Toma de Desiciones en Divorcio

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71 fesionales desempeñan la tarea de ins- truir legalmente a las personas, pero además conducen y controlan los pro- cedimientos del divorcio. Muchas personas nunca antes ha- bían estado involucradas en un asunto legal, ni habían utilizado un abogado o habían estado en oficinas guberna- mentales. De esta forma, el divorcio puede representar la primera vivencia dentro de un proceso legal; como con- secuencia, para muchos hombres y mujeres el divorcio es el comienzo de un aprendizaje de lo legal (Sarat y Felstiner, 1995: 3-25). Dicho aprendi- zaje corre a cargo de los profesionales, INTRODUCCIóN C uando se habla de divorcio, se evoca preferentemente las imá- genes del hombre y la mujer: sin embargo, el divorcio legal es llevado a cabo por una tríada que es integrada también de manera importante por el profesional, en este caso particular, los abogados del Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Jalisco. Los pro- Resumen: El presente artículo aborda la visión del profesional acerca del divorcio y cuál es su papel en la toma de decisiones de los cónyuges. La razón de incluir la perspectiva de abogados y jueces, estriba en que éstos son actores sociales necesarios para comprender el divorcio y para explicar la toma de decisiones en el mismo, ya que forman parte del contexto institucional donde éstas tienen lugar. El presente artículo es producto del estudio etnográfico sobre la toma de deci- siones en el divorcio en mujeres y hombres del sector popular de Guadalajara, Jalisco, México. Palabras clave: abogados, perspectiva, justicia, divorcio. Abstract: This article discusses the professional viewpoint of divorce and its role in spousal deci- sion-making. The reason for including the perspective of lawyers and judges is the fact they are necessary social actors in understanding divorce and explaining the decision-making it involves, because they are part of the institutional context where such decisions are made. This article is the product of an ethnographic study on decision-making in divorce of women and men from the lower middle class in Guadalajara, Jalisco, Mexico. Keywords: Lawyers, perspective, justice, divorce. Alejandro Ramos Escobedo* LA MIRADA DEL PROFESIONAL: JUSTICIA Y TOMA DE DECISIONES EN EL PROCESO DE DIVORCIO *Departamento de Ciencias Sociales, Cen- tro Universitario de Ciencias de la Salud, Uni- versidad de Guadalajara. Proyecto de investiga- ción “Cultura del divorcio en Guadalajara”. www.juridicas.unam.mx Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM www.bibliojuridica.org

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Como se construyen e influyen las desiciones de los cónyuges durante el trámite de un divorcio

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    fesionales desempean la tarea de ins-truir legalmente a las personas, pe ro adems conducen y controlan los pro-cedimientos del divorcio.

    Muchas personas nunca antes ha-ban estado involucradas en un asunto legal, ni haban utilizado un abogado o haban estado en oficinas guberna-mentales. De esta forma, el divorcio puede representar la primera vivencia dentro de un proceso legal; como con-secuencia, para muchos hombres y mujeres el divorcio es el comienzo de un aprendizaje de lo legal (Sarat y Felstiner, 1995: 3-25). Dicho aprendi-zaje corre a cargo de los profesionales,

    INTRODUCCIN

    Cuando se habla de divorcio, se evoca preferentemente las im-genes del hombre y la mujer: sin embargo, el divorcio legal es llevado a cabo por una trada que es integrada tambin de manera importante por el profesional, en este caso particular, los abogados del Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Jalisco. Los pro-

    Resumen: El presente artculo aborda la visin del profesional acerca del divorcio y cul es su papel en la toma de decisiones de los cnyuges. La razn de incluir la perspectiva de abogados y jueces, estriba en que stos son actores sociales necesarios para comprender el divorcio y para explicar la toma de decisiones en el mismo, ya que forman parte del contexto institucional donde stas tienen lugar. El presente artculo es producto del estudio etnogrfico sobre la toma de deci-siones en el divorcio en mujeres y hombres del sector popular de Guadalajara, Jalisco, Mxico.

    Palabras clave: abogados, perspectiva, justicia, divorcio.

    Abstract: This article discusses the professional viewpoint of divorce and its role in spousal deci-sion-making. The reason for including the perspective of lawyers and judges is the fact they are necessary social actors in understanding divorce and explaining the decision-making it involves, because they are part of the institutional context where such decisions are made. This article is the product of an ethnographic study on decision-making in divorce of women and men from the lower middle class in Guadalajara, Jalisco, Mexico.

    keywords: Lawyers, perspective, justice, divorce.

    Alejandro Ramos Escobedo*

    LA MIRADA DEL PROFESIONAL: JUSTICIA Y TOMA DE DECISIONES EN EL PROCESO DE DIVORCIO

    *Departamento de Ciencias Sociales, Cen-tro Universitario de Ciencias de la Salud, Uni-versidad de Guadalajara. Proyecto de investiga-cin Cultura del divorcio en Guadalajara.

    www.juridicas.unam.mxEste libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurdica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurdicas de la UNAM

    www.bibliojuridica.org

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    casos de divorcio. La visin de los pro-fesionales es resultado de su formacin dentro del mbito del derecho, el que-hacer legal que desempean y la infor-macin e interaccin proveniente de mujeres y hombres. De alguna forma, estos elementos los influye a favorecer determinado tipo de visualizacin e interpretacin.

    MARCO CONCEPTUAL

    El presente es un estudio etnogrfico, centrado en el mundo de los actores so-ciales. Entendido el proceso de disolu-cin conyugal como el procedimiento previsto en la ley para deshacer el vncu lo matrimonial, la finalidad es ex-plorar cul es la visin de los abogados acerca de dicho procedimiento. Dada la naturaleza de la pregunta, el estudio pertenece al mundo de las representa-ciones, de la experiencia de lo vivido.

    En la presente investigacin se par-te de la idea de que la experiencia del divorcio es una accin simblica. Para el estudio de la mirada de los profesio-nales y de las decisiones, se asume la perspectiva del constructivismo social. Este acercamiento representa la racio-nalidad hermenutico-interpre tativa. La ciencia hermenutica, contraria a la racionalidad instrumental en la que se basa el positivismo, est basada en una racionalidad interpretativa la cual trata de lograr la comprensin in-tersubjetiva y los acuerdos mutuos so-bre los significados.

    Se recurre a tradiciones tericas que comparten el principio de que el comportamiento humano involucra accin simblica, y que la experiencia

    de su experiencia, disponibilidad y en ocasiones de su tolerancia. El objeti vo del presente ar tculo consiste en ex-plorar la visin que tiene el profesio-nal acerca del divorcio y cul es su papel en la toma de decisiones de los cnyuges. La experiencia laboral de los profesionales no ha sido considera-da para tratar de explicar cultural-mente qu es el divorcio. Predomina la idea de que no hay mucho que indagar puesto que stos slo aplican la ley y que el entendimiento del divorcio se encuentra en las parejas. Sin embargo, esta es una suposicin inexacta. Los abogados y jueces son actores sociales necesarios para comprender el divor-cio y para explicar la toma de decisio-nes dentro de una legalidad que se supone no tiene omisiones ni puede ser desbordada por realidades sociales de los individuos.

