Museo del Árbol No.16

Publicación mensual de arte y culturadel árbol en Costa Rica

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Año 2 No.16 Diciembre 2011museo del árbol


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Publicación independiente sobre arte, cultura y sostenibilidad enCosta Rica, circula en Internet a través de la plataforma Issu.com.Por la calidad de diseño y con-cepto, obtuvo el Sello de Respaldo de la Presidencia de la Asociación Latinoamericana de Diseño, 2010.

Árboles en Playa Callejones, Santa Cruz, Guanacaste, 2010. Fotografía L.F.Q.


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Portada: Árboles de Playa Callejones, fotografía L.F.Q.

museo del árbol


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Museo del Árbol brota como un espacio contemplativo, de reflexión crítica y valorativa, y de sensibilidad acerca de la figura del árbol en la naturaleza y en nuestras vidas. No es un museo físico, sino virtual, se puede acceder a su espacio en la red y movernos por sus páginas-salas.

Reflejo de un árbol flor blanca, Playa Callejones, Santa Cruz, Guanacaste Fotografía de L.F.Q., 2010.


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Grupo editorLuis Fernando QuirósRodolfo Uder

PeriodistaNelson Moya

Amigos de la publicaciónRolando CastellónIlse UderMiwako SuzukiCarmen CubillosCecilia ParedesLuis ChacónHelen TempleGiancarlo PucciOscar PamioAna María SavareikasAurelio HortaPaolo BergomiRodolfo MoralesNaín ArtjoyJoaquín MurilloRoberto CastilloIrina YébenesFermín NavascuésRicardo Ávila Javier GuerraMauricio BianchiFranca RosiCecilia BrugniniTom Crown

Carolina ValenciaLucía MadrizJorge PovedaAlfredo GonzálezDunia MolinaRodrigo QuirósDinorah CarballoCarlos PovedaFUNDECONGO Mundo ForestalDunia MolinaAbelardo MoralesManrique SuárezMarco Mora von Rechnitz

Colaboran en esta edición:Maurizio BianchiFernando QuirvalAlberto Quesada UreñaAlex ChanEdgar SoleraJenny ArroyoJos Bregman

Créditos:Revisión textos, Ilse UderDiseño: Rizoma Diseño S .A.Mundo ForestalFundación Árboles MágicosParaíso, Costa Rica

Diciembre 2011

Museo de ÁrbolCr

éditos


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Conten

idos

Museo del Árbol, Créditos, pág. 6

Los Editores: Navidad 2011, pág. 8

Álex Chan. Árboles desnudos, pág. 17

Edgar Solera: Otoño en Vermont, pág. 22

Maurizio Bianchi: Paseo romano, pág. 29

Fernando Quirval: Árboles y callejones, pág. 39

Nelson Moya: Árboles y la luz, pag. 48

Jenny Arroyo: Árboles de Bijagual, pág. 60

Alberto Quesada Ureña: A trasluz, pág. 68

Jos Bregman: Fragmentación, pág. 74

Para contemplar el árbol: con fotografías de

Ana Beatriz Sánchez, Enrique Montealegre Muller,

Paqui Jara Navarro y Ana Beatriz Velázquez, pág. 82.


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Llega diciembre y con ello el invierno en el hemisferio Norte, y aunque Costa Rica se localice en el Trópico, hasta aquí bajan los temporales y fríos en esta época del año, de ahí que publicamos algunas miradas a los árboles sometidos al frío refrigerante: de la ciudad de Ginebra, Suiza, las fotografías de Alex Chan, y de Vermont, Estados Unidos, las fotografías de los “maples” de Edgar Solera.

Navidad2011 Lo

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Los editores


9Árboles del Distrito 27 de Abril, Cantón de Santa Cruz, Guancaste. Fotografía L.F.Q. 2010.


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Aprovechamos el espacio que nos permite la virtualidad para dar un paseo junto a Maurizio Bianchi por su natal Roma, y ahí apreciar los “Pinus pinea” de Villa Torlonia, los “Platanus acerifolia” del Lungotevere y un imponente “cedro del Líbano” que nos evoca tiempos bíblicos cuando se habla de esa preciada madera para construir las ciudades.

Árboles del Distrito 27 de Abril, Cantón de Santa Cruz, Guancaste. Fotografía L.F.Q. 2010.


