Gonzales Sandoval

1
11 GENTE sus órganos: sólo el 12.5 % respondieron afirmativamente. No se sabe, por ejemplo, que la historia de los transplantes en el Perú, lleva ya más de treinta años, y que cientos de per- sonas circulan entre nosotros con el órgano ajeno que le salvó la vida. No se sabe que desde 1969, año en que EsSalud inició su programa de Transplantes de Órganos y Tejidos, se han realizado 3,108 exitosos transplantes. Ostentamos, pues el record de ser el país con la tasa más baja en cuanto a la donación de órganos en Latinoamérica. Mientras el estándar internacional de donación de órganos es de 12 a 15 por millón de habitantes; el de Estados Unidos es de 20 por millón de habitantes; Uruguay y Argentina, cuyas tasas hasta hace pocos años, eran similares a la nuestra, ahora tienen 24 y 14 donantes por millón de habitantes, respectivamente; aquí, apenas llegamos a 3 ó 4 por millón de habitantes. Cifra, no obstante, cargada de esperanzas, pues, durante el año 2008 la tasa de donantes de órganos fue de menos de un donante por millón de habitantes. Este incremento ocurrido entre enero de este año, hasta hoy, ha permitido realizar 100 trasplantes de riñón, 26 de médula ósea, 17 de córneas, 10 de hígado y el primer trasplante de páncreas. Banco de Órganos Hace más de dos décadas, la unica fuente de órganos se limita- ba al donante vivo, gran dificultad que raramente se superaba. Pero la tecnología avanzó con rapidez permitiendo que la donación cadavérica fuese posible. Se incrementó con esto la cantidad de órganos susceptibles de ser transplantados. Pero, para la conservación de órganos se necesita una infra- estructura adecuada que prolongue la vida del órgano donado, porque un riñón preservado en condiciones adecuadas puede alcanzar hasta 30 horas antes de ser transplantado, el hígado, entre 12 y 16 horas. Y Perú aún no tiene un Banco de Órganos, que lo mantenga apto más tiempo del que normalmente podría durar con cuidados básicos. Con un Banco de Organos, se evitaría también, que en la desesperación, pacientes o sus familiares, acudan a personajes oscuros que trafican con el dolor humano. Es sabido que la venta de órganos es otro de los graves problemas que sufren la donación en el Perú. Nueva Ley, Nuevo amanecer Con la rúbrica que el presidente de Gobierno dio a la ley que promueve la donación y el transplante de órganos, esperemos que la conciencia ciudadana se avive y despierte. Por lo menos, con la creación del acta de consentimiento, en donde el ciu- dadano expresará y reafirmará su voluntad de donante, ya no habrá quién se oponga a su deseo. Empezará, se espera, a partir de este momento, un traba- jo de educación e información amplio, por medio de vastas campañas en la que los medios informativos tendrán un papel fundamental que cumplir. Esto ya no es justicia C uando el TC resolvió a favor del general Chacón, orde- nando a la Sala que preside Inés Villa Bonilla, que lo excluya del proceso judicial que se le sigue, por haber demorado negligentemente el juicio por más de 8 años, a la jueza Villa Bonilla le quedaba o acatar la medida, por ser ple- namente constitucional, o atreverse a desacatarla. Optó du- rante algunas semanas por desafiar, abiertamente, al TC. Finalmente, acorralada por la lógica impecable de la medida, decide acatar lo dispuesto por el máximo garante e interprete de la Constitución. Bueno, entró en razón, dijimos todos los seres pensantes. Sin embargo nos equivocábamos: en una actitud que carece de precedentes, y que es impropia de un magistrado con tan alta responsabilidad, apela a una leguleyada de mala entraña y decide continuar su despliegue pasional contra la familia del general Chacón. ¿En que país estamos que la justicia ha dejado de ser pro- ducto de un proceso objetivo y respetuoso de los derechos del procesado, para convertirse, simplemente, en grotesca ar- bitrariedad, provocador abuso de poder, despliegue inaudito de pasiones mórbidas? Estoy convencido de que la degeneración del sistema anti- corrupción, degeneración que salta a la vista, no traerá nada bueno. En verdad siempre fue en el fondo una maquinaria de persecución política, pero nunca como hasta ahora había exhibido tan evidente, como enloquecida sed de venganza contra todos aquellos que inocentes o culpables han formado parte del régimen de Alberto Fujimori. Como no puedo hacerle daño a un hombre, torturo a su familia. Esta sicología es propia, no de jueces incorruptibles sino de sicópatas que gozan de libertad. Pero gran responsabilidad toca también a medios de comunicación que se llaman democráticos, pero que en el fondo jamás han aceptado algo tan elemental en un estado de derecho: la presunción de inocencia. Es un escándalo que no les interese la justicia, sino el ajuste de cuentas con quie- nes en el pasado ellos consideraron sus perseguidores. Y pensar que estos medios fueron los que impulsaron la famosa Comisión de la Verdad y la Reconciliación. Una farsa completa: ni verdad ni reconciliación. Más falsedad, más ausencia de pruebas, ningún sentimiento de unión y menos de conciliación entre peruanos. Así, a dónde vamos sino a más desunión, más discordia en beneficio de nuestros verdaderos enemigos internos y externos. ACTUALIDAD Escribe: Gral. (r) Juan Gonzales Sandoval Ex. director de la DINCOTE (*) [email protected] CON DÍAS Y OLLAS

description

ACTUALIDAD 11 Escribe: Gral. (r) Juan Gonzales Sandoval Ex. director de la DINCOTE (*) [email protected]

Transcript of Gonzales Sandoval

11

GENTEsus órganos: sólo el 12.5 % respondieron afirmativamente.

