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    CONCLUSIONES DEL IV ENCUENTRO DE LA ASOCIACIN DE INMACULADA

    Lima, 10 de junio de 2015

    Queridas hermanas:

    Como resultado de las reuniones y reflexiones durante nuestro IV Encuentro del

    15 al 17 de mayo, les presento este documento que recoje cada experiencia, aporte y orientaciones de nuestras hermanas. Este trabajo nos ayudar a encaminar nuestro trabajo apostlico durante los prximos tres aos.

    Este material contiene las charlas recibidas, las reflexiones de grupos y los

    desafos y propuestas para nuestro quehacer. Estn divididos en acentos y reas. Damos por sugerencia que cada fundacin profundice y realice una lectura desde su propia realidad sin perder la sintona ni la unidad hacia la Asociacin.

    Desde el encuentro, reconocemos que somos una Asociacin que cada da debe

    enfatizar su misin hacia la mujer, la familia y la cultura, de llevar la alegra del Evangelio a todo hermano que lo necesite.

    Entendemos, adems, que son tiempos de verdadera conversin personal, de

    penetrar en lo ms profundo de nuestro ser para poder vivir la verdadera dimensin del Amor verdadero que tiene su fundamento en el perdn, la tolerancia, el servicio, la reverencia y el sacrificio. Un Amor cuyo poder lo transforma todo, pero que se construye en la confianza en Dios y en la aceptacin de nuestra fragilidad.

    Renovamos como Amis nuestro compromiso por ser mujeres de nuestro tiempo que llevan el Evangelio en primera persona. Es por eso que bajo la reflexin de Mara Mujer Eucarstica, modelo para el mundo de hoy, queremos enmarcar nuestro Encuentro y dirigir nuestra mirada hacia ella, vivir la conciencia de ser Amis desde la base de la vida espiritual y sacramental, pilar de toda hija de Santa Mara. Que Santa Mara nos gue en esta nueva etapa apostlica y vele por nuestros compromisos.

    Giuliana Scerpella de Urbina Coordinadora General de la Asociacin de Mara Inmaculada

    Mayo 2015

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    PRESENTACIN DE AVANCE DE ESTATUTOS DE LA AMI Sylvia Bedoya de Lanfranco

    INTRODUCCIN Alrededor del ao 2001, las amis nos reunimos con Luis Fernando, para dialogar en espritu de amistad sobre nuestro llamado y nuestra identidad. Como fruto de estas reuniones, l elabor y nos entreg unos lineamientos de estatutos, con los cuales hemos ido rigiendo nuestra asociacin. En los ltimos tiempos en la AMI, surgi en diferentes miembros de las fundaciones una inquietud por unificar, ordenar y clarificar la propia identidad y misin. Esto unido a la necesidad de dar razn de nosotras mismas a la Iglesia y a nuestra familia espiritual gener la urgencia de plasmar en un documento lo que el Espritu ha ido suscitando desde su fundacin hace 40 anos, hasta el da de hoy para la Asociacin de Mara Inmaculada. A este documento se le llama Estatutos. Por este motivo se empez a trabajar en ellos. El avance del mismo, se los hemos entregado ayer, para su conocimiento. Y en unos momentos vamos a poder conversar sobre ellos. Un hecho ha tomar en cuenta es que, para una asociacin, tener Estatutos habla de crecimiento y consolidacin. Pues toda asociacin eclesial debe contar con este documento.

    1. LOS ESTATUTOS PARA UNA ASOCIACIN PRIVADA DE FIELES

    La AMI es una asociacin privada de fieles. El cdigo de derecho canonico establece que, cito, Una asociacin privada de fieles puede crearse para alcanzar todo tipo de fines congruentes con la misin de la Iglesia que no se encuentren reservados por su propia naturaleza a la autoriada eclesistica. Entre los fines admisibles se incluyen el desarrollo de la vida espiritual de sus miembros y las actividades de apostolado, como iniciativas de evangelizacin, el ejercicio de obras de caridad o de piedad y la animacin con espritu cristiano del orden temporal La AMI est inscrita desde sus inicios como tal, en la Comisin Episcopal de Apostolado Laical, (CEAL) y luego en la Arquidicesis de Lima, que es su sede de fundacin. Existen regulaciones cannicas que regulan y encauzan el movimiento asociativo de los fieles de la Iglesia (cfr. canon 215) a las cuales nos hemos regido. Las asociaciones de fieles constituyen uno de los tesoros de la vida de la Iglesia Catlica de mayor solidez. Con el nombre de fraternidades, confraternidades,

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    hermandades, cofradas u otros, muchas han prolongado su vida durante varios siglos, encontrndose el da de hoy, algunas de origen medieval, como por ejemplo los terciarios de las rdenes religiosas dominicas. Representantes emblemticas Santa Catalina de Siena y Santa Rosa de Lima. Los estatutos constituyen la norma fundamental de una asociacin. Se podran definir como la ley bsica por la que se rige su vida de asociacin, tanto en las relaciones internas de los miembros como ante la autoridad eclesistica y los dems fieles. Toda asociacin de fieles ha de tener sus estatutos propios: Esto lo dice el Cdigo de Derecho Cannico, en el Canon 304 1:, cito, Todas las asociaciones de fieles, tanto pblicas como privadas, cualquiera que sea su nombre o ttulo, deben tener sus estatutos propios, en los que se determine el fin u objetivo social de la asociacin, su sede, el gobierno y las condiciones que se requieren para formar parte de ellas, y se seale tambin su modo de actuar, teniendo en cuenta la necesidad o conveniencia del tiempo y del lugar. Acaba la cita La Iglesia establece las partes que debe contener este documento, y es en estas normativas en las que nos estamos rigiendo para la elaboracin de los Estatutos de la AMI. 2. CONFORMACIN DEL COMIT PARA LA ELABORACIN DE LOS ESTATUTOS DE LA AMI Alejandra Keen, al poco tiempo de ser elegida como Superiora General de la Fraternidad, en el ao 2012, nos convoc a Guilly y a m, junto con Socorro, Fabiola Len y Leonor, a una reunin en su comunidad para conocer mas acerca del AMI, para ver de qu manera poder servir mejor a nuestra asociacin y para coordinar proyectos que podramos trabajar juntas. Entre otros temas se dialog sobre la importancia de la elaboracin de nuestros estatutos, en vistas al crecimiento y consolidacin de la AMI. Para ello Alejandra nombr un Comit para su elaboracin. Este comit est conformado por tres amis: Guily Scerpella, Maite Rizo Patrn y quien les habla y adems ella design generosamente a cuatro fraternas representativas, por haber participado desde los inicios en la vida de la AMI: ellas son, Ceci Collazos, Lily Casuso, Magali Rebaza y Leonor Loyola. Participa tambin del Comit Socorro Alvarez por ser parte del Consejo General de la AMI.