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Se presenta, además, algunos árboles de playa Callejones en el mes de diciembre 2010, cuando el Pacífico Norte es afectado por las ventiscas, producto de los frentes fríos que azotan al Valle Central, por lo tanto observaremos firmamentos azules y limpios. El periodista Nelson Moya invita a dar un paseo por la zona Norte de la provincia



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de Cartago para observar los árboles de La Pastora, climas también gélidos en estos meses, con troncos musgosos cuyas imágenes observan una sensación lumínica esplendorosa. De nuestros colaboradores se publican imágenes de Jenny Arroyo, cuando



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caminó por los cerros de Bijagual. Alberto Quesada Ureña nos obsequia su visón arbórea a trasluz, como también presentamos la sección “Contemplar el Árbol” con recientes contribuciones de nuestros amigos de Facebook. Concluye con un acercamiento al arte del holandés Jos Bregman quien trabaja como tema el árbol que debe ser talado porque está enfermo o porque amenaza la seguridad urbana, él recrea una acción donde el sujeto es fragmentado en miles de piezas que son colectadas por personas de todo el mundo, de lo cual se posee un registro en internet para localizarlas y de alguna manera juntar un árbol virtual que -como muchos de los componentes de la cultura contemporánea, y esta


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publicación es ejemplo de ello-, sube a la nube de internet para extender conceptualmente su inmanencia. Al celebrar la Navidad 2011 y -aunque no presentemos una sola fotografía del árbol de navidad, pues para nosotros todos los árboles se merecen esta celebración-, aprovechamos para externarles el deseo de una feliz Navidad y un venturoso año 2012.


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Dice Alex Chan que la naturaleza también necesita un descanso, que los árboles y plantas no mantienen su colorido propio durante todo el año, pues necesitan recuperar su fuerza y la cromática que los identifica.

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“En el frío invierno ginebrino, expresa Alex, la mayoría de árboles pierden su follaje, no es que el frío “los mate” como alguien podría pensar, sino entran en un estado de reposo invernal, luego de habernos deleitado en la primavera y el verano con altas dosis de belleza.

Árboles en Ginebra, Suiza. Fotografía Alex Chan 2011.


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Para un ojo habituado al mismo paisaje de todos los días es fácil dejar de ver los pequeños detalles de la naturaleza, pero para un ojo visitante y curioso, ver en un “bosque de árboles desnudos” es ver en sus ramas los patrones de su crecimiento y los caracteres de sus especies, y ver



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como la luz que interactúa con prados y bosques proyecta en el suelo una especie de código de barras que cambia conforme la posición del sol lo hace”. Alex Chan es un joven diseñador industrial que actualmente reside y estudia en la ciudad de Ginebra, Suiza, de él hemos presentado varias fotografías de árboles en diversos estados y situaciones. Como buen observador, estudioso de la estética y la comunicación, Alex concluye: “Un árbol sin hojas, no es un árbol sin gracia, es un árbol en reposo”.



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Cada día llegan a nuestra página de Facebook o al correo de Museo del Árbol fotografías que fueron tomadas por fotógrafos profesionales o por aficionados, con equipos fotográficos especializados o con cámaras celulares, tomadas por personas conocidas o desconocidas, amigos de amigos y amigos de sus amigos… todos desean

Edgar Solera:

Otoño en Vermont

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Árboles en Vermont. Fotografía Edgar Solera, 2011.


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contribuir con la publicación y celebrar el carácter participativo y la posibilidad de compartir que buscamos. Esto es realmente importante, pero el aprecio con que las toman y las envían, estimulan la naturaleza, la cultura del árbol y son un aliciente a nuestro trabajo.



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Árboles en Vermont. Fotografías Edgar Solera, 2011.


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De esta manera llegaron las imágenes otoñales del costarricense Edgar Solera, radicado en Burlington, Vermont, Estados Unidos, donde se aprecian, entre otros, a miles de árboles de maple, nos dice que esa es una tierra de granjas, lecherías, y procesadoras del sirope y miel de maple, pero que también posee sus centros urbanos cosmopolitas y multiculturales. Edgar captó varias de las fotos mientras conducía el auto o viajaba en tren o simplemente paseaba por algunos caminos silenciosos entre las praderas, en algunas se aprecia las gotas de lluvia sobre el parabrisas y la caída estacional


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de las hojas que anuncian el próximo invierno cuando todo ese panorama multicolor que ahora luce Vermont, quedará recubierto por un manto de blancas florecillas de la nieve.



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Los aportes del artista fotógrafo Maurizio Bianchi son frecuentes en esta publicación, ya hemos presentado variados artículos con sus árboles fotografiados en diversas geografías de América Central donde son recurrentes entre otras especies las altas ceibas, los frondosos guanacastes, los coloridos corteces, porós gigantes, robles sabanas

MaurizioBianchi:

Paseo romano

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y malinches. En esta oportunidad, nos obsequia un panorama totalmente distinto, se trata de las memorias de una tarde veraniega en su bella ciudad de

Árboles de la ciudad de Roma. Fotografías de Maurizio Bianchi, 2011.


