BIOTECNOLOGIA: LOS TRANSGENICOS AL SERVICO DE LA HUMANIDAD

Delfina del Carmen Abrego de Medina

Estudiante de Maestría en Gestión Ambiental

12 de Marzo de 2012

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Según el Convenio de Diversidad Biológica de 1992, la Biotecnología podría definirse

como:” Toda aplicación tecnológica que utilice sistemas biológicos y organismos vivos y

sus derivados, para la creación o modificación de productos o procesos para usos

específicos”. Y aquí, cabe mencionar de los transgénicos llamados también organismos

genéticamente modificados (OGM), que son aquellos cuyo material genético es manipulado

en laboratorios donde han sido diseñados o alterados deliberadamente con el fin de

otorgarle una característica específica. Anteriormente, el hombre sólo podía seleccionar

entre las propiedades que el organismo ya poseía. Se pasa de la selección entre lo que existe

en el pool genético de esos organismos a la introducción de algo exógeno. Con la

adquisición de estas herramientas, el OGM "dará de sí" como respuesta a las necesidades

del hombre, en lugar de dar respuestas a las necesidades del organismo, seleccionadas por

el entorno

La elaboración de estos productos, es el mayor experimento biológico en el que se ha

embarcado la humanidad, sin ninguna responsabilidad, viéndolo como “la salvación para la

crisis económica y por ende para el hambre en el mundo”. Hasta en el año 2001 en los

Estados Unidos, la gente supo por primera vez que los transgénicos formaban parte de su

dieta alimenticia. En algunos países Europeos son muy populares, pero en otros como los

de la Unión Europea, permiten la entrada a algunos de estos; en Norte y Sur América y en

Islas como Puerto Rico, se producen y se consumen. En Centro América, el productor

más fuerte, es Honduras y en nuestro país, estos productos son consumidos por la gente,

sin tener conciencia de ello, y desde el 2008 en que se aprobó la modificación al artículo

30 a la Ley del uso de la Semilla, en donde se prohibía el uso de la semilla transgénica; el

cultivo de transgénicos, ya es una realidad a través de la experimentación en parcelas

demostrativas, aunque todavía se espera una resolución por parte del Gobierno, que no

sabe que hacer ante las presiones de los ambientalista y de los interesados en su producción.

Lo preocupante es que el desarrollo de la biotecnología se realiza desde laboratorios de las

transnacionales, los cinco gigantes son: Astra, Zeneca, Du Pon, Monsanto, Novartis y

Aventis, donde lo que predomina es el interés monetario y no el bienestar de la humanidad.

Estas tecnologías son muy urgentes y deberían ser nuestro patrimonio, inalienable y no

sujeto a patentes ni apropiación privada. Las materias investigadas deberían estar

autorizadas y controladas responsablemente por Organismos Científicos Internacionales.

La pregunta es: ¿Qué pasará dentro de unos años cuando el mundo este lleno de plantas,

vacunas y productos químicos transgénicos, que va a ser de los pájaros, los insectos,

mamíferos, reptiles, anfibios y otros organismos que entran en contacto con estas plantas a

través del suelo, el aire, agua e incluso que va ser del hombre que los consume, cuantas

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Delfina del Carmen Abrego de Medina

Estudiante de Maestría en Gestión Ambiental

12 de Marzo de 2012

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mutaciones van a sufrir las especies?, los Gobiernos han de pensar en ello antes que sea

tarde. A pesar de que ya se documentaron casos sobre los efectos de los transgénicos en la

salud del hombre, no se pueden atribuir responsabilidades, ya que estos productos no están

etiquetados, impidiendo que se siga el rastro de los efectos que puede ocasionar su

consumo frecuente, los científicos mencionan que lo que nuestros abuelos consumieron

durante su vida puede tener efectos negativos hasta en la tercera generación.

Entonces, habría que valorar el riesgo-beneficio que prestan los transgénicos a la

humanidad, ya que no existe un seguimiento, ni una base de datos donde se documenten

los efectos, tanto buenos o malos, que por supuesto las transnacionales conocen,

lastimosamente son los Gobiernos a través de los intereses políticos y económicos

quienes determinan que se hace con ello.

Y mientras tanto la biotecnología ¿estará al servicio de la humanidad?, no lo esta para los

países pobres, mientras sea patrimonio de las transnacionales y no haya una alternativa

para rediseñar a nivel global ciertos parámetros del funcionamiento de la economía

globalizada.