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    3.PROCEDIMIENTOS PARA LA ELABORACIN DE LOS ESTATUTOS Como dije al iniciar, estos Estatutos tienen como base fundamental los lineamientos que Luis Fernando nos dej como nuestro fundador. Los que hemos reflexionado en mucha oportunidades, buscando hacerlos vida. En el transcurso del tiempo, el Seor ha ido suscitando signos que nos han hablado por donde dirigir nuestra vida y misin. Esto lo hemos compartido entre todas en diversos momentos de oracin, dilogo, retiros, jornadas, encuentros, mencionando en especial, el encuentro que tuvimos en Ecuador y en los viajes apostlicos. Vemos la riqueza de la diversidad con la que el Seor ha bendecido la AMI, somos mujeres de distintas realidades y culturas que han aportado desde su ser a ir forjando nuestra identidad. Es as que hemos recogido las diversas inquietudes y propuestas que se han ido suscitando, buscando siempre respetar el espritu fundacional y el estilo y espiritualidad sodlite. Hemos constatado con alegra en las reuniones del Comit, la presencia del Espritu Santo y de nuestra madre. Asi mismo estamos viviendo en ellas una intensa comunin con nuestras hermanas fraternas. Es enriquecedor compartir con mucha libertad las diversas opiniones y reflexiones que tenamos cada una sobre las diversas realidades de la vida y misin de la AMI. Y adems constatar nuestra comunin de pensamiento. 4. AVANCE DE LOS ESTATUTOS AL DA DE HOY Como dije antes las partes de un estatuto para una asociacin privada de fieles estn determinadas por el Derecho Cannico. Hasta el momento luego de un trabajo arduo de la Comisin, muchos dilogos e intensa oracin hemos concluido las siguientes partes: Proemio Naturaleza Servicio apostlico Medios y Miembros Falta an elaborar el tema de la organizacin de la asociacin, como por ejemplo definir cmo nombrar a la coordinadora general de la AMI, cada cuanto tiempo se renovar el consejo, cmo deben funcionar los rganos de servicio, (espiritualidad, apostolado, comunicaciones, temporalidades, etc) Para lo cual se ha dispuesto en el horario, trabajo en grupos, para escuchar sus sugerencias. stas las llevaremos al Comit, para su estudio y reflexin.

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    Les pedimos que todos los aportes que quisieran hacer llegar sobre la primera parte, lo hagan al mail [email protected] Adems en nuestros dilogos vimos la necesidad de incluir en nuestra promesa AMI de manera explcita nuestro vnculo con la FMR as como nuestro llamado a vivir la santidad dentro del matrimonio y la familia. La promesa con esos cambios, est en la ltima pgina del documento. 5. PROCESO DE VALIDACIN DE LOS ESTATUTOS Cuando se tenga el documento final redactado, tendremos una reunin con el Padre Gaspar, que es Canonista, amigo nuestro, que trabaja en el Arzobispado de Lima. A l le pediremos revise el estatuto y nos haga las precisiones que sean necesarias. Concluido este proceso, lo presentaremos al Arzobispado de Lima, a quien le corresponde su aprobacin. Luego de la alegra de la aprobacin, nos informaremos adecuadamente y les daremos las indicaciones sobre cmo proceder con los Estatutos en las iglesias locales de sus fundaciones.

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    MARA MUJER EUCARSTICA Frases para una meditacin en torno a la Madre

    Magali Rebaza, FMR I. EL DON DE LA EUCARISTA

    Cuando Jess caminaba por el mundo bastaba tocar sus ropas para quedar curado; Qu no har entrando dentro de nosotros mismos? Algunos hubieran preferido que se quedara resplandeciente y lleno de poder en el Santsimo Sacramento. Pero, Qu pecador, como en mi caso personal, se hubiera atrevido a acercarse a l? Debajo de pan es fcil su trato. Disfrazado de esta manera, le hablamos casi de igual a igual, sin muchos miramientos y respetos. Parece que desea que nos acerquemos con frecuencia y con llaneza hasta l, de lo contrario, Para qu se disfraz?

    Santa Teresa de Jess Un Misterio de Amor El Inocente que da la Vida El Perdn y ser admitidos a la comunin Qu es lo que llega a hacer para que regrese a vivir en comunin con l. En la Eucarista, Cristo nos recibe a cada uno de nosotros

    San Juan Pablo II, Encclica Ecclesia de Eucharistia

    Institucin de la Eucarista Se arrodilla ente nosotros y nos presta un servicio de esclavo: lava nuestros pies sucios para que podamos ser admitidos a la mesa de Dios, para que podamos ser dignos de tomar asiento a su mesa, cosa que nosotros no podramos ni deberamos hacer por nosotros mismos.

    Benedicto XVI 13 abril 2006

    Eucarista: Memorial y actualizacin de Muerte y Resurreccin de Cristo

    Si hoy Cristo est en ti, l resucita para ti cada da. San Ambrosio

    Altsimo Seor, que supiste juntar a un tiempo en el Altar ser Cordero y Pastor quisiera con fervor, amar y recibir a quien por mi, quiso morir.

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    No os llamo ya siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo; a vosotros os

    he llamado amigos, porque todo lo que he odo a mi Padre os lo he dado a conocer

    Jn 15,15 Es la raz , fuerza y secreto de la santidad

    El remedio de nuestra necesidad cotidiana.

    San Ambrosio

    La Eucarista es verdaderamente un resquicio del cielo que se abre sobre la tierra. San Juan Pablo II, Encclica Ecclesia de Eucharistia

    La Eucarista, el autntico pesebre donde adorar a Jess.

    Padre Raniero Cantalamessa OFM Cap Estas son las personas que necesitan comulgar: 1. Los fuertes, para no debilitarse. 2. Los dbiles, para fortalecerse. 3. Los enfermos, para alcanzar la salud. 4. Los sanos, para no enfermarse. 5. Los que tienen pocas ocupaciones, porque tienen facilidad para ello. 6. Los que tienen muchas preocupaciones y ocupaciones, porque tienen mayor necesidad de comulgar pues quien est ms fatigado necesita alimentos espirituales ms sustanciosos. Si te preguntan por qu comulgas, responders: "Comulgo para purificarme de mis pecados. Comulgo para librarme de mis imperfecciones. Comulgo para obtener consuelo en mis tristezas. Comulgo para conseguir fortaleza en mis debilidades. No comulgamos porque ya somos buenos, sino para no dejar de querer serlo

    SAN FRANCISCO DE SALES- Introduccin a la vida devota El Sacrificio eucarstico es fuente y cima de toda la vida cristiana .