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Roma, de donde él es oriundo y que visitó recientemente para captar la elegancia de las especies arbóreas mediterráneas como el “pinus pinea” (coníferas pináceas) con sus altas copas en forma de sombrillas tomadas en la “Villa Torlonia”, cuyos hermosos jardines se encuentran en la histórica “Via Nomentana”, que en el siglo pasado fuera la residencia del controversial político Benito Mussolini.


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Árboles de la ciudad de Roma. Fotografías de Maurizio Bianchi, 2011.


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Pinus pinea en Villa Torlonia. Fotografías de Maurizio Bianchi, 2011.


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En esta andanza romana por jardines, parques y las principales vías observamos un “cedro del Líbano” a trasluz, con su imponente tronco que nos habla de esas maderas que por su resistencia y dureza sirvieron para edificar –no solo Roma- sino la mayoría de ciudades del viejo continente. Además, se aprecia en una fotografía otra especie por particular: los “platanus acerifolia” enfilados en “Lungotevere” -vía paralela a lo largo del río Tiber que sinuoso, atraviesa la capital de Italia; es un árbol muy curioso


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En la página anterior se observa la fotografía del platanus acerifolia. Arriba, el cedro del Líbano. Fotografías de Maurizio Bianchi, 2011.


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pues, al lado del río, separados por una alta muralla, estos árboles desprenden sus ramajes varios metros más abajo del nivel en que están sembrados, parece que se inclinan hacia las murallas para bajar al río a juguetear con sus aguas, que en ciertos trechos de la ciudad es transitado por botes de recreo.

Un obsequio sin igual, este de nuestro colaborador Maurizio Bianchi, mueve remembranzas lejanas a quienes en alguna época de nuestras vidas hemos vivido o visitado la ciudad eterna, la gran Roma; encienden una mezcla de nostalgia y asombro ante la belleza inmanente en la cual el tiempo no hace mella.


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Los árboles de Playa Callejones –en la localidad de Paraíso de Santa Cruz, Guanacaste-, no pasan desapercibidos a las miradas que buscan su presencia; para

Fernando Quirval:Árboles y CallejonesCo

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res

Fotografías L.F.Q. 2010


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llegar hasta el lugar se transita avistando espinosos pochotes, indios desnudos, robles sabanas, brasiles, guanacastes, espaveles, cenízaros, madroños, hormigos –y, de repente-, una inmensa plantación de teca anuncia la llegada al último callejón que desembocará en la playa.



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La vegetación es abundante y enmarca algunos troncos retorcidos que en marea alta son bañados por las aguas quedando



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cargados de arenas blancas, pedacitos de conchas y restos de repastos marinos. El firmamento es azul como las aguas,



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y al atardecer, cuando avanzan los nubarrones origina un espectáculo sin

igual, cuando al ponerse el sol se pinta el lienzo de su paisaje con oros, bronces, cobres y rojos-naranjas.



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Hay un cerrito junto a la playa que posee un lindo árbol flor blanca que, cuando

llega la noche, dialoga con la luna que se observa entre la trama de su ramaje. Precisamente, en uno de los cientos de



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pocitos que quedan entre las escolleras cuando baja la marea, se observa ese flor blanca enmarcado por los ocres de las



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rocas. Ahí mismo, los viejos pochotes y ceibas erguidos sobresalen de la espesura cual si fueran guardianes del lugar.



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Hay una luminosidad “celestial” en la atmósfera de La Pastora, Cantón de Turrialba, en las faldas del volcán del mismo nombre; baña como de polvo de oro fino esa naturaleza tersa, sobre todo a los troncos colmados de líquenes, musgos y epífitas, y que captó el artista Luis Fernando Quirós en estas fotografías.

Nelson Moya:Árboles y luzCo

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¿Cómo llegar a La Pastora? Existen diversas maneras de arribar: de Cartago, se toma la vía que sube al Volcán Irazú; luego de disfrutar hermosas vistas de las ciudades de Cartago y Paraíso, el visitante encuentra una enorme escultura de Cristo Redentor en las cercanías de Cot, y un desvío hacia



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el Cantón de Alvarado, Pacayas, y el distrito de Capellades; ya ahí se transitan las faldas del volcán, con zonas semi montañosas húmedas y brumosas donde hay restaurantes, lecherías, ventas de



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dulces y artesanías, hasta desembocar en una especie de meseta, al pié del coloso, ahí está La Pastora, desde donde se tiene también una impresionante vista hacia el valle de Aquiares, Turrialba, Florencia



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y el proyecto hidroeléctrico de La Suiza.Otra manera de llegar es seguir la vía que va a Turrialba pasando por Cervantes, en cuya bajura se encuentra un desvío que conecta con la vía que va a Capellades, entre sembradíos de hortalizas, verduras



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y cañaverales. También, se puede llegar desde la misma ciudad de Turrialba subiendo por el distrito de Santa Cruz de ese hermoso cantón de la provincia de Cartago.



