Museo del Árbol No. 19, marzo 2012

Publicación mensual de arte y culturadel árbol en Costa Rica

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Año 2 No.19 M ar zo 2012museo del árbol


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Publicación independiente sobre arte, cultura y sostenibilidad en Costa Rica, circula en Internet a través de la plataforma Issu.com.Por la calidad de diseño y con-cepto, obtuvo el Sello de Respaldo de la Presidencia de la Asociación Latinoamericana de Diseño, 2010.Fotografía de Maurizio Bianchi, 2012-


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Árbol en Matapalo, Guanacaste, fotografía Eduardo Herrera..

museo del árbol


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Museo del Árbol brota como un espacio contemplativo, de reflexión crítica y valorativa, y de sensibilidad acerca de la figura del árbol en la naturaleza y en nuestras vidas. No es un museo físico, sino virtual, se puede acceder a su espacio en la red y movernos por sus páginas-salas.


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Grupo editorLuis Fernando QuirósRodolfo Uder

PeriodistaNelson Moya

Amigos de la publicaciónRolando CastellónIlse UderMiwako SuzukiCarmen CubillosCecilia ParedesLuis ChacónHelen TempleGiancarlo PucciOscar PamioAna María SavareikasAurelio HortaPaolo BergomiRodolfo MoralesNaín ArtjoyJoaquín MurilloRoberto CastilloIrina YébenesFermín NavascuésRicardo Ávila Javier GuerraMauricio BianchiFranca RosiCecilia BrugniniTom Crown

Carolina ValenciaLucía MadrizJorge PovedaAlfredo GonzálezDunia MolinaRodrigo QuirósDinorah CarballoCarlos PovedaFUNDECONGO Mundo ForestalAbelardo MoralesManrique SuárezMarco Mora von Rechnitz

Colaboran en esta edición:Maurizio BianchiEduardo HerreraAlma Luz SolanoRolald GamboaLuis MongeRafael Otón SolisHaru WellsLuis Mauricio PinedaAldo Mata Coghi

Créditos:Revisión textos, Ilse UderDiseño: Rizoma Diseño S .A.Mundo ForestalFundación Árboles MágicosParaíso, Costa RicaFebrero 2012

Museo de ÁrbolCr

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Cont

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Museo del Árbol, Créditos, pág. 6

Los Editores: Naturaleza indómita, pág. 8

Maurizio Bianchi: Actitud de encontrar, pág. 16

Maurizio Bianchi: Porós gigantes, pág. 24

Eduardo Herrera: Árboles y memorias, pág. 30

Nelson Moya: Secuencia de un árbol cambiante, pág. 38

Alma Luz Solano: Subir a La Amistad, pág. 48

Ronald Gamboa: Espacios de luz, pág. 56

Fundación Árboles Mágicos: Roble de Sabana, pág. 62

Rafael Otón Solís: Visualidad de un árbol amado, pag. 68

Aldo Mata Coghi: Memorias de viaje, pág. 76

Haru Wells: Memorias en torno al árbol y sus dibujos,

pág. 81

Para contemplar el árbol: con fotografías de Daniel

Rosales, Ana Beatriz Ortega, Jessica Schultz, Ligia Sancho,

Luis Mauricio Pineda y Manrique Suárez, pág. 86.


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Para la edición No. 19 de esta revista web Museo del Árbol ofrecemos fotografías de árboles donde aparecen troncos, gambas, lianas, trepaderas, bejucos, algunas son parásitas que asfixian al árbol hospedero, o epífitas que entretejen musgos, líquenes y florecillas silvestres: de alguna manera la

Naturaleza indómita Lo

s ed

itor

es

Árbol añoso en San Rafael de Escazú. Fotografía L.F.Q. 2012.


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naturaleza se parece a la vida misma, es un micro universo con sus contingencias intrínsecas que, para cada quien, pueden mostrarse distintas.

Cuanto más experiencias vivimos en una sociedad convulsa como la actual, más necesitamos de estos espacios para visualizar la naturaleza -donde a pesar de esa lucha por la sobrevivencia-, emerge una bondad, una luz y un alma tranquila para disfrutarla, pero además el ejercicio de esa realidad cambiante nos forma el carácter, motiva la astucia y enseña estrategias para afrontarla.