    Lumen Gentium 11

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    II. MARA Y LA EUCARISTA Total comunin con el Hijo

    Al entregarnos todo nos entrega tambin a su Madre Mara es el primer TABERNCULO" de la historia La Eucarista sabe a Vida Eterna y sabe a Mara, porque la carne que se nos da en la Eucarista es carne tomada de Mara. Mara est presente en toda celebracin Eucarstica Belen: Casa del Pan

    III. MARA EUCARSTICA NOS ENSEA A decir SI: Analoga profunda: Entre el FIAT de Jess y el FIAT de Mara Santa Mara, aydame a esforzarme. Para as responder al Plan de Dios en toda circunstancia concreta de mi vida. Dimensin sacrificial

    La entrega de una madre Entregar su propio Hijo No deja de entregarse:

    Maternidad Espiritual A creer en la fuerza de la Eucarista Jess est dentro de mi hasta fsicamente

    Cuando los apstoles no podan creer que estaba resucitado, les da fsicamente seales Otras veces basta con la roca movida Otras veces con apariciones personales

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    Entristecidos Se les aparece, l se revela. Anunciarlo

    Eucarista es accin de Gracias Hacer de la vida todo un magnficat. Qu maravillas ha hecho en mi vida? Qu necesito darle gracias a Dios? Vivir en una existencia PARA Cmo sigo yo a Jess? Jess habla en silencio en el Misterio de la Eucarista y cada

    vez nos recuerda que seguirle quiere decir salir de nosotros mismos y hacer de nuestra vida no una posesin nuestra, sino un don a l y a los dems.

    SS. Francisco La Eucarista me lleva a la comunin con los dems No es para cerrarnos, sino que es un sacramento para la unidad de la Iglesia Eucarista es el sacramento de la comunin; nos lleva del anonimato a la comunin, a la comunidad.

    SS. Francisco Mara nos convoca alrededor de la Mesa Misericordia No juzga Acoge a todos como su Hijo lo hara La Devocin Visitas al Santsimo y la Misa Cmo se preparara Mara? Hijos mos, nada es demasiado a la hora de prepararnos para la Santa Comunin.

    San Padre Po de Pietrelcina Oracin Concdenos, Seor, asistir a esta Misa con los mismos sentimientos de amor y piedad de tu Madre al pie de la Cruz. Con el espritu y fervor con que la vivieron los santos. Te suplico que nos ayudes a prepararnos para recibirte dignamente, lo mejor que podamos.

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    Es hermoso estar con l y, reclinados sobre su pecho como el discpulo predilecto (cf. Jn 13, 25), palpar el amor infinito de su corazn. Si el cristianismo ha de distinguirse en nuestro tiempo sobre todo por el arte de la oracin , Cmo no sentir una renovada necesidad de estar largos ratos en conversacin espiritual, en adoracin silenciosa, en actitud de amor, ante Cristo presente en el Santsimo Sacramento? Cuntas veces, mis queridos hermanos y hermanas, he hecho esta experiencia y en ella he encontrado fuerza, consuelo y apoyo!

    San Juan Pablo II - Roma, 14-X-2003 Devocin Apostlica a Santa Mara Ser testigos de la Eucarista: De la Muerte y Resurreccin como Mara Hemos de levantarnos de la Sagrada Mesa con fuerzas de len para lanzarnos a toda clase de empresas heroicas.

    Autor desconocido

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    LA MUJER ANTE LOS DESAFOS

    DE LA CULTURA CONTEMPORNEA Rossana Echeanda de Ruz

    Llega la hora, ha llegado la hora en que la vocacin de la mujer se cumple en plenitud, la hora en que la mujer adquiere en el mundo una influencia, un peso, un poder jams alcanzados hasta ahora. Por eso, en este momento en que la humanidad conoce una mutacin tan profunda, las mujeres llenas del espritu del Evangelio pueden ayudar tanto a que la humanidad no decaiga. Les parecen las palabras de una feminista recalcitrante? Tal vez de alguna flora o alguna manuela de esas que anda por all reclamando los derechos de la mujer? Pues no, estas palabras son parte del mensaje que los padres del Concilio Vaticano II dirigieron a las mujeres de todo el mundo al clausurarlo nada menos que el 8 de diciembre de 1965, Da de la Inmaculada Concepcin de Mara, la Mujer Fuerte. LA MUJER. Y miren que eso fue dicho en 1965, hace 50 aos imagnense si la Iglesia ya vea lo que se vena respecto a la mujer entonces, cunto ms claro lo debemos tener ahora. En el Per, por ejemplo, algo impensable en 1965, hoy, y hace unos aos tambin, tenemos a una mujer presidiendo el Congreso de la Repblica, seis de los 18 ministros son mujeres, acabamos de salir de una gestin municipal que tambin estuvo en manos de una mujer y, segn las encuestas, en las elecciones presidenciales del prximo ao la favorita es una mujer. En Amrica Latina tenemos a tres presidentas: en Argentina, en Brasil y en Chile. Y si analizamos quines son esas mujeres, cul es su agenda, seguramente quedaremos espantadas de todo aquello a lo que se han atrevido. En muchos casos han sido ellas las principales promotoras de leyes de unin civil y pro aborto. Es que la mujer, ustedes y yo, estamos en un mundo que reclama con innegable insistencia nuestra ayuda para que la humanidad no decaiga. Si aquellas que estn llenas del espritu del Evangelio no actan, sern mujeres como las anteriores las que llenarn el espacio y tomarn las decisiones. Esto no significa que todas tengamos que convertirnos en presidentas o ministras o alcaldesas, de ninguna manera, pero s significa que debemos ser activas y audaces en