    La perspectiva del profesional re-sulta fundamental pues al relatar los casos de divorcio, no slo describe la ley, la institucin, su actuacin, el com-portamiento de los cnyuges, aspectos de gnero, economa, sino que adems, refleja la particularidad e intimidad del procedimiento legal, esto es, su de-sarrollo y caractersticas. En trminos de significado, la ley es un modo de otor gar un sentido particular a cosas particulares en sitios particulares (Geertz, 1992: 232). Bajo este entendi-miento, los profesionales forman parte de esa estructura de significado que Geertz denomina pginas de significa-cin (Geertz, 1988: 19-40). Con el tr-mino profesionales, se hace referencia especfica a los abogados y jueces del Supremo Tribunal quienes llevan los

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    comprende subjetividad, interpreta-cin y significados. La primera corres-ponde a la tradicin antropolgica de Geertz (1988) pues el divorcio es un producto cultural susceptible de ser interpretado. La segunda corresponde tambin a la antropologa ya que la ob-tencin de la experiencia del divorcio, se realiza por medio de la narrativa, es decir, como experiencia antropolgica como lo plantea Turner (1986: 33-43), la experiencia impulsa hacia la expre-sin o comunicacin con otros: Somos entes sociales y queremos contar lo que hemos aprendido de la experien-cia. La tercera tradicin corresponde a la comprensin de las decisiones por medio de la teora de Elster acerca de los lmites de la racionalidad. En la exploracin de las decisiones en el di-vorcio, la racionalidad instrumental ofrece lmites para explicar motivos, intenciones, y el carcter intersub je tivo que tienen stas en cuanto a ser con-tradictorias, paradjicas, y animadas por las emociones de las personas. Dado que las emociones no se pueden pedir a la carta (Elster, 1996: 72), stas pueden llevar a comportamientos que no prevn las consecuencias. Advertir el papel que juegan las emociones en ocasin de tener que tomar decisiones que se supone deberan realizarse fun-dadas en la razn es una de las tareas nada fciles.

    Los relatos de abogados se con-ciben como un medio y parte de ese lenguaje gracias al cual se comunica la ex periencia y el conocimiento de la vi-da cotidiana. La experiencia de divor-cio constituye una construccin del conocimiento de sentido comn a la

    cual, las personas otorgan determi-nados sen tidos. El conocimiento de sentido comn encierra innumerables interpretaciones pre-cientficas y cua-si-cientficas sobre la realidad cotidia-na a la que da por establecida (Berger y Luckman, 1984: 38). El divorcio es parte de la realidad del matrimonio; el matrimonio se convierte en la instan-cia central para la construccin de la realidad social: en la convivencia de hombre y mujer se construye un uni-verso comn de interpretaciones, va-loraciones y expectativas que abarca desde los incidentes triviales diarios hasta los grandes acontecimientos de la poltica mundial (Beck y Beck, 2001: 78).

    Las diferencias de gnero en el di-vorcio inclinan la balanza a favor de la mujer o el hombre? Aqu el concepto de gnero se refiere a la interpretacin social y cultural de las diferencias en-tre los sexos, o sea, a la construccin de lo femenino y lo masculino en socieda-des histricas concretas. La categora gnero involucra una jerarquizacin en la cual las caractersticas y activi-dades asociadas con lo masculino reci-ben una mayor valoracin. El gnero se construye simultneamente con otros sistemas de diferenciacin social clase, raza y etnicidad y por lo tan-to, puede ser percibido de manera d iferente por hombres y mujeres con distintas experiencias de vida (Garca y De Oliveira, 1998: 33).

    Existen diversos mbitos de de-cisiones (empresarial, comercial, fi-nanciero, poltico, electoral, de salud, vo cacional) que tiene su propio contex-to y naturaleza social y en donde por lo

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    general, la toma de decisiones obedece a planes, clculos y elementos de pro-nstico, realizados de manera objetiva y bajo el principio econmico de costo-beneficio. Es decir, se trata de un pro-ceso racional, sin embargo, los costos y beneficios en la disolucin conyugal suelen desbordar el clculo racional ya que subyacen otro tipo de valores como el honor, el orgullo, la tranquilidad y el beneficio emocional. De igual forma suelen estar presentes sentimientos como el rencor y el resentimiento en alguno de los cnyuges. Cuando la gen-te est motivada por la envidia, el des-precio y los celos, tiene un incentivo para reducir el bienestar de otra gente. Cuando en ocasin de frustrar los de-seos del otro se toma alguna determi-nacin que incluso tenga un costo para quien decide (Elster, 1999a: 65).

    En su acepcin general, el concepto de Justicia se refiere a la virtud que nos hace dar a cada cual lo que le co-rresponde. Sinnimo de derechura, equidad, imparcialidad, rectitud. La justicia en el divorcio depende de la ra-cionalidad institucional? Es decir, exis-te la creencia de que la resolucin de este tipo de conflictos a travs de ins titu-ciones oficiales, detiene las moti vacio-nes personales y otorga a las decisiones un sentido de racionalidad y de justicia, mayormente, cuando se trata de asun-tos relacionados a la custodia de nios o de proteccin econmica y material para stos y la mujer.

    Las decisiones en el divorcio estn guiadas por un clculo racional? La perspectiva de Elster ayuda a explicar por qu en ocasiones la persona decide tener prdidas econmicas y materiales

    en el divorcio. Elster no duda en reco-nocer que la teora de la decisin ra-cio nal, en su vertiente de explicacin neoutilitaria de la accin, no puede ser omnicomprensiva, porque sus predic-ciones escapan a todas aquellas con-ductas, obviamente existentes, que no se ven guiadas por un clculo o antici-pacin de la utilidad adscrita a la con-ducta (Elster, 1999: 294). El autor seala la importancia de distinguir entre los intentos de llegar a un acuer-do mediante la discusin racional en donde se supone que lo que cuenta es la fuerza del mejor argumento, del mecanismo de la negociacin de conve-nios (Elster, 1997: 68). En otras pala-bras, dentro de las negociaciones del proceso legal de divorcio, no siempre resulta triunfadora la fuerza de la ra-zn. Adems, en muchas ocasiones, motivadas por resentimientos y esta-dos emocionales, las personas toman decisiones aparentemente incompren-sibles en donde prefieren tener pr-didas.

    El estudio de la visualizacin de los abogados y toma de decisiones puede mostrar si el divorcio por mutuo con-sentimiento se define en trminos de amistad y racionalidad, o en realidad puede descubrir la existencia de rela-ciones de poder, el lugar de las relacio-nes de gnero y los mecanismos empleados por mujeres y hombres para el logro de determinados fines.

    Hasta el momento actual, no exis-ten estudios etnogrficos publicados en Mxico que aborden el divorcio. Dentro de las contadas obras publi-cadas en Mxico sobre divorcio, stas per tenecen a diversos enfoques: jur-

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    casos, en contraste con los divorcios por causas contenciosas, donde los pro-cesos llegan a durar en ocasiones has-ta ms de dos aos.

    La informacin requerida de aboga-dos y jueces fue su experiencia la boral; representacin de la ley, formas de in-tervencin, conocimiento sobre el com-portamiento y formas de tomar decisiones de las personas en el proce-so de divorcio. Una condicin esencial para considerar vlidos los datos y la informacin proporcionada por las per-sonas estudiadas, fue su voluntad de co laborar de forma libre. En todos los ca sos se utilizan seudnimos. El tipo de muestra que se utiliz fue de tipo te -rica (Strauss y Corbin, 1990: 201). Den-tro del estudio, las entrevistas a los cnyuges fueron de forma posterior a la celebracin del convenio de divorcio, esto es, despus de que la pareja to-mara las decisiones: custodia, divisin de bienes materiales, pensin alimen-ticia y visita a los hijos. Siguiendo a Bernard, se utiliz la entrevista cara a cara de tipo semiestructurada a pro-fundidad (Bernard, 1988: 205). El trata-miento de la informacin se realiz por medio de una combinatoria de la tcni-ca cualitativa del anlisis de contenido (De Souza Minayo, 1995: 167) y de la teora fundamentada (Strauss y Cor-bin, 1990: 101-121).

    El estilo utilizado para presentar la perspectiva (testimonios) de los profe-sionales se debe a la intencin de mos-trar las caractersticas del divorcio, el lugar de los profesionales, la voz de los cnyuges a travs de la voz de los pro-fesionales, y el lugar de las decisiones y la justicia.

    dico (Pallares, 1984; Garca, 1996), so-ciolgico (Careaga, 1992; Ribeiro y Cepeda, 1991), histrico (Arrom, 1976 y 1988) clnico (Palacios Lpez, 1998), demogrfico (Surez Lpez, 2000). Aunque existen publicaciones ex-tranjeras relevantes (Becker, 1987; Cherlin, 1992; Kohler, 1990; Sarat y Felstiner, 1995), los trabajos etnogrfi-cos son contados (Simpson, 1998). Por su parte, Elster (1999) explica los l mi tes de lo racional y la toma de de cisiones. Otros autores exponen las situaciones contemporneas de las parejas (Beck y Beck, 2001; Giddens, 1998).