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Árbol de mango en Escazú.. Fotografía Maurizio Bianchi. 2012


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A pesar de todo el árbol crece y llegará el día en que, de añoso, muera, y ese ropaje adosado a los troncos y ramajes encontrarán otra manera de ser; se desprenderán aquellas barbas de viejo plateadas que volarán con los vientos quien sabe hacia dónde, pero ocurrirá.

Observamos el ciclo natural, por ahí también nosotros los humanos somos parte de esa sinergia o inercia del sistema que hemos llamado “vida”, aventajado, en tanto Dios nos puso ojos para ver, pensamiento para entablar una reflexión, como esta, que nos aclare la ruta y brinde respuestas a la pregunta de ¿por qué será así?


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Aguacatillo perdiendo el follaje en una tarde de verano, frente al Consulado de México, Yoses Sur, San José. Fotografía L.F.Q. 2012.


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D i s f r u t e m o s entonces de este espacio de p e n s a m i e n t o entablado por un grupo de artistas fotógrafas(os) que lo motivan –y, sobre todo- disfrutemos de su belleza hoy que aún la tenemos delante de nuestras miradas.

Aguacatillo en coloración roja, antes de botar las hojas,

fotografía LFQ. 2012.


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Árbol de corcho, Yoses Sur, San José. Fotografía L.F.Q. 2012.


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La mirada del artista va más allá de donde pone el ojo, abre las dimensiones de su visualidad para anidar las ideas pues siempre anda tras motivos que levanten la fatiga de ver con simpleza, y, lo demuestra al encontrar realidades donde otros sólo observan trivialidades, por lo tanto los dejan pasar desapercibidos.

Maurizio Bianchi:

La actitud de encontrar

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Fotografías de Maurizio Bianchi 2012, sobre un proceso de lucha en la naturaleza.


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Maurizio Bianchi encuentra un concepto para estas fotografías que publicamos en la presente edición, carga a las imágenes con esa lucha existente en la naturaleza por la sobrevivencia, donde, desgraciadamente, un sujeto declina para que crezca otro.


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Fotografías de Maurizio Bianchi 2012.


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En el bosque, en la montaña, en las praderas, existen plantas y árboles que crecen a partir de otro, por noble que sea, estas especies parásitas se apoderan de un tronco y lo estrangulan. Genera una trama envolvente, que se observa con claridad en las distintas fotografías de este ensayo, sobre todo en la foto del corte transversal.



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Durante esta época veraniega los campos se vuelven vistosos cuando encontramos esta especie no nativa del país, que fue traída para sombrear los cafetales y, sobre todo, cuando alcanzan esa gran altura que los caracteriza, los observamos florear en un naranja

Maurizio Bianchi:

Porós gigantes

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Maurizio Bianchi, 2012 fotografías de porós gigantes en Bellorizonte, Escazú.


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único. Se aclara que hay diversos porós, el gigante, el de cuchillitos rojos y otro cuya flor es naranja claro, no tan alto como el mencionado. Quizás el croma de la floración más cercana es la del malinche que florece en junio y julio en los climas cálidos y secos.

Fotografías de Maurizio Bianchi, 2012.


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Fotografías de Maurizio Bianchi, 2012.


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Maurizio Bianchi también viajó a la zona de Ujarrás, Cachí, Urasca y Tucurrique para captar una de estas maravillas que hoy nos obsequia: un añoso abuelo con cientos de barbas de viejo que se descuelgan de sus ramajes encontrado en la vía que comunica esas localidades con el Valle Central.

Maurizio Bianchi, porós gigantes en Bellorizonte, Escazú.


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Fotografías de Maurizio Bianchi, de un árbol viejo en la carretera a Tucurrique2012.


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A Eduardo Herrera le interesa captar momentos cotidianos, cuando lo mirado abriga emoción y significado en el momento de apreciarlo en la fotografía. “La naturaleza me apasiona –agrega-, la gente no descubre esa belleza pues quizás da por sentado que siempre estará ahí, en el paisaje”. Para éste

Eduardo Herrera:

Árboles yMemorias

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Árboles en Matapalo. Fotografía Eduardo Herrera. 2012.


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Licenciado en Informática y fotógrafo apasionado, “los árboles encienden la magia del bosque, con esos personajes llenos de vida, que se forjan entre sí para acrecentar la naturaleza: Son vida y

Árboles en Matapalo. Fotografía de Eduardo Herrera. 2012.