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    dar respuestas a un mundo que reclama lo femenino, lo verdaderamente femenino. No dejemos que ideologas torcidas embauquen al mundo con un falso feminismo. Ahora que el mundo vive esa mutacin tan profunda, dnde estn las mujeres cristianas? estamos trabajando para que la humanidad no decaiga? estamos usando esa influencia, ese peso, ese poder jams alcanzados hasta ahora, tal como nos reclama la Iglesia con tanta claridad desde Vaticano II? Unos aos despus de Vaticano II, en 1988, el entonces Papa Juan Pablo II escribi su carta apostlica acerca de la Dignidad de la Mujer donde retomaba esta idea relacionndola, ntimamente, con el amor que la mujer recibe por su femineidad y con el amor que, a su vez, ella da. La mujer nos dijo Juan Pablo II- no puede encontrarse a s misma si no es dando amor a los dems. All tambin escribi esa frase feliz acerca del genio femenino. Y en una audiencia general en noviembre de 1995 seal que La dignidad de la mujer y su vocacin, objeto constante de la reflexin humana y cristiana, ha asumido en estos ltimos aos una importancia muy particular. NOS QUEDAN DUDAS? El Papa Benedicto XVI sola dedicar sus audiencias generales de los mircoles, en la Plaza San Pedro, a temas consecutivos. En el ao 2010 dedic algunos meses, mircoles tras mircoles, a hablar de mujeres santas, una por una, con nombre y apellido. Una de ellas fue santa Brgida de Suecia, co-patrona de Europa, que vivi en el siglo XIV, destacando que su vida muestra la importancia y dignidad de la mujer en la Iglesia Catlica. Brgida fue una mujer muy parecida a cualquier otra de su tiempo, pero al mismo tiempo fue muy especial. Estuvo casada y tuvo ocho hijos, as que no creo que le sobrara el tiempo, pero eso no le impidi ser una estudiosa de la Sagrada Escritura. Con su esposo, adopt la regla de los terciarios franciscanos, practic generosamente las obras de caridad y fund un hospital. El Papa Benedicto XVI dijo que esta etapa de la vida de Brgida nos ayuda a apreciar lo que hoy podramos llamar una verdadera espiritualidad conyugal: los esposos cristianos pueden seguir un camino de santidad, sostenidos por la gracia del Sacramento del Matrimonio. El hoy Papa Emrito pidi ese da que el Espritu Santo suscite tambin en este tiempo la santidad de los esposos cristianos para mostrar al mundo la belleza del matrimonio vivido de acuerdo con los valores del Evangelio: el amor, la ternura, la ayuda mutua, la

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    fecundidad en la generacin y educacin de los hijos, la apertura y la solidaridad hacia el mundo, y la participacin en la vida de la Iglesia. Estas palabras nos deben cuestionar hoy a todas nosotras: con nuestros esposos, mostramos al mundo la belleza del matrimonio o, ms bien, contribuimos a dibujar esa caricatura en que hoy, con demasiada frecuencia e incluso entre parejas catlicas, se quiere convertir el matrimonio? somos fuente de amor, de ternura? fomentamos la ayuda mutua? somos fecundas en la generacin y educacin de nuestros hijos? desplegamos la solidaridad hacia el mundo? participamos en la vida de la Iglesia? Y el Papa sigui ese mircoles con lo que llam la segunda etapa en la vida de Brgida. Cuando enviud y profundiz su unin con el Seor mediante la oracin, la penitencia y las obras de caridad, su dedicacin fue ms exclusiva y entr en un camino de entrega plena. Sin duda, Brgida debe haber sido una mujer realmente iluminada por el Espritu Santo y abierta a l, con una experiencia interior que enriqueci a la Iglesia en su tiempo y contribuy al crecimiento espiritual de la comunidad tal como se espera de cada una de nosotras, aqu y ahora, en las cosas ordinarias de nuestras vidas. Pues s, eso mismo nos pide hoy el Seor, especialmente hoy que la sociedad vive una especie de fascinacin con el protagonismo de la mujer: que contribuyamos activamente, con la oracin y con la accin, al crecimiento espiritual de la comunidad; evidentemente, primero que nada al crecimiento espiritual de esa pequea comunidad que es la familia, pero tambin con mucha decisin al crecimiento espiritual de la comunidad ms grande de nuestros trabajos, de nuestras amistades, de nuestra sociedad. XXV AOS DE LA CARTA APOSTLICA ACERCA DE LA DIGNIDAD DE LA MUJER En octubre de 2013 tuve la bendicin de participar en un Seminario promovido por el Pontificio Consejo para los Laicos, en Roma, con ocasin del aniversario 25 de la Carta apostlica sobre la Dignidad de la Mujer, de Juan Pablo II.

    Despus de tres das de reuniones intensas, donde mujeres catlicas de todo el mundo, telogas, cientficas, historiadoras, artistas, madres, expusieron sus experiencias particulares, tuvimos un hermoso encuentro con el Papa Francisco en la Sala Clementina del Vaticano. All el Santo Padre hizo una afirmacin que debe llevarnos a una constante reflexin: Con el llamando a la mujer a la maternidad, Dios le ha confiado de manera muy especial el ser humano". Estas palabras en realidad son tambin de Juan Pablo II, pero Francisco las tom para reflexionar sobre la vocacin y la misin de la mujer de nuestro tiempo.

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    "Qu significa esta custodia especial del ser humano a la mujer? Me parece claro que mi Predecesor se refiere a la maternidad. Muchas cosas pueden cambiar y han cambiado en la evolucin cultural y social, pero el hecho es que es la mujer quien concibe, lleva en su seno y da a luz a los hijos de los hombres. No es solo un simple hecho biolgico, sino que comporta una gran cantidad de implicaciones tanto para la propia mujer, por su forma de ser, como en su relacin respecto a la vida humana y la vida en general, nos dijo.

    Al mismo tiempo, el Papa nos advirti de dos grandes peligros que mortifican a la mujer en su vocacin.

    "El primero es la reduccin de la maternidad a una funcin social, una tarea, que es noble, pero que, reducida a funcin social, aparta a la mujer con todo su potencial, no la valoriza plenamente en la construccin de la comunidad. Ya sea en el mbito civil, como eclesial.

    Y, como reaccin a esto agreg el Santo Padre hay otro peligro, en la direccin opuesta: el de promover un tipo de liberacin que, para ocupar el espacio sustrado al varn, abandona lo femenino que tiene valiosas caractersticas.

    Aqu me gustara hacer hincapi en que la mujer tiene una especial sensibilidad por las cosas de Dios, en especial para ayudarnos a comprender la misericordia, la ternura y el amor que Dios tiene para nosotros", dijo Francisco.

    Como habrn visto hasta aqu, comenc esta presentacin con Vaticano II, luego he continuado con Juan Pablo II y Benedicto XVI, hasta llegar al actual Papa para seguir el hilo de la reflexin que la Iglesia ha venido haciendo respecto a la mujer y su papel en la sociedad y tambin en la Iglesia. De hecho, ha habido una evolucin interesante.

    Me detendr aqu un poco ms en el Papa Francisco que, en poco tiempo, se ha referido varias veces al tema.

    Ha insistido, por ejemplo, en la necesidad de ampliar los espacios para una presencia femenina ms incisiva en la Iglesia y ha dicho con toda claridad que la mujer es imprescindible para la Iglesia y que hay que trabajar ms hasta elaborar una teologa profunda de la mujer, pues en los lugares donde se toman las decisiones importantes es necesario el genio femenino. Esto lo dijo en una entrevista concedida en setiembre del 2013 a una revista jesuita.

