Ensayo - Cine de La Otredad
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Universidad Católica del Norte
Facultad de Humanidades
Escuela de Psicología
CINE DE LA OTREDAD
EL PLACER CULPABLE DE MOSTRAR EL MUNDO INTERIOR EN
LA PANTALLA GRANDE
Nombre Asignatura: Cine y Literatura
Nombre Docente: Víctor Bórquez Núñez
Nombre Estudiante: Gonzalo Guzmán Rivera
Carrera: Psicología
ANTOFAGASTA, noviembre 21 de 2012
ABSTRAC
Las distintas formas de llegar al espectador mediante el cine es uno de los
encantos del séptimo arte. El cine de la otredad es una forma de plasmar nuestro
propio mundo interior en la pantalla grande. En este trabajo se intenta desarrollar
la idea de qué es el cine de la otredad, y porque existe un placer culpable al
mostrar el mundo interior en la pantalla grande. El cine como herramienta de
visualización de la interioridad del autor, además de proyección o identificación de
nosotros mismos en las imágenes que presenciamos es un efecto producido por el
cine que contrapone al otro. La otredad es la identificación de nuestro propio ser
contrastándolo con un “otro distinto”, es decir, saber quien soy viendo lo que no
soy. Octavio Paz lo planteaba como un fenómeno de desdoblamiento de nuestro
propio ser al darse cuenta de su propia soledad. Este fenómeno de
desdoblamiento es utilizado en el cine como herramienta de contraste, por eso en
este ensayo se mencionan dos películas de relevancia, que es Persona de Ingmar
Bergman y Mulholland Drive de David Lynch, que nos sorprenden con historias de
contraposiciones y uniones al punto de no identificar un ser del otro.
The different ways to reach the audience through cinema is one of the highlights of
cinema. The cinema of otherness is a way of shaping our own inner world on the
big screen. This paper attempts to develop the idea of what is cinema of otherness,
and because there is a guilty pleasure to show inner world on the big screen. Film
as a visualization tool interiority of the author, and projection or identification of
ourselves in the images we are seeing is an effect produced by the cinema that
opposes the other. Otherness is the identification of our own being contrasting it
with a "different one", that is, knowing who I am seeing what I am not. Octavio Paz
raised it as a phenomenon of splitting of our being to realize his own loneliness.
This phenomenon of splitting is used in film as a tool of contrast, so in this essay
mentions two important movies that is “Persona” by Ingmar Bergman and
Mulholland Drive by David Lynch, that surprise us with stories of opposition and
unions to the point not identify a being of another.
INTRODUCCIÓN
En este ensayo se analiza el concepto de otredad, como concierne al hombre, es
decir, que es para él la otredad y como se liga con su propia existencia, su
autodescubrimiento de los distintos otros que puede encontrar tanto en si mismo,
como en el exterior. Además de como este concepto existe en el cine como medio
conductor para mostrar la interioridad de quien desea expresar su idea en la
pantalla grande con un gran índice de culpabilidad placentera, que además,
también concierne a los espectadores.
La idea de otredad en el cine es digna de analizarse ya que es un concepto que
lleva al séptimo arte a un nivel o modo distinto de plantearse lo que es mostrar una
realidad o una historia.
En el siguiente trabajo se hacen reflexiones utilizando a un autor que analiza este
concepto que es Octavio Paz y sus ideas se llevan al cruce con dos películas
como es Persona y Mulholland drive.
DESARROLLO
Se dice que Adán no estaba completo, que necesitaba de compañía, y que por
eso Dios le da como compañera a la mujer, sacando una costilla del hombre y
mezclándola con barro. Ahí es cuando el hombre se reconoce como ser
masculino, con cuerpo diferente, y con pensamientos distintos a la de la mujer,
con su delicadeza y cuerpo fielmente esculpido.
El hombre tiene una necesidad de reconocerse, saber quien es, buscar su propia
identidad. Pero, ¿Cómo ha de lograrlo?, pues debe de identificar otro, un ser
distinto, opuesto a él que le pueda delimitar su propio ser. Se sabe que es hombre,
porque existe la mujer; se sabe que es ganador, porque existe un débil.
El ser humano llega al punto de la autoidentificación, es decir, saberse quien es, al
conocer un “otro”. Esto es lo que podemos llamar como otredad.
Pero, según Octavio Paz, la otredad es más que la identificación del yo, con
características comunes. Es un desdoblamiento de su propio ser, de su
identificación como ser solitario. Él lo expresa en su libro “Itinerario”, donde cuenta
los sucesos de su vida, en el momento que se da cuenta de este fenómeno: al
sentirse abandonado por los suyos, aislado del mundo incomprensible de los
adultos, el niño reconoció su soledad y se oyó llorando en medio de la indiferencia
de los otros. Sus gritos resonaron en su interior y tuvo por primera vez conciencia
de que alguien lo escuchaba: "Él es el único que oye su llanto. Se ha extraviado
en un mundo que es, a un tiempo, familiar y remoto, intimo e indiferente (...) oírse
llorar en medio de la sordera universal." A partir de ese momento, agrega Paz, el
individuo se separa del mundo y se dice "ya lo sabes, eres carencia y búsqueda".(1)
La otredad es el sentimiento o más bien (diría yo) la motivación de buscar de qué
fuimos separados, de lo faltante, para así poder mirar el otro y llegar a mirarnos a
nosotros mismos.