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Árboles en Matapalo. Fotografía de Eduardo Herrera. 2012.


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dan vida a su alrededor a muchos otros seres más pequeños que ellos, les ofrece refugio a las aves y son riqueza que nutre al bosque”. Herrera agrega, en tono poético que,

Cortezas de pochotes en Matapalo. Fotografía Eduardo Herrera. 2012.


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“es suficiente ver un atardecer caer sobre la copa de los árboles, y percibir como la luz se escapa por entre sus ramajes y hojarasca, dibujando siluetas y sombras en un juego de claroscuro que invita al


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lente de la cámara a ser parte de él e inmortalizarlo, y se advierte sentimientos de paz y reposo”.

Estas fotografías las captó en Playa Grande, Matapalo, Guanacaste; las encontró cerca del manglar -secado para construir un hotel de playa, expresa Eduardo y agrega: “avivan los recuerdos de mi infancia, cuando entre ramas de árboles en casa de los abuelos, comía manzanas de agua, cas, guayabas, naranjas y nísperos, para luego dormirme a la sombra, en



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días calurosos, mecerse en hamacas de mecate con tabla de madera, y hasta usé su tronco para esconder la cara y contar hasta cincuenta, mientras los demás corrían para desaparecer detrás de otros árboles”.

Para nuestro amigo fotógrafo los árboles son “símbolo de prosperidad y de una casa llena de amor, pero en tiempos difíciles o en signo de tristeza en solidaridad con nosotros se secaban; o, por el contrario, en mejores tiempos trocaban sus copas rebosantes, llenas de hojas y frutos abundantes”.


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Es casi inevitable, que conforme el planeta Tierra gira sobre su propio eje, los seres vivientes que la habitan no sufran cambios. Un ejemplo claro nos lo muestra el árbol aguacatillo (Persea caerulea, de la familia botánica: Lauraceae). Para esta edición de Museo del Árbol, busqué registrar esa transformación que sufre la especie.

Secuencia de un árbol cambiante.

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Por Nelson Moya / Periodista


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Árbol conocido como “aguacatillo, fotografía de Nelson Moya, 2012.


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Cuando la coloración de la hoja del aguacatillo se vuelve rojiza, es porque está a punto de mudar su follaje. Fotografía de Nelson Moya, 2012.


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Metamorfosis arbórea: para noviembre del año 2011, su follaje uniforme mostraba las hojas verde esmeralda. En enero del año 2012, inicia la transformación, y las hojas pasan a ser rojizas. Y para febrero de este año, la caída de las hojas es evidente, proceso que permitirá el desarrollo del nuevo follaje, como se ve con claridad en las fotografías. El aguacatillo conocido también como cirrí, es una especie propia de América Central, Colombia, Venezuela, Bolivia y Perú, en donde se le encuentra por lo general en elevaciones medias entre 1000 a 2500 m y en climas húmedos. Puede llegar a medir entre 15 y 20 m de alto y tener unos 40 ó 50 cm de diámetro y raíces profundas, su tronco está cubierto


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por una corteza agrietada de color claro muy aromática. La copa es poco amplia formada por ramas delgadas y por hojas simples alternas, con textura coriáceas, es decir como cartón, de color verde intenso que cuando envejecen se tornan de un intenso color rojo y, si se tiene suerte, se pueden ver completamente en rojo, efecto que dura uno o dos días. Otra característica importante de las hojas es que los pecíolos, el nervio central y los nervios secundarios son rojizos, además los pecíolos y brotes terminales están

Fotografía de Nelson Moya, 2012.


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cubiertos por una pubescencia de colorada a rojiza. Las pequeñas flores de colores amarillentos o blancuzcos con tépalos rosáceos se encuentran agrupadas en densos racimos axilares llamados panículas que atraen abejas e insectos. De ellos nacerán pequeños frutos como aguacates, de ahí que se le conozca como “aguacatillo”; estos frutos mantienen adherido a ellos el cáliz y miden por lo general un centímetro de diámetro, son de color verde brillante a casi negros, cuando maduran



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poseen dentro una única semilla, la cual germina fácilmente. La rosada madera se considera moderadamente liviana con un peso específico de 0.39 gr/cm3, es fácil



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de trabajar aunque su secado es un poco difícil porque tiende a torcerse y reventar; no posee durabilidad natural y se le utiliza para la elaboración de cajones, cajas, chapas decorativas,