    "Temo la solucin del machismo con faldas, porque la mujer tiene una estructura diferente del varn. Pero los discursos que oigo sobre el rol de la mujer a menudo se inspiran en una ideologa machista. Las mujeres estn formulando cuestiones profundas que debemos afrontar. La Iglesia no puede ser ella misma sin la mujer y el papel que

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    esta desempea. La mujer es imprescindible para la Iglesia. Mara, una mujer, es ms importante que los obispos. Digo esto porque no hay que confundir la funcin con la dignidad". "Es preciso, por tanto, - sigue el Santo Padre- profundizar ms en la figura de la mujer en la Iglesia. Hay que trabajar ms hasta elaborar una teologa profunda de la mujer. Solo tras haberlo hecho podremos reflexionar mejor sobre su funcin dentro de la Iglesia". En esa entrevista el Papa cerr este tema afirmando que "en los lugares donde se toman las decisiones importantes es necesario el genio femenino. Afrontamos hoy este desafo: reflexionar sobre el puesto especfico de la mujer incluso all donde se ejercita la autoridad en los varios mbitos de la Iglesia". Vemos pues que estamos dentro de un proceso de reflexin al que de alguna manera debemos contribuir. De hecho, cuando la Iglesia nos convoque, debemos estar dispuestas contribuir con ese genio femenino que es propio de nosotras las mujeres. El AMI, creo yo, es un mbito concreto desde donde la Iglesia nos convoca. Es all donde debemos buscar cmo contribuir de manera concreta y permanente. Solo para aclarar cualquier duda que pudiera surgir al respecto: Lo dicho anteriormente no significa, de manera alguna, que estn en discusin temas como el sacerdocio que Jess instituy para los hombres. Esos pretendidos cambios, que el mundo agita como bandera de guerra contra la Iglesia Catlica, no deben distraernos ni por un momento. Al contrario, nuestra conciencia femenina sabe saber con claridad cul es la voluntad de Jess. COSIFICACIN Y CONSUMISMO Ante esta urgencia, el Mundo, sin embargo, nos quiere para otras cosas. Hace un tiempo, mientras manejaba rumbo al trabajo, iba escuchando las noticias en la radio. El entrevistado era Rolando Arellano, director de una importante consultora de mrketing, que anunciaba su ltimo estudio de mercado concentrado en las mujeres. El periodista que lo entrevistaba le pregunt por qu se haba centrado en las mujeres, a lo que Arellano respondi que cada vez quedaba ms claramente establecido que las principales consumidoras son las mujeres porque, claro, ellas, adems de comprar para ellas, compran tambin para el esposo, para los hijos y hasta lo que comen el perro, el gato o el canario; es decir, para todo el ncleo familiar; as que el objetivo publicitario de las empresas tenan que ser las mujeres

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    Encendamos la televisin y dganme si eso no es cierto, si no es algo que ocurre desde hace tiempo. Mientras que por un lado nos elevan a los puestos de decisin en la sociedad, por otro tambin nos utilizan para consumir y consumir y consumir. Qu pasa en nuestras cabezas y en nuestros espritus con tanto mensaje consumista y cosificador? Qu pasa si no tenemos capacidad para distinguir qu es lo verdaderamente importante? Desde hace algunos aos, conforme fue creciendo la economa (aunque ahora est un poco frenada) en la ciudad de Lima, por ejemplo, al menos en algunos sectores que nosotras conocemos y probablemente compartimos, hay como un ambiente que estimula cada vez ms el afn de tener. Y como lo material no satisface sino por un rato, hasta que apremia la nueva necesidad, poco despus habr que consumir algo ms para seguir teniendo, hasta convertirse en una cadena sin fin que nos va dominando y asfixiando. En ese consumismo cosificador, la persona se va perdiendo a s misma hasta creer que su valor est en lo que tiene, en lo que puede comprar, ms que en lo que es, en lo que se va convirtiendo como persona creada por Dios, a su imagen y semejanza, y que solo es capaz de hallar plenitud en l. El estudio de Arellano, aunque nos incomode, tiene razn, las compras, el consumo, est muy en las manos de la mujer, de all que su afn termina convirtindose muchas veces en el estilo que adopta toda su familia. Esta es una reflexin personal que vale la pena hacer. De otro lado, es cada vez ms preocupante ver, especialmente a muchas mujeres jvenes, angustiadas por ser flacas, ser lindas, estar a la moda, tener los ltimos aparatitos tecnolgicos, ser muy populares, divertirse, divertirse y divertirse; pero tambin a muchas mujeres maduras, igualmente angustiadas por todo lo anterior y, adems, por aparentar que tienen los veinte aos que tuvieron hace veinte aos o ms qu sociedad es la que estamos construyendo? Seguramente, la mayora de las que estamos aqu podremos decir: pero yo no soy as; sin embargo, eso es suficiente? Basta que YO no sea as? No tendramos que preguntarnos, ms bien, qu estoy haciendo yo para que otras mujeres no se pierdan en ese camino al abismo?

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    Urge testimoniar con valor a Dios en medio de un mundo pagano, es otra frase de Benedicto XVI que debera apelarnos muy ntimamente. Lo dijo en 2010 cuando viaj a Santiago de Compostela, Espaa, pero a m me parece que tambin lo est diciendo hoy, aqu, en Lima, Per, a todas nosotras AMIS: Urge testimoniar con valor a Dios en medio de este mundo pagano, en medio de este mundo que nos cosifica y que nos quiere convertir en consumidoras insaciables de cuanta tontera innecesaria inventa. Es as, entonces, que no basta NO SER AS tambin debemos dar testimonio con valor, con fuerza, sin vergenza porque lo que se nos ha encargado es el tesoro mayor, es la Verdad, el ser como Jess. Y a nosotras Amis, as como a toda nuestra familia sodlite, se nos ha dado ese tesoro y se nos han facilitado muchas cosas para conocerlo y amarlo, se nos ha dado mucho ms, por lo tanto se nos pedir mucho ms. No nos queda, entonces, sino testimoniar con coraje el Evangelio, incluso con nuestra propia vida en medio de un mundo que le ha dado la espalda a Dios. Es verdad que ese tesoro lo llevamos en vasijas de barro, pero all es donde ha querido posarse, en estas frgiles vasijas de barro que somos nosotras, precisamente para que se vea que esa fuerza tan extraordinaria es de Dios. Hoy que vivimos en un tiempo de la Misericordia, no nos cansemos de repetir: Jess, en ti confo y lancmonos a la piscina cuantas veces sea necesario. Aqu, hoy, les recuerdo que lleg la hora, especialmente para nosotras mujeres: no nos queda sino asumir el reto y correr la maravillosa aventura de ser apstol, hacer apostolado a otras mujeres, a las familias, en sus trabajos, donde les toque desplegarse. Debemos asumir un papel ms protagnico, valiente, tanto en el testimonio que debemos dar como en el anuncio de nuestra fe. Un bello ejemplo es la Samaritana que se encontr con Jess junto al pozo de Jacob. Ella se encuentra con Jess, pero se encuentra en el sentido ms pleno de esta palabra, porque lo escucha, dialoga con l y se da cuenta de que era el Mesas y qu hace? sale corriendo y proclama a todos que ha encontrado al Mesas para que ellos tambin lo encuentren. Ese bello pasaje del Evangelio termina relatndonos que muchos samaritanos de aquella ciudad creyeron en l, primero por las palabras de la mujer que dio su testimonio. Seamos pues como la samaritana.