    METODOLOGA

    La informacin se obtuvo por medio del trabajo de campo: observacin del pro-ceso legal de divorcio y realizacin de entrevistas durante los aos del 2003 al 2006. Resultado de accesibilidad y empata, los profesionales entrevis-tados fueron dos jueces de lo familiar (hom bre y mujer) y siete abogados (cin-co mujeres y dos hombres) de la Seccin Familiar de la Defensora de Oficio del Supremo Tribunal Jalisco, institucin situada en la ciudad de Guadalajara. Se decidi realizar el estudio en el Su-premo Tribunal por la con veniencia de tener acceso en un mis mo lugar a mu-jeres y hombres del sector popular, ma-yor facilidad en el nmero de personas y entrevistas necesarias, y poder ob-servar en vivo el proceso de divorcio en sus diferentes fases. En trminos del diseo de investigacin, la duracin promedio del mutuo consentimiento tres a cuatro meses permite el es-tudio simultneo de un conjunto de

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    EL DIVORCIO POR MUTUO CONSENTIMIENTO

    En Mxico, el divorcio por mutuo con-sentimiento es la forma por la cual tie-nen lugar la mayor proporcin de disoluciones conyugales. Para que se ponga en marcha este divorcio, lo pri-mero que se requiere es que la pareja est de acuerdo en llevarlo a cabo. El mutuo consentimiento es descrito tam-bin como el acuerdo de voluntades de dos personas que se han unido para dirimir sus problemas. Este tipo de di-vorcio no es una causal como a veces es malentendido. Juez M: El mutuo con-sentimiento no es causa de divorcio, el mutuo consentimiento es un juicio au-tnomo: cuando ambos cnyuges con-vienen en divorciarse y tienen ms de un ao de casados.

    Segn los profesionales, el mutuo consentimiento resulta un divorcio rpido, discreto, pero que an as, es di fcil que dejen de tener expresin los conflictos de la pareja. En muchas oca-siones, la aceptacin del mutuo consen-timiento no es con un convencimiento total, sino por dar por terminada una situacin difcil e incmoda. Entre los aspectos que ms convencen a los cn-yuges, se encuentra el tiempo prome-dio que dura el proceso, el reducido nmero de ocasiones en que es reque-rida su presencia por el juez, y el menor costo emocional y econmico que repre-senta.

    El mutuo consentimiento es menos desgastante debido a que su du racin suele ser de dos a tres meses, mientras que un divorcio contencioso puede du-rar alrededor de ao y medio a dos

    aos, y no se tiene seguridad de que se vaya a obtener resultados favorables. La rapidez del procedimiento es una de las razones de que procesos de di-vorcio contencioso cambien a divorcios por mutuo consentimiento.

    A pesar de su carcter de discrecio-nalidad, el divorcio por mutuo acuerdo no est desprovisto de manifestaciones de conflictos entre la pareja. Los profe-sionales perciben dicho conflicto como un elemento comn y co tidiano dentro de su labor. Aunque los cnyuges acu-dan juntos a tramitar el divorcio, mu-chas veces no pueden es conder sus diferencias y la vigencia de conflictos. Debido a la obligatoriedad de su pre-sencia para tramitar el divorcio, tienen lugar las ms variadas formas de ata-ques y discordias. La Juez M, de 56 aos de edad y con 7 aos de experien-cia como juez de lo familiar seala al respecto: No se soportan, no se tole-ran, pero vieron que esa es una forma ms fcil, o ms rpida de desligarse de la otra persona.

    El divorcio por mutuo consenti-miento es la forma ms civilizada, porque no es necesaria la existencia de una causa legal que requiera ser rigu-rosamente probada como acontece en el divorcio contencioso. Por graves que hayan sido los hechos en la vida matri-monial, la pareja no est obligada a comentarlos durante su trmite de di-vorcio. De este modo, agravios como golpes, infidelidades, irresponsabilida-des, ofensas y otras, pueden quedar acalladas, ya que los profesionales no necesitan conocer las razones que lle-van a la pareja a tomar la decisin de divorciarse. Con relacin a lo anterior

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    la Juez M subraya: Cuando es de mu-tuo acuerdo no necesitamos los moti-vos: yo vengo a divorciarme de acuerdo con l, de acuerdo con ella y dime dn-de firmo.

    LAS CAUSAS DEL DIVORCIO

    Segn los profesionales, las principa-les causales de divorcio son generadas por el hombre. La atribucin al hom-bre como el generador de las causas y motivos de divorcio resulta congruente con el hecho de que el mayor ndice de solicitudes de divorcio sean presenta-das por mujeres. Es decir, el hombre es quien impulsa a la mujer a tomar la resolucin de solicitar el divorcio legal. Bajo esta ptica, la mujer resulta la parte abandonada, injuriada, engaa-da, golpeada y a quien no se le apoya econmicamente.

    Al relatar las causas de divorcio, los profesionales reproducen (imitan) pre-ferentemente la voz de la mujer, prin-cipalmente en su carcter y tono de discusin y enfrentamiento con el es-poso. Al parecer, lo anterior est rela-cionado con el hecho de que la mujer es quien inicia la mayora de las soli ci-tudes de divorcio y explica ms amplia-mente las razones de divorcio. Aunque est claro que las causas de divorcio son numerosas, en su relato, los profe-sionales enfatizan el aspecto econmi-co y la llamada irresponsabilidad o desobligacin econmica del esposo. Si bien se reconoce la presencia de un conjunto de causas, el factor econmico es visto como asunto central y del cual suelen originarse las otras. Abogada N: Por lo general, la mayora de las usua-

    rias que han venido aqu es porque no les dan dinero y porque no le da lo ne-cesario, o sea, son muy irresponsables y de ah se desprende de que al rato tienen conflictos y empiezan a agredir-se ya fsicamente.

    CONOCIMIENTO DE LAS PERSONAS ACERCA DEL DIVORCIO

    La mayora de personas no cuentan con recursos econmicos para ser ase-sorados de forma previa por un abogado particular. De manera general, hom-bres y mujeres poseen un consi dera-ble desconocimiento sobre la ley, razn por la cual el profesional del Supremo Tribunal se ve obligado a explicar de manera reiterada los requisitos y pro-cedimientos, pero de igual forma, a to-lerar exaltaciones o ideas equivocadas de los cnyuges. Con frecuencia, hom-bres y mujeres llegan a mostrarse negligentes o intolerantes como conse-cuencia del mal estado emocional que guardan y del desconocimiento de la ley.

    El conocimiento de los cnyuges acerca de la ley de divorcio es califi-cado por los profesionales como malo, carente, ignorante. Algunos cn-yuges desconocen la trascendencia de ciertos comportamientos que ya han realizado, como vender cosas, dejar el hogar, firmar documentos. Durante el inicio del proceso de divorcio, es fre-cuente la escena donde destaca el des-conocimiento de los cnyuges sobre los acuerdos mnimos de su divorcio. Abo-gada N: Ya se pusieron de acuerdo en lo que es lo ms bsico y lo ms im-portante como la pensin alimenticia

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    y la custodia de los hijos?, no, pues no, todava no hemos hablado de eso, y se ponen de acuerdo ah delante de m.

    Entre las ideas errneas acerca del divorcio, se encuentra la creencia de que el matrimonio se anula por el he-cho de haber vivido separados durante varios aos. Algunas personas consi-deran que el divorcio es algo simple y que basta una firma para que quede con sumado. Otras, dan por hecho la posibi lidad de que otra persona puede representarlos y firmar en su lu gar: no puede venir otra persona por m?, es que no voy a perder mi tiempo por venir a darle gusto a la otra persona, verdad, porque ella es la que lo est promoviendo. Otras personas pien-san que pueden reiniciar el proceso de divorcio en el momento que quieran, desconociendo que su interrupcin du-rante tres meses lleva a que el trmite quede anulado.