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contrachapados, muebles, ebanistería en general, formaletas y posee buenas características como pulpa para papel. Además por su rápido crecimiento se le emplea en la protección de nacientes y fuentes de agua, y para alimento de la fauna silvestre. ( Texto tomado de la Revista Mundo Forestal). Naturaleza imponente, naturaleza fuente de vida, naturaleza que da esperanza, naturaleza que cambia, naturaleza transformadora, naturaleza que nos inspira, naturaleza que nos permite admirar su belleza, naturaleza que se mantiene, naturaleza que muere, naturaleza que se renueva. Definitivamente: lección de vida para el Ser Humano…


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Muchas personas suben a las altas montañas del Parque Internacional “La Amistad” en la Cordillera de Talamanca, para ejercitarse y paliar el estrés de la rutina, pero otras personas, como Alma Luz Solano, poniendo alma y luz, suben con el pensamiento de traer las imágenes de esos miles de árboles que encuentra en su caminata para nuestra

Alma Luz Solano: alma y luz para subir a

La Amistad.

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Fotografías de Alma Luz Solano, 2012.


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contemplación y agrandar este universo virtual que llamamos Museo del Árbol. Alma luz documenta su paso por el sendero “Los gigantes del bosque”, captura con sus fotografías las enormes gambas de los troncos con sus lianas, bejucos, trepaderas qué -como lo hace ella-, cala la montaña y nos regala la imagen de un enorme helecho arbóreo, entre el verdor profundo de matices que hacen vivo cada detalle de su andar por ese paisaje sacudido por gélidas ventiscas que se cuelan entre los ramajes,



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troncos, y hojarascas caídas para tejer un manto que al pisarlo cruje, se sienten sus húmedos aromas y estimulan el cuerpo sinestésico de nuestra percepción humana.



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En esta edición celebramos las gambas de los enormes árboles que encrespan los cerros, los bejucos que cuelgan de lo alto de esos gruesos y poderosos ramajes, las lianas que los entretejen con todas esas calidades de texturas que revisten al árbol y caen en forma de alfombra para exaltar la sonoridad y visualidad del bosque.

Ronny Meneses:Desenmarañar

bejucos y ramas.

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Fotografías de Ronny Meneses, 2012.


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Ronny Meneses ya nos ha obsequiado varias fotografías de sus caminatas por los senderos de la montaña, de sus exploraciones a los volcanes, los cauces de los ríos, y de nuevo, con estas imágenes, desenmaraña el verdor para apreciar esas verdes vestiduras que cambian todos los días según las condiciones climáticas pero permanecen como esa única y sensible imagen del eterno bosque.



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Las fotografías publicadas en esta revista web, etiquetadas en la página de Facebook, a veces nos llegan sin mayores datos que nos permita afirmar dónde fueron captadas, se pierde el contacto con el autor, cuando mucho nos queda, entre tantos… su nombre. Rónald Gamboa Venegas, sin embargo, nos brinda una pista, ahí mismo en su

Ronald Gamboa:Espacios de luz. Co

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Fotografías de Ronald Gamboa, 2012.


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página dice: “con un árbol de cenízaro alrededor… y que en realidad, el cenízaro fue primero y la palma creció en ese espacio de luz”, pero nos conecta con lo que probablemente fue una gira suya de investigación o de recreo, en este caso a la localidad de Hojancha, península de Nicoya.

Fotografía de Ronald Gamboa, 2012.


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Observamos un poderoso árbol de ceiba en las colinas donde las brisas refrescan esa geografía de mayor altura que la pampa, donde pinta un arco iris posado detrás de un ramaje y unos árboles floreados en blanco –uno de tantos que también lo hacen en esa hermosa región guanacasteca a inicios del verano-, y quizás, en el comienzo o final del itinerario, o en otra zona del país, fotografió un poró gigante repleto de nidos de oropéndola.

Esa es la destreza de quien sabe ver y buscar detalles genuinos que no se repiten, que no se encuentran al doblar la esquina y, para ello, se debe andar atentos, con cámara en mano.


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Árboles Mágicos es una organización sin fines de lucro creada para incentivar la conservación de los árboles, especialmente de las especies nativas. Mediante el conocimiento de sus espectaculares floraciones, sus cualidades ornamentales y medicinales, su origen, historia y relación con la sociedad humana,buscamos estrechar los vínculos de afecto hacia nuestros árboles y popularizar su cultivo y protección.