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La luminosidad de La Pastora Sucede por el mismo fenómeno atmosférico cargado de abundante nubosidad y entre cuyos vacíos se cuelan los rayos del sol, iluminando sólo ciertas áreas del panorama. Los árboles parecen



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añosos, como si viajáramos en una visión hacia el pretérito lejano. Es impresionante, sobre todo cuando se asciende hacia el volcán, a unos cientos de metros pasando la población, tiene lugar el regalo de la bondad divina, cuando el paisaje nos



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sume en la visión que nos obsequia esa maravillosa creación. No podemos dejar de percibir, la convivencia arbórea con las vacas lecheras



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y los agricultores de mejillas rojizas por el frío de la zona, arando los terrenos que brindan abundancia de alimentos, los cuales se consumen tanto dentro



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como fuera de nuestras fronteras. Claro, llama la atención que al rasgar la tierra, también se han tomado la delicadeza de respetar los árboles que se encuentran en los amplios terrenos. Y esos caminos polvorientos y arcillosos que se perciben a lo lejos, qué representan, pues simplemente la simpleza que aún se encuentra en la zona; con sus casas y seres humanos humildes. En contraste con la “serpiente de asfalto”, que por el momento sólo permite transitar por la zona para mostrarnos esos paisajes preciosos que tanto inspiran al viajante que aprecia lo bello de la naturaleza.


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Fotografía de la zona de Pacayas. L.F.Q. 2010


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Quien camina colecta y anuda rastros de lo andado; al hacerlo va recogiendo un tesoro para sí, y por esa bondad que caracteriza al caminante lo comparte con los demás, porque su esencia –el espíritu de lo colectado-, la registra en la cartografía más preciada, la del corazón. Los colaboradores de Museo del Árbol, como es el caso de Jenny Arroyo, son

Jenny Arroyo:

Árboles de Bijagual

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asiduos caminantes y por ello tienen mucho que ofrecernos; ella nos ha enviado fotografías de su caminata a los altos crestones del Parque Nacional Chirripó, en la Cordillera de Talamanca que publicamos meses atrás; también Fotografías de Jenny Arroyo


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Fotografía Jenny Arroyo


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nos envió sus imágenes de la subida al Volcán Barva en el Cordillera Volcánica Central, que publicaremos en una futura edición, y para celebrar el final del año 2011, publicamos sus fotografías de la zona de Bijagual del Cantón de Turrubares, donde apreciar las montañas con el imponte cerro que lleva el mismo nombre del cantón, la subida desde la



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costanera y la cuenca del río Tárcoles que desemboca en esta zona del Pacífico Central.

Fotografías Jenny Arroyo


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A Jenny la sorprenden esas especies con sus gambas colmadas de bejucos, trepaderas, epífitas y otro ropaje cuyo verdor engalana su presencia, pero también capta dos robustos troncos que se abrasan cual si fueran hermanos demostrando amor en plena montaña y en tiempos de resistencia, en tanto los árboles son siempre acechados por los inescrupulosos, a veces por la misma naturaleza que se sacude ante los atropellos de nuestra especie humana.



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A pesar de que existen diversidad de aristas por donde observar la figura central del árbol en este museo virtual dedicado a su contemplación, cada arista posee diversos ángulos de visión e interpretación, como es el caso de las fotografías de Alberto Quesada Ureña, quien los encuadra en contraluz, o captura una imagen poco vista como

Alberto Quesada

Ureña:a trasluz

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Fotografías de Alberto Quesada Ureña, 2011.


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la de los frutos de un árbol de naranja, donde se observan los ramajes desnudos, sin hojas, y aquellos frutos dispuestos en el firmamento azul como si fueran planetas en la profundidad del universo.