    Muchas mujeres expresan sorpresa ante el hecho de saber a lo que tenan derecho, pero que desconocan hasta el momento de solicitar el divorcio. Dicho desconocimiento es una circunstancia regular y que se atribuye al hecho de dedicarse la mayor parte del tiempo al hogar, mientras que los hombres ma-nejan ms informacin debido a que su trabajo les permite mayor nme ro de relaciones e informacin. Antes de ser asesoradas por los profesionales, mu-chas mujeres casadas por el rgimen de bienes mancomunados, se encuen-tran resignadas a que los bienes mate-riales pertenecen al esposo por el hecho de que l los haya compra do. Abogada A: Ellas sienten que, co mo

    siempre fueron amas de casa, pues l siempre fue el que trabaj, s, l es dueo de esto, de todo, pero no saben de una forma u otra todava los derechos aun de clase media. No saben por com-pleto.

    Por otra parte, las personas que muestran conocimiento sobre la ley, es debido a que no es la primera vez que inician el trmite a la asesora de abogados particulares, ya que obtuvie-ron la informacin de parte de familia-res o amigos.

    Algunas parejas que ya han sido asesoradas por abogados particulares, saben lo que tienen que establecer, ya han acordado una cantidad de pen-sin, la custodia y la divisin de bienes materiales. En ocasiones, estas parejas se caracterizan por el hecho de sealar que no estn dispuestos a discutir na da de su vida privada. Abogada N: Has ta dicen nosotros no le vamos a explicar nada de nuestra vida personal y ya, esto va a ser de pensin [...].

    Es comn que parejas que ya antes haban iniciado el divorcio y que lo in-terrumpieron, suelan alterar aspectos de los acuerdos previos y recaer en dis-cusiones. Pero destaca el hecho de que la mayora de parejas que solicitan el divorcio, corresponde al tipo que llegan sin arreglos y con muchas dudas.

    EL CONVENIO DE DIVORCIO: LA JUSTICIA DEPENDE DEL ARBITRAJE INSTITUCIONAL?

    El convenio es el instrumento central del divorcio por mutuo consentimiento. Como su nombre lo indica, el convenio implica un contrato entre la pareja,

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    la haces t solo en el momento de re-dactar el convenio.

    En el enfoque de los profesionales, la justicia no depende de la ley sino de las decisiones que tome y acuerde cada uno de los cnyuges dentro del convenio. En este caso, la ley nicamen-te consiente los acuerdos de la pareja. Acerca de las decisiones y acuerdos en un convenio de divorcio, la Juez M acla-ra: En materia de convenios lo que acuerden las partes es la suprema ley y esto es un convenio. La voluntad de las partes es la suprema ley en los contra-tos, por eso es lo que ellos digan.

    Algunas personas realizan una revisin minuciosa del convenio para verificar que no haya errores, sin em-bargo, los profesionales observan la predominancia de displicencia y apata para efectuar la lectura de dicho docu-mento. En muchas ocasiones, las deci-siones en el convenio adquieren un sentido e importancia secundaria. Abo-gada L: Pues la mayora yo siento que no les importa tanto, como que ellos lo que quieren es librarse de la persona: ya, pngale lo que sea con tal de que me d el divorcio pngale lo que sea.

    Mientras que algunas personas muestran indiferencia a las conse-cuencias, otras personas sealan en su forma de decidir, un abierto enfren-tamiento con el cnyuge. Mujeres y hombres no ceden su divorcio tan fcil-mente, discuten y regatean los bienes materiales, las pensiones alimenticias, los horarios de visita a los hijos. Las discusiones pueden significar la bs-queda de la fuerza del mejor argumen-to, lo razonable y justo, pero de igual forma puede significar el resentimien-

    esto es, concertar los aspectos del di-vorcio. El convenio del divorcio es un medio que facilita el divorcio, siempre y cuando se llegue a acuerdos mutuos y que stos sean apegados a lo que establece la ley. En el discurso de los profesionales, el concepto convenio aparece como el documento gua que establece la ley, contenedor de un con-junto de arreglos o requisitos (custo-dia, pensin, etctera) que deben de ser cubiertos, un continente de decisio-nes que definen el mutuo acuerdo de la pareja.

    Para cada persona, la atencin y participacin en la elaboracin del convenio es trascendente porque invo-lucra tener conocimiento de lo que se est haciendo y de las decisiones que se toman. El convenio de divorcio existe exclusivamente cuando se trata de divorcio por mutuo consentimiento. El convenio consiste en un documento que contiene una serie de requisitos. Los cnyuges deben de cubrir estos re-quisitos mediante acuerdos y estas reu niones pueden ser de tono cordial o tornarse en acaloradas discusiones. La mayora de convenios de divorcio que-dan definidos en la primera reunin de la pareja. Si bien es cierto que la pareja es quien llega a un conjunto de acuer-dos, es el abogado quien gua, modera los acuerdos y formula el respectivo documento del convenio.

    El sentido de justicia para cada cnyuge depende directamente de las decisiones que tome en el convenio de divorcio. Como lo indica de forma par-ticular la Abogada L: En un proceso de divorcio por mutuo consentimiento es voluntad de partes; ah la justicia te

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    to y una oportunidad de cobrar agra-vios recibidos en el pasado.

    Custodia. En este punto del conve-nio, por lo general existe acuerdo de ambos cnyuges en que sea la madre quien permanezca con dicha responsa-bilidad. Segn los profesionales, esto acontece porque se est en una socie-dad donde la mujer desea la custodia y le resulta inconcebible que los hijos va-yan a quedar con el padre.

    No es extrao que exista mayor dis-cusin en la definicin de los das y ho-rarios de convivencia con los hijos, que en relacin con la propia custodia. Aunque la custodia de los hijos en ma-nos de la mujer representa en algunos casos, cierto costo emocional para el hombre, en la generalidad de los casos la custodia no se pone a discusin. Lo anterior se debe a la combinacin de factores como la actitud de convenien-cia o comodidad del hombre, el sentido de proteccin de la mujer y seala-mientos de la ley en cuanto a los hijos menores de edad.

    La perspectiva de los profesionales (hombres y mujeres) con respecto a la custodia es desproblematizada y tradi-cionalista, pues se piensa que ste es un asunto o responsabilidad natural de la mujer, aceptado por stas, y consi-derado como lo mejor para los hijos. De igual forma, es una visin desproble-matizada debido a que el profesional no analiza las relaciones entre custodia de los hijos, visita a los hijos por parte del padre y pensin alimenticia. Todo parece indicar que ello es resultado de la propia influencia y aprendizaje cultural en don-de queda de manifiesto un conservadu-rismo por parte de los profesionales.

    Pensin alimenticia. La pensin ali-menticia es el punto del convenio en el que se tiene mayor dificultad para lo-grar su acuerdo. Dentro de este tipo de negociacin, en la mayora de casos es la mujer quien exige al hombre una me jor pensin, mientras que ste suele resistirse y regatear. Tanto en la pen-sin alimenticia como en el reparto de bienes materiales, los profesionales si-tan a la mujer en la condicin de ceder y preferir tener prdidas a cambio de obtener el divorcio. El carcter conflic-tivo de la pensin alimenticia se debe a diversos factores entre los que destacan circunstancias del hombre: salario bajo, trabajo eventual, desempleo, sostener a otra pareja e hijos. De manera similar, la exigencia de la mujer de una mayor cantidad de dinero, se debe a que en la generalidad de los casos la custodia queda bajo su responsabi lidad.

    De manera frecuente, la mujer fir-ma el divorcio a cambio de una mejor pensin. En este tipo de situacin, la mujer es quien da el divorcio al hom-bre. La Abogada N aporta testimonio acerca de que algunas mujeres condi-cionan su decisin de divorcio a cambio de una mejor pensin: Hay muchas seoras muy intransigentes que dicen no, si quieres que te d el divorcio pues me vas a dejar bien, con una buena ayuda [...] dame mil pesos ms, si no, no te firmo el divorcio, bueno, s, te los voy a dar con tal de que me lo des.

