..:f:

.,rir-i.'

Para la edición inglesa:Editorial Director:Editor:Editorial Manager:

proxtmofascículo

M()VIMIENT() PERPETU()Uno de los máximos sueños tecnológicosde la humanidad es conseguir unamáquina que permanezca en continuomovlmiento, sin ninguna aportación deenergía. ¿Es eso posible?

AR()MATERAPIAUna asombrosa alternativa terapéutica: la curación pormedio de los olores.

PStcoLoGín OVMUna audaz teoría afirma que la imaginería

de los encuentros con OVNIS yextraterrestres tiene su origen en el

trauma del nacimiento.

ZAHORíESEl rabdomante francés del siglo xvrr Jacques Aymar llevó a

cabo, varilla en mano, la caza y captura de un peligroso

asesrno,

R()BIN H()()D¿A qué se debe la extraordinaria popularidad

del legendario Robín de los Bosques?

' .!l;

':i+i

..*ffi

#:',.i!i.

:#:,:111*?;#ruñE

ffi.lE

ÉffireFcto c!bierta: Sólalilma, Reykiavik Eclruorial\7Deka, soT