El cine, siempre ha sido una forma de arte de gran complejidad, de una inocencia
ilusoria, de un todo coherente, pero solamente a los ojos de quienes se interesen
en entenderla.
Como recurso cinematográfico, la otredad ha sido una musa para quienes han
llevado este concepto a la pantalla grande.
Reconocer un pedazo de su ser frente al otro distinto. Llevar un mundo interior a la
pantalla grande para lograr una atracción mística al espectador, logrando, tal vez,
que se auto-identifique también con las imágenes de la película.
La película de Ingmar Bergman, “Persona”, así lo demuestra. Donde se hace un
juego de roles con dos protagonistas: una actriz que decidió dejar de hablar, como
vía de escape; y su enfermera personal, que la acompaña siempre y que le habla
constantemente, llegando al punto de confesar sucesos íntimos de gran
importancia a su compañera.
Dos personas, dos roles, un emisor y un receptor. Una mujer que no habla, en
contraposición de una que no para de hacerlo. En esta película se descubre la
identidad de su propio ser cuando habla y se escucha, a la final, a sí misma. Se
dice que siempre era la que escuchaba, pero ahora era ella la que hablaba.
Retoma momentos importantes de su vida, y se reconoce en ellos como una mujer
distinta.
En cambio, la que solamente escucha, que “irónicamente” es una actriz, que
estaba acostumbrada a ser a ella la que escuchan siempre, a sentarse y
contemplar todo suceso que su compañera le cuenta.
El desdoblamiento es transversal a la otredad, lo uno lleva a lo otro, o podríamos
decir, sin mucha lejanía, que la otredad es desdoblamiento.
Ingmar nos muestra en su película como este fenómeno sucede al punto de que
ya no se logra identificar un personaje del otro, al punto, que llegan a ser la misma
persona.
Nosotros tenemos un “otro distinto” dentro de nuestra alma. Que es, pero a la vez
no es lo que somos en verdad. La otredad como mundo interior en la pantalla
grande nos muestra como existen otros “yos” en nuestro propio ser.
Ahora bien, existe un placer culpable del cine de la otredad. El de demostrar un yo
reprimido, un “otro distinto” que reconocemos, aceptamos, pero paradójicamente,
negamos y reprimimos. No por nuestro propia voluntad, si no, mas bien por la
voluntad externa de nuestra sociedad. A este “otro distinto” le llamaré “ser libido”.
Nietzsche planteaba que el hombre debía volver a su ser salvaje. ¿Qué tan salvaje
es el hombre? Esa puede ser la pregunta que se nos viene de primera a nuestra
mente, pero yo me hago otra ¿Por qué no somos salvajes? Mi respuesta seria
nuestra propia cultura, sociedad, compañía nos aprisiona en un mundo de moral
donde nuestro propio instinto salvaje, morboso y libido no es propicio de mostrar.
El cine, en cambio, es una escapatoria a esa prisión. Una ventana a nuestro
mundo interior. Existe un placer culpable de quien emite las imágenes que para
nosotros carecen de moral, y lo mismo para quienes lo vemos.
El sexo, la sangre, el horror de nuestro propio y profundo ser, eso que no es digno
de mostrarse a vista y paciencia de todos, el cine nos da la posibilidad de hacerlo.
La otredad, un fenómeno de desdoblamiento de nosotros mismos en búsqueda del
otro para saber quienes somos. Esto se puede ver en un film de David Lynch,
Mulholland Drive. Donde el director nos muestra escenas de lujuria con dos
mujeres, llegando al punto donde ya no se distingue quien es quien. Mostrando lo
que nadie desea mostrar y significando lo que nosotros mismos ocultamos.
¿Qué tanto ocultas por tu moral? Pues bien esa pregunta no existe en el cine de la
otredad, ya que podemos mostrar nuestro mundo interior sintiendo un enorme
placer culpable solo con el hecho de verlo en la pantalla grande.
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(1)Paz, Octavio. Itinerario. México. FCE. 1993, p.36
CONCLUSIÓN
¿Te has encontrado a ti mismo en la soledad? El concepto de otredad te invita a
descubrir quien eres encontrando al otro distinto que está tanto fuera como dentro
de ti. El cine toma esta idea y la lleva a la pantalla grande, lleva quienes somos y
quienes no, y por sobre todo, que deseamos, tememos y disfrutamos, tanto
legitima como ilegítimamente, ese mundo interior oprimido por la misma sociedad,
por tu crianza, por tu propia moralidad. El cine de la otredad, es una ventana al “yo
libido” que todos llevamos dentro, una herramienta de proyección de nuestra
propia interioridad al exterior sintiendo una culpabilidad enormemente placentera
con el hecho de mostrarlo o verlo.
CURRICULUM AUTOR
NOMBRE : Gonzalo Guzmán Rivera
FECHA DE NACIMIENTO : 27 de Julio de 1993
RUN : 18.501.662-5
NACIONALIDAD : Chileno
CARRERA : Psicología
UNIVERSIDAD : Universidad Católica del Norte, Antofagasta
CORREO ELECTRONICO : [email protected]
INTERESES CULTURALES : Música (metal/rock), experimental/ambiental
Arte, pintura gótica, abstracto, minimalismo.
Teatro.
INTERESES ACÁDEMICOS : Psicología emocional, conductismo y motivación.
ESTUDIOS ACÁDEMICOS : 1° a 8° Básico – Colegio Divina Pastora
: 1° a 4° Medio – Colegio T.I. Don Bosco
Electrónica