    Por lo general, las cantidades de di-nero fijadas resultan sumas bajas en relacin al promedio de hijos. En mu-chas discusiones, el objeto de las dispu-tas no es la pensin alimenticia sino los gastos generales relacionados con

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    educacin, medicamentos, calzado y vestido de los hijos. De acuerdo con los profesionales, lo anterior llega a cons-tituir un argumento recurrente de las mujeres para exigir cantidades de di-nero ms congruentes.

    Un hecho irregular vinculado a la pensin alimenticia, es la necesidad de fijar una cantidad de dinero aunque en la prctica el cnyuge vaya a aportar una pensin mucho menor. Cubrir el requisito tiene por objeto que el Minis-terio Pblico no rechace el caso pues ello provocara la interrupcin del pro-ceso de divorcio. La Abogada N R co-rrobora que en ocasiones, en los hechos reales el hombre otorga menos dinero al estipulado en el documento: Hay veces nada ms cubrimos el requisito: ponemos 1 500, 1 200 pesos, pero en realidad va a estar dando menos. La propuesta de este tipo de arreglo la rea-liza generalmente el abogado, quien tiene que persuadir a la mujer acerca de la conveniencia de que el divorcio no se vea frenado.

    El incumplimiento del hombre con respecto al pago de la pensin es un hecho reconocido por los profesionales. Dicha omisin est asociada con el he-cho de que slo se utiliza para cubrir el requisito legal con el fin de que el di-vorcio no se trabe. Como lo corrobora el Juez D, en algunos casos, la pensin alimenticia resulta una mera formali-dad: La mayora incluso la clusula relativa a la pensin alimenticia ni si-quiera se cumple, noms se est cum-pliendo el requisito para que admitan la solicitud, llenar el requisito de la pensin alimenticia pero no se cumple, ni siquiera se est pagando.

    A pesar de existir pagos de pensin alimenticia espordicos o nulos, mu-chas mujeres no demandan el pago de la pensin alimenticia, debido a con-siderar que son trmites legales tarda-dos y complicados, o bien por el hecho de no querer verse de nueva cuenta en situaciones legales desagradables.

    Por otra parte, la necesidad de fijar una cantidad de pensin obedece al sentido legal de que la pensin alimen-ticia es irrenunciable, esto es, el requi-sito debe ser cubierto no obstante que en muchas ocasiones las mujeres la rechacen exponiendo que lo primordial para ellas no es el dinero, sino el divor-cio. En muchos casos de este tipo, se trata de mujeres que cuentan con tra-bajo extradomstico, apoyo familiar o la presencia de una nueva pareja. Acerca de esta actitud y decisin de la mujer, la Abogada M refiere: Me han dicho: no lo necesito, yo quiero mi li-bertad, a m poco me importa, yo siem-pre he sacado mis hijos adelante. Es ms, no quiero alimento, si la condi-cin es esa no quiero nada .

    Visita a los hijos. En la mayora de los casos, la visita es efectuada por el padre. Mientras que la demanda de la mujer es en relacin con la custodia-pensin, la exigencia que hace el hom-bre es con relacin a la pensin-visita. En otros casos, este aspecto llega a ser utilizado por ambos cnyuges para in-comodar al otro. En ocasiones, el requi-sito de la visita a los hijos es cu bier to por mera formalidad, es decir, debe quedar asentado los das y horarios de convivencia con los hijos no obstante que all mismo el padre manifieste des-inters. Los profesionales sealan que

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    la calidad de la relacin entre el padre y los hijos tiende progresivamente ir a la baja, debido a que en trminos de decisiones, la visita a los hijos est li-gada con la pensin alimenticia en cuanto al principio no me das dinero, no ves a los hijos.

    Divisin de bienes materiales. El convenio de divorcio da lugar a que sea expresado el tipo de valores que subya-cen en las decisiones de mujeres y hom bres. De entrada, la cultura pres-cribe al hombre a no perder ante la mujer pues contina valorndose ma-yormente su honor y prestigio; el hom-bre aprende que no debe perder ante la mujer pues esto resultara un descala-bro a su orgullo y algo incluso vergon-zoso ante amigos y familiares. Resulta frecuente la actitud del hombre en no ceder lo que considera que el pag y que es de l. Su resistencia es ms fuerte al pensar la posibilidad de que luego la mujer lo vaya a compartir con una nueva pareja (Ramos, 2008: 236) Algunas veces, las discrepancias y dis-cusiones no son por el valor econmico de las cosas sino por no admitir que el otro imponga condiciones. La reaccin del hombre es producto del desconoci-miento legal, lo cual se traduce en sor-presa e inconformidad cuando es informado que los bienes deben divi-dirse por partes iguales. Algunos casos de divorcio suelen tardar ms tiempo o pueden quedar indefinidamente inte-rrumpidos, cuando prevalece la negati-va a vender y dividir los bienes.

    El rgimen de sociedad legal es el tipo predominante en los casos de di - vor cio que se atienden. Por consiguiente, cuando existen bienes, deben dividirse

    al 50% entre los cnyuges. La divisin de bienes materiales suele convertirse en motivo de intensas discusiones y un serio obstculo para lograr acuerdos finales. La razn principal de que algu-nos hombres utilicen con frecuencia la expresin es que todo est a favor de las mujeres, suele surgir cuando se les hace saber que adems de pagar pensin alimenticia para los hijos, tambin estn obligados a dar a la es-posa la mitad de los bienes inmuebles.

    Cuando la pareja cuenta con una casa propia, una situacin frecuente es la negativa del hombre a conceder la parte que le corresponde. Como antes se mencion, entre los motivos por los cuales el hombre se opone, se encuen-tra la idea de que la esposa vaya a lle-var a vivir ah a una nueva pareja. Abogada N: El seor siempre mani-fiesta que no est de acuerdo en que al rato ella vaya a meter a otra persona a vivir a una casa que a l le cost mucho trabajo. Segn la ley, la reparticin de bienes muebles debe efectuarse antes de que finalice el procedimiento de di-vorcio.

    La mayora de las ocasiones, el acuerdo se realiza de forma verbal. En algunos casos, principalmente cuando no existe mucho que repartirse, la divi-sin de bienes tiene lugar durante la misma reunin de convenio de divorcio. La divisin de bienes muebles no suele quedar especificada en el convenio de divorcio debido a que por lo regular no hay (facturas) con qu acreditar la pro-piedad de los bienes.

    Con respecto al sentido de im-parcialidad en la divisin de bienes ma-teriales, a los profesionales no les

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    Es un hecho que la mujer acepta tener prdidas econmicas y materia-les a cambio de obtener el divorcio, sin embargo, tambin se debe a la existen-cia de cierto grado de incomprensin de la trascendencia de dichas prdidas que a su vez es resultado de factores como: desconocimiento de lo legal y la falta de confianza en que se le haga justicia, resistencia y presin ejercida por el hombre, caractersticas del con-venio de divorcio en donde existen ilega lidades permitidas que la desfa-vorecen, reducido margen de tiempo en que toma sus decisiones, y en oca-siones, un estado anmico que la con-duce a terminar lo ms pronto posible el proceso legal.

    No obstante de no contar con una situacin econmica desahogada, en-tre las razones que explican por qu la mujer renuncia a bienes econmicos y materiales, se encuentran: que el divor-cio llegue a su fin, no tener nada que ver con el esposo posterior al divorcio, valerse de recursos propios co mo traba-jo remunerado y el apoyo de su familia. Por lo comn en la mayora de casos de mujeres de sector popular es una com-binacin de las anteriores pero donde suele destacar las redes de apoyo. Las redes sociales de apoyo constituyen un intercambio de bienes, servicios e in-formacin econmicamente relevante entre miembros (Lomnitz, 1997: 118)

    Las formas en que interviene el profesional en el proceso de divorcio resulta fundamental para comprender su actuacin y la toma de decisiones: Cmo interviene y bajo qu circuns-tancias los profesionales respaldan a alguna de las partes?

    co rresponde percatarse de posibles in-justicias en el reparto de bienes, sino que basados en la ley ellos ven acuer-dos, decisiones conforme con la con-veniencia de los cnyuges, es decir, arreglos que ellos deben de respetar. En consecuencia, la justicia no siempre depende de una divisin de bienes equitativa. No son raros los casos en que el hombre se queda con los bienes materiales cuando ocurre la sepa-racin, no obstante, la mujer puede llegar a considerarse afortunada y con-forme con el hecho de obtener el divor-cio. En este ltimo sentido, la persona que toma la decisin es la nica que puede sealar si el acuerdo que acept fue justo y conveniente.