No se sabe, por ejemplo, que la historia de los transplantes en el Perú, lleva ya más de treinta años, y que cientos de per-sonas circulan entre nosotros con el órgano ajeno que le salvó la vida. No se sabe que desde 1969, año en que EsSalud inició su programa de Transplantes de Órganos y Tejidos, se han realizado 3,108 exitosos transplantes.

Ostentamos, pues el record de ser el país con la tasa más baja en cuanto a la donación de órganos en Latinoamérica. Mientras el estándar internacional de donación de órganos es de 12 a 15 por millón de habitantes; el de Estados Unidos es de 20 por millón de habitantes; Uruguay y Argentina, cuyas tasas hasta hace pocos años, eran similares a la nuestra, ahora tienen 24 y 14 donantes por millón de habitantes, respectivamente; aquí, apenas llegamos a 3 ó 4 por millón de habitantes.

Cifra, no obstante, cargada de esperanzas, pues, durante el año 2008 la tasa de donantes de órganos fue de menos de un donante por millón de habitantes. Este incremento ocurrido entre enero de este año, hasta hoy, ha permitido realizar 100 trasplantes de riñón, 26 de médula ósea, 17 de córneas, 10 de hígado y el primer trasplante de páncreas.

Banco de Órganos Hace más de dos décadas, la unica fuente de órganos se limita-ba al donante vivo, gran dificultad que raramente se superaba. Pero la tecnología avanzó con rapidez permitiendo que la donación cadavérica fuese posible. Se incrementó con esto la cantidad de órganos susceptibles de ser transplantados.

Pero, para la conservación de órganos se necesita una infra-estructura adecuada que prolongue la vida del órgano donado, porque un riñón preservado en condiciones adecuadas puede alcanzar hasta 30 horas antes de ser transplantado, el hígado, entre 12 y 16 horas. Y Perú aún no tiene un Banco de Órganos, que lo mantenga apto más tiempo del que normalmente podría durar con cuidados básicos.

Con un Banco de Organos, se evitaría también, que en la desesperación, pacientes o sus familiares, acudan a personajes oscuros que trafican con el dolor humano. Es sabido que la venta de órganos es otro de los graves problemas que sufren la donación en el Perú.

Nueva Ley, Nuevo amanecerCon la rúbrica que el presidente de Gobierno dio a la ley que promueve la donación y el transplante de órganos, esperemos que la conciencia ciudadana se avive y despierte. Por lo menos, con la creación del acta de consentimiento, en donde el ciu-dadano expresará y reafirmará su voluntad de donante, ya no habrá quién se oponga a su deseo.

Empezará, se espera, a partir de este momento, un traba-jo de educación e información amplio, por medio de vastas campañas en la que los medios informativos tendrán un papel fundamental que cumplir.

Esto ya no es justicia

Cuando el TC resolvió a favor del general Chacón, orde-nando a la Sala que preside Inés Villa Bonilla, que lo excluya del proceso judicial que se le sigue, por haber

demorado negligentemente el juicio por más de 8 años, a la jueza Villa Bonilla le quedaba o acatar la medida, por ser ple-namente constitucional, o atreverse a desacatarla. Optó du-rante algunas semanas por desafiar, abiertamente, al TC.

Finalmente, acorralada por la lógica impecable de la medida, decide acatar lo dispuesto por el máximo garante e interprete de la Constitución. Bueno, entró en razón, dijimos todos los seres pensantes.

Sin embargo nos equivocábamos: en una actitud que carece de precedentes, y que es impropia de un magistrado con tan alta responsabilidad, apela a una leguleyada de mala entraña y decide continuar su despliegue pasional contra la familia del general Chacón.

¿En que país estamos que la justicia ha dejado de ser pro-ducto de un proceso objetivo y respetuoso de los derechos del procesado, para convertirse, simplemente, en grotesca ar-bitrariedad, provocador abuso de poder, despliegue inaudito de pasiones mórbidas?

Estoy convencido de que la degeneración del sistema anti-

corrupción, degeneración que salta a la vista, no traerá nada bueno. En verdad siempre fue en el fondo una maquinaria de persecución política, pero nunca como hasta ahora había exhibido tan evidente, como enloquecida sed de venganza contra todos aquellos que inocentes o culpables han formado parte del régimen de Alberto Fujimori.

Como no puedo hacerle daño a un hombre, torturo a su familia. Esta sicología es propia, no de jueces incorruptibles sino de sicópatas que gozan de libertad.

Pero gran responsabilidad toca también a medios de comunicación que se llaman democráticos, pero que en el fondo jamás han aceptado algo tan elemental en un estado de derecho: la presunción de inocencia. Es un escándalo que no les interese la justicia, sino el ajuste de cuentas con quie-nes en el pasado ellos consideraron sus perseguidores.

Y pensar que estos medios fueron los que impulsaron la famosa Comisión de la Verdad y la Reconciliación. Una farsa completa: ni verdad ni reconciliación. Más falsedad, más ausencia de pruebas, ningún sentimiento de unión y menos de conciliación entre peruanos. Así, a dónde vamos sino a más desunión, más discordia en beneficio de nuestros verdaderos enemigos internos y externos.

ACTUALIDAD

Escribe: Gral. (r) Juan Gonzales SandovalEx. director de la DINCOTE (*)

[email protected]

CON DÍAS Y OLLAS