    LIBERALISMO E INDIVIDUALISMO Volvamos ahora a la Carta Apostlica acerca de la Dignidad de la Mujer. All, Juan Pablo II nos dice que Es algo universalmente admitido incluso por parte de quienes critican el mensaje cristiano- que Cristo fue ante sus contemporneos el promotor de la

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    verdadera dignidad de la mujer y de la vocacin correspondiente a esta dignidad. A veces esto provocaba estupor, sorpresa, incluso llegaba hasta el lmite del escndalo. Se sorprendan de que hablara con una mujer (Jn 4, 27, precisamente el pasaje de la samaritana) porque este comportamiento era extrao entre los judos de su tiempo. Es ms, hasta sus mismos discpulos se sorprendan de esta manera que tena Jess de relacionarse con las mujeres. Es comn que el liberalismo de estos tiempos acuse a la Iglesia y al cristianismo de sojuzgar o someter a la mujer, pero eso es falso, bien lo sabemos. El Papa Francisco ha remarcado en este sentido que incluso la Iglesia es femenina, es esposa. El feminismo radical, la ideologa de gnero que estos das se promueve en casi todo el mundo occidental con una fuerza impresionante gracias a los millones de dlares y euros que la sostienen, esta ideologa que va conquistando tambin Amrica Latina para imponer aqu sus falacias y expandir sus negocios, s que busca someter a la mujer: someterla a la esclavitud del placer, al negocio de la anticoncepcin y del aborto, del tener y del poder, hacindole creer que solo en la medida en que se afirme en su individualismo ser realmente libre. En ese sentido, el liberalismo y el individualismo de estos tiempos nos empujan a tener falsas visiones del yo y hacen que termine creyndome mi cuerpo, mis pensamientos, mis sentimientos y mis roles. Olvidamos que el ser humano en realidad es una unidad bio-psico-espiritual y que no podemos reducir nuestra realidad a un solo mbito de la existencia. Las rupturas, consecuencias del pecado, nos llevan a esta confusin, a esta reduccin de nuestra verdadera identidad a realidades parciales de m misma. En una cultura que reclama un rol ms protagnico de la mujer, es ms fcil caer en alguna de esas reducciones: Mujeres que se creen su cuerpo y viven para satisfacerlo. El hedonismo, la bsqueda del placer por el placer, es una caracterstica de nuestro tiempo que lleva a muchos a convertir su cuerpo en una especie de divinidad que impone su ley del gusto y del disgusto, la ley del capricho y del engreimiento, que hace lo que le da la gana y cuando le da la gana, buscando placeres y comodidades para la carne. O, de una manera distinta, tambin se manifiesta con una excesiva preocupacin por el cuerpo, cuando el cuidado del mismo se convierte en un bien casi absoluto y empieza a desplazar otros bienes superiores.

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    O cuando se vanagloria de las caractersticas corporales, por la figura atractiva; pero atencin que all tambin estn quienes se acomplejan porque se sienten feas o por alguna caracterstica corporal. Es absurdo creer que la dignidad de la persona est en su cuerpo. SI NO SOY MI CUERPO, SER QUE SOY MIS PENSAMIENTOS? El pensamiento es todo aquello que tiene su origen en la razn, en la inteligencia del ser humano, es la actividad y creacin de la mente. Fue Descartes quien dijo: Cogito, ergo sum, Pienso, luego existo, y sumi al mundo en una grave mentira. A partir de all, ya no importa la Verdad, la objetividad, se relativiza la verdad, se dice que no existe la verdad absoluta y que lo ms importante es lo subjetivo, hasta el punto que nuestra sociedad vive un subjetivismo absolutizante. Tenemos pensamientos, razonamos, elaboramos ideas pero es importante anotar que NO somos las ideas que elaboramos. Algunos viven creyndose superiores o especiales porque son inteligentes o porque son creativos, y los hay tambin que no se valoran en absoluto porque se creen poco inteligentes o ignorantes. De lo que se trata es de reconocer que no puedo colocar mi valoracin en lo que pienso, mi valoracin no se reduce a cun inteligente soy o no soy. Yo valgo por algo ms grande que mi inteligencia, mis pensamientos, mis planes y proyectos. ENTONCES SER MIS SENTIMIENTOS? Hoy en da se le da mucha importancia a la emocin, al sentimiento, a la sensacin. Y claro, eso no est mal; el tema es que cada realidad del ser humano est colocada en su lugar. Pero dganme ustedes si no caemos, con frecuencia, eligiendo hacer solo lo que nos hace sentir bien o lo que nos emociona. As, por ejemplo, si rezar me cuesta, entonces no rezo, y nos autojustificamos dicindonos, aaaah no rezo porque no siento nada; o tambin se da el caso de quienes dicen que no van a Misa porque se aburren; o tambin, y esto seguramente nos pasa a cada rato, si dar testimonio me hace sentir incmoda, me da vergenza, entonces no abro la boca ni muevo un dedo Es decir, reducir mi valor como persona a lo que me proporciona mi realidad afectiva-emocional me convierte en una persona sumamente inestable y voluble.