Educación

Fundación Árboles Mágicoswww.arbolesmagicos.org


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El más extendido de la familia de las tabebuias, junto con el cortés negro y el cortés amarillo, el roble de sabana (o aún mejor, el roblesabana, como se le llama popularmente en Costa Rica) es el árbol ornamental de más difusión en el país. Aunque su presencia es mayor en el Valle Central, en Guanacaste también abunda y da forma al paisaje veraniego con sus mil tonos de rosa, blanco y hasta magenta.

Textos: Jaime GamboaFotografías: Giancarlo Pucci

Roble de SabanaTabebuia rosea

El alma del roblesabana


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Es un árbol robusto de mediana estatura, con una copa redondeada que pierde todas sus hojas y despliega ramos de unas 30 flores en la punta de sus ramas más jóvenes, desde mediados de febrero y hasta finales de abril, temporada en la que llega a florecer varias veces. Al tono café claro de su madera, que recuerda la del roble del hemisferio norte, se debe su nombre local.

Al caer desde lo alto, las flores del roblesabana, como tersas campanas de cinco pétalos, vuelan girando y aterrizan lejos del tronco, llevadas por la brisa. Del mismo modo sus semillas, al abrirse las delgadas vainas de los frutos, despliegan un ala transparente que las lleva aún

Fotografías: Giancarlo

Pucci


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más lejos que las flores, a depositar su centro con forma de corazón a decenas de metros del árbol madre.

Será por esta capacidad natural para esparcir volando su simiente, o porque la variable tonalidad de sus flores (del blanco al rosa, del rosa al lila) ha enamorado a las gentes de aquí, lo cierto es que en el verano tico el roblesabana está en todas partes: en parques, bulevares, pinturas y memorias, en el alma y la identidad del pueblo que lo cultiva.


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Fotografías: Giancarlo Pucci. Fundación Árboles Mágicos


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Se trata de un destacado creador visual, pintor e instalador costarricense, –ahora, para colaborar con esta publicación-, Rafael Ottón se estrena como fotógrafo, quien busca algo genuino en todo aquello que engatilla su mirada, encuentra y captura para provocar emociones; trata de sorprendernos con sus momentos

Rafael Otón Solís:Visualidad delárbol amado.

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Una de las instalaciones de Rafael Otón Solís.Fotografías del autor, 2012.


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Fotografías de Rafael Otón Solis, 2012.


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Fotografías de Rafael Otón Solís, 2012.


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de solaz, cuando animado por el deseo de apropiarse de la belleza caminó por un sendero del parque, por la barriada, cuando se fijó en un árbol de una manera inusual. Digo inusual pues descubrió una imagen distinta de contemplar al árbol, que en su caso se refleja en el parabrisas de un vehículo del tránsito.

Estas fotografías nos dicen de la poesía con que lee y hacen vida en él, de la música que escucha y resuena en su mente con toda su tersura sonora, de los perfumes del bosque que él siente e inspiran, o las texturas que con sus manos


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creadoras acostumbradas a regenerar la materia, la transforma, para el deleite estético y espiritual de quienes amamos su forma de creación.

Aquello o esto: el cuadro, la instalación, o la fotografía nos conducen al mismo Rafael Otón que conocemos, en su inconfundible talento creativo y su caminar de buscador colectando por el mundo.


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Nuestro amigo y colaborador va a las selvas guatemaltecas del Petén y las fronteras beliceñas y mexicanas pero, por su afición por la naturaleza, descubre esos impresionantes árboles que enmarcan espacios donde salpican las enormes ruinas de

Aldo Mata Coghi:

Memorias de viaje

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Fotografías de Aldo Mata, 2012.


77Fotografías de Aldo Mata, 2012.


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la cultura Maya, ahí desvestidas por las contingencias de los tiempos pero protegidos por esas robustas ceibas, robles y otras especies que dan vida a su entorno histórico y cultural. Gracias a nuestros colaboradores, como Aldo Mata que siempre cargan su cámara y su pensamiento está en descubrir esos detalles que compartimos para con todos los lectores de esta revista web.



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“Apenas empezaba a caminar -relata la artista japonesa radicada en Costa Rica, Haru Wells-, cuando mi padre me llevó a ver un árbol que había a la entrada de nuestra casa. Solo recuerdo el tronco que me pareció enorme, lo asocié con algo así como una madre o una casa en donde habían seres, animales, cosas…

Haru: Anécdotas en torno al árbol y

sus dibujos.