    Hoy en da, no se ha llegado a di-mensionar el costo econmico y social que representa la inequidad en el con-venio de divorcio para mujeres de sec-tor popular. Los testimonios dejan ver que el convenio de divorcio no se deci-de en trminos amistosos o cordiales. Aunque la forma de decidir de la mujer deja entrever ganancias morales o emocionales al obtener el divorcio, la justicia no depende del arbitraje insti-tucional. Si bien la justicia la procura la propia persona, es un hecho que la mujer de sector popular llega al divor-cio en desventaja. Adems, la mujer no decide con base en un clculo racional puesto que acepta tener prdidas eco-nmicas y materiales que ella misma no entiende su trascendencia. Desde su sentir, la mujer se da por bien servi-da al obtener el divorcio, sin embargo, resulta evidente que en trminos eco-nmicos la aplicacin de la ley no le hace justicia. (Ramos, 2007: 167-204)

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    INTERVENCIN DE LOS PROFESIONALES: LA APLICACIN DE LA LEY NO SIEMPRE SIGNIFICA JUSTICIA

    El hecho de que una pareja se presente a divorciarse no siempre significa que la decisin sea consistente y definitiva, por lo tanto, aqu tiene lugar el inicio de la intervencin de los profesionales. Existen algunas formas de intervenir que corresponden al inicio del proceso de divorcio y que suelen caracterizarse por la necesidad de informar, orientar o persuadir a cnyuges o parejas con-fundidas, dudosas e indefinidas en sus intereses y decisiones. El abogado debe estar atento a los argumentos pero de igual forma a las intenciones persona-les para no llegar a ser manipulado. Entre estas intervenciones iniciales pueden distinguirse las siguientes:

    De tipo conciliadora. Abogada C:

    [...] lo que tienen que hacer es buscar nuevas cosas que les ayuden como pa-reja. Agilcense, ponla a que estudie. No por estar chiquita pienses que no puede valerse. Tu eres ms despierto, ella es ms tmida [...] entonces, la vas a cuidar, la vas a proteger, est chiquita, bonita, qu ms quieres?

    De tipo delegar la responsabilidad. Abo-gado T:

    [...] yo no soy la doctora corazn, yo no curo enfermedades del corazn. La solucin la tienen ustedes. Estn us-tedes en un edificio muy alto, si se quieren ir del otro lado, sganle, all ustedes [...] a m sus problemas me

    tienen sin cuidado pero si el nio es descuidado yo soy capaz de denun-ciarlo a la procuradura [...] t no es-ts confundido, ests mal. Reconocer es de sabios. Agarren el toro por los cuernos, resuelvan el problema []

    De tipo persuasivo. Abogado JM:

    La intencin es que lleguen a un buen acuerdo ustedes para nosotros no in-tervenir como autoridad. La responsa-bilidad es de los dos [...] es necesario que aprendan a hacerse responsables de sus vidas [...] me gustara que uste-des estipularan cmo le van a hacer para arreglarse.

    Visin de la ley. Aunque existe reco-nocimiento de que las limitaciones de la ley afectan principalmente a los hi-jos menores y a la mujer, el enfoque de la ley que manejan los profesionales es que es una ley eficiente y categrica. La visualizacin de la ley de los profe-sionales tiene una relacin directa con la forma en que intervienen pero tam-bin con la interpretacin acerca de las decisiones que toman los cnyuges.

    La ley es sealada como fra, en re-lacin con que no toma en cuenta los sentimientos de las personas para aplicar la norma. A la ley se le conside-ra categrica, en el sentido de que marca claramente como debe de apli-carse. En cuanto a sus limitaciones, el inconveniente ms importante corres-ponde al aspecto de lentitud en resol-ver juicios por alimentos para los hijos menores de edad. De manera similar, la principal falta de actualizacin en la ley es en relacin con obtener mayores

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    beneficios para los hijos. Los profesio-nistas consideran que la ley de divor-cio es funcional porque otorga fluidez, a travs de ella se resuelven y otorgan miles de divorcios que de otra manera, la falta de stos ocasionara un cuello de botella que se traducira en miles de parejas slo separadas, la propagacin de matrimonios dobles y concubinatos, el aumento de demandas por bigamia, y la proliferacin de situaciones irre-gulares para los hijos (Ramos, 2008: 239-40).

    La justicia. Referente a la relacin entre ley y justicia, los profesionales admiten que en muchas ocasiones, la aplicacin de la ley no significa conse-cuencias justas para alguno de los cn-yuges. El Juez D aclara de manera terminante cul debe ser su forma de participacin, no obstante determina-dos efectos de la ley: Nosotros tene-mos que aplicar la norma, simple y sencillamente porque son tribunales de derecho, no tribunales de justicia. A veces al aplicar la norma se cometen injusticias. Bajo esta ptica legal, la justicia no depende de los profesiona-les sino de los cnyuges, pues son ellos quienes toman determinados acuer-dos, de esta forma, los arreglos a los que llegue la pareja tienen que ser res-petados por el juez.

    El hecho de estimar que las limita-ciones de la ley desfavorecen a la mu-jer y que ella es la gran perdedora en el divorcio, influye en los profesionales para intervenir en favor de la mujer. La mujer pierde en aspectos tan rele-vantes como el afectivo, moral y psico-lgico. Lo anterior porque adquiere mayor responsabilidad en el cuidado y

    crianza de los hijos. Despus de los hi-jos, la perdedora es la mujer porque luego de perder el soporte emocional, econmico y de seguridad, su autoesti-ma decae. Con respecto al hombre, su situacin de divorciado, por lo general se torna menos difcil ya que en la ma-yor parte de casos, ya tiene otra pareja o est en vas de iniciarla. Al respecto, la Abogada L expone algunas razones por las cuales la mujer es quien pierde con el divorcio:

    La mujer pierde debido al machismo mexicano y a la discriminacin de que es objeto. Mientras que el hombre no pierde nada debido a que el machis-mo a travs del tiempo le ensea que puede comportarse como le plazca, en cambio la mujer pierde porque [...] cuando es divorciada siempre hay una discriminacin, ya cuando se le acerca una persona es porque ya est buscando otro fin no un matrimonio, no una relacin.

    De principio a fin del divorcio, el pa-pel de los abogados est relacionado con las decisiones de los cnyuges. Su intervencin comprende desde explicar a los cnyuges las consecuencias de promover el divorcio, procurar que la pareja tenga claridad en la decisin que toma, explicar cmo se va a rea-lizar el trmite, hasta ilustrar la parti-cipacin del juez en el procedimiento.

    La participacin cara a cara del juez con las parejas se lleva a cabo en la llamada junta de avenimiento. Esta reunin representa la ltima fase del proceso de divorcio y en la cual todava existe la posibilidad de que ocurra la

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    manifestacin de desacuerdos. Cuando una pareja manifiesta que no desea divorciarse, el juez acepta dicha deci-sin y el procedimiento queda cancela-do. En la junta de avenimiento, el juez tiene la obligacin de tratar de hacer desistir a la pareja del divorcio. El dis-curso persuasivo del juez est consti-tuido principalmente por una serie de cuestionamientos y el sealamiento de consecuencias que van a enfrentar los hijos con el divorcio. Juez M:

    En las juntas de avenimiento se les hace varias veces la misma pregunta: y ya pensaron lo que van a hacer?, ya pensaron en sus hijos o nada ms lo decidieron?, qu creen que va a ser de sus hijos si ustedes toman ahorita esa decisin?, cuntas veces se han sentado a platicar sobre el problema que tienen? [...]. Yo me esfuerzo, a me-nos que digan sabe qu, ya tenemos 15 aos separados, pues ya, ah qu les dice uno, tengo 5 aos separada, l ya vive con otra y yo con otro, as que, qu les puede decir uno, para qu los entretengo, ya decidieron, ni modo.