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    Es muy peligroso llegar al punto de creer que estamos bien siempre y cuando nos sintamos bien. La realidad nos ensea que sentirse bien siempre es imposible y que es inevitable sentirnos mal, sufrir, el dolor que, contra lo que el mundo nos dice, no son malos en s mismos, por el contrario, a veces pueden ser ocasiones para sacarnos de la mediocridad, para hacernos crecer. Eso es, precisamente, lo que le da el sentido al sacrificio, a la renuncia y a las luchas personales que debemos librar en nuestro da a da. O ES QUE SER MIS ROLES, MIS PERSONAJES? Aqu estamos tantas mujeres reunidas, somos esposas, madres, hijas, hermanas, amigas, profesionales en diversos campos, y nadie podra negar la importancia de cada uno de esos roles, pero resulta que tampoco soy solo esos personajes. Sin duda, no hay problema con asumir ciertos roles, es ms debemos asumirlos plenamente, al mximo de mi capacidad y al mximo de mis posibilidades, en la medida del Plan de Dios para cada una, pero cuidado con creernos que nuestro valor est en ello, en esos papeles que me toca representar. HAGAMOS UN REPASO Cuando alguien se cree su cuerpo, su pensamiento, sus sentimientos o sus roles, cae en el desconocimiento de s mismo y marcha hacia el desconcierto y a un proceso de alienacin en el que va dejando de ser quien realmente es. Es verdad que somos seres corpreos y que sin la conciencia de nuestra propia individualidad no podramos relacionarnos con otros seres corpreos. Es ms, el cuerpo es tan valioso que la Sagrada Escritura ensea que es Templo del Espritu Santo, por lo que debemos cuidarlo y considerarlo en una recta visin Pero no soy solo mi cuerpo. Es verdad que nuestros pensamientos no son intiles, al contrario, son importantes, porque por lo general ajustamos nuestra vida a lo que pensamos, por eso debemos cuidar que esos pensamientos estn en armona con los criterios de Dios y ser humildes para escuchar a otros Pero ya sabemos que no soy solo mi pensamiento.

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    Es verdad que los sentimientos no son negativos, pero deben estar gobernados por la razn para actuar en consonancia y no creer que sentirme bien es necesariamente estar bien, ni sentirme mal es necesariamente estar mal. Es clave encontrar el lugar de la afectividad en la vida humana. No podemos prescindir de ella, reprimirla o esconderla, pero tampoco podemos vivir segn los vaivenes de nuestras emociones y sensaciones porque tampoco soy mis sentimientos. Es verdad que soy esposa, soy madre, soy hija y hermana, amiga y profesional, pero aunque dejara de desempear cualquiera de esos roles, seguir siendo yo es que tampoco soy mis personajes. Creernos cualquiera de esas dimensiones sera vivir una mentira existencial, vivir en la oscuridad, en la escotosis. ENTONCES QUIN SOY? HACIA UNA AUTNTICA JERARQUA DE VALORES. Nuestra identidad es buena, pero como dijimos antes, est herida por el pecado, herida, pero no destruida; y como consecuencia del pecado vivimos las rupturas: ruptura con Dios, con nosotras mismas, con los dems y con la creacin. Esas rupturas, que la cultura de este tiempo alienta con entusiasmo, nos empujan con fuerza a vivir esa mentira existencial, esa oscuridad, la escotosis que nos impide no solo ver a Dios sino tambin vernos a nosotras mismas, nuestra identidad y realidad, perdiendo de vista quin realmente soy yo. Lo primero es tener conciencia de esto. A pesar de ello, no podemos dejar de percibir que en el fondo de nuestro corazn, en lo ms ntimo de nuestro ser, hay profundos anhelos, ciertos dinamismos fundamentales que estn all tratando de crecer, tendiendo hacia algo superior, aunque frecuentemente ahogados por la falta de profundidad o por las espinas que ponemos alrededor... como en la parbola del sembrador, se acuerdan? Con todo eso, all estn esos anhelos, esa nostalgia de Dios. CMO CURARNOS DE ESTA ESCOTOSIS, DE ESTA CEGUERA QUE NOS IMPIDE VER? En Nostalgia de infinito, Luis Fernando nos dice que El determinante ms propio del ser humano est en su dimensin teologal, en su ontolgica apertura a la realidad que llamamos Dios. Ms aun, hay en el ser humano un impulso que lo conduce a la

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    bsqueda del encuentro con Dios, de la comunin con l. Hay que recordar que en la Sagrada Escritura leemos con claridad que Dios cre al ser humano para que lo buscase con todo su corazn y lo encontrase. Por eso solo en Dios encontrarn, el hombre y la mujer, la verdad y la dicha que no cesa de buscar. El Seor Jess nos ha dicho que l es la luz del mundo y quien lo siga no caminar en la oscuridad (Jn 8,12). Llenarnos de los criterios del Evangelio e ir conformndonos con el Seor Jess permitir que vayamos saliendo de esa oscuridad, ir liberndonos de la mentira existencial y descubriendo quines realmente somos. Sabemos que cada uno de nosotros es una unidad bio-psico-espiritual. Y existe una recta jerarqua entre estas tres dimensiones humanas y sus respectivas necesidades, donde el cuerpo debe subordinarse a la mente, y ambos al espritu. Y tengmoslo claro: Cuando se habla de jerarquizacin no se habla de oposicin o contradiccin; es decir, no quiere decir que cuerpo y mente se opongan o contradigan entre s o con el espritu, no, no hay contradiccin, pero s una jerarquizacin donde el cuerpo se subordina a la mente y ambos al espritu. Esa es la recta jerarqua que debemos cultivar. CONOCERSE ES UNA GRAN AVENTURA. Sabes que eres hija de Dios, sabes que por el bautismo formas parte de la Iglesia fundada por Cristo y eres catlica, sabes que eres mujer y Ami, y que el Buen Jess tiene un plan para ti en cada circunstancia concreta de tu vida. Y sabes que nadie mejor que otra mujer, en realidad La Mujer, Santa Mara, vivi plenamente en verdad, en perfecta sintona con su identidad ms profunda, siguiendo fielmente el plan de Dios. En Ella, que es nuestra madre, apoymonos cada vez que nos lanzamos a esta hermosa aventura de ser cristiana, y de ser una hija de Mara, llamada a trabajar por la Iglesia desde esta Asociacin de Mara Inmaculada, AMI, que tanto queremos. Ests dispuesta a emprender esta gran aventura? Estamos trabajando para que la humanidad no decaiga?

    La mujer no puede encontrarse a s misma si no es dando amor a los dems. Juan Pablo II

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    DESAFIOS Y PROPUESTAS SEGN LOS ACENTOS

    EVANGELIZACIN DE LA MUJER

    DESAFOS PROPUESTAS 1. Formar a las mujeres en distintos

    temas a partir de una mirada cristiana (ej: sexualidad, moda, psicologa, etc).

    2. Unificar nuestra fromacin AMI en el tema de la mujer.

    3. Comprometerse de manera personal con el tema de la mujer (que voy a hacer yo)

    4. Responder a realidades de dolor y ruptura de la Mujer.

    5. Revalorizar a la mujer (Dignidad de la mujer)

    6. Interiorizar lo que se ha visto en el encuentro, asumir un compromiso y llevarlo a la accin

    1. Retiros, jornadas , charlas, feria a las mujeres, comunio, etc.

    2. Reunir el material necesario para nuestra formacin. Material bsico comn (ej: grabar charlas, textos, libros recomendados)

    3. Oganizarse por equipos. Definir lineamientos sobre lo que vamos a hacer.

    4. Adaptar e implementar el proyecto ser mujer en Per y dems fundaciones donde aplique (Beln Araya va a preparar una presentacin de Ser Mujer para presentarlo en diferentes pases)

    5. Crear una comisin internacional que vele por crear espacios de apostolado y proyectos (Participacin de Amis en Parroquias y CPs).