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Hay un hilo conceptual muy delgado que quisiera quizás romperse y decir: nada que ver, ¿dónde está el árbol y la vida en ese árbol seco? Pero volvemos al concepto y al ciclo de vida: cuando se vuelve rígido y



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quebradizo anuncia el final pero que no es otra cosa más que un nuevo inicio, ahí está la gracia de la naturaleza que se muestra en inevitable movimiento. Alberto, en tanto estudioso de arte y diseño guiña la mirada para captar sus sujetos, sus temas y los busca ahí donde parecen no estar o no haber, pero su sensibilidad incisiva lo motiva a encontrar escenas muy poéticas, quizás en una playa del Caribe o del Pacífico, o que captó durante una caminata por el Valle Central y ahí, donde se mueve un ramaje, está puesta su mirada escudriñadora.



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Nuestro pensamiento está puesto en el árbol, en el árbol vivo en su entorno: la naturaleza, esta es la que contemplamos, amamos, celebramos en Museo del Árbol, espacio virtual; sin embargo, se llega a

Jos Breg-man:Fragmen

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un estado en que el árbol cae, muere, sea por la condición natural del ciclo de vida arbóreo o del bosque, o en los casos de plantaciones forestales cuando es cortado para producir madera, o leña,

Fotografías de Laurens van der Spoel, cortesía de Jos Bregman.


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u otros productos que se derivan del proceso. Dentro de las expresiones de la cultura actual, hay quienes elaboran su quehacer creativo teniendo como materia prima la



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madera, para hacer una escultura, diseñar y fabricar muebles u otras formas de dicha cultura material que brinda identidad y expresión a un lugar; pero también hay quien lo fragmenta en cientos de



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piezas para exponerlas en una galería, para organizar un evento público, para coleccionarlas como un registro de lo que un día fue el árbol.



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El artista holandés Jos Bregman trabaja en esa zona del conceptualismo, la acción que comienza cuando detecta

un árbol enfermo y tiene que ser removido, porque lo azotó el vendaval y quedó sobre los tendidos eléctricos urbanos, o porque pone en peligro a un inmueble. Entonces, dicho sujeto pasa por un proceso de despiece donde es numerado y registrado dentro del



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proyecto “NA4A --> Nature Access 4 All” (Acceso a la Naturaleza, cuando quiera, donde quiera, rápido y fácil).

Como cualquier objeto de arte cada fragmento del árbol es adquirido y coleccionado, sus propietarios pueden registrarlo en la página wdwrd.com/nan o en la página de Facebook NA4A, para



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“reconstruir” el árbol en forma digital, para establecer relaciones recíprocas entre los habientes de los fragmentos, y trazar una cartografía digital -en tanto sube a la nube, como muchos productos de hoy, y esta revista es un ejemplo-, puede extenderse por todo el mundo y queda a un “click” de los usuarios. La de Bregman es una manera inusual de contemplación de la naturaleza, cuando vemos a un árbol literalmente “hecho leña”, pero hermosa cuando sabemos que el espíritu de aquél persiste aunque sea en fragmentos desperdigados por todas las direcciones del campo.


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Para Contemplar

al Árbol

Foto

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Al iniciar una nueva entrega de esta sección, abriga el deseo de exaltar la gracia de los árboles; por ello, personas de diferentes partes del mundo tomaron estas fotografías para decirles cuan importantes son en nuestras vidas. Para comenzar presentamos un centenario guachipelín del parque de la ciudad de Paraíso, se dice que fue plantado en los años del traslado de la población de Ujarrás, a donde asentaron el actual Paraíso, cabecera del Cantón del mismo nombre.


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De Ana Beatriz Sánchez ofrecemos dos fotografías, la primera es un tronco cuya forma sugiere un rostro, y la segunda consiste en un detalle que provoca la sensación olorosa (sinestesia) de la resina característica del ciprés.


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Don Enrique Montealegre Muller nos envía dos árboles que parecen fundirse en uno, por el efecto de la imagen fotográfica, ubicado en Quebradilla de Cartago, además un “yos” repleto de


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“barba de viejo” que lo hace sugestivo, como para cuentos de duendes y hadas. Paqui Jara Navarro envió una


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imagen de árboles en otoño, tomada en la sierra de Huelva, en la comunidad de Valdelarco, Andalucia, España.


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Para cerrar con esta sección presentamos un conjunto de imágenes etiquetadas en nuestra página por Ana Beatriz Velázquez, tomadas en la ciudad de Formosa, Argentina.


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Sentido del diseñoInvestigaciónComunicación(In)formación(Trans)formaciónConsultoría

Paraíso, Cartago, Costa Rica< [email protected] >


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El proyecto de la publicación web Museo del Árbol es posible gracias al apoyo de la empresa costarricense OPTYMA INDUSTRIAL

Paraíso, Cartago, Costa Rica< [email protected] >


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