    Acerca de la obligacin de hacer de-sistir a las parejas del divorcio, la Juez M resume su actuacin en los siguien-tes trminos: Le dir que en mi vida de juez que son 7 aos de juez familiar, 2 gentes noms he logrado que se vayan a su casa y se vuelvan a juntar, pero a los 6 meses ya estn de nuevo, as que es muy relativo.

    Intervencin en el convenio de di-vorcio. La intervencin del profesional puede esclarecer, bajo qu circunstan-cias establece diferencias de gnero y

    apoya al hombre o a la mujer. Por lo comn, la intervencin del abogado en respaldo del hombre tiene lugar en tres situaciones. El profesional llega a admitir que su intervencin se vuelve necesaria cuando confirma que la mu-jer exige ms dinero de lo que el cnyuge puede aportar a la pensin alimenti-cia. En segundo lugar, la intervencin se efecta cuando es fijada una canti-dad de pensin slo para cubrir el re-quisito legal, aunque en realidad el cnyuge va a otorgar menos dinero al asentado en el convenio de divorcio. El tercer tipo, tiene lugar cuando el profe-sional aprueba que el hombre otorgue a la mujer la pensin en especie. La pensin en especie tiene el objetivo de no entregar dinero en efectivo a la mu-jer para evitar que sea utilizado con otros fines y no en los hijos.

    La intervencin del profesional en respaldo de la mujer contiene un ma-yor nmero de situaciones que las re-lacionadas con el hombre. Segn los profesionales, el hombre resulta la parte que con mayor frecuencia existe la necesidad de convencer o presionar para que acepte los acuerdos del con-venio de divorcio. De forma reiterada, el profesional procura que el hombre otorgue una cantidad razonable de pensin alimenticia.

    En el divorcio por mutuo consenti-miento, el profesional de la Defensora de Oficio del Supremo Tribunal es el representante legal de ambas partes, sin embargo, su intervencin puede ser ms intencionada en favor de la mujer, sobre todo cuando percibe acti-tudes intolerantes o dominantes de parte del cnyuge: Cuando hay una

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    injusticia, a m me ha tocado seores muy cnicos que no, no le voy a dar nada y hgale como quiera, o sea, as muy prepotentes, entonces ah s, has-ta yo me enojo y es cuando les digo pues qu estn mal y ya me meto ms a fondo.

    En el anterior testimonio, el pro-fesional admite de forma clara la ac tuacin en pro de la mujer, sin em-bargo, desde el ngulo de los profesio-nistas, ellos consideran que intervienen respaldados en la ley. Otra intervencin en apoyo de la mujer, acontece cuando el profesional intenta persuadir al hombre para que ceda el derecho de propiedad sobre bienes inmuebles a favor de los hijos. Los profesionales se conciben imparciales, pero existe reco-nocimiento de que en ocasiones se vale ser parcial cuando ven desprotegida a la mujer, por lo que tienen la necesidad de confrontar y sealar la responsabi-lidad y obligaciones al hombre. Este tipo de intervencin es confirmado por la Abogada N: Cuando es necesario ayudamos a la parte que est ms des-protegida, para que salga ms be ne-ficiada en todos los trminos del convenio [...] Yo creo que en cierta ma-nera tratamos, como que nos incli-namos un poquito ms a protegerla a ella y a los nios, ms que estar a favor de l.

    Con regularidad, el profesional in-terviene en casos donde es necesario presionar al cnyuge para que acepte el divorcio. Dicha presin llega a ser ms efectiva, cuando la mujer puede aportar pruebas tales como actas de na cimiento de hijos del cnyuge con otra pareja, pruebas de lesiones y gol-

    pes, antecedentes de denuncias pena-les emprendidas contra el cnyuge. La Abogada NR detalla parte del procedi-miento que realiza con el fin de que el hombre acepte el divorcio:

    Yo le estoy diciendo al que pretendo demandar: tengo una denuncia puesta en tu contra. l sabe que hizo los hechos, que agredi a la seora, que golpe a los hijos, los fractur, l sabe que lo hizo, por lo mismo, tampo-co tiene la certeza de que la seora se vaya a quedar callada, si ya le est diciendo que hay una denuncia, la da por cierta, la da por hecha, ms si le estoy diciendo si aceptas el trmite o la denuncia.

    En otras ocasiones, la intervencin del profesional consiste en negociar con el cnyuge que est resistente a divorciarse. La estrategia consiste en hacer de su conocimiento que el divor-cio es gratuito y que el abogado es el asesor de los dos. Las ventajas de este tipo de divorcio, resultan la causa de que muchos hombres terminen aceptando este tipo de divorcio. La Abogada NR ejemplifica el caso en que el hombre acepta el divorcio ante la posibilidad de evitar una demanda y obtener una ven-taja econmica: De acuerdo, hacemos un convenio, ponemos 1 200 pesos, que es lo que usted puede dar y yo me desis-to de la demanda, iniciamos un mutuo consentimiento. A partir de ese mo-mento, nunca ms volvi a manifestar que no quera dar el divorcio, acept to-dos los puntos.

    Cmo se explica la justicia o injus-ticia en el divorcio? En primer lugar,

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    los profesionales estn conscientes de que la mujer es la gran perdedora en el divorcio, esto debido a limitaciones de la ley pero sobre todo a la actitud del hombre en el convenio de divorcio. Lo anterior ocasiona que los profesionales (mujeres y hombres) asuman en ma-yor proporcin una actitud en defensa de la mujer como una forma de com-pensar sus desventajas, enderezar la justicia? Aunque por otra parte, en su quehacer legal, los profesionales efec-tan una serie de aplicaciones que ter-minan por desfavorecer a la mujer como: considerar la custodia de los hi-jos como algo natural de la mujer, pensiones fantasmas o bajas, divisin de bienes inequitativos, incluso com-portamientos poco usuales como la di-visin de los hijos pequeos. Estos elementos son claras manifestaciones de un conservadurismo resultado de condicionamientos legales y culturales.

    Aunque se considere una ley eficien-te y categrica, en muchas ocasiones los profesionales dejan la justicia en manos de las decisiones y acuerdos de las personas. De esta forma, la justicia no depende del arbitraje institucional ya que abogados y jueces no tienen for-ma de detectar arreglos privados de las partes. Estos arreglos suelen ser acuer-dos verbales sustentados en acuer dos mutuos pero tambin en amenazas o tipos de chantaje los cuales que dan en silencio con extrema facilidad.

    COMENTARIOS FINALES

    La visin de los profesionales es un n-gulo que revela su tipo de participa-cin, las decisiones de los cnyuges, as

    como diversas caractersticas del di-vorcio hoy en da. El profesional no slo dibuja lmites y alcances de su ta-rea, sino tambin el comportamiento y actitudes de hombres y mujeres de cara a la ley.

    Los profesionales manejan una vi-sin causalista del divorcio en donde el hombre es sealado como el generador de los motivos de la disolucin conyu-gal. La visin causalista se refiere a que se toman las causas sealadas por la ley, esto es, causas generales y no se logra apreciar los casos como resultado de procesos conyugales y de influen-cias sociales. Esta visin causalista tambin se deriva de que el profesional no necesita tomar en cuenta las histo-rias de los cnyuges para efectuar el procedimiento legal. La actitud de los abogados de negarse a escuchar los pro-blemas conyugales obedece al argu-mento de que es necesaria la separa-cin de las dimensiones de lo emocional con respecto a los aspectos prcticos del divorcio con la finalidad de obtener resultados eficientes (Sarat y Felsti-ner, 1995: 145).