    6. Elaborar un curso para las AMIS con la ayuda de Ma. Cristina.

    7. Elaborar un diagnstico de cada pas en el que conste las actividades del AMI y la disponibilidad para un proyecto o actividad nueva.

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    EVANGELIZACIN DE LA FAMILIA Y DEFENSA DE LA VIDA

    DESAFOS PROPUESTAS 1. Necesidad de las amis de

    informarse y formarse incluyendo las amenazas que surgen a nivel internacional.

    2. Neutralizar los lobbys antivida. 3. Desconocimiento de los mtodos

    naturales. 4. Temor en las familias de tener

    hijos. 5. Conocer las debilidades del

    movimiento antivida. 6. Campo de prioridad de

    Apostolado: Nuestra Familia (Esposo, hijos, familia extensa paps, herman@s, ti@s, prim@s) llevarlos hacia el Seor y conocer el AMI el fin fundamental.

    7. Llevar el tema de matrimonio y familia como fundamental en nuestra Familia Espiritual

    8. Matrimonios en Crisis (falta espacios de acogida en primera instancia)

    1. Conocer e involucrarse en las distintas instancias que existen de trabajos provida. Formarse en el tema para poder dar razn y defender nuestra postura. Integrarse en las inciativas de nuestra familia espiritual.

    2. Ir a NY en marzo a la ONU con Sonia Maria y prepararse para la reunin.

    3. Promover y conocer el uso de mtodos naturales.

    4. Leer los documentos de la Iglesia sobre la familia y la procreacin.

    5. Prepararnos para poder contestar a esas debilidades desde un punto de vista tcnico y no solo religioso.

    6. Fomentar espacios de integracin entre familias (esposos e hijos)

    7. Invitar a nuestra familia nuclear /extensa a actividades del AMI

    8. Formacin y preparacin de pareja, matrimonio y familia (pap, mam e hijos) vincularlo con nuestro acento a la Mujer (casadas, casadas con nios, solteras). Ej. Talleres que respondan a la realidad (en los CP), aprovechar campos donde se desempean las AMIS (Parroquias)

    9. Comit de organizacin en los temas anteriores. Por ej. En Communio, y en las propuestas anteriores

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    10. Unir fuerzas con propuestas que nos brinden como servicio a la Iglesia y en nuestra F.E. (acompaamiento y formacin)

    11. Formacin personal en temas de crisis matrimoniales

    12. Invitar a las AMIS casadas donde se les presente este reto para acoger estas parejas

    EVANGELIZACIN DE LA CULTURA

    DESAFOS PROPUESTAS

    1. Llevar la reconciliacin a ms personas que no encuentran respuestas.

    2. Involucrar a las jvenes de nuestras familias, familia espiritual, trabajo, universidad, etc. que se encuentran desinvolucradas y/o sin formacin en la fe.

    3. Ausencia de proyectos dentro del AMI que contribuyan a la evangelizacin de la cultura.

    4. La AMI no cuenta con una difusin y protocolo adecuados en lo que respecta a la evangelizacin de la cultura.

    5. La urgencia que vemos en nuestra vida cotidiana de responder a las diferentes realidades donde nos encontramos a partir de las propias profesiones y/o carreras

    1. Promover y difundir talleres y actividades.

    2. Elaborar herramientas y/o actividades apelantes a las jvenes independientemente si tienen inters en formar parte del ami o no.

    3. Estar al tanto de las amis que colaboran de manera concreta en la evangelizacin de la cultura, y saber de sus proyectos y difundirlos entre las amis. Creacin de un blog pblico en coordinacin con el rea de comunicaciones. Centralizacin de esta informacin.

    4. Cursos online de formacin que toda AMI debe llevar.

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    DESAFOS Y PROPUESTAS SEGN REAS

    APOSTOLADO

    DESAFOS PROPUESTAS 1. Dignidad de la mujer (feminidad,

    maternidad, etc.), mujeres en riesgo (que ya han tenido relaciones o estn embarazadas), atender a la joven adulta en temas de afectividad (pureza, castidad, etc).

    2. Apoyo en preparacin de novios, matrimonios y escuela para padres. (FAMILIA, MUJER).

    3. Espacios de formacin, fidelidad a la Iglesia, (dar respuesta, ser evangelizadores permanentemente evangelizados).

    4. Apostolado a los esposos e hijos de las Amis.

    5. Evangelizar la cultura, defensa del valor de la vida, antropologa cristiana.

    1. Charlas, talleres y produccin de material en temas sobre la mujer, conocer y derivar a centros especializados.

    2. Integrarse a la familia espiritual o parroquias y apoyar con charlas y talleres.

    3. Una vez al mes tratar el tema de la mujer en las reuniones Amis. Tener una lista de documentos sobre el tema y estudiarlos. Usar la tecnologa para tener el material de manera ms accesible.

    4. Espacios para las familias (reuniones de integracin y luego ms espirituales).

    5. Sistematizar y difundir materiales de la dignidad de la vida.

    TEMPORALIDADES

    DESAFOS PROPUESTAS 1. Fortalecer la identidad de cada una

    de las integrantes. 2. Generar un compromiso

    econmico de las integrantes de la asociacin para las necesidades concretas.

    3. Que las integrantes de la asociacin se haga conscientes del presupuesto.

    4. Preocuparnos de las necesidades de nuestras hermanas.

    1. Recuperar el aporte apostlico en los grupos para generar fondos.

    2. Fomentar actividades que generen fondos alternativas al aporte apostlico.

    3. Presentar el presupuesto de manera bianual a todas las integrantes.

    4. Que cada grupo se comprometa para hacerse ms cercano a la realidad de cada integrante.

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    COMUNICACIONES

    DESAFOS PROPUESTAS 1. Que nos conozcan dentro de la

    Familia Espiritual. 2. Desconocimiento de los canales de

    comunicacin para las AMIs. 3. No tenemos una imagen clara

    hacia afuera de quienes somos. 4. Generar una sinergia de todo el

    material AMI. 5. Generar cercana con AMIs

    extranjeras.

    1. Tener un comit de comunicadoras.

    2. Desarrollar plataformas de difusin de quienes somos y temas de inters.

    3. Unificar imagen grfica de la AMI.

    4. Herramienta para compartir documentos.

    5. Medios: 6. Grupo Cerrado de FB 7. Mail del consejo 8. FanPage en FB