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Fue como un ritual, como si mi padre me lo presentara y me dijera quien era. Desde entonces, para mí, los árboles tienen una fuerza restauradora.


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Para los japoneses el árbol tiene un significado que va más allá de la función que cumplen –ecológica o estética-, tienen importancia especial en la vida de las personas, son como seres. Desde entonces para mí la presencia de un árbol es la presencia de un ser, no hay necesariamente poesía en esto, es una simple realidad, lo ecológico o lo estético viene después.


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Seguro que habría mucho para investigar sobre esto, yo no lo he hecho. Sé que en la vida de los japoneses el árbol es muy importante. Creo que Kurosawa tiene un corto sobre el árbol en una película de tres historias…” Esta artista dirige talleres de arte y creación visual para los privados de libertad, y agrega que el árbol siempre aparece, casi como autorretrato en los trabajos de los participantes de esos talleres (sea en cárcel o extramuros) como símbolo de su propia vida, de su identidad. “Comparto contigo unas viñetas que yo hacía para el New Yorker Magazine (revista literaria) cuando llegué a Nueva


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York en los 70’s, ellos las encontraban “whimsy” y yo me divertía mucho haciéndolas”.


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Esta publicación observa un sentido de participación y deseos de compartir fotografías, dibujos, pinturas, narrativa, poesía que tenga como tema el árbol, por lo que las fotografías publicadas en esta sección, fueron etiquetadas por personas nacionales o de distantes países en nuestra página de Facebook.

Para Contemplar al

Árbol.

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Fotografías de Daniel Rosales, 2012.


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Comenzamos con tres fotografías de Daniel Rosales –un joven diseñador oriundo de Filadelfia, Guanacaste, donde demuestra su visión de diseñador y de enamorado de los árboles.


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Ana Beatriz Ortega, otra constante colaboradora nos envía esta hermosa pieza fotográfica tomada en Hacienda Cura, San Joaquín, Estado de Carabobo, Venezuela.

Fotografías de Ana Beatriz Ortega, 2012.


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Jessica Schultz nos obsequia una foto captada en la finca de su propiedad en Vara Blanca, entre las faldas del volcán Barva y Poás.

Fotografías de Jessica Schultz, 2012.


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Ligia Sancho nos remite la imagen de un enorme árbol cargado de nidos de oropéndola tomado en Sarapiquí.

Fotografías de JLigia Sancho, 2012.


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Luis Mauricio Pineda va a la playa y nos comparte uno de esos troncos encontrado entre las arenas.

Fotografías de Luis Mauricio Pineda, 2012.


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Y para concluir, Manrique Suárez en cambio fotografió un tronco esquelético que impresiona por el rojizo del tronco y el azul firmamento.

Fotografías de Manrique Suárez, 2012.


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Museo del Á r b o l / A r t e Contemporáneo

Artistas ParticipantesLidilia AriasRicardo ÁvilaMaurizio BianchiGabriela CalderónDinorah CarballoAlejandro ChávezAlexander Chávez Nelson DíazSylvia Fournier Ana Elena Fernández Roberto GuerreroAna Grace Jiménez Dunia Molina Joaquín MurilloLuis MongePaulina Ortiz Alberto Quesada Iris Odio Raymond PaulyLuis Mauricio PinedaLuis Fernando Quirós Rodrigo RubíMaría José SalazarJosé SanchoZoleila SolanoManrique SuárezCarolina ValenciaRodolfo UderMaría Irina Yebenes

Instituto México1 al 25 de MarzoConversatorio de apertura Lunes 5 Marzo, 7:00PM


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Paraíso, Cartago, Costa Rica< [email protected] >


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Sentido del diseñoInvestigaciónComunicación(In)formación(Trans)formaciónConsultoría

Potreros de Parruás, Birrisito de Paraíso, provincia de Cartago, Fotografías Luis Fernando Quirós, 2012.


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El proyecto de la publicación web Museo del Árbol es posible gracias al apoyo de la empresa costarricense OPTYMA INDUSTRIAL

Paraíso, Cartago, Costa Rica< [email protected] >


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Bosque en Parruás Paraíso, Fotografía Luis Fernando Quirós, 2011


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