    El concepto divorcio por mutuo con-sentimiento es preciso jurdicamente en cuanto se refiere a un consenso le-gal de la pareja que disuelve el matri-monio. Sin embargo, como expectativa cultural de resolucin en trminos cor-diales es impreciso. No obstante se llegue a consensos legales, la rea-lizacin del proceso legal contiene regularmente manifestaciones de re-sistencia, resentimiento, protesta, reproche, descontento. Consecuente-mente, el concepto mutuo consenti-miento adquiere una relatividad. En

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    en la valoracin de haber resuelto el divorcio. De esta forma, una mujer puede tener que ceder la mitad del valor de una casa habitacin, aceptar horarios y das de visita a los hijos im-puestos por el hombre y admitir una pensin alimenticia baja, todo con la finalidad de que el cnyuge otorgue el divorcio. Aunque injusto desde el pun-to de vista material, dichas decisiones obedecen a que de otra manera no al-canzara el divorcio. Desde el punto de vista econmico y social, el divorcio puede ser inequitativo e injusto.

    Dentro de las negociaciones del proceso legal de divorcio, no siempre resulta triunfadora la fuerza de la ra-zn. La fuerza del mejor argumento establecera mejores pensiones y la distribucin estricta e invariable del 50% de bienes materiales, sin embar-go, la realidad es otra y muchas veces se impone la negociacin de convenios, la cual no es otra cosa que la relacin de fuerzas entre mujeres y hombres. En la comprensin de las decisiones y su carcter subjetivo, el enfoque de Elster contribuye a la explicacin de las mismas cuando existen circuns-tancias que generan determinadas cargas emotivas y afectivas al tomar-las, pero tambin al marcar los lmites de la racionalidad en la toma de deci-siones. Por qu razn la persona est dispuesta a tener prdidas econmicas y materiales con tal de obtener el di-vorcio? En el proceso de divorcio no to-das las decisiones estn guiadas por un clculo econmico y material. En mu-chas ocasiones, la persona con el fin de estar tranquila otorga mayor valor al beneficio moral que al costo econmico.

    este sentido, la creencia en que el di-vorcio se resuelve amistosamente es todava un mito desde el punto de vis-ta cultural.

    Rara vez, alguna persona concede el divorcio en trminos amistosos y busca establecer verdaderas alianzas para proteger a los hijos y continuar con el cnyuge en plan de amigos. Con frecuencia, detrs de aparentes divor-cios cordiales, se encuentran arreglos privados condicionados o dominados por alguna de las partes. Las relacio-nes de poder son puestas en prctica por medio de la toma de decisiones. De ah, que el profesional es relevante porque regula el procedimiento y la re-lacin de fuerzas de los cnyuges por las decisiones que estn obligados a tomar para divorciarse.

    Con frecuencia, los desacuerdos conducen a los cnyuges a adoptar ac-titudes de displicencia e indiferencia ante decisiones importantes del con-venio. Es comn que los profesiona -les perciban a la mujer dispuesta a te ner pr didas en la pensin alimenti-cia y en la divisin de bienes materia-les, a cambio de que aquello termine de una vez por todas.

    La justicia en el divorcio por mutuo consentimiento no depende de la ley ni tampoco del reparto equitativo de bie-nes materiales, sino de las decisiones que tome y acuerde cada uno de los cnyuges en el convenio de divorcio. Desde este punto de vista, la justicia en el divorcio puede ser cualitativa y no slo material. De acuerdo a esto, slo el hombre o la mujer saben si las decisiones que toman les arrojan resul-tados justos o injustos en lo material o

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    Como en otros mbitos culturales donde participan hombres y mujeres, en el divorcio se manifiestan im-portantes diferencias de gnero. En el proceso de divorcio por mutuo consen-timiento, la intervencin del profesio-nal se inclina por apoyar ms a la mujer. Dicho apoyo est relacionado con la percepcin de que las limita-ciones de la ley la perjudican y de que des de diversos puntos de vista es la gran perdedora en el divorcio.

    Hombres y mujeres poseen un con-siderable desconocimiento acerca del proceso legal de divorcio y es frecuente que presenten ideas equivocadas que estn vinculadas con la toma de deci-siones en tan importante su ceso.

    En algunos casos, el establecimien-to de la pensin alimenticia slo como un requisito a sabiendas de su incum-plimiento, es testimonio de que tanto abogados como jueces estn conscien-tes de la realizacin de ilegalidades permitidas. Lo anterior constituye un indicio de que abogados y jueces valo-ran ms la consumacin del divorcio que la observancia de la pensin ali-menticia. Al parecer, dicha omisin est relacionada con el conocimiento de que la prescripcin legal de la pen-sin alimenticia, rebasa las po-sibilidades econmicas de muchos hombres. Cuando para la mujer lo pri-mordial es obtener el divorcio, esta l-tima determinacin le favorece, sin embargo, cuando existen hijos meno-res de edad, dicha resolucin acaba perjudicndola econmicamente. La condicin laboral y econmica de mu-chos hombres da como resultado que el acuerdo de la pensin alimenticia se

    torne en un verdadero aprieto. Como consecuencia, se termina exonerando al hombre de una gran responsabili-dad social. Esta resulta una clara evi-dencia de que los hechos desbordan a la ley, y que de otra forma, la aplicacin estricta de la ley ocasionara la inte-rrupcin del procedimiento.

    Con respecto a la toma de decisiones, es importante considerar que el hecho de que sea un servicio gratuito para personas de escasos recursos econmi-cos, impone condiciones al tipo de inte-raccin entre profesionales del Supremo Tribunal y cnyuges. En este tipo de relacin abogado-usuario, es te l timo tiene derecho a que se le otorgue el ser-vicio, incluso puede ser exigente, pero el profesional es quien de cide los trmi-nos, los tiempos y el curso de accin en el proceso legal de divorcio. Por su par-te, en la relacin que se establece entre abogados particulares y clientes, dicha relacin representa un costo econmico para este ltimo, debido a que suele traducirse en el derecho a adoptar una mayor exigencia y participacin en las decisiones del procedimiento.

    Una vez que las personas ingresan al mundo del divorcio legal, enfrentan reglas desconocidas, circunstancias desagradables, manejadas por profe-sionales que adems de ser personas extraas, tienen la destreza para in-fluenciar cuestiones de gran impor-tancia. El profesional representa un smbolo de saber especializado y en mu chos casos puede ejercer influencia y poder sobre las decisiones y acuer-dos. En el divorcio por mutuo consenti-miento, el profesional del Supremo Tribunal es representante legal tanto

  • 91La mirada del profesional: justicia y toma de decisiones en el proceso de divorcio

    del hombre como de la mujer, sin em-bargo, su intervencin se inclina por apoyar a la mujer a obtener un divor-cio menos desventajoso. Dicha ayuda puede observarse sobre todo en los pun-tos del convenio que suelen ser ms di-fciles como la pensin alimenticia y la divisin de bienes materiales. La inter-vencin de los profesionales aporta ele-mentos que muestran la existencia de una inclinacin por gnero, pero tam-bin destaca el hecho de que el profesio-nal moviliza recursos tales como el conocimiento legal y la experiencia del oficio, para respaldar a la mujer en su enfrentamiento con el hombre.

    En su conjunto, la visin del profe-sional muestra rasgos importantes acerca de lo que es el divorcio hoy en da y el lugar y relevancia de las deci-siones. En el caso de la experiencia del profesional, narrar es reflexionar sobre los acontecimientos narrados pues im-plica la capacidad de distanciarse de su propia produccin (Ricoeur, 1998: 469).

    El matrimonio tiene rituales de en-trada como lo es el propio ritual nup-cial (civil o religioso), sin embargo, no existen rituales de salida que propor-cionen a la persona el tiempo y pre-paracin pertinente para dejar dicho compromiso sin que signifique un tran ce complicado. El nico ritual de salida en nuestra cultura es de natu-raleza jurdica y lejos de significar el paso por un evento que provee orgu llo, prestigio o jerarqua dentro de un grupo social, se caracteriza por el enfren-tamiento de dos personas y el estable-cimiento de una relacin de fuerzas cuyos resultados no siempre son jus-tos para una